holis mis preciosos fanseses!!! Espero que les haya gustado la historia tanto como a mí me gustó escribirla :D estoy súper emocionada por continuar con el siguiente libro... que al paso que vamos, yo creo que esto terminará siendo una saga jajaja Gracias por leerme, sus bonitos comentarios y amor a lo largo de un montón de caps :3 como acaban de leer, he decidido volver a nombrar el siguiente libro porque ustedes merecen un título que no sea tan simple XD así que en las próximas semanas busquen la continuación en mi perfil que se llamará: ¡Ámame, Alfa testarudo! Los amo mil millones de mucho, nunca cambien y mientras me aprueban la continuación pueden leer mis otros libros jajaja <3 <3 <3
Al parecer hoy tampoco iba a comer. Después de que los guardias de esta prisión se fueran entre risas y apuestas por ver a quién mataría de hambre el día siguiente, me había acercado a la abollada charola en la que se suponía me dejarían comida. No había luz en mi sucia celda, pero no hacía falta usar mis ojos para darme cuenta de que cualquier extraña masa que estuviera ahí, no era comestible solo por el olor. Me arrastré de nuevo al rincón más lejano, que no serían más de cinco pasos, y volví a abrazar mi cuerpo para darme una falsa sensación de comodidad y calor. El dolor constante en mi tobillo derecho era un sordo recordatorio de que ninguna de nosotras podría escapar de este lugar a menos que fuera comprada… o desechada. Había perdido la cuenta del número de días que habían pasado desde que quemaron mi pueblo y nos tomaron prisioneras. Era difícil seguir el paso del tiempo cuando se está encerrado en una prisión subterránea donde no existe la luz del sol y cuando nuestros c
Los guardias se acercaron a mí y me levantaron para llevarme a rastras hacia la habitación de atrás del escenario. Yo no podía dejar de temblar porque estaba muy segura de que aquella voz me había elegido. Sabía lo que seguía y no podía hacer nada al respecto ya que estaba muy débil. Los jodidos guardias me habían privado de la comida durante… un tiempo. El cuarto era oscuro, pero no tanto como mi celda, por lo que podía ver aceptablemente bien que ya había un comité de despedida. El “guardia del maletín”, como lo apodé la segunda vez que lo vi, se acercó a mi y comenzó a examinar mis ojos y boca mientras anotaba cualquier cosa en algunos papeles. Entonces sacó una jeringa y preparó mi brazo mientras otros dos guardias me sometían para quedarme quieta. No sabía qué era lo que contenía el líquido que les inyectaban a las chicas que eran vendidas por lo que puse todas mis fuerzas en tratar de evitarlo. -Tienes dos opciones. – Me dijo el tipo del maletín. – Puedes quedarte quieta y
Descubrí gracias a Chase dos semanas después que había estado cautiva por al menos tres años. Sabía que había sido secuestrada en el cumpleaños de mi abuelo, así que solo hice una cuenta rápida cuando me dijo qué día era hoy. -¿Por qué incendiaron tu hogar? – Preguntó esa mañana cuando estaba limpiando su habitación. Realmente no había mucho que hacer ya que era un niño bastante ordenado, pero era mi parte favorita del día. Este pequeño era el único dentro de la manada que me trataba como cualquier persona y no le importaba el hecho de que yo no aullara a la luna. -No lo sé. - Dije honestamente. – Un día estaba en casa celebrando el cumpleaños del abuelo y lo siguiente que sé es que había un montón de gritos afuera. -¿Eran muchas personas? – Preguntó intrigado. Supongo que para el niño era un cuento de una grandiosa aventura. Ah, la inocencia. -Estaba bastante oscuro y mis pobres ojos humanos no podían ver bien. – Dije y me dio una sonrisa torcida. Oh, mi pobre corazón, cuando cre
Mi rutina era sencilla: Evitaba a todos y a todas las lobas del lugar mientras me concentraba en limpiar a fondo la casa de la manada. Después, iría directo con el Señor Fred para que siguiera dándome un poco de teoría ya que no poseía la fuerza y los músculos suficientes para comenzar con un verdadero entrenamiento. Las comidas desde que llegué a la manada eran mucho mejores que mi antigua prisión, pero no conseguía recuperar peso. Mis ocupadas tardes no pasaron desapercibidas por mucho tiempo porque pocos días después, el Alfa Bastian me dijo que fuera a su oficina después de limpiar la cocina. -Toma asiento, Rose. – Dijo en cuanto llegué. – Iré directo al grano ya que no tengo tiempo, quiero saber ¿Qué es lo que haces cuando sales de aquí? Tengo reportes de mis exploradores viendo cómo te escabulles al bosque y Susan dice que no llegas a dormir hasta bien entrada la noche. -Limpio la cabaña del señor Fred. – Dije en el mismo tono que usaba cada que hablaba con él… y con cualquie
Llegamos sin mayores contratiempos con el lobo mayor y le expliqué rápidamente que teníamos que escondernos cuando abrió molesto la puerta. -¿Y por qué m****a no fueron al Lugar seguro en vez de aquí? – Dijo con un gruñido molesto mientras abría su perta de par en par y nos dejaba entrar. Yo colapsé en el piso junto a la puerta cuando mi tobillo dejó de funcionar. -La Casa de la Manada está bajo ataque. – Dije con la respiración entrecortada. – Además, no tengo idea de dónde se encuentra el Lugar seguro. -No funcionaría, el camino al lugar seguro estaba bloqueado. – Dijo Chase transformándose y apresurándose para ayudarme a levantarme. -¿Qué sabes de la situación?- Preguntó el señor Fred en mi dirección. -¿Por qué todos piensan que yo sé una m****a? – Dije malhumorada apoyándome en la pared y en Chase para levantarme. – Yo solo sé que hay lobos aún más hostiles corriendo libremente por el lugar. El señor Fred soltó un bufido y luego me tomó en sus brazos para depositarme con cui
(Un año y medio después.) -De nuevo, estás descuidando tu flanco izquierdo. – Dijo el Señor Fred sentado cómodamente debajo de la sombra de un árbol mientras yo me quemaba hasta las pestañas con el maldito calor. -No lo estoy descuidando. – Dije malhumoradamente. – Esta posición hace que apoye un poco de peso extra y… -Sin excusas, humana. Un error así podría costarte la vida. -Tiene razón, Rose. – Dijo Chase atacando mis costillas. – Incluso yo puedo ganarte en una pelea. -Me ganas en una pelea porque no quiero golpearte. – Dije con una sonrisa cálida al ver sus intentos por derribarme. -Eso no es cierto, ya te he ganado… -Tristemente, cachorro, la humana tiene razón. Nunca ha entrenado realmente fuerte contigo. Bajé mi bastón y me acerqué a mi pequeño compañero de entrenamiento ante su mirada triste. -Tranquilo, estoy segura de que en un par de años más serás el lobo más fuerte de tu manada. Y hablaba en serio. En el último año que había estado aquí, he visto que el pequeño
Lo primero que hice después de tranquilizarme fue salir del gimnasio y dirigirme hacia la oficina de Rowan. En mi tiempo aquí me había enterado de que el tipo era algo así como la niñera, contador, ejecutor, manicurista… en fin, todo lo que pudiera necesitar Bastian. Así que estaba segura de que él podría decirme lo que necesitaba saber. -Adelante. – Dijo su voz al otro lado de la puerta cuando toqué suavemente. Abrí y me encontré con el lobo sentado frunciendo el ceño leyendo cualquier cosa que tuviera adelante. Levantó la vista hacia mí y me miró con curiosidad. -Hola, Rose. ¿Se te ofrece algo? Dentro de la manada solamente Chase, el señor Fred y Rowan me llamaban por mi nombre; todos los demás me llamaban “humana” a secas o “humana” con algunas variaciones sobre mi higiene personal, mi aspecto o mi lugar en la cadena alimenticia. A Rowan no podía considerarlo un amigo, pero al menos tenía educación y me hablaba como si ser humano no fuera como crecer entre desechos y enfermeda
Algo estaba perturbando mi sueño y mi consciencia semi despierta no podía ubicar qué era lo que estaba mal. Me estiré en la cama y me espabilé un poco mirando a mi alrededor; todo estaba bien. Entonces qué… El sonido de una fuerte explosión a lo lejos seguido de cosas rompiéndose en el piso de arriba me tuvo alerta, fuera de la cama y tomando mi bastón en milésimas de segundos. Subí lo más rápidamente que mi pierna me permitió en silencio por las escaleras y me detuve en la rampilla para poder escuchar algo más. -Dudo que quede algo de valor en esta cabaña. – Dijo la voz de un hombre con un gruñido animal. -Te dije que venir aquí era una pérdida de tiempo, mejor vayamos con los otros a saquear las casas más vistosas; tenemos tiempo antes de que el Alfa se dé cuenta y regrese a su territorio… Siguieron diciendo algunas cosas más pero me fue imposible escucharlos porque se alejaron de mi rango de audición. Esperé al menos cinco minutos más antes de abrir la rampilla y salir de mi es