holis mis preciosos fanseses n.n/ uno hace planes que se arruinan porque no quería dar un cierre todo feo jajaja así que ahora sí mañana sin falta termina. Me faltará a lo mucho un cap y el epílogo. Trataré de tenerlos listos temprano xD seguiría ahora pero ya se me cierran los ojitos xD los amooooo milloneeeees. Espero hayan disfrutado del largo maratón para el final <3
Edson me llevó de vuelta a la mansión en donde tuvo su primera reunión oficial con la manada.No me obligó a asistir ni nada, yo solo estaba curiosa. Aun esperaba el ritual pagano de los libros y quizá, (solo quizá) un baile de él en poca ropa. Había preparado la cámara de mi móvil, por si acaso.Nos encontrábamos en el jardín disfrutando el sol. O al menos yo lo hacía.-En el último mes ésta manada ha crecido bastante. - Comenzó él mientras yo me sentaba en el pasto. El resto de los lobos permaneció de pie... excepto por los cachorros. Ellos correteaban dentro del círculo que habían formado los adultos. - Desde el inicio, no había tenido tiempo para tener una adecuada reunión, pero creo que con la más reciente adquisición de nuevos miembros, es hora de que les diga un par de cosas. Para empezar, yo soy solo el Alfa provisional hasta que mi hermano, el verdadero Alfa, crezca o decida que no quiere el puesto. En cuyo caso podría ser un Alfa oficial para la manada. Si alguien no está de
-Ya, tranquila. - Dijo en tono cariñoso a su hermana. Eso me hizo sonreír. - ¿Recuerdas que te dije que soy un Alfa ahora? Bueno, te tengo excelentes noticias: He encontrado a mi pareja y estoy convenciéndola para que no me dé la patada, ahora soy el orgulloso propietario de una mansión, estoy seguro de que me ha salido un vello en el pecho que me hace lucir más varonil, encontré a mamá y tenemos un hermano. Saluda, Lizzie.Hubo silencio al otro lado de la línea.-¿Qué?-Si, la tengo aquí a lado ahora mismo. - Me hizo una señal y yo saludé tímidamente.- ¿Mamá? ¿Tenemos un...?-Lizzie es policía. De hecho, tengo una historia graciosa que acaba de ocurrir, creo que me arrestarán en las próximas horas.Otro largo silencio antes de que ella gritara por el teléfono.-¡No arrestes a mi hermano!Yo solo reí a carcajadas junto a Edson.-No se puede negar a la familia. - Dijo Edson con un suspiro y yo volví a reír felizmente. Al menos mis brazos estaban seguros ésta vez.Más tarde, esa noche
Sara.-Sus bolas. Eso siempre será lo más efectivo contra el sexo masculino sin importar la especie. - Dije a mi atento público dentro de la camioneta.Había sido una semana bastante movida y divertida. M****a, no recuerdo que haya tenido tanta diversión desde que me infiltré a una Organización criminal como bailarina exótica.Buenos tiempos.Los hombres lobo existían y quizá otras criaturas también. Gran cosa, la vida era más interesante ahora.Había juzgado un poco duramente al chico después de que vi los videos. Edson parecía una buena persona. Lobo. Lo que sea. No era mi decisión si el tipo moría o no, pero me alegré de no haber cedido a mi primer impulso de ponerle una bala en su atractiva cabeza. Sobre todo después de que el tipo siguiera llamándome para que yo pudiera poner a salvo a un montón de mujeres que habían sido secuestradas.El por qué no acudía directamente con la policía era obvio, así que me hice cargo de ellas sin mayor problema. Entonces, justo cuando había termi
Edson.-El Alfa te espera en su oficina, nuevo. - Dijo el lobo aporreando mi puerta.-Iré, no molestes. - Gruñí.-Apresúrate.En cuanto sus pasos hicieron eco por el pasillo, hablé con suavidad.-Tengo que ir, mamá. - Dije en voz suave arrodillándome a los pies de la cama para tomar sus manos. Ella no hablaba mucho y no la culpaba por ello. - Pon el seguro en la puerta cuando me vaya.Ella asintió pero comenzó a temblar.Ambos teníamos miedo. Cada vez que salía de la habitación y no podía llevar a mi madre conmigo, estaba la siempre presente posibilidad de que cualquier otro lobo se colara y tratara de forzarla.Estaba harto de esta maldita manada, pero aún no podía irme.No. Apenas había ganado algo de confianza del Alfa y por fin podía saber sobre las cosas sucias que escondía en el armario.No estaba hablando sobre los secuestros humanos o sobre el hecho de que utilizaran a las lobas y humanas por igual como esclavas de placer. Eso era solo la punta de todo lo que su Alfa hacía sin
Tomé la mano de mi madre y salimos juntos de la habitación.Ella me siguió con la frente el alto.Ignoramos a todos los lobos hasta llegar a la oficina del Alfa.Entré sin siquiera llamar a la puerta.Levantó la vista con un gruñido que cortó cuando vió a mi madre. Se lamió los labios.-Puedes irte. Espero mi dinero en tres horas. - Dijo levantándose de su escritorio.Yo cerré la puerta y los tres quedamos dentro.Me acerqué a él mientras me gruñía y, en un movimiento rápido saqué mis garras y corté sus piernas. Él cayó al suelo con una maldición.Eran cortes profundos.Estando ahí corté sus brazos y gruñó de dolor.Todo esto fue en segundos; así de rápido me había vuelto desde que mi mejor amiga Rose me había insistido en ser su muñeco de práctica. Algo que le agradecería después.Él estaba a punto de gritar por refuerzos, así que solo puse mis garras en su garganta.-¿En dónde tienes al cachorro? - Pregunté con voz letal. - Habla.Él me miró confundido antes de reír forzadamente.-
Lizzie.El ruido de los aplausos de la multitud era ensordecedor. Cada uno de mis compañeros había invitado a toda su familia a nuestra ceremonia de graduación. Yo no tenía a nadie.Llamaron mi nombre y yo me levanté de mi asiento ante los pausados aplausos obligados de mis compañeros. -Felicidades, Lizzie. Sé que tu padre y tu hermana estarían muy orgullosos de ti. - Dijo el Sargento Brad estrechando mi mano al darme mi diploma.Yo sonreí tensamente y me moví para estrechar mi mano al resto de mis profesores en la Academia de Policía de la ciudad.Cuando terminé, simplemente bajé del escenario y me dirigí a las puertas de salida. Realmente no me interesaba quedarme el resto de la ceremonia.Caminé pausadamente hasta la calle en donde levanté mi mano para tomar un taxi.No llegaría tarde al trabajo, de hecho llegaría temprano, pero no importaba. Era mi último día con el anciano señor Sam, mi jefe, y esperaba acomodar un par de pedidos de un excéntrico hombre que nos pagaba con pied
Una semana después, me asignaron a una compañera y me mandaron a patrullar las calles.Por ser las "nuevas" en el Departamento, teníamos que hacer el trabajo que nadie quería hacer: Patrullar las zonas más marginadas de la ciudad.Ahí no solo veíamos casos de gente sin hogar, sino un montón de actividades sospechosamente ilegales.Dividimos los barrios más peligrosos en sectores y procurábamos no separarnos más de lo necesario cuando llevábamos nuestra vieja patrulla por ahí.Prácticamente hacíamos rondas durante todo el día y atendíamos casos de violencia doméstica cada hora.-¿Hoy también te quedarás y ayudarás con el papeleo? - Preguntó Isabel cuando salimos de la tienda abierta veinticuatro siete con nuestro respectivo shot de cafeína.Por fin había terminado el turno.-Si. Me gusta mucho el papeleo.Y buscar información sin ojos entrometidos.-Chica, eres la única del departamento a la que le gustan esas cosas tan aburridas. - Dijo con una carcajada. Yo me encogí de hombros. - Bu
Estaba frustrada. Había llegado a la habitación que me habían asignado en el trabajo para devorar toda la información que pudiera. El expediente al que logré tomarle fotos solo tenía un par de declaraciones sobre las personas desaparecidas (mayormente sus personalidades y cero nexos con los problemas legales) y algunas fotos de ellos. Si el expediente estaba incompleto o algo no podía saberlo. La unica buena noticia en todo esto era que decía la ubicación aproximada de dónde fue la última señal que marcaba el GPS de las patrullas de los agentes desaparecidos. Rápidamente metí esas coordenadas en mi móvil y las guardé. Necesitaba dormir un par de horas para ir a la ubicación más tarde. Y eso fue loque hice. Desperté al rededor de las seis de la tarde y ni siquiera me molesté con comer algo o ducharme, solo me quité el uniforme, me puse cualquier cosa y salí por la puerta. Tenía algunas cosas que hacer. Caminé al rededor de veinte calles hasta la zona del sector que normalmente pat