Un montón de sorpresas nos esperaban en la casa de Donovan Peterson alias el Jefe de Policía Regional.No solo encontramos muchos papeles sobre tratos de corrupción con empresas, tipos malos y otro tipo de organizaciones criminales, sino que en su jodido sótano tenía a un par de niños y adultos secuestrados.Ah, y algunos lobos en otras jaulas en el mismo sitio.Le pedí al tío Jeff que me dejara encargarme de ese asunto en específico porque era una cuestión de hombres lobo. Me miró con dudas antes de asentir.No me preguntó cómo mierda estaba involucrada en eso. Ni él ni Isabel, quien solo estaba feliz de que ambas estuviéramos vivas.-Siempre sospeché que no estábamos solos. - Dijo mientras me ayudaba a subir a los niños a una de nuestras camionetas. El resto de los adultos e incluso los lobos fueron obedientemente por alguna razón. Quizá era mejor venir con la humana menos peligrosa que no portaba el uniforme. - Aunque, honestamente, pensé que serían los aliens quienes saldrían pri
Nunca había podido afinar. De hecho, más de una vez mi hermana se había burlado de mi falta de oído musical. Ella era la cantante de la familia. Comencé a tararear. "Te puedo ver de pie en el horizonte Quisiera ser la brisa que te roza Y escuchar tu voz al susurrar... " Recordaba a mi hermana cantarla a todo pulmón cuando lavaba los platos. A veces estaba tan inmersa en ello que dejaba jabón en los trastes. Papá lo encontraba divertido. Yo me molestaba porque mis huevos sabían a jabón. Silenciosas lágrimas brotaron. "Al observar la niebla de los montes y recordar a una estrella fugaz, yo le pedí que fuera bondadosa y que jamás el día acabe ya... " De pronto sentí que la tierra comenzaba a moverse y abrí los ojos. Mi tonada vaciló durante unos segundos cuando ví frente a mí que comenzaba a brotar un tronco. "No te detengas". Dijo la voz en el viento. Volví a cerrar los ojos para terminar. "Quiero tomar tus manos temblorosas y así mirar hacia el cielo azul, romper con
Edson me llevó de vuelta a la mansión en donde tuvo su primera reunión oficial con la manada.No me obligó a asistir ni nada, yo solo estaba curiosa. Aun esperaba el ritual pagano de los libros y quizá, (solo quizá) un baile de él en poca ropa. Había preparado la cámara de mi móvil, por si acaso.Nos encontrábamos en el jardín disfrutando el sol. O al menos yo lo hacía.-En el último mes ésta manada ha crecido bastante. - Comenzó él mientras yo me sentaba en el pasto. El resto de los lobos permaneció de pie... excepto por los cachorros. Ellos correteaban dentro del círculo que habían formado los adultos. - Desde el inicio, no había tenido tiempo para tener una adecuada reunión, pero creo que con la más reciente adquisición de nuevos miembros, es hora de que les diga un par de cosas. Para empezar, yo soy solo el Alfa provisional hasta que mi hermano, el verdadero Alfa, crezca o decida que no quiere el puesto. En cuyo caso podría ser un Alfa oficial para la manada. Si alguien no está de
-Ya, tranquila. - Dijo en tono cariñoso a su hermana. Eso me hizo sonreír. - ¿Recuerdas que te dije que soy un Alfa ahora? Bueno, te tengo excelentes noticias: He encontrado a mi pareja y estoy convenciéndola para que no me dé la patada, ahora soy el orgulloso propietario de una mansión, estoy seguro de que me ha salido un vello en el pecho que me hace lucir más varonil, encontré a mamá y tenemos un hermano. Saluda, Lizzie.Hubo silencio al otro lado de la línea.-¿Qué?-Si, la tengo aquí a lado ahora mismo. - Me hizo una señal y yo saludé tímidamente.- ¿Mamá? ¿Tenemos un...?-Lizzie es policía. De hecho, tengo una historia graciosa que acaba de ocurrir, creo que me arrestarán en las próximas horas.Otro largo silencio antes de que ella gritara por el teléfono.-¡No arrestes a mi hermano!Yo solo reí a carcajadas junto a Edson.-No se puede negar a la familia. - Dijo Edson con un suspiro y yo volví a reír felizmente. Al menos mis brazos estaban seguros ésta vez.Más tarde, esa noche
Sara.-Sus bolas. Eso siempre será lo más efectivo contra el sexo masculino sin importar la especie. - Dije a mi atento público dentro de la camioneta.Había sido una semana bastante movida y divertida. M****a, no recuerdo que haya tenido tanta diversión desde que me infiltré a una Organización criminal como bailarina exótica.Buenos tiempos.Los hombres lobo existían y quizá otras criaturas también. Gran cosa, la vida era más interesante ahora.Había juzgado un poco duramente al chico después de que vi los videos. Edson parecía una buena persona. Lobo. Lo que sea. No era mi decisión si el tipo moría o no, pero me alegré de no haber cedido a mi primer impulso de ponerle una bala en su atractiva cabeza. Sobre todo después de que el tipo siguiera llamándome para que yo pudiera poner a salvo a un montón de mujeres que habían sido secuestradas.El por qué no acudía directamente con la policía era obvio, así que me hice cargo de ellas sin mayor problema. Entonces, justo cuando había termi
Edson.-El Alfa te espera en su oficina, nuevo. - Dijo el lobo aporreando mi puerta.-Iré, no molestes. - Gruñí.-Apresúrate.En cuanto sus pasos hicieron eco por el pasillo, hablé con suavidad.-Tengo que ir, mamá. - Dije en voz suave arrodillándome a los pies de la cama para tomar sus manos. Ella no hablaba mucho y no la culpaba por ello. - Pon el seguro en la puerta cuando me vaya.Ella asintió pero comenzó a temblar.Ambos teníamos miedo. Cada vez que salía de la habitación y no podía llevar a mi madre conmigo, estaba la siempre presente posibilidad de que cualquier otro lobo se colara y tratara de forzarla.Estaba harto de esta maldita manada, pero aún no podía irme.No. Apenas había ganado algo de confianza del Alfa y por fin podía saber sobre las cosas sucias que escondía en el armario.No estaba hablando sobre los secuestros humanos o sobre el hecho de que utilizaran a las lobas y humanas por igual como esclavas de placer. Eso era solo la punta de todo lo que su Alfa hacía sin
Tomé la mano de mi madre y salimos juntos de la habitación.Ella me siguió con la frente el alto.Ignoramos a todos los lobos hasta llegar a la oficina del Alfa.Entré sin siquiera llamar a la puerta.Levantó la vista con un gruñido que cortó cuando vió a mi madre. Se lamió los labios.-Puedes irte. Espero mi dinero en tres horas. - Dijo levantándose de su escritorio.Yo cerré la puerta y los tres quedamos dentro.Me acerqué a él mientras me gruñía y, en un movimiento rápido saqué mis garras y corté sus piernas. Él cayó al suelo con una maldición.Eran cortes profundos.Estando ahí corté sus brazos y gruñó de dolor.Todo esto fue en segundos; así de rápido me había vuelto desde que mi mejor amiga Rose me había insistido en ser su muñeco de práctica. Algo que le agradecería después.Él estaba a punto de gritar por refuerzos, así que solo puse mis garras en su garganta.-¿En dónde tienes al cachorro? - Pregunté con voz letal. - Habla.Él me miró confundido antes de reír forzadamente.-
Lizzie.El ruido de los aplausos de la multitud era ensordecedor. Cada uno de mis compañeros había invitado a toda su familia a nuestra ceremonia de graduación. Yo no tenía a nadie.Llamaron mi nombre y yo me levanté de mi asiento ante los pausados aplausos obligados de mis compañeros. -Felicidades, Lizzie. Sé que tu padre y tu hermana estarían muy orgullosos de ti. - Dijo el Sargento Brad estrechando mi mano al darme mi diploma.Yo sonreí tensamente y me moví para estrechar mi mano al resto de mis profesores en la Academia de Policía de la ciudad.Cuando terminé, simplemente bajé del escenario y me dirigí a las puertas de salida. Realmente no me interesaba quedarme el resto de la ceremonia.Caminé pausadamente hasta la calle en donde levanté mi mano para tomar un taxi.No llegaría tarde al trabajo, de hecho llegaría temprano, pero no importaba. Era mi último día con el anciano señor Sam, mi jefe, y esperaba acomodar un par de pedidos de un excéntrico hombre que nos pagaba con pied