Estaba frustrada.
Había llegado a la habitación que me habían asignado en el trabajo para devorar toda la información que pudiera.
El expediente al que logré tomarle fotos solo tenía un par de declaraciones sobre las personas desaparecidas (mayormente sus personalidades y cero nexos con los problemas legales) y algunas fotos de ellos. Si el expediente estaba incompleto o algo no podía saberlo.
La unica buena noticia en todo esto era que decía la ubicación aproximada de dónde fue la última señal que marcaba el GPS de las patrullas de los agentes desaparecidos.
Rápidamente metí esas coordenadas en mi móvil y las guardé. Necesitaba dormir un par de horas para ir a la ubicación más tarde.
Y eso fue loque hice. Desperté al rededor de las seis de la tarde y ni siquiera me molesté con comer algo o ducharme, solo me quité el uniforme, me puse cualquier cosa y salí por la puerta. Tenía algunas cosas que hacer.
Caminé al rededor de veinte calles hasta la zona del sector que normalmente patrullaba. ¿Qué hacía alli? Bueno, había encontrado una Casa de Empeño de dudosa reputación pero que sería perfecta para lo que tenía en mente.
Al instante en que entré por la puerta, el hombre de barba y hábitos higiénicos cuestionables levantó la vista y me miró estrechando los ojos.
-Hoy no vienes con tu uniforme, poli.
Si, ya me reconocían por aquí debido a que había hablado con él al menos tres veces en la última semana. Mayormente sobre artículos robados que fueron vistos en su establecimiento. Él no era un hombre que revisara la procedencia de los artículos, así que era un lugar bastante conocido por no hacer preguntas antes de ofrecerte un mal trato.
Y era por esto que el lugar resultaba perfecto para lo que necesitaba.
-Hoy no estoy trabajando. - Dije y luego fui al grano. - Quiero la moto que te trajeron hace dos días y dame placas falsas para ella.
Él se rió a carcajadas.
-Lo siento, cariño. No hago tratos con polis. - Dijo cuando terminó de reír para mirarme de nuevo con arrogancia.
-Yo lo siento más, Bites. - Dije aburrida. - Podemos hacer esto tranquilamente o puedo simplemente venir con más policías y llevarnos todo de este lugar. Por supuesto, no te aseguro que llegues a pisar la cárcel porque, bueno, las personas desaparecen todo el tiempo.
El tipo perdió la sonrisa.
-¿Me estás amenazando?
-No. Quiero hacer negocios, eres tú el que no quiere cooperar.
-Te lo dije, no hago negocios con polis.
-Te lo dije, me importa una m****a. Incluso pagaría el doble de lo que pides. - Dije recargándome casualmente sobre el mostrador.
Me miró calculadoramente.
-No me interesa el dinero de una poli recién salida de la Academia.
-Entonces, ¿Qué es lo que te interesa?
-Información. Contactos. Privilegios de compra.
Yo arqueé una ceja.
-¿Estás pensando en expandir el negocio, Bites?
-Tengo alguna seria competencia. - Dijo quitándose alguna pelusa imaginaria. - Quiero cualquier ventaja que pueda conseguir y tú pareces alguien con información útil. ¿Cómo si no puedes saber mi nombre de calle?
-Hago mi investigación. ¿Tu haces la tuya?
-¿Por qué crees que no he sacado la escopeta de debajo de mi mostrador?- Dijo con sorna. - Investigo a todos los policías que irrumpen en mi humilde establecimiento.
-Entonces no tengo por qué seguir perdiendo mi tiempo. - Dije volviendo a levantarme. - ¿Dónde están las llaves de la moto?
-Yo no he dicho que acepte darte nada. - Dijo con voz monótona. - Precisamente porque te he investigado, puedes ser una gran fuente de información o de problemas. No sé si quiero arriesgarme a que solo intentes jugar al policía malo para luego venir con tus amigos de uniforme por mi negocio.
Yo rodé los ojos.
-Esto no es un juego, Bites. Soy seria al decir que quiero hacer un trato contigo, así como también es cierto que no tienes el unico lugar en el que puedo conseguir lo que quiero. De acuerdo. entonces iré a la tienda del viejo Bill. Estoy segura de que le interesará saber dónde y cuándo el departamento de policía dejará solo su pequeño camión que llevará la mercancía incautada de la ultima pandilla que atrapamos...
-Bien. - Dijo molesto antes de desviar la mirada y tomar algo de debajo de su mostrador. - Toma las llaves y espera adelante de mi tienda.
-¿Cuánto te debo? - Dije tratando de esconder una sonrisa.
-Quiero información privilegiada como la que no le darás al viejo Bill, te daré mi número para que me envíes un mensaje en caso de que sepas si el departamento de policía quiere meter sus narices en mi negocio y, además, quiero que limpies a los vendedores de sustancias ilícitas cinco cuadras a la redonda.
-Estás abusando de este acuerdo comercial, querido Bites. - Dije dirigiéndome a la salida. - Tienes suerte de que me encuentre de buen humor.
-Espera, primero dame la información.
-Ya te la he dejado sobre tu mostrador. Para ser un ladrón, te falla un poco la vista. - Dije cerrando la puerta a mi espalda.
No me causaba ningún conflicto dejarle ese pedazo de papel porque de todas formas ese camión iba a ser puesto como carnada para la pandilla rival de la que capturamos. Yo ya tenía información para atraparlos, así que todo estaba bien; de hecho le dejé el cómo capturar a la otra pandilla al tío Jeff en su escritorio antes de irme de ahí.
¿Cómo conseguí la información?
Yo era una chica muy observadora. Papá me había enseñado a prestar atención a mi entorno como un halcón; así fue como descubrí que la sede de esa banda criminal se encontraba a dos cuadras de distancia de aquí. No fue difícil ya que todos usaban el mismo tatuaje a lo largo del brazo.
Todos ganábamos y yo podría seguir usando a Bites en el futuro.
Una vez que tuve la motocicleta y las placas para ella, monté y solo seguí las indicaciones de mi móvil para dirigirme al último lugar en el que se perdió el rastro de mi familia.
holis mis preciosos fanseses n.n/ espero que les esté gustando y, ya lo saben, si les gusta ¿Podrían regalarme sus hermosos comentarios en la portada del libro? unas estrellitas también jajaja por fis <3 <3 que crezca este bonito libro <3 <3
Papá me había enseñado a montar en motocicleta desde los quince años. Fue cuando mi hermana le suplicó que compráramos una ya que la Academia de Policías estaba un poco lejos y el autobús se tardaba una eternidad en llegar. -¿Por qué no una bicicleta? - Preguntó divertido. -¿Qué policía se ve rudo en una bicicleta? - Respondió ella. - Tú me enseñaste que la primera impresión de intimidación es importante, papá. -Si, para arrestar a alguien que ha roto la ley, no para impresionar a tus compañeros. - Dijo él con una carcajada. - Cariño, una motocicleta es peligrosa. Los accidentes... -Suceden todo el tiempo. Podría simplemente ir por la acera y un loco bebido podria atropellarme. Podría subirme a mi autobús y este podría chocar, Podría... -Calla, entiendo el punto. - Dijo papá con un suspiro resignado y luego me miró. - ¿Tú tambien quieres una? -No. - Dije con firmeza. - Pero me gustaría aprender a conducirla. -Esa es mi pequeña. - Dijo despeinándome. Papá me había enseñado que c
Ella se tensó. -¿Se encuentran bien? ¿Necesitan atención médica? - Pregunté en voz baja mientras me acercaba. - Este no es un buen lugar, ¿Quieren que los lleve a algún sitio? Ella me miró con desconfianza y yo alcé mi pie para levantar un poco mi pantalón y mostrarle lo que ocultaba debajo: Mi placa. -Mi nombre es Lizzie y soy oficial de policía. No tema, la escoltaré a usted y al pequeño a algún lugar seguro. -¿Lugar... seguro? - Preguntó ella con voz rasposa mirando a nuestro al rededor también nerviosamente. - ¿Usted... usted vino con más policías? -No. Por el momento me encuentro sola investigando algunas desapariciones en el lugar, pero no se preocupe. En cuanto la ponga a resguardo a usted y al pequeño, llenaré este lugar de policías. - Dije con voz suave. - ¿Puede seguirme? Primer paso: Tranquilizar a la víctima o posible víctima. Segundo paso: Analizar la situación. Paso tres: Tomar decisionespriorizando la seguridad de los civiles. -Eh... si, estoy bien. -¿El pequeñ
Estaba segura de que no estaba en mi cama. ¿Cómo lo sabía? Porque yo lavaba mi ropa de cama una vez a la semana y el lugar en el que estaba recostada simplemente olía fatal. Suaves voces me fueron trayendo a la conciencia poco a poco. Traté de recordar qué era lo que estaba haciendo antes de dormir pero era un poco confuso. -Lo siento, no puedo liberarlas, pero puedo traerles un poco de comida... no, de verdad que no puedo dejarlas ir... Volví a caer en la inconsciencia después de algunos intentos por abrir los ojos. -... en el río. Lo revisé antes de hacerlo. -Mamá... La voz masculina exhaló un suspiro y yo abrí los ojos por fin. Frente a mí había una figura oscura. Una figura que se encontraba detrás de unos barrotes. Me incorporé lentamente sin despegar la vista de él y me di cuenta de dos cosas: La primera, que la cabeza me dolía como una perra y seguramente tendría una contusión o una herida que necesitaba atención médica. La segunda, que no era él quien estaba detrás de
Los vi quemar la evidencia y tuve que apretar mis puños. Ni siquiera tenía mi teléfono conmigo para tomar algunas fotos. En cuanto la hoguera ardió intensamente, el chico guapo los envió a cocinar para la comida en un edificio lejano. Él se desvió y caminó en sentido contrario. Lo seguí a la distancia cuidando cada uno de mis pasos para no hacer ni una pizca de ruido. Esto no era parte del entrenamiento policiaco, pero sí de las lecciones de caza de papá. -Nunca le muestres a tu objetivo en dónde te encuentras. El elemento sorpresa siempre debe de estar presente en tu mente. En el momento en el que sientan tu presencia, se escapará. -O si es una presa muy grande y tú no tienes la suficiente habilidad, estarás muerta. - Dijo mi hermana Erika con seriedad mierando a algunos adultos que al igual que nosotros habían venido de campamento para cazar. Yo tenía trece años y realmente no había entendido que mi hermana lo decía con doble sentido y era por eso que papá terminó nuestro tiempo
Él quitó su entrepierna a tiempo respondiendo mi sonrisa con una propia. -Tanta violencia en un cuerpo tan pequeño y lindo. Eso no funcionará conmigo. - Dijo y luego se inclinó un poco más hacia mí colocando su boca en mi cuello. Escalofríos placenteros recorrieron mi cuerpo y el gruñó quedamente. - Entonces, conversación. ¿Qué es lo que has venido a investigar exactamente? -Todos tus sucios negocios, grandote. - Dije tensándome con incredulidad. - ¿Me estás lamiendo? -No, eso sería extraño. - Dijo sin despegarse de mi cuello. - ¿Me responderás? -No hablo con criminales. - Dije medio distraída. Mi mente ya estaba trabajando a mil por hora para encontrar el mejor camino para volver a someterlo. - Tú no has respondido a mis preguntas. -Lo he hecho. -Tus vagas oraciones no son en realidad una respuesta. -Quizá. - Aceptó lentamente. - Si me dices qué es lo que has venido a investigar, puede que coopere contigo y no te denuncie por abuso policiaco. -Estamos en un punto muerto entonc
Edson. Sin despegar mis ojos de los suyos, ella se acercó lentamente sin una expresión legible en su cara. Yo me quedé tan quieto como una estatua, mientras pensaba en que mi vida era una tragicomedia de la que Nuestra Gran Madre debía de estar partiéndose de risa. Alli estaba yo, rogándole que me diera una compañera humana que pudiera rehacer su vida y no estar atada a mí por esta cosa de ser Alfa (que dejaría en cuanto mi hermano estuviera listo para entregarle la manada), y al segundo siguiente me encontraba siendo tacleado por esa dichosa humana. Una humana muy parecida a otra polícía y cuya muerte aun me perseguía en sueños. Debo admitir que su sola presencia ya mitigaba un poco el pesar en mi corazón por los acontecimientos del último año. Por supuesto, sabia que esto era solo un efecto secundario de mi instinto de lobo por haber encontrado a su pareja y no realmente porque ahora magicamente todo estuviera bien en el mundo. Ella era... jodidamente perfecta. Inteligente, au
Como se lo dije, él parecía demasiado limpio.En mi corta experiencia siendo policía por una semana, podía decir que él estaba ocultando algo.Ya tendría tiempo para averiguar qué era lo que ocultaba... si no aprovechaba la oportunidad para volver a meterme en la celda.Esa era una posibilidad, aunque así como mi instinto me decía que estaba ocultando algo, también me decía que estaba siendo honesto en la cuestión de querer buscar a los tratantes de personas. Por el momento, fingiría que le creía mientras trataba de averiguar más cosas sobre este sitio.-Dices que llevabas un par de meses infiltrado aquí, ¿No es cierto? - Pregunté mientras le hacía una seña de que caminara a mi lado. Me ponía la piel extraña que estuviera a mi espalda. -Si. - ¿Les seguiste la pista por tu madre y tu hermano? -No exactamente. Hace unos años mamá desapareció pero creía que se había ido con un amante, así que me apena decir que no la había estado buscando activamente. Mi jefa y mejor amiga tiene tambi
Siendo esta mi primer misión seria y autodidacta, fingí que había hecho un montón de cateos a cadáveres. Pero hasta yo, que no me asustaba con facilidad, estaba replanteándome mi conocimiento sobre el cuerpo humano. -Sé que tienes preguntas, Jo. - Dijo el tipo cuando, por pura diversión, intenté averiguar cuál cabeza pertenecía a cuál cuerpo. No habíamos encontrado llaves de nigún tipo y no me ofrecería a ayudar a llevar los cuerpos hacia la bonita hoguera que aun ardía intensamente. - Puedes preguntar, pero realmente preferiría que no te involucraras más. -¿Por qué no? Estoy siendo testigo de cómo estás eliminando evidencia. Por definición, estoy ya muy involucrada.-¿Eso te causa un conflicto? - Preguntó con diversión mientras arrastraba dos cadáveres más y los ponía en la pila.-Por lo poco que dijeron las mujeres y lo que he visto de este lugar, seguramente se lo merecían. - Dije sin darle importancia.-Ah, ¿La pequeña Jo tiene una venita vengativa?-No. Ni siquiera estoy a fa