Capítulo 6.

Estaba segura de que no estaba en mi cama.

¿Cómo lo sabía?

Porque yo lavaba mi ropa de cama una vez a la semana y el lugar en el que estaba recostada simplemente olía fatal.

Suaves voces me fueron trayendo a la conciencia poco a poco. Traté de recordar qué era lo que estaba haciendo antes de dormir pero era un poco confuso.

-Lo siento, no puedo liberarlas, pero puedo traerles un poco de comida... no, de verdad que no puedo dejarlas ir...

Volví a caer en la inconsciencia después de algunos intentos por abrir los ojos.

-... en el río. Lo revisé antes de hacerlo.

-Mamá...

La voz masculina exhaló un suspiro y yo abrí los ojos por fin.

Frente a mí había una figura oscura. Una figura que se encontraba detrás de unos barrotes.

Me incorporé lentamente sin despegar la vista de él y me di cuenta de dos cosas: La primera, que la cabeza me dolía como una perra y seguramente tendría una contusión o una herida que necesitaba atención médica. La segunda, que no era él quien estaba detrás de los barrotes de lo que parecía ser una celda, sino yo.

-¿Qué se suponía que hiciera? Estaba amenazando con traer a la policía humana a este lugar. - Dijo una voz femenina que me resultó familiar.

"Ahí... ahí nos tenían retenidos solo que... tengo miedo de entrar otra vez."

Joder, era la mujer que había encontrado cuando llegué a este lugar y... y vi un montón de cadáveres.

Me senté con las piernas cruzadas sobre el suelo frío. El techo y el suelo estaban hechos de cemento y las unicas ventanas en el lugar eran las que estaban de frente a mí y lejos de la celda. Era por eso que no podía ver claramente al hombre cruzado de brazos fuera de ella, la luz daba directamente a mis ojos dibujando solo su silueta.

Un movimiento llamó mi atención y giré un poco la cabeza para ver a mi derecha otra celda. Estaban divididas por barrotes, por lo que no solo vi a una mujer más, sino a varias en un estado lamentable que miraban asustadas hacia el hombre.

Regresé mi atención hacia él cuando volvió a hablar.

- No digo que haya estado mal meterla aquí, mamá. Arrojar al río su teléfono también fue una buena idea. - Dijo él con voz pausada. - Pensaste rápido y gracias a ti evitamos una nueva crisis. Ahora solo tengo que pensar en qué m****a haremos con ella... y con las otras.

Él se giró hacia la otra silueta fuera de las celdas.

-¿Cómo está mi hermano?

-No habla. - Dijo la mujer con preocupación. - Me permite llevarlo a todos lados conmigo, pero tiene algunos comportamientos extraños que me preocupan.

-Vamos, hablemos de esto en el edificio. Luego tengo que ayudar con la limpieza porque, después de todo, no es asunto de Bastian y sus guardias no tendrían que estar quemando cuerpos; no es para eso que me los prestó.

Ambos se alejaron bajando su voz hasta que no pude escucharlos. Lo que si pude oir fue una puerta cerrándose.

Bien.

Ni él ni su madre tenían idea de cómo tratar con los rehenes y eso me beneficiaba en este momento.

Por la luz del sol filtrándose y el hecho de que no esté repleto el lugar de policías, suponía había estado inconsciente por el menos unas diez horas y que la madre del tipo se había desecho de mi móvil antes de que mi alarma se activara.

Me levanté y metí mis manos los bolsillos de mi pantalón. Aun se encontraba la goma de mascar que había dejado ahí pero no las llaves del cuarto en el que me quedaba ni la navaja que había ocultado antes de que me golpearan en la cabeza.

Entonces, me las habían quitado. Por lo que podía inferir que me habían "cateado".

Revisé dentro de mi zapato y encontré mi ganzua. Casi sonreí ante la incompetencia de la mujer y su hijo.

Caminé hasta los barrotes de la celda y busqué la cerradura para salir de aquí.

-Por favor... por favor...

-Juro que no hablaré, solo quiero ver a mi familia...

Las mujeres en las celdas muy pronto se dieron cuenta de lo que me proponía y comenzaron a suplicar que las sacara a ellas también.

-Tranquilas. Soy policía y he venido a investigar este lugar por las múltiples desapariciones que han reportado en esta ubicación. - Dije con calma y ellas prestaron atención. - Para sacarlas de aquí primero necesito saber cuántas personas hay afuera. De nada sirve que abra sus celdas si terminarán en ellas de nuevo en cuanto pongan un pie afuera.

Miré hacia las esquinas del lugar. Sin cámaras.

En cuanto salí miré hacia las celdas en un rápido reconocimiento facial. Ninguna de ellas era mi hermana.

-¿Alguna de ustedes conoció a otra policía llamada Erika?

Todas negaron con la cabeza.

-No se nos permite hablar entre nosotras así que no sabemos muchos nombres. - Dijo una de ellas. - Las chicas humanas iban y venían todo el tiempo.

Yo parpadeé ante el término "humana".

-Gracias. Iré a investigar y, si puedo, volveré por todas. Por favor, tengan paciencia. No las dejaré.

Escuché algunos lamentos y algo de desesperación pero lo aparté de mi mente antes de dirigirme a la puerta.

No tenía llave, así que simplemente la abrí con normalidad y me aventuré hacia abajo por las escaleras.

En cada piso que bajaba, se repetía el mismo patrón que en donde desperté: Celdas llenas de mujeres.

Cuatro pisos después yo estaba lista para matar a los tipos que habían hecho todo esto. Esto era repugnante.

Salí a la luz del sol y esperé para escuchar si había alguien cerca. Nada.

Di un par de pasos antes de que tuviera que correr hacia los árboles porque por el rabillo del ojo vi a algunos hombres cargando cuerpos cubiertos de sangre. Me asomé solo un poco para verlos llevar sus cargas hacia una pila a unos cuantos metros de distancia.

-Hay algunos en esa dirección. - Dijo la voz del hombre que recoonocí y yo lo miré atentamente.

Su cabello era castaño y estaba peinado hacia atrás como si tuviera la costumbre de pasar sus manos por él todo el tiempo. Sus rasgos eran más bien afilados y su mandíbula terminaba en lo que se conoce como pompas de bebé. Tenía una ligera barba y sus ojos eran del color del chocolate derretido. Alto y se adivinaba con buenos músculos de bajo de la ropa. No tendría más que unos veintiseis o siete años y medía algo como un metro con noventa y poco.

Era totalmente mi tipo y lo arrestaría en cuanto tuviera oportunidad. Una pena.

Iriani Balandrano

Holis mis preciosos fanseses n.n/ los amoooooo mucho <3 <3 <3 les está gustando?? corazoncitos arriba si ya les cae muy bien nuestra pequeña Lizzie XD

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