Capítulo 5.

Ella se tensó.

-¿Se encuentran bien? ¿Necesitan atención médica? - Pregunté en voz baja mientras me acercaba. - Este no es un buen lugar, ¿Quieren que los lleve a algún sitio?

Ella me miró con desconfianza y yo alcé mi pie para levantar un poco mi pantalón y mostrarle lo que ocultaba debajo: Mi placa.

-Mi nombre es Lizzie y soy oficial de policía. No tema, la escoltaré a usted y al pequeño a algún lugar seguro.

-¿Lugar... seguro? - Preguntó ella con voz rasposa mirando a nuestro al rededor también nerviosamente. - ¿Usted... usted vino con más policías?

-No. Por el momento me encuentro sola investigando algunas desapariciones en el lugar, pero no se preocupe. En cuanto la ponga a resguardo a usted y al pequeño, llenaré este lugar de policías. - Dije con voz suave. - ¿Puede seguirme?

Primer paso: Tranquilizar a la víctima o posible víctima.

Segundo paso: Analizar la situación.

Paso tres: Tomar decisionespriorizando la seguridad de los civiles.

-Eh... si, estoy bien.

-¿El pequeño?

-Él... él está bien también.

Su tartamudeo, pequeños temblores y la forma en la que se aferraba al niño mirando a su al rededor me decía que se encontraba en shock y que no podría responder mis preguntas sobre la banda o cómo era que había llegado ella y el niño hasta aquí. Así que la prioridad era sacarlos del lugar y hacer las preguntas para cuando se sintieran seguros.

-Bien. Permítanme revisar el perímetro y hacer una llamada rápida al departamento, yo...

-¡No! - Exclamó la mujer y enseguida tuvo toda mi atención. Señaló dentro del edificio. - Lo siento, yo... yo necesito recoger algunas cosas antes de partir y... necesito otra ropa y no quiero que me vean cambiarme. Necesito ser... yo misma de nuevo.

Yo asentí tratando de que mi expresión fuera suave.

-¿Lo que necesita se encuentra en ese edificio?

-Si.

-¿Hay alguna amenaza para usted y el pequeño allí dentro?- Ella negó con la cabeza, pero de todas formas estreché los ojos. - Entraré primero. Por favor, manténgase detrás de mí.

Regla número uno al entrar en un lugar que podría resultar sospechoso: Las víctimas no deben volver, pero si es imperativo que lo hagan, un oficial debe ir por delante y estar atento al entorno.

Le hice una ceña para que se quedara quieta un momento y yo regresé a los cuerpos tirados por el lugar por el unica arma que había visto. La navaja era pequeña y eso tendría que bastar.

Era mejor que viniera desarmada hasta este lugar porque, por obvias razones, no podía traer el arma que la policía me había asignado.

Quizá mi siguiente negocio con Bites sería tener mi propia pistola, pero por el momento tendría que apañármelas.

No es que no lo hubiera pensado antes, simplemente sería mucho más creíble decir que estaba dando un paseo por el barrio y que era una joven civil tonta en medio del bosque por si me llegaba a encontrar con la pandilla de este territorio.

Por supuesto no era así de idiota; yo había puesto una alarma mandando la ubicación de mi móvil al tío Jef, a mi compañera de patrulla y a todos mis contactos en caso de que no desactivara esa cosa en las siguientes seis horas.

¿Por qué seis horas? Para que me diera tiempo de hacer una adecuada investigación y, con suerte, encontrar a las personas desaparecidas en este lugar.

Y ahora que estaba aquí viendo esta carnicería, empezaba a dudar que hubiera alguien a quién rescatar además de el niño y la mujer.

Me tragué mi repentino nudo en la garganta y apreté los dientes para regresar con esos civiles. Ahora mismo no tenía tiempo para cosas inútiles como llorar.

Era algo que había aprendido en el último año, llorar no servía de nada, debía de actuar y no compadecerme por mí misma.

Con la navaja oculta en la manga del suéter de mi mano derecha, regresé con ellos y me interné en aquél edificio.

Dentro era prácticamente una versión de lo mismo de afuera: Habían cadáveres y sangre salpicada por todas partes.

Miré de reojo al pequeño, pero no parecía afectado en absoluto. Eso solo era indicio de que o estaba traumatizado por la violencia o que estaba acostumbrado a ver este tipo de escenas.

-Eh... es en el piso de arriba. - Dijo la mujer con voz temblorosa y yo asentí mientras me encaminaba a la unica escalera al final del pasillo.

Al llegar al siguiente piso mis ojos se abrieron por la cantidad de cuerpos en el lugar. Había tantos que ni siquiera podía ver el color de las baldosas.

-En la última puerta. Ahí... ahí nos tenían retenidos solo que... tengo miedo de entrar ahí otra vez.

Yo asentí y comencé a moverme entre los cuerpos con cuidado de no resbalar con la sangre. Abrí la puerta de la habitación y me quedé estúpidamente impactada por la escena.

Era un amplio cuarto parecido a una oficina debido a la cantidad de libros y papeles apilados en estantes al rededor de la habitación, pero lo que me impresionó no fue el desorden, sino el cuerpo mutilado e irreconocible de un hombre en el suelo. Estaba tan malditamente destrozado que solo mis conocimientos de la anatomía humana me permitían saber que eso antes fue un hombre.

Tanto odio...

Esto era una escena que solo había visto a través de una pantalla en mis clases en la Academia. En vivo era aun más impresionante.

Y supongo que mi breve distracción fue lo que le bastó a la persona que me golpeó la cabeza por detrás.

El mundo se oscureció.

Iriani Balandrano

holis mis preciosos fanseses n.n/ respondiendo a la pregunta más común... si, subiré dos para compensarles los caps cortos D solo ténganme paciencia porque los hago entre mis tareas jajaja los amo millones de mucho muchooooo <3 <3 son los mejores fanseses que una esclava blanca puede tener <3 <3

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