Dianne Hertz, una hermosa chica con el IQ más alto en el estado Tennessee, se gana una beca para estudiar en la más prestigiosa universidad New York, el Columbia University. Bella, cuerpo increíble, carismática, se hace amigos inmediato, por cosas la vida, su futuro novio la atropella por ir discutiendo con su ex por celular y allí comienza un amor que ella no pretendía, porque sus metas eran otras. La lleva a la clínica Carter, propiedad sus padres, cruza su mirada con el padre su novio, el Doctor Adam Carter, que le impacta en todo su ser, un hombre que emana sensualidad por sus poros, pero está enamorado locamente su esposa, sin embargo, sucede una tragedia que dejara a estos dos seres carta blanca para realizar lo que el destino escribió en su libreta de amor. Dianne está decidida a probar ese cuerpo que la tiene loca de deseo y barrerá con cuanto obstá encuentre frente a sí, será tan genial que estará en la boca del lobo haciendo lo que quiere, sin que la dueña de semejante Dios griego siquiera sospeche que se lo están cogiendo en sus propias narices.
Leer másLos mellizos fueron creciendo con el amor paternal y maternal, a pesar de que tenían nanas, porque ambos debían trabajar a full, pero siempre con el consejo de Dianne, que les dieran tiempo de calidad a sus hijos y que el domingo es sagrado para la familia, para conversar, jugar, divertirse, amar a sus hijos y pareja, paseos y demás.A veces quedaban toda la familia para ir a una hacienda propiedad de los patriarcas Carter, allí montaban a caballo, ayudaban a dar el alimento a las reses, caballos y demás, hasta aprendieron a ordeñar vacas a lo rústico, porque usaban tecnología para eso.Algunas veces jugaban a la carrera de la cuchara con un huevo y las risas eran contagiosas, los mellizos se reían de su abuelo Adam que siempre se le caía el huevo de la cuchara, pero su padre casi siempre ganaba, Él y Dianne siempre ganaban el uno o el otro y la competencia era muy reñida porque se empujaban entre ellos, pero alguno dejaba caer el huevo y el otro ganaba, las risas eran tremendas allí.
Pasaron una la luna de miel feliz, haciendo el amor cada noche, ahora era más excitante, ya que al estar sin impedimentos las sensaciones eran más fuertes, su amor se demostraban cada que podían, Joseph la miraba y comentaba.—Jamás pensé amar como te amo, te miro y veo a una princesa hermosa que me amaJuddy lo besaba feliz de escucharlo como la halagaba cada vez que podía, a veces observaban a la otra pareja, nunca dejaban de demostrarse amor a cada momento y Joseph le comentaba a su esposa, que cuando los miraba, era como observar de nuevo a sus padres haciéndolo y eso lo hacía muy feliz, pero quería ser como su padre que amaba intensamente, amaba a su esposa como si no existiera el mundo, como si no existiera nadie a su alrededor, eso quería.Cuando regresaron de la luna de miel llegaron a la mansión de los Carter, pero sus abuelos le tenían una sorpresa, Adam Carter, el abuelo de Joseph, tomo la palabra.—Mi nieto querido y mi ahora nieta querida también, les tenemos de parte de
El día de la boda a los pobres novios los tenían en el corre, corre, Joseph con sus abuelos encima como su padre, al final revisando que esté bien equipado y a Juddy su madre, las abuelas de Joseph, que le acomodaban el vestido, se habían organizado bien para ayudar a las dos novias para estar listas para la boda.Cuando terminaron vieron su trabajo bien hecho, todos los novios estaban listos ya, se los llevaron a escondidas muy rápido para que estén listos en el altar esperando a sus prometidas, allí en el altar se miraban padre e hijo, a veces Adam le arreglaba el corbatín que se movía mucho con los nervios de punta que tenía Joseph, que se la pasaba solo mirando en la entrada para ver si aparecía su novia amada.Cuando la miró entrar toda hermosa, espectacular, su mente divago a esos momentos candentes que tenían de vez en cuando, pero ahora ella venía de brazo de su padre y futuro suegro sonriente muy feliz, cuando llego junto a Él, tomo su mano con delicadeza mirándose a los ojos
Cuando Joseph se fijó por primera vez en Juddy fue cuando Sergey la empujo y cayó al suelo, le dolió verla de esa manera tan frágil, así comenzó su amor a crecer, a olvidar el amor que le tenía a Dianne, un amor que más parece que fue ilusión del momento, porque enamorarse en un instante no puede ser, en cambio, con Juddy ya se conocían, pero no se daba cuenta de que le gustaba, tuvo que venir alguien más a abrirle los ojos y esa fue Dianne la mejor amiga de Juddy que planeo sus encuentros para avivar más y más ese amor escondido.Cuando Joseph le pidió que sea su novia, Juddy sintió que todo su ser saltaba de alegría, su amor era correspondido por fin, llamaba por el celular a Dianne para conversarle todo, esa era la amistad entre ellas sin secretos, le enseñaba cómo debía comportarse con Él, como tratarlo, iba de vez en cuando a su casa para enseñarle cositas sexuales por si se casaban y le pidió que llegue pura al matrimonio que eso afianzaría más el amor de los dos.Juddy la escuc
La familia Collins, liderada por Carl Collins, exportadores e importadores de Insumos médicos, tenían ya una relación de muchos años con los Carter, amigos desde la infancia, sus contratos siempre fueron muy jugosos dada la importancia a nivel Gobierno por parte de los Carter, eran más que socios, amigos personales, cuando los patriarcas dejaron la empresa a sus hijos, dos de ellos la tomaron a su cuenta y potestad no el último hijo que no le llamaba la atención los negocios, sino la educación, amaba enseñar, era su vocación.Pero sus hermanos posesivos y amorosos lo protegían de todo y de todos, para ellos Albert era su niño mimado, sus padres no estaban muy de acuerdo con su gusto por la enseñanza, pero respetaban sus ideales.Los Collins, personajes de alcurnia ganada desde antaño, por eso cuidaban de sus integrantes, cuidaban su prestigio, su apellido, su nombre.Sin imaginarse que sus vástagos tendrían una batalla campal entre ellos, que sus apellidos chocarían sin saber de la am
AÑOS DESPUÉS—Adam vigila a Dianne por favor, hoy tienen libre las niñeras y estos niños se escondieronme agachaba por todas partes a buscarlos—Si amor, yo la cuido, a ver Dianne venga con su papá que la adora—Papi te amo, mira, ya sé usar el celular, mira una selfiPuso el celular bajo su faldita y me reí viendo a Adam presuroso a impedir que se tome una selfi de sus partes privadas, la agarro abrazándola cariñoso y soltó mirándome.—Creo que sí va a ser pervertida como la madreY Dianne pataleaba diciendo—Papi, yo tengo derecho a tomarme fotos, es mi celularAdam me observo risueño e inquirió—Lo dicho, rebelde, oh sí, rebelde nos salió, pero mi amor chiquito, aquí está tu padre que no dejará que tu rebeldía nos domineMirando todo ese cuadro de sentimientos de padre a hija, me sentí tan llena, el dinero no importaba para nada, esto es un tesoro, la vida que tengo el amor de todos, pero fui atrapada por dos niños que aprovecharon que estaba distraída mirando a su padre y hermana
La vida me dio tantos regalos, ya pasaron tres años, cuidando de mi bebé, bueno, tenía niñera que me ayudaba, pues, debía terminar mi carrera, además las prácticas ya las había hecho, Adam tenía todo planeado y si me hizo la cesárea para estar igual como me conoció, para disfrutar de mi coñito como le gusta, nuestra vida sexual fue tan fascinante, Dianne era de carácter tranquilo, dormía y nos daba tiempo de amarnos como nos gustaba. Joseph y Juddy tuvieron mellizos, a la niña le pusieron Juddy como su madre y al varón Joseph como su padre, pero había algo que jamás cambio en la familia Carter, Adam era la voz cantante en la familia de su hijo, las decisiones antes de hacerlas consultaban con Él, me gustaba, pero nada se podía hacer, descubrí que con nosotros pasaba lo mismo con el único cambio que Adam me cumplía mis caprichos a mí sobre toda su familia. Cuando recibí mi diploma y mi doctorado fui tan feliz, pero verlo allí sentado con nuestra hija en brazos sonriendo, eso me llenab
Amaneció, nos despertamos somnolientos, pero Adam me abrazo diciéndome que durmiéramos un poco más, pero yo estaba ansiosa de ir al médico y hacerme el eco para saber si es niño o niña y corroborar el diagnóstico de mi madre. —Adam quiero saber el sexo de nuestro hijo, por favor, levantémonos ya Lo veo estirar los brazos y mirarme con esos bellos ojos azules para decirme —Pero tu mamá ya dijo que es mujercita, ¿para qué vamos a hacerte un eco? Lo atisbé haciendo una mueca con mi boca que hizo que se riera, pero recalqué —Adam Carter, por favor, quiero corroborar si es niña, si no te levantas voy yo sola Lo vi que se levantó bostezo un poco y dio la vuelta a la cama, se acercó a mí, pensé que iba a abrazarme o besarme, pero no, el muy bandido me cargo entrando al baño y abrió el grifo, el agua estaba helada al caernos encima y grite. —Adam… Estaaaa heladaaa… Que friiioooo Escucharlo, reírse, es una delicia para mis oídos, su risa contagiosa que yo también reí, nos abrazamos allí
Nuestro viaje de regreso fue muy feliz, veníamos los cuatro cenando conversando anécdotas de lo que pasamos cada pareja, ya se me notaba el vientre, mis antojos aumentaron pedí langostinos y una malteada, Adam me miraba comer y vaya también comió lo mismo, Joseph y Juddy se reían al vernos comer a ambos esas combinaciones raras de comida.Llegamos al aeropuerto, nos subimos a los autos rumbo a casa, Adam estaba junto a mí, parecía pulpo, sus brazos se la pasaban rodeándome a cada rato, sus besos también, ya estaba por cumplir 35 años, estaba en la flor de su vida, y su regalo nuestro hijo, ya quería hacerme el eco y saber si era niño o niña.Fuimos recibidos con una gran reunión de la familia, llegamos a una enorme mansión que no conocía y era la de sus padres, qué belleza tan deslumbrante, al bajar me quede observando los jardines frontales, que maravilla, unos rosales hermosos, había hasta rosas azules, mis ojos admiraban tanta belleza, Adam me miraba tan tierno y soltó.—Veo que te