Me siento mareado, como adormecido y todo me daba vueltas, estaba en la camilla, en la habitación donde ya había estado.

—¿Cómo está Ross? —es lo primero que me importa.

Cuando recuperó el enfoque, noto a Penny.

—Está inconsciente —me responde y yo me alarmo de inmediato.

—¿Qué? ¿Por qué? —me preocupo.

—Sigue perdiendo sangre Rocky.

—¿Y cómo carajos va a ser eso posible si Troy le donó ayer? —no entendía nada.

—Yo tampoco lo sé, pero la misma cantidad que Ross pierde de sangre, es la misma cantidad que te sacamos a ti —me informa.

—Yo no quería que te contáramos para preocuparte —confiesa Star, a quien apenas noté—, pero con lo que Penny averiguo y con lo que le dijiste a Ross, era mejor decírtelo, tienes razón, solo nos vamos a proteger si nos contamos las cosas.

—¿Por cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Todo el día, apenas es de noche —me dice Penny.

—Star, quiero que me escuches y confíes en mí —le pido y ella asiente con temor—, está mañana desafíe a mi padre a un duelo