—Obvio, nadie podría quitarte ese puesto… ¿Queme trajiste de beber?

—Semen —dije serio y saco el termo.

—Frío o caliente.

—Caliente.

—¿Es tuyo?

—¿De quien más?

—Es que soy vegetariano y probar tu semen, es como probar carne, ¿Acaso quieres matarme?

Vuelvo a reírme y niego con la cabeza.

—Es té verde con limón y está frío —corregí—, no te traje café porque eso te deja un mal aliento y sabes que no me gusta besarte cuando tienes mal aliento.

—Tu me chupas hasta el culo, así que puedes soportarlo. —dijo abriendo la comida.

Extrañaba esto, bromear de esta forma, de verdad que me divertía mucho con él.

—Sobre todo cuando llevas días sin bañarte y te paso la lengüita por toda la raja jugando tus pelitos —me remojo los labios.

Él se ríe a carcajadas.

—Eres un asqueroso y ocioso.

—¿Lo tienes peludo o no? Porque con pelos es mejor, el jugo se concentra.

—No, no que asco, ya para —se asquea—, me ganaste, yo me incómodo mas rápido que tú, aunque me encantaría saber a quién le ha