Me despierto al sentir unos besos húmedos en mi espalda y luego bajan a mis caderas.-Hermosa, levántate, hoy vuelves al instituto. -Abro mis ojos lentamente, veo a un Adam sonriente y yo hago lo mismo, hasta que me doy cuenta de que está desnudo, igual que yo. Siento cómo mis mejillas se tornan rojas de la vergüenza que siento.-¿Te gusta lo que ves, nena? - dice burlón.-Creo que me bañaré. - digo algo acalorada.-¿Nos bañamos juntos? - m****a, creo que ahora sí estoy muy pero muy roja.-Es... está bien. Me paro y tomo las sábanas para tapar mi desnudez, pero Adam, de un tirón, me las quita, dejando mi cuerpo totalmente expuesto.-No te cubras cuando estemos solos tú y yo. Ya conozco todo tu cuerpo, nena. No tengas pena conmigo. Me besa y, sin que yo me lo espere, me carga en brazos hasta meternos a la ducha.Después de 10 minutos metidos en la ducha dándonos besos y caricias, salimos y comenzamos a vestirnos.Cuando llego al instituto, Adam me toma del brazo.-Recuerda, eres mía. -
AdamAl ver a mi pequeña desesperada, buscando algo que le quite esa ansiedad que producen las drogas, sentí como mi corazón se estrujaba. Tenía que ayudarla, pero no sabía cómo.Llamé a mi mejor amigo, él sabrá darme un buen consejo.-Hola, Tomás, ¿cómo estás?-¡Hey, amigo! Bien, ¿y tú? ¿A qué debo el honor de tu llamada? – suspiró algo agotado.-Necesito un consejo, Tomás.-¿Pasó algo con Luz?-Amigo, Luz está presentando el síndrome de abstinencia, tú sabes lo que eso significa.-Vaya, ¿así de grave está la cosa?-Sí, amigo, no sé qué hacer, dime cómo la puedo ayudar.-Sé que te dolerá lo que te voy a decir, pero debes internarla en una clínica, es lo mejor.-No, no le podía hacer eso a mi pequeña.-Amigo, tiene que haber otra solución, ella no me va a perdonar eso – dije desesperado.-Amigo, es lo mejor, ella necesita la ayuda de profesionales – suspiró derrotado, sabía que mi amigo tenía razón.-Está bien, llamaré a la clínica y que mañana vengan por ella.Me pasé toda la noche vi
LuzPor fin hoy salgo de esta clínica. Por una parte, estoy feliz porque podré salir después de dos meses de estar recuperándome, pero por otro lado, me siento mal porque hice grandes amigos aquí, en especial a Tobías, mi mejor amigo.-Oye, mocosa, ya no llores, en un mes nos veremos las caras —me dice Tobías mientras me abraza.-¡Pórmelo! —digo llorando.-Lo prometo. Ahora quiero que me hagas una promesa tú —dice mirándome a los ojos. - Prométeme que te portarás bien con el tal Adam, eh, intentarás perdonarlo aunque sabes que él hizo lo correcto. —Mi cara cambia completamente. Ni loca, así él tenga razón, así Adam me haya hecho un maldito favor, debió primero consultarme, pero él decidió por mí.-¡Promételo, pequeña! —Cruzo mis dedos atrás de mi espalda. Lo siento, Tobías.-Lo prometo. —Él me abraza y se despide mientras los otros del servicio también lo hacen.-Linda, llegaron por ti —dice Natalia dándome el último abrazo.Veo a Mike parado en el auto. Por alguna razón, me desilusio
Llevo un mes trabajando en una cafetería en un centro comercial. Pronto presentaré el examen para ingresar a la facultad de medicina. Adam se ha ofrecido para ayudarme a estudiar, pero me negué. Lo que él no sabe es que Eliot ha estado ayudándome. Así es, me lo volví a encontrar, le conté todo lo que pasé y que quería estudiar medicina, y él, muy formal, se ofreció a ayudarme. Así que todas las tardes, después del trabajo, voy a su casa y me explica.Me levanto temprano, hoy es sábado, así que descanso de mi trabajo. Decido salir a tomar un poco de aire.Bajo a desayunar y me encuentro a Adam tomando su café, como todas las mañanas.-Buenos días - saludo formal, pero él se queda viendo mi cuerpo. Lo sé, llevo ropa algo provocativa, pero en mi defensa, hace calor.-No permitiré que salgas así, sube y ponte algo más decente - jodido imbécil, pero ni loca le haré caso.-Lo siento, Adam, pero tú no me vas a controlar la ropa - este se acerca peligrosamente a mí, y yo doy un paso atrás, per
Veo cómo Adam le está dando una fuerte golpiza a Eliot.-¡NO LA TOQUES! – grita Adam, pero Eliot rápidamente lo tumba de un golpe y este cae al suelo. Todos ven el espectáculo que ambos están dando y yo me quiero morir de la vergüenza. Escucho cómo grita Samanta pidiendo que los separen y yo, en medio de mi shock, no digo nada. Llegan unos guardias y los separan, llevándolos a la entrada del evento. Corro detrás de ellos y, cuando estoy afuera, empiezan a gritarse.-¡¿Quién te crees para besarla?! – grita Adam.-Tú no eres nadie para prohibirme si besarla o no – dice Eliot.-¡Aléjate de ella! – dice Adam, tomándome de la chaqueta.-¡No lo voy a hacer! Estoy interesado en ella y, si ella quiere, yo seguiré a su lado. – M****a, cuando Adam va a darle otro golpe, decido intervenir.-¡Ya basta! – corro hacia él.-¡Suéltalo, mira cómo lo tienes! – le digo a Adam, hecha furia.-Él también me golpeó.-Porque tú empezaste! – ayudo a Eliot a levantarse y le digo que vaya al carro que yo ya voy.
Han pasado un mes desde lo sucedido con Eliot y Adam. Hoy, por fin, inicio mi carrera en la facultad de medicina, y la verdad es que me siento muy feliz. Con Eliot, la cosa va de maravilla, pero aún no siento lo que siento por Adam. Él sigue con su noviecita, que, a propósito, quiere venir a vivir con nosotros, pero al parecer él no quiere. Mejor para mí, odio verle su m*****a cara.Salgo de la ducha y me pongo algo cómodo para ir al campus.—Hola, Adam —lo saludo cuando bajo a desayunar. Como estoy de tan buen humor, lo abrazo y le doy un beso en la mejilla. —Vaya, estás contenta el día de hoy —dice con una sonrisa. —Sí, lo estoy. Hoy es mi primer día como universitaria y estoy muy feliz. —Bueno, futura doctora, vamos, porque se nos hace tarde —salimos de casa y nos subimos al carro. Cuando llegamos al campus, le doy un beso cerca de los labios y le digo: —Deseame suerte. —No la necesitas, pero, por si las moscas, suerte, preciosa.Llego a mi salón de clases y me siento en una me
Llegué a casa bastante feliz. Sé que Eliot me ayudará a sanar todas las heridas que tengo. Siento como alguien toma mis caderas y me sorprendo cuando veo a un Adam bastante ebrio.—Dime, ¿por qué te fuiste con él, Luz? —Mierda, sí que está borracho.—Porque, mi pequeña —acaricia mi rostro y siento como su toque me quema.—Adam, estás ebrio. Ven, déjame ayudarte. —Subimos a su habitación y, con mucha dificultad, le quito la ropa. —Entra a la ducha. —Él toma mis caderas y me atrae a su cuerpo.—Entra conmigo. —Y, sin que yo me lo espere, cae el agua sobre nosotros. Doy un grito, pero este es callado por los labios de Adam. Este acaricia mi cuerpo y, aunque intento separarme, él es más fuerte y me sostiene hasta que mi cuerpo pierde la batalla.—Eres tan hermosa. —Quita mi vestido y luego mi sostén. Toca mis pechos y se los mete a la boca. Yo gimo por la increíble sensación y él me carga, llevándome a su cama. —Te deseo tanto, pequeña. —Da besos por mi cuello hasta llegar a mi boca. Pero,
Me levanto al sentir los rayos del sol pegar en mi cara, me paro y me dirijo al baño para hacer mis necesidades. Al salir, bajo a la cocina y me encuentro a Adam tomando café y leyendo el periódico.— Hola — digo tímidamente, y él, al verme, se para y se acerca a mí.— ¡Hey! Hola, hermosa, ¿cómo estás? — acaricia mi mejilla y siento cómo todo mi cuerpo se eriza por su contacto.— Bien, gracias por quedarte ayer.— No tienes que darme las gracias — le sonrío y me siento a desayunar.— Pequeña, cuando termines, subes y te das un baño. Quiero que demos una vuelta juntos — lo miro sorprendida, ya que hace mucho no compartíamos tiempo juntos porque siempre estaba o con su novia o en su trabajo.— Está bien — subo, me doy una ducha rápida y me coloco unos shorts y un crop top.Mi teléfono suena y veo que es Eliot.— Hola, amor — habla Eliot con su seductora voz.— Hola, cariño.— ¿Cómo estás, preciosa?— Bien, ¿y tú?— Bien, preciosa. Dime, ¿qué vas a hacer hoy? — M****a.— Adam quiere que l