Me quedo paralizada al escuchar la voz de la mujer que tanto daño me hizo, la mujer que fue capaz de hacerle daño a su propia hija.- ¿Cómo lograste contactarme?- En la cárcel me gané una llamada por buena conducta y decidí llamarte a ti porque quiero pedirte perdón. Esto tiene que ser una jodida broma.- No, Luciana, lo que tú me hiciste no tiene perdón.- Hija, yo estaba muy mal, cegada por el odio. Yo...- Basta, Luciana. Jamás te perdonaré todo lo que me hiciste. ¡Me vendiste! ¿Sabes con cuántos hombres me tocó acostarme? ¿¡SABES!? - grito al máximo, sintiendo cómo la rabia y el dolor me consumen.- Lo sé, hija, y juro que me quiero morir. Solo pido tu perdón.- No, Luciana. Para mí, tú estás muerta. - La puerta se abre dejando ver a Greg, preocupado.- Linda, ¿qué pasa? - se acerca y yo le digo a Luciana:- No me llames más. Haz como si no tuvieras hija. - Cuelgo la llamada y tiro mi teléfono con rabia al suelo, mientras tapo mi cara con las manos, dando un grito de desesperación
Siento cómo todo a mi alrededor da vueltas y las ganas de vomitar se avecinan, así que tiro los zapatos al piso y salgo corriendo al baño, depositando todo lo que había comido en casa de Mercedes. Siento las manos de Fede sujetando mi cabello mientras da leves toques en mi espalda. Cuando termino, me siento en el suelo y siento que las ganas de llorar vienen a mí, así que, sin controlarlo, rompo en un llanto desgarrador. Fede se sienta a mi lado y me abraza mientras intenta calmarme, pero sé que él también está angustiado por la situación.- No nos va a dejar en paz - apenas se escucha mi voz.- Tranquila, cariño, ya te dije que yo los voy a proteger.- Fede, ese hombre es poderoso, tiene hombres en todas partes a pesar de estar en la cárcel.- Amor, tranquila, eso no le hará bien al bebé. Yo me encargaré de ese tipo, pero tienes que estar tranquila - Fede me ayuda a cambiarme y luego nos metemos en la cama, pero no soy capaz de dormir. Siento que mi vida se está convirtiendo en caos y
Fede y yo nos separamos lentamente sin dejar de sonreír.- Te juro que estaba tan enojado contigo por exponerte de esta forma, pero con esto toda mi rabia se esfumó. Ahora sí podré darle con tranquilidad mi apellido a este hermoso bebé - se agacha y le da besos a mi vientre.- Lo mejor de todo es que él no va a molestarnos más. Ahora podremos estar juntos sin tener miedo de que algo nos pase - este me vuelve a besar y luego me dice:- ¿Qué te parece si hacemos una pequeña cena con todos nuestros amigos en casa?- Sí, me encantaría - nos dirigimos a la editorial y ambos llegamos muy felices, lo que Greg nota inmediatamente.- ¿Y esas sonrisas?- Hablé con Mariano hoy - este abre los ojos sorprendido.- ¿Qué? Pero Oli, ¿cómo te fuiste a exponer de esa forma?- Lo mismo le dije yo - dice Fede.- Chicos, lo importante fue que logré lo que quería. Firmó los papeles donde cedía sus derechos y prometió no volver a aparecer en nuestras vidas.- ¿En serio? ¿Así de fácil?- Sí.- Oli, no creo qu
Un tiempo después...Me despierto al escuchar el llanto del bebé. Toco a Fede para que él vaya, pero se niega a despertarse.- ¡Fede! Te toca - él abre los ojos y se restriega la cara con las manos.- Está bien, voy - se levanta adormilado y luego me vuelvo a dormir.Son las 6 de la mañana y el sol ya se está colando por la ventana. Cuando volteo, veo a Fede plácidamente dormido, así que decido levantarme. Camino hacia la habitación de mi otro hombrecito y lo encuentro con sus ojos abiertos moviendo sus pequeños bracitos.- Hola, mi amor, aquí está mamá - tomo en brazos a mi bebé, que ahora tiene 3 meses. Se llama Samuel y es el bebé más hermoso de todo el universo.- ¿Tienes hambre, mi amor? - él me mira mientras chupa sus deditos, así que me siento en la silla y le doy pecho. Acaricio su mejillita y me doy cuenta de que haber decidido tenerlo fue la mejor decisión que pude haber tomado.- ¿Así que aquí estás? - Fede aparece en pantalón y sin camisa, haciendo que la baba se me caiga.
Salgo de la oficina acompañada de mi amor después de haber tenido una buena sesión de sexo en la oficina. Cuando salgo, veo a la perra de su secretaria y le dedico una sonrisa triunfante.- Hasta luego, señor Federico.- Hasta luego - entramos al ascensor y él me arrincona contra la pared mientras me besa apasionadamente.- Veo que estamos muy calientes hoy - acaricio su pecho mientras muerdo su labio inferior.- Eso pasa cuando llevas meses sin tocar a tu mujer - besa mi cuello mientras acaricia mis piernas, pero el ascensor se abre.- ¿Por qué no vamos a casa, hacemos el amor toda la tarde y luego vamos por Samuel a casa de mi madre? - muerde mi lóbulo de la oreja, haciendo que todo mi cuerpo se active.- Que sea rápido - Federico maneja rápidamente hasta la casa y, al llegar, nos besamos desenfrenadamente, despojándonos de nuestra ropa en el camino hasta llegar a la habitación. Él me tira en la cama y luego me quita el sostén, seguido de mis bragas.- Eres hermosa - besa mi entrepie
- ¡Se van a casar! - gritan Abel y Aleja por la videollamada.- ¡Sí! - grito emocionada.- ¡Oh, Olivia, felicidades en serio! O sea, ¡que tenemos una boda que preparar!- Sí, Aleja, pero los llamé porque Fede quiere dar el anuncio oficial con nuestros amigos y familiares mañana en la noche, así que los espero.- Está bien, pequeña, mañana estaremos.- Oye, Aleja, ¿por qué no me acompañas mañana en la tarde al centro comercial a comprar un vestido?- Obvio, amiga, mañana paso por ti a las 4 pm en la oficina.- Perfecto, los dejo, besos - cuelgo y voy al cuarto del bebé donde está Fede dándole su mamila.- Esta imagen es perfecta - él levanta la vista y me sonríe.- Aún no me lo puedo creer, que soy padre.- Y prepárate porque van a venir muchos más - él levanta una ceja y me mira juguetón mientras deposita a Samuel en la cuna.- ¿Ah, sí? ¿Y cuántos bebés quieres? - me pega a su cuerpo y me da besos por el cuello.- Mmm, no sé, unos 2 o 3 más.- Vaya, son muchos.- Podremos con ello - me
- Hola, mi ángel.Cuando escucho esa voz, siento cómo todo mi cuerpo se congela y mis manos comienzan a temblar, haciendo que la copa resbale de mis manos.- Mariano...- No sabes cuánto anhelaba tu voz.- ¿Qué haces llamándome?- Logré escapar de la cárcel, así que quiero recuperarte a ti y a mi hijo. - Una lágrima cae de mis ojos y en ese momento entra Fede a la cocina.- Amor, ¿qué pasó? - Cuando me giro con el teléfono en la mano, él me mira preocupado.- ¿Qué pasa, mi amor? - No digo nada, pero Mariano me responde.- Lárgate de nuestras vidas, ¡no nos busques! - Cuelgo el teléfono y comienzo a respirar entrecortadamente.- Amor, tranquila, respira. Dime, ¿qué pasa?- Ma... Mariano apareció. - Veo cómo todo el cuerpo de Federico se tensa.- ¿Qué te dijo? - Pregunta, tratando de controlar su ira.- Que me quería recuperar a mí y a nuestro hijo. - Él se levanta de golpe, bastante enfadado.- ¡Lo mataré!- Espera, mi amor, hay que pensar bien las cosas.- No te preocupes, mi amor, yo
Despierto con un terrible dolor de cabeza mientras intento proteger mis ojos de las cortinas abiertas.- Cariño, ya despertaste - veo entrar a Fede con Samuel en brazos, pero tengo tanto dolor de cabeza que ni siquiera quiero verlos.- Cierra las cortinas por favor - él deja al bebé en la cama y las cierra.- ¿Estás bien, amor? - niego mientras me toco la cabeza.- ¿Te duele la cabeza? - asiento y él se levanta, caminando hacia el baño. Cuando regresa, me ofrece unas pastillas con un vaso de agua.- Tómalas, te sentirás mejor - las tomo como me dice y luego me acuesto, pero veo que Fede no deja de mirarme.- ¿Pasa algo? No dejas de mirarme - digo ofuscada.- ¿Por qué estás así?- Tengo dolor de cabeza.- No, incluso con dolor de cabeza siempre eres tierna y cariñosa, pero hoy estás fría y distante. Ni siquiera quisiste saludar a Samuel - veo a mi bebé, quien espera que lo cargue y lo llene de besos, pero no sé qué me pasa. Todavía recuerdo la m*****a llamada de Mariano, sus m*****as pa