- Quiero la verdad Daniel, es mejor que seas sincero o juro que lo voy a descubrir por mi cuenta.- Alexein amenazó a Daniel, apenas cerró la puerta del gimnasio con fuerza.
Él no era un tonto, y sabía que algo se traían entre manos esa mujer y él. Había visto como esta lo miraba en el aeropuerto, con una mezcla de anhelo y melancolía, y en la casa, cuando habían sido presentados, Daniel ni siquiera articuló la más mínima palabra y sólo miraba a la mujer boquiabierto, mientras ella lo veía como si fuese el peor de sus tormentos. Lo había sacado de ahí antes que Dafne se diera cuenta de lo que estaba pasando, conocía perfectamente las inseguridades de esta y no quería que la estupidez de aquellos dos, avivara los pensamientos negativos que tanto mal le hacían. Daniel siguió guardando silencio. Durante todo el camino había tratado de sacarle información por las buenas y no lo conseguía, lo que empezaba a molestarlo, por lo que ahora lo haría por las malas de ser necesario. Justo cuando estaba a punto de interpelarlo otra vez, Daniel suspiró cansino y respondió. -Era mi mejor amiga en la secundaria.-miró hacia la ventana y luego a los ojos de Alexein, quien había parado por completo.- Yo me enamoré de ella, como tú de Dafne, pero lo nuestro... Lo nuestro no pudo ser. Daniel desvió nuevamente la mirada, y miró por la ventana la lluvia caer despiadada. Era una espina que aún dolía en su corazón, aunque ya habían pasado los años y amaba a su esposa con todo su ser, no negaba que necesitaba respuestas para poder cerrar aquel ciclo definitivamente. No negaba que aquellas palabras aún dolían de vez en cuando. Alexein abrió la boca, pero decidió mejor quedarse callado. Él más que nadie sabía lo que era un amor no correspondido. - Ella... Ella era muy distinta. Alguien alegre, dulce, amable y comprensiva.- Daniel siguió con su relato y Alexein sólo puso atención.- Yo era blanco de Bullying debido a que estaba un poco padado de peso y ella lo era por el color único de sus ojos. La diferencia era que yo sólo aguantaba, ella se defendía con uñas y dientes. Daniel cerró los ojos por un momento, abrumado por la avalancha de recuerdos que atosigaban su mente. No sabía si hacía lo correcto, pero necesitaba desahogarse con alguien para no quebrarse. - Un día, el matón de la clase junto a sus compinches me acorralaron en un rincón y me golpearon, estaba a punto de perder la conciencia cuando de repente ya no sentí los golpes. Abrí mis ojos despacio y vi como ella les lanzaba piedras para que se alejaran de mí. Cuándo se fueron, se agachó a mi lado, me ayudó a levantarme y después de acomodarme en una banca, sacó un pequeño botiquín de su mochila y comenzó a curarme. Una sonrisa triste se dibujó en los labios de Daniel.- Desde ese día eramos inseparables, gracias a ella aprendí a aceptarme tal cual era y a defenderme de los demás. Dejé mis malos hábitos alimenticios e incluso mi salud mejoró muchísimo. Poco a poco me enamoré de ella y me correspondió o eso creía yo. Empezamos a salir pero el día que le pedí fuera mi novia... Ella se negó. Las lágrimas empezaron a desbordarse de sus ojos. Alexein se sintió culpable y quiso detenerlo, pero Daniel continuó su relato antes de que lo hiciera. - Ella me insultó precisamente con todos aquellos adjetivos que sabía yo odiaba. Era tan fría, tan hiriente, tan distinta, que sólo pude quedarme anclado en mi lugar, mientras la veía alejarse, con una sonrisa burlesca que me destruyó por completo. - Lo siento.- Alexein puso su mano sobre el hombro de Daniel. Sabía que su vida había sido difícil, nunca se imaginó cuanto.- No quería hacerte recordar algo así. Perdón. Daniel negó con la cabeza, eso era lo mejor, no quería malos entendidos. Más adelante, también le contaría a Dafne, pero justo en ese momento no se creía capaz. - No sé que pasó y necesito respuestas no porque la siga amando, sino porque quiero entenderla y saber en que fallé para no cometer el mismo error otra vez o ayudarle, porque de algún modo sé que algo malo le ha pasado.- Daniel siguió llorando. - Las personas cambian Daniel y eso es lo que probablemente pasó con ella. No es tu culpa.- Alexein habló tranquilo. - Su padre era un monstruo Alexein.- Daniel convirtió sus manos en puños.- Quería venderla para pagar deudas con la mafia y estoy seguro que él fue el culpable de la muerte de Olimpia, la madre de Aura, aún cuando ella se negó a decírmelo. Él tuvo algo que ver, de eso estoy seguro. Alexein lo miró perplejo. ¿Su mismo padre quería venderla?, ¿Pero qué clase de hombre inhumano era que prefería vender a su hija antes que enfrentar las consecuencias de sus actos?. - Quisiera acercarme.- Daniel lo sacó de sus pensamientos.- Pero temo que Dafne lo malinterprete todo y yo no me siento listo para decirle sobre esto aún. Fue mi amiga y puedo ver que ha sufrido mucho, quiero ayudarla como ella lo hizo conmigo en su momento, pero no sé como. Además... Temo su rechazo. Alexein guardó silencio. Lo entendía, por supuesto que lo entendía, pero su amistad con Dafne era demasiado fuerte como para traicionarla de esa forma. Más sin embargo, Daniel también se había convertido en un gran amigo y alguien muy importante en su vida, él sabía cuánto le costaba hablar sobre su pasado y que se hubiese abierto a él, significaba cuanto lo apreciaba y tampoco podía traicionarlo. - Trataré de ayudarte, siempre y cuando no perjudiques a Dafne, que eso no podré perdonartelo jamás.- Alexein suspiró. Esperaba estar haciendo lo correcto. - Gracias.- Daniel le sonrió agradecido.- Al principio parece algo distante, pero cuando logras acercarte lo suficiente, puedes descubrir la maravillosa persona que es.- Alexein asintió no muy convencido. - Esto es muy importante para mí, no sólo por lo que Aura significó en mi vida, sino porque tanto Odelette como Olimpia fueron muy buenas conmigo. Me acogieron con cariño y fueron mucho más madres para mí de lo que la propia mía fue. Si Giacomo fue culpable de la muerte de Olimpia, juro que no descansare hasta que pague. - No te preocupes, te ayudaré.- Alexein prometió seguro de si mismo. Ambos miraron a través de la ventana del gimnasio a algunas personas caminando bajo la llovizna. Alexein suspiró: Estaba buscándose problemas pero no podía hacer ojos ciegos ante una injusticia. -Volvamos. Dafne se preocupara y ambos necesitamos descansar. Ha sido demasiado en pocas horas. Daniel asintió y siguió a Alexein fuera del gimnasio. No sabía si lo que quería era lo correcto, más sin embargo estaba decidido a descubrir que había pasado y hacer justicia de ser necesario.Aura arrastró su pequeña maleta, mientras seguía de cerca a la amable señora, quien se veía bastante feliz de haberle conseguido un trabajo y un hogar. Y ella definitivamente estaba agradecida y estaría en deuda con la dulce mujer por el resto de su vida.Berenice miraba todo con genuina curiosidad y creciente asombro. El lugar era simplemente hermoso. Fuera de la casa principal, pero siempre dentro de la propiedad, se encontraban esparcidas varias casitas, que aunque pequeñas, estaban en excelente estado y se veían sumamente cómodas y acogedoras, con sus jardines y sus pequeñas fuentes.Casandra le había dicho que era una para cada empleado del lugar, ya que Dafne siempre solía contratar personas sin hogar, que estaban ahogadas totalmente en los vicios y la depresión, o que no tenían lo justo para vivir dignamente, justamente como ella en aquel momento. Se detuvieron frente a una pequeña cancela, a la cuál Casandra sacó llave al pequeño candado que esta poseía, abriendola para que a
Aura despertó alterada, nuevamente aquellos recuerdos transformados en pesadillas volvían a atormentarla.Se sentó en la cama y miró el pequeño reloj de pulsera que tenía sobre la mesita de noche. Eran las cinco de la mañana. Se levantó y miró por la ventana de su habitación. La llovizna seguía sin ceder, por el contrario: había momentos en los que se volvía más fuerte.- "You said that we would always be, Without you I feel lost at sea".- Su voz empezó a entonar aquella melodía que tanto le había gustado cuando la escuchó.-"Through the darkness you'd hide with meLike the wind we'd be wild and free. You, Said you'd follow me anywhere, But your eyes. Tell me you won't be there." -Miró hacia el cielo nublado de aquella mañana y su dulce y fina voz se unió al cantar de la lluvia.- "I got to learn how to love without youI got to carry my cross without youStuck in a riddle and I'm just about toFigure it out without youAnd I'm done sitting home without youFuck, I'm going out withou
Aura se levantó temprano. Por primera vez en mucho tiempo, había podido dormir muy tranquilamente y desde la hora que se le dió la gana, hasta la hora en la que su cuerpo decidio que era suficiente.Durmió como oso en hibernación, como no lo había hecho desde que su abuela había fallecido y el infierno empezó para ella.Miró por la ventana el cielo, dónde nubes oscuras se arremolinaban presagiando que el día sería igual de tempestuoso que el anterior. Un perfecto contraste con su mente que por primera vez estaba en calma.Se levantó despacio y se dirigió al baño, necesitaba una ducha fría para poder despertar por completo, ya que aún sentía su cuerpo un poco amodorrado y de ninguna manera quería llegar tarde a su trabajo. Estaba agradecida de que su horario comenzara a las ocho, podía dormir tranquilamente hasta las seis treinta y acostarse temprano si así lo deseaba, pues a las cuatro terminaba su horario de trabajo.Era una suerte que Dafne y Daniel se ocuparan de preparar al niño
El día no parecía que sería mejor que el anterior, llovía a cantaros y era difícil salir sin empaparse hasta el alma, aún con paraguas o impermeables incluidos.Alexein estaba en su habitación, cambiandose y preparándose para el día de los demonios que se les vendría encima. Su habitual traje negro ceñido a su figura y perfectamente planchado, ya se encontraba sobre su cuerpo.Justo cuando tomaba su billetera y celurar, dos toques en su puerta lo desviaron de su cometido.Se acercó de inmediato a abrirla, sólo para encontrarse a una hermosa Dafne en pijama, que definitivamente debería estar prohibida.Era sexy y corto, dejando al descubierto sus sensuales y bien formadas piernas, tenía el cabello alborotado, el rostro somnoliento y unos chupetes en su cuello que le provocaron dolor en su corazón, sabiendo el motivo de tales marcas.- ¿Qué pasa?.- Preguntó desviando la atención, pues sentía que se estaba ahogando.Dafne bostezo antes de responder.- No iremos a la empresa, el tiempo es
El mal tiempo no menguaba ni un poco, la lluvia seguía cayendo sin detenerse y los niños seguian sin ir a estudiar y los jefes estaban trabajando desde casa.Aura se quedó en su casa el resto de la semana, ya que Dafne había ordenado a todo el personal no salir, a menos que fuese estrictamente necesario, pues las calles estaban inundadas y muchas personas habían sido arrastradas por la corriente, varios postes de tendido eléctrico habían colapsado, complicando la situación. Observó como había quedado acomodada la ropa nueva que la rubia había enviado para ambas, como también los nuevos juguetes de Berenice. Era una excelente mujer, no cabía duda. Se alegraba de que Daniel tuviera tan magnífica pareja.- ¿Te quedarás aquí?.- Aura preguntó a la niña, quien armaba un castillo de princesas que Dafne había enviado.- Si mami.- La niña afirmó lo que ella ya presentía. - Bien. Si quieres algo buscame en mi habitación. Berenice asintió sin ver a su madre, concentrada en su tarea, por lo qu
Después de casi dos semanas, la lluvia por fin había cesado, sólo quedaba un aire frío y unas pocas nubes ocultando los tímidos rayos de sol que comenzaban a querer hacer acto de presencia. Alexein se preparaba para salir, pues ese día todo regresaba a la mayor normalidad posible, pues las clases de los niños aún seguían suspendidas, por lo que irían directamente a la empresa.Miró su camisa azul marino en el espejo, observando detenidamente la mancha que se encontraba justo bajo su clavícula, sacándole una mueca de insatisfacción. Odiaba la suciedad.Se la quitó de inmediato y tomó otra del guardarropa. Justo cuando estaba a punto de ponersela, dos toques en su puerta le hicieron para su labor.Fruncio el ceño, puesto que Dafne era la más recurrente en su habitación y nunca tocaba y Daniel que ya había aprendido de su esposa y de Casandra, por lo que no sabía quién podría ser, pues las de limpieza aún no pasaban. - Adelante.- No le puso importancia, y sólo deslizó la camisa por sus
Aura salió de la habitación de Alexein con un nudo en la garganta, sintiendo un ahogamiento que desde hacía mucho tiempo atrás no le acosaba.Su mente reproducía una y otra vez los golpes de su padre y de Fernando y al ver a Alexein de aquella forma... Realmente creyó que la lastimaria, más sin embargo... Cuándo sus brazos le rodearon fue como si por fin hubiese encontrado calma y seguridad. Hacía mucho que no sentía aquella sensación de que todo estaba bien.Bajó las escaleras casi corriendo, mientras limpiaba sus ojos y su rostro, tratando de que su voz no sonara rota por el llanto. Y entró en la cocina, dónde Berenice y Rafael ya comían su desayuno, mientras Dafne y Daniel esperaban a Alexein. - Bajará en un momento.- Aura informó en voz baja y la cabeza gacha, agradeciendo que su voz sonara normal.- Gracias Aura. Puedes tomar asiento y comer tu también.- Dafne le sonrió amable, mientras señalaba una de las sillas vacías. Aura asintió y tomó lugar en la silla indicada. Casandra
- Aura, ten.- Casandra le extendió un sobre.- Gracias.- Aura le sonrió a la mujer.- Te buscaré en unos minutos para que vayamos al centro de la ciudad a buscar tus cosas. No tardaré demasiado así que ve a cambiarte.- Casandra le devolvió la sonrisa antes de darse la vuelta y marcharse.Como si nada ya habían pasado tres meses desde que había abandonado España. Tres meses en los cuáles había podido dormir tranquila, sin miedo. Tres meses en los que su cuerpo se había recuperado por completo y en los que no habían aparecido nuevos moretones. Era fin de mes y Aura cobraba su salario. Estaba muy feliz, pues era bastante bueno y no tenía que depender de nadie. Además, cómo todos los gastos corrieron por cuenta de Dafne durante los primeros tres meses, había logrado reunir dinero suficiente para salir a comprar los materiales que necesitaba para poder comenzar con el diseño de joyas nuevamente. Esta vez no se daría por vencida.Aura salió de la casa principal por la puerta de la cocina