- Aura, ten.- Casandra le extendió un sobre.- Gracias.- Aura le sonrió a la mujer.- Te buscaré en unos minutos para que vayamos al centro de la ciudad a buscar tus cosas. No tardaré demasiado así que ve a cambiarte.- Casandra le devolvió la sonrisa antes de darse la vuelta y marcharse.Como si nada ya habían pasado tres meses desde que había abandonado España. Tres meses en los cuáles había podido dormir tranquila, sin miedo. Tres meses en los que su cuerpo se había recuperado por completo y en los que no habían aparecido nuevos moretones. Era fin de mes y Aura cobraba su salario. Estaba muy feliz, pues era bastante bueno y no tenía que depender de nadie. Además, cómo todos los gastos corrieron por cuenta de Dafne durante los primeros tres meses, había logrado reunir dinero suficiente para salir a comprar los materiales que necesitaba para poder comenzar con el diseño de joyas nuevamente. Esta vez no se daría por vencida.Aura salió de la casa principal por la puerta de la cocina
- Tía... Aquel día iba a preguntarte y espero no ser imprudente, pero, ¿A qué fiesta se refería la señora?.- Aura preguntó curiosa, mientras paseaba a Ariana por el jardín en su pequeña bicicleta.Eran casi las cuatro de la tarde, por lo que Dafne y Daniel no tardarían en volver. Aura había decidido salir al jardín a espabilar un rato, aprovechando que Berenice y Rafael ya habían terminado las tareas y jugaban alegremente con pequeños cubos de lego en la fuente que se encontraba justo frente a ellas.- ¡Oh!.- Casandra, que miraba unas rosas desvió su atención de inmediato.- Se refería al señor Lamprou y a Martha, la abuela de Daniel.Aquella distracción le costó un pinchazo en el dedo con una espina, por lo que no pudo ver el rostro desencajado de la joven.- El señor Lamprou se fue por un año de vacaciones a las islas del Caribe y si no me equivoco, vendrá dentro de dos meses, justo para el lanzamiento de la nueva colección de la empresa. ¡Sólo no se te ocurra decirle algo a Dafne!,
- ¿Has conseguido averiguar algo?.- Daniel preguntó, mientras veía a su esposa e hijos jugar en la piscina.- No mucho. Sólo que por lo visto ha huido de su casa y no quiere que su esposo la encuentre.- Alexein respondió con seriedad, sin revelar detalles.- Perdóname. Sé que para ti está siendo dificil tener que ocultarle cosas a Dafne.- El ojiazul lo miró de soslayo.- Yo... Yo me siento la peor persona del mundo, pero no puedo sólo contar mi parte de la historia. No quiero que quede como la mala del cuento sin siquiera tener la oportunidad de defenderse. Alexein asintió. Comprendía a Daniel.Y es que él sabía lo rencorosa que era Dafne y si se enteraba que Aura era quien había hecho tanto daño a Daniel, seguramente la odiaria y eso no podía permitirlo.No cuando por lo visto aquella chica había sufrido el doble el haber pronunciado aquellas crueles palabras. - Verás que podrán aclararse las cosas.- Alexein puso su mano sobre el hombro de Daniel.- No sé que habrá pasado exactamente
Aura miraba todo con curiosidad, asombro, pero más que todo con alegría. Por fin había logrado terminar aquel relicario.Había trabajado en él durante los fines de semana y por las noches, tratando de acabarlo en dos meses. Ese sería su regalo para Alexein, sólo esperaba que le gustara.Flashback- ¿Para qué quieres entrar a esa tienda tía?, Sólo venden cosas para hombres.- Preguntó Aura intrigada.- Dentro de dos meses exactos es el cumpleaños de Alexein y como no sé si podré salir nuevamente como hoy, se lo compraré ahora.- Ambas ingresaron al lugar.Aura miró a Casandra sorprendida, pues no tenía ni la más mínima idea de que ya pronto sería el cumpleaños del ojigris.- Dafne siempre hace algo especial para su cumpleaños, aunque él casi nunca está de acuerdo. Alexein tuvo una vida un poco difícil y su cumpleaños no es algo que le agrade celebrar, más sin embargo, siempre procuramos recordarle lo importante que es para nosotros.- Casandra le explicó brevemente mientras miraba unos r
- ¿Qué haces pequeña?.- Alexein preguntó curioso.- Espero a Rafael. Dijo que me enseñará a andar en bicicleta.- Berenice respondió emocionada.- ¿Puedo sentarme aquí?.- El ojigris preguntó dudoso, pues aunque ya había logrado que la niña ya no le tuviese miedo, esta aún mostraba desconfianza.La pequeña simplemente se limitó a asentir, mientras se movía más a la esquina de la banca de madera en la que se encontraba sentada, para darle espacio al hombre.Alexein tomó asiento y se quedó junto a ella en silencio.Había tratado de acercarse a la pequeña con cautela, tratando de obtener información sobre el pasado de la castaña, pero la niña era mucho más inteligente de lo que parecía y había sospechado de sus intenciones, eso aunado a que sentía hacia él cierto rencor por lo del aeropuerto.Además, no dudó en atar cabos y a sospechar que él había provocado que su madre llorara días atrás, por lo que lo poco que había conseguido acercarse, se vió en peligro, pues no dudó en mostrar su des
- ¡Convoca a una reunión con las altas gerencias en este mismo instante!. Ahora sabran que con Dafne Lamprou nadie juega y mucho menos permito que me vean la cara de imbécil.- La rubia se puso en pie furiosa, decidida a hacer pagar el precio a todos los involucrados. - Enseguida señora Lamprou.- La secretaria asintió de inmediato, antes de salir espantada para evitar que la rubia descargara en ella su ira.Al cerrarse la puerta, tanto Daniel como Alexein miraron a la mujer que parecía toro embravecido. Sus ojos verdes lanzaban chispas de furia y su rostro estaba contraído en cólera. - No sabemos exactamente de dónde viene la información. Simplemente dejaron esa nota en la oficina, pero puede ser cierto. De hecho, eso explicaría el por qué el área de diseño en joyería está estancada.- Daniel se puso en pie, no menos furioso que su esposa, pero sí un poco más en control. - Si realmente alguien de diseño ha estado plagiando el trabajo de alguien más, estaremos en serios problemas como
El aire se encontraba demasiado cálido para Alexein, aunque bastante soportable a días anteriores.Alexein leía una pila de documentos que la secretaria de Dafne le había dejado en su oficina. Cuándo el grupo Lamprou enfrentó problemas económicos debido a sabotajes internos, el aportó todos sus ahorros como capital, convirtiéndose en accionista y jefe del departamento de seguridad de la empresa. Era especialista en informática e ingeniería en sistemas operativos. Un título que le había costado lágrimas de sangre, por lo que no le molestaba trabajar más de la cuenta en absoluto. Además, el trabajo mantenía su mente ocupada. Escuchó dos toques en la puerta de su oficina y cómo ya era costumbre, Daniel ingresó y se sentó frente a él con una cara de cansancio y frustración que lo hizo dejar de lado lo que hacía y darle su entera atención. - ¡Esto es un fiasco!.- Daniel le lanzó una carpeta en el escritorio. Alexein tomó los documentos en sus manos y empezó a revisarlos detenidamente.
Aura estaba nerviosa. Había buscado el mejor atuendo para usar ese día y estaba segura que había fracasado. Sólo tenía jeans y sudaderas anchas, zapatos deportivos y suéteres. Dafne le había enviado algunos trajes, sabiendo que Aura probablemente no contaba con uno, pero era imposible para la chica usarlos.No quería que nadie viera su cuerpo cubierto de cicatrices. Por último se decantó por un jeans negro que Dafne había enviado en la caja y una blusa manga larga ceñida a su cuerpo, pero de mangas sueltas, cuyo color azul ya había teñido sus ojos. También usó zapatos de tacón, ya que tenía un par y los nuevos pendientes que había creado apenas consiguió el tiempo y los materiales. - Lo harás bien mami, no estés tan nerviosa.- Berenice abrazó a la castaña. Aura asintió sonriente, pues parecía que debido a los nervios y la alegría se había quedado sin voz.Estaban sentadas en un pequeño banco en el jardín, junto a una hermosa fuente. Dafne le había dicho que ella se encargaría de lo