Silencio. Un silencio total y completo reinaba en aquel lugar, creando un ambiente propicio para lo que estaba a punto de suceder.
Entró con paso firme, el sonido tenue de sus viejos tenis blancos apenas audible en el espacio. Cada paso que daba lo llevaba más adentro, hacia ese lugar donde confiaba en que todos lo escucharían.
Sus manos, curtidas por trabajos que en el fondo sabía que nunca debería haber hecho, rozaban las sillas de cedro a medida que avanzaba. Su mano derecha, algo áspera, tocaba la madera, creando un suave murmullo que se unía al de sus pasos. Caminaba hacia el frente, hacia un espacio que contrastaba con su apariencia: los colores, el estilo y la iluminación del lugar eran totalmente opuestos a la ropa gastada que llevaba puesta, compuesta por jeans azules desgarrados y una camisa blanca desgastada. Sus ojos, de un verde esmeralda frío, también parecían chocar con el ambiente cálido y lleno de luz que lo rodeaba, como si su propia luz interior fuera diferente.
Lo sentía, lo percibía de esa manera, como si la única similitud con la luz que lo rodeaba fuera la tez blanca de su piel, similar a las paredes y pilares altos de lo que ahora sabía que era "The Last Night", la iglesia central de Londres.
Realizó una genuflexión al llegar, haciendo la señal de la cruz frente a la imagen antes de arrodillarse sobre la colcha del reclinatorio. Sus manos descansaron sobre la parte superior del mismo durante unos segundos, antes de retirarlas y soltar un suspiro al contemplar la imagen durante otro breve instante. Luego, dirigió su mirada esmeralda hacia su propio pecho, sosteniendo con su mano derecha una medalla de plata de la Virgen María. Finalmente, sin soltar la medalla, volvió a mirar a la imagen y habló.
— Por fin pude acercarme a Dalia Hiddleston, y fue gracias a usted. Ahora sé por qué mi padre se enamoró de ella: es hermosa, elegante y los años no han desvanecido su encanto. Tan amable y buena persona como parece, pero sé que por dentro, es una rata asquerosa.
— ¿Champagne? — Se acercó, tras haber permanecido un largo tiempo en segundo plano, observando cuidadosamente el momento perfecto para aproximarse. La había visto tan confiada, tan impecable en su atuendo deportivo, destacándose entre los demás de su clase mientras jugaba al golf con tiros perfectos y cosechaba aplausos a su alrededor. Aprovechó ese momento con la misma audacia que cuando se infiltró en ese entorno campestre con carpas circundantes, disfrazándose como un camarero más del lugar. Se esmeró en parecer uno de ellos, pero aún más en llamar la atención. Su cabello blanco — Que en otras ocasiones lo tenía de color rojo como la misma sangre — como las nubes sobre él, estaba perfectamente peinado hacia atrás. Su rostro lucía fresco, con un brillo sutil en los labios y una expresión fingida de amabilidad, servicio y respeto. Vestía una camisa blanca de manga larga, pantalones de vestir negros que se ceñían a sus piernas, un chaleco negro de tres botones con una bolsa en la parte frontal derecha y una corbata de moño negra que hacía juego con sus relucientes zapatos negros. Se veía como todos los demás, pero destacaba de manera deslumbrante, especialmente por su sonrisa patentada cuando tomó una copa de la bandeja de plata que sostenía, ofreciéndosela a la mujer que había deseado tener frente a sí durante tanto tiempo...
La misma copa que la mujer contempló antes de decir:
— Claro, muy amable... — Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, al igual que la copa cuando, sin previo aviso, un hombre vestido con elegancia deportiva, pero sin perder su encanto ni el brillo de las canas en su cabello castaño, se acercó a ella con una sonrisa que no necesitaba más palabras.
— Hola... — Murmuró él con esa sonrisa aún en su rostro, pasando junto al hombre de mirada esmeralda como si fuera invisible, hasta llegar a la mujer más alta, quien lo recibió con una sonrisa.
— Hola, cariño...
— ¿Cómo estás?
— Estoy maravillosamente, mi vida — respondió ella, depositando un beso casto en los labios de él y acariciando sus mejillas morenas con ambas manos. — ¿Y tú? ¿Cómo estás?
— Estoy excelente, corazón.
— Me alegra oírlo — le sonrió. — ¿Deseas algo? ¿Quieres una copa de champagne? — preguntó, mientras ambos observaban la bandeja que el hombre de mirada esmeralda sostenía.
El hombre negó y dijo:
— No, cariño, gracias. Tengo que estar con Chris más tarde.
— Pero solo una copa, por favor...
— No puedo, amor...
— Bueno, entonces, lleva a Alexandra contigo.
— ¿Estás segura?
— Sí.
— ¿Trajiste tu coche?
— Sí.
— ¿En serio?
— Sí, tengo mi coche — le dijo, y el hombre le dio un breve beso. — Te veré allá en un rato. Avísame cuando llegues.
— Pero no te demores.
— No, no lo haré.
— Bien, eso suena perfecto — dijo ella, sosteniendo una de sus manos. — El evento fue un éxito, te felicito.
Él le sonrió, mostrando su dentadura intacta.
— Gracias, cariño.
— De nada, nos vemos después — dijo ella, dándole otro beso entre risas antes de retirarse.
Cuando el hombre se alejó, ella volvió su mirada al mesero que estaba allí y, con cierta vergüenza, dijo:
— Ay, perdón — hizo una breve pausa y, entre una sonrisa, tomó la copa de champagne que el hombre de mirada esmeralda le ofrecía. — Muchas gracias.
— ¿Algo más? — preguntó él con una sonrisa.
La mujer respondió sin mirarlo directamente a los ojos antes de continuar su camino hacia algún lugar del campamento:
— No, gracias.
— Un placer... — le sonrió mientras ella se alejaba, antes de desvanecerse como la espuma una vez que ella ya no estaba.
— Fue la primera vez que estuve tan cerca de ella... Y no fue solo para verla, sino para sentir cómo el odio me inundaba...
El hombre se dio la vuelta con la bandeja en la mano, con las copas aún en ella, y miró hacia el fondo de una de las carpas. Allí estaba ella, ahora con gafas de sol negras que ocultaban sus ojos, caminando lentamente. Sus miradas se cruzaron. Él, con esos ojos de esmeralda, le sonrió desde la distancia. Ella no respondió con una sonrisa, solo sonrió hasta que volvió a sellar sus labios en negro.
— Sentí ganas de gritarle en la cara: ¡Maldita, ¿sabes que mi padre murió por tu culpa?!
Flashback:
Carritos de juguete de segunda mano, esparcidos por el desgastado suelo de aquella casa, pasaron a un segundo plano cuando se escuchó el corto estruendo de uno de ellos. El niño de ojos esmeralda los dejó caer y corrió hacia la ventana rota del patio. Apoyó sus pequeñas manos en ella, con una expresión de terror, angustia y desesperación cuando vio lo que vio, hasta que solo pudo gritar sin saber qué más hacer:
— ¡Papá, papito!
Su padre, la luz de sus ojos, quedó suspendido como un columpio que ya nunca oscilaría, como si nada.
Una imagen que jamás olvidaría, como nunca olvidaría... La risa para ocultar el llanto que se aproximaba de la mujer que, hasta hoy, lo sigue velando a su manera...
Fin del flashback.
— Ella no tiene ni la menor idea... — Su mirada se posaba en la imagen de la Virgen María mientras continuaba hablando en el silencioso altar —. Y cuando finalmente se dé cuenta, será demasiado tarde...En ese preciso momento, varios Cadillac rojos y negros se encontraban ocultos, discretos, testigos de lo que estaba por ocurrir. Al otro lado de la amplia área de campamento, se encontraba ella, junto a un empleado del lugar, recogiendo todos los palos de golf que habían utilizado con tanto desenfado momentos antes. Con sus elegantes lentes de sol, ella ayudaba al joven a cargar todo en la parte trasera de su impresionante auto rojo.— Mil gracias, ten. — dijo ella, extendiendo su mano derecha con un billete en ella, el cual el joven recibió con un gesto de asentimiento antes de retirarse. — Muy amable.— Con gusto. — Le respondió el joven desde la distancia, y todo volvió a sumirse en un silencio tenso.La mujer dio la vuelta al auto, lo puso en marcha y, en ese preciso instante, algo
Las Carreras de Motos, o bien el motociclismo, como habitualmente se le llama a esta disciplina, se ha dado a conocer como uno de los grandes eventos que actualmente existen, ya que este hace uso de las motocicletas deportivas o de sus diversas modalidades que se comercializan para estos eventos. Lo cierto es que una carrera de motos consta de ser un evento el cual consiste de los recorridos a ciertas distancias, es decir, que van de un lugar hacia otro en el menor tiempo posible, o bien al recorrer una mayor distancia de acuerdo a un tiempo predefinido, o pasar la distancia en el menor tiempo posible, cualquiera de estos deben ser seguidos de forma correcta por parte de los conductores quienes posteriormente serán premiados si llegan entre los primeros 3 lugares. Y, en este preciso momento, entre la arena, en medio del bullicio de la multitud, bajo las grandes carpas azules, y en la línea recta de motos de variados colores, se dio inicio a la carrera. Una pasión que muchas personas
La carrera había llegado a su fin. Lentamente, las personas se retiraban del lugar, dejando solo la arena atrás. Las motociclistas se habían agrupado en un solo punto, entregando sus motos, cascos y equipo. En ese mismo lugar, dos personas esperaban a la morena, quien se acercaba mientras el otro le preguntaba:— ¿Y? ¿Cómo estás?— ¿Cómo crees que estoy?— Bueno, ¿qué pasó, el embrague? —preguntó la rubia a un lado del trigueño.— Hoy el embrague, mañana los frenos, pasado no sé, cualquier otra cosa —respondió bruscamente mientras arrojaba su mochila a la parte trasera de su auto rojo.— Ay, amor, pero no te pongas así, no fue tu culpa —le dijo el de cabello vino tinto.— ¿De quién fue la culpa entonces? A mí no me importa, fui yo la que perdió, ¡fui yo! —Se señaló a sí misma, con enfado.— Bueno, sí... Pero tampoco es necesario que me hables así —contestó él mientras miraba hacia adelante y jugueteaba con los bordes de su abrigo negro, apoyado en el auto rojo.La morena suspiró al ve
The Mountain es la urbanización privada más lujosa y elegante de Londres, también conocida como el Beverly Hills de la Costa del Sol, debido a las villas más hermosas y el elegante estilo de la comunidad. The Mountain cuenta con servicio de seguridad 24 horas y consiste sobre todo de villas privadas. Propiedades en venta en Mountain tienen una gran demanda por la clientela internacional que busca exclusividad, seguridad y privacidad, mientras que al mismo tiempo están cerca del centro de la ciudad de Mountain, los servicios y la playa. En esta exclusiva urbanización residencial hay dos complejos de apartamentos, El Alfar y Lagos de Sierra. La renombrada escuela internacional Swans se encuentra justo al lado de Sierra y Mountain.En esa urbanización se hallaba viviendo cierta morena desde que tiene uso de razón y la misma que, se hallaba entrando junto al trigueño y a la rubia en el parqueadero —entrada de la misma — en el auto rojo de la rubia. El automóvil se detuvo abruptamente. D
— Mira, mamá, ahora no estoy de humor para uno de tus sermones, así que ahórratelos, por favor. — Entrando al despacho de su madre en el tercer piso, la morena declaró mientras se acercaba a ella. Su madre estaba sentada en una silla giratoria de color negro, detrás de un escritorio de madera de cedro. Estaba tomando un café y habló.— Bueno, pero ¿qué te pasa? Yo solo...— No, mamá, Jess y yo estamos buscando un nuevo patrocinio.— ¿Me estás escuchando? — Le preguntó su madre. — Cálmate, no te voy a dar ningún sermón. Por otro lado, ya sabía lo del patrocinio.— ¿Ah, sí? — preguntó, apoyando sus manos en el escritorio.— Sí.— Qué cosas... ¿Y tú, desde cuándo sabes cosas de mi vida o qué?— Siempre me ha interesado tu vida, aunque no lo creas o te parezca gracioso.— No, no es gracioso, es... sorprendente, más que todo. — Corrigió y se hizo un silencio entre ambos mientras su madre la miraba entreceñida.Un silencio que quedó atrás cuando la mujer, de mirada lapislázuli y apariencia
Era noche cerrada. El cielo estaba oscuro y apenas unas pocas estrellas se asomaban tímidamente entre la contaminación lumínica terrestre. Todo estaba envuelto en un profundo silencio, solo interrumpido por el murmullo de la noche y el susurro de los insectos nocturnos. Sin embargo, dentro de la imponente residencia en esa exclusiva urbanización, resonaban risas alrededor de la majestuosa mesa de cedro donde todos se encontraban, disfrutando de la cena.— Mamá, menos mal que tienes una empresa, porque como comediante no te ganarías la vida —comentó la morena mientras cortaba un trozo de carne de res y lo llevaba a su boca. El resto de los comensales estallaron en risas, incluyendo su esposo trigueño.La madre, entre risas, respondió:— Permíteme, perdona mi falta de talento humorístico. Parece que solo tú tienes un sentido del humor tan refinado como el noruego de tu padre. —Señaló al hombre, quien rio aún más.— Ay, tampoco tanto.— ¿Y qué culpa tengo yo?— En fin, no se te ocurra si
La escena se dividía en dos. En la primera, se encontraba "el de mirar esmeralda", sentado frente a un espejo en su habitación, completamente desnudo, peinando hacia atrás su cabello blanco, similar al color de las paredes de su cuarto. Tenía una expresión pensativa, calculadora, como si estuviera tramando algo, como era característico de lo que solía ocupar su mente. Por otro lado, en el rincón donde se hallaba el altar, Pepper yacía en el suelo junto a un largo papel amarillento con escrituras de oraciones y, lo más destacado, ajos. Arrojó los ajos sobre el papel y luego se persignó, siguiendo su ritual. Las escenas se entrelazaban; en un momento, regresábamos al escenario desnudo de pelinieve y, en el siguiente, volvíamos a estar con Pepper, quien, después de sus plegarias, sintió un repentino frío y el viento entró sin permiso por las ventanas del altar.La brusca intrusión del viento alarmó a Pepper.— Thomas... —susurró y, como movida por un impulso repentino, salió corriendo de
Es una empresa de soluciones de ingeniería y tecnología que brinda servicios de consultoría, interventoría o supervisión y gerencia de proyectos para múltiples sectores.Cuenta con un grupo capaz de aportar al desarrollo de sociedades y países, dando el primer paso en la prestación de soluciones integrales en: Consultoría e ingeniería, construcción de proyectos de energía eléctrica y soluciones tecnológicas.Ópera en el continente americano en: Colombia, Perú, Chile, Brasil, Estados Unidos y Trinidad y Tobago, con proyectos en más de 36 países y buscando siempre el desarrollo de proyectos en cualquier lugar del mundo. Su principal fin es apoyar e impulsar el desarrollo sostenible de infraestructura para sus clientes, mediante el conocimiento, el profesionalismo de todo el equipo, el rigor en el trabajo y la ética de cada integrante en su actuar.Las personas son el fundamento diario que hoy les permite consolidar alrededor de 60 años de historia, aportando al conocimiento técnico del