La invitación

Susan se sintió plena con Miguel, que cada día la hacía sentir deseada, hacia tanto tiempo que no sentía viva, todo para ella era trabajo y más trabajo, desde que se había divorciado hacía más de 6 años, había recorrido varios lugares para obtener un buen empleo.

Pero ninguno la satisfacía, hasta que llegó la oportunidad de mostrar sus conocimientos en este lugar,de inmediato fue contratada. Nunca iba a olvidar la primera vez que vió a Miguel Russell y su socio Nicolás Jeppsen, tan imponentes ese par, pero ella no tenía ojos más que para él de aspecto latino.

Le había gustado desde que lo vió, pero él solo se impresionó por su currículum, entró a trabajar en el hotel, a veces venía dos veces al año, ella cuándo lo veía se le derretía el corazón, pero él solo miraba los libros de finanzas.

Por eso al verlo esa mañana mirándola de esa manera, no pudo resistir coquetear con él y por fin se le había dado él milagro, allí estaban los dos en el departamento, compartiendo una