Ambos tienen una pelea de miradas, a Nelson no le agrada nada lo que está escuchando, él le está cayendo muy mal.—Ella y yo tenemos química y quiero hacer las cosas bien, con el permiso suyo. Para el amor no creo que cuente la edad.—Si quieres hacer las cosas bien, entonces aléjate de ella, no quiero que mi hija sufra tan temprana edad por un estúpido, además ella ya pasó por mucho.—Eso lo sé perfectamente, no quería llegar hasta este extremo, pero no me deja de otra.—¿A qué te refieres con eso? —Nelson lo miro con mucha atención.—Julie está esperando un hijo mío y no voy a renunciar a ellos tan fácilmente.—¡Disculpa! ¿Qué dijiste, que mi hija qué? —Nelson se imaginó que había escuchado mal. Se levanta de su asiento.—Que ella y yo estamos esperando un hijo, estoy dispuesto a responder por ellos, solo quiero que me dé su autorización.Nelson se le acerca con disgusto y agarra a Harold de la corbata y le dio un certero puñetazo en el rostro, haciéndolo caer al suelo, él no preten
Vicky se despidió de él, un poco más tranquila al ver que él no tomara represalias en contra de su esposo. Ahora venía lo más difícil, no sabe cuál será la reacción de Nelson con su hija. Se subió al taxi y el celular le empezó a sonar.—¡Halo!—Vicky ven rápido a tu casa, Nelson se acaba de ir, quiere hablar con su hija seriamente, dijo.—¡Dios santo! Gracias, suegra. ¡Por favor, dese prisa! —le dijo al chofer, su preocupación creció.Al llegar a su casa, descendió del auto, su corazón amenaza con salirse. Se adentró a su casa, cuando entro escucho los gritos de Nelson, corrió hacia donde se escuchaba la plática. Se apresuró a llegar hasta ellos, no quiere que su hija esté sola en este momento.—Porque no me dijiste que ese imbécil se aprovechó de ti.—Padre, las cosas no son de esa manera.—¡Nelson, cálmate, por favor! —intervino Vicky, quien por instinto de madre abrazo a su hija— Deja de gritar, que se te escucha hasta la calle.—No te entrometas, esto es entre mi hija y yo.—Tamb
*HAROLD*Estoy frente a mis suegros, y no puedo creer lo que estoy escuchando, el padre de mi mujer como que es chapado a la antigua, aún existe personas así, la suegra es un poco más tratable, a simple vista se ve que son una linda pareja. Observo que mi mujer está nerviosa, por eso mantengo la calma, no quiero que se altere o preocupe sin necesidad.Ella está discutiendo con su padre, solo fue que mencionara matrimonio, no sé a qué horas los dos están de acuerdo y me dejan como el villano de la película, mi intención es terminar con todo esto y llevármela conmigo. Sus padres se retiran y quedamos solos en la sala.— Es en serio, Julie, ¡Novios!—Por ahí debemos empezar.—Eres mi mujer, no estoy para esos juegos de mano sudada.—¿Qué dices? —ella se pone de pie, le tomo de la mano jalándola hacia mí, pierde el equilibrio y cae en mis piernas.—Digo que te quiero conmigo, no soportaré más estar lejos de ti.—Es que una boda, yo no estoy preparada para dar ese paso todavía.—¡Entonces
Julie se sentó en una de las sillas y me miró a los ojos, como si pensara mucho en lo que me dirá, presiento que no será nada bueno, así que me acomode en mi silla detrás del escritorio. No di mi brazo a torcer le mantuve mi mirada.—Tu enojo no te deja ver la realidad, no sé a qué estás acostumbrado, sin embargo, te diré que soy diferente a las mujeres que has tratado. Cometí el error de acostarme contigo antes del matrimonio, y eso no quiere decir que me faltes el respeto en cualquier sitio, tampoco quiere decir que no siento nada por ti, únicamente quiero que respetes mi decisión.—¿Y cuál es tu decisión? Y hasta ahora me entero de que fui un error.—No lo tomes a mal, —Julie se puso de pie, queriendo abrazarme, me puse de pie para evitarlo, estoy muy molesto con su niñería, me pare frente al ventanal, viendo hacia la calle— Únicamente quiero que pienses con cabeza fría.—Tengo trabajo, saldré toda la mañana. —me harto, esta conversación.Sin más tomé mi saco y las llaves del auto,
Harold quiere creer que no todo está perdido con su mujer, ella lo besa con pasión, eso le alegra mucho, porque creyó que ella lo estaba dejando. La ve a los ojos, sabe que ella está siendo sincera con él, además es la madre de su hijo.—Ven aquí preciosa, sabes que me fascinas, y tus palabras me hieren, soy muy temperamental, lo reconozco y me cuesta ser paciente, pero me pones mi mundo de cabeza.—Solo déjate ayudar, no estás solo, tienes que aprender a escuchar a los demás, no todo mundo está en tu contra.Julie lo jalo al dormitorio, sin antes ver primero hacia la habitación donde jugaba Joel, quien se había quedado dormido en la alfombra. Harold lo tomo en brazos y lo acostó en la cama, dándole un beso en la frente, hay cosas que están fuera del alcance de ciertas personas, pero algo que, si era real que ese hombre ama a ese niño, tomo de la mano a Julie, sacándola de sus pensamientos y la condujo hasta su dormitorio.—Me tienes loco, mujer. No sabes cómo la he pasado de mal sin
En eso tocan la puerta, haciendo que Vicky se asuste, él la abraza más fuerte, para que se calme, siente que los nervios los tiene de punta. Nelson se levanta y abre la puerta con toda normalidad, su mujer no quiere que nadie lo sepa, aun así, que guardara el secreto por los momentos.—¡¡Mamá, mamita como te sientes!! —entra Julie asustada y preocupada por su madre.—Hija, estoy bien, solo fue que no desayune bien. Tuve un leve desmayo.—Me asusté mucho, que te dijo el doctor que era.—Hasta mañana lo sabremos, hija, tu madre y yo iremos a la clínica. —interviene su padre en la plática.—¿Tan grave es? —indago, Julie, muy preocupada.—No cariño, son exámenes de rutina, el doctor sospecha que ha de ser anemia, no más. —le explico Vicky, para tranquilizarla.—¡¡Iré contigo, no estaré tranquila hasta que vea los resultados!!—¡¡No!! —gritaron sus padres al mismo tiempo, dejándola sorprendida por la coordinación que ambos tuvieron.—¿Qué pasa?—Es que queremos que te hagas cargo de la ofi
**JULIE**En el parqueo cuando vamos a tomar los respectivos autos mi padre le da un abrazo a mi madre, ahora estoy más confundida, los miro muy alegres, será que era falsa alarma, ojalá eso sea. No creo que sea lo que he estado meditando, eso espero, quiero que ella este sana.—Que te dijo mi padre en el hospital. —cuestiono a Harold, cuando enciende el auto.—Pronto lo sabrás, no seas tan curiosa, a ellos les toca dar la noticia.—¡Que noticia, no me asustes! Acaso es algo malo.—Mujer, eres muy intensa, tranquila, todo está bien, quien me preocupa, eres tú con esa gastritis, de ahora en adelante me encargaré que comas bien. Nunca más te saltarás una comida, te quiero, sana y a mi bebe también.—No es para tanto, lo importante que nuestro hijo está bien.—¡Qué bonito se escuchó eso!—¿El qué?—Como lo dijiste “nuestro hijo”—Es nuestro hijo, tontito. Me haces sonrojar con lo que dices.—Quiero que estemos juntos, amor. —otra vez con eso. —Ya lo hablamos, cariño, no quiero pelear co
*HAROLD*Salió del ascensor y se fue velozmente hacia su auto, me quede viéndola, no sé qué hice mal esta vez, me cuesta comprenderla, juraría que parecía celosa, pero ni que me hubiera estado besando con mi amiga. Con Leticia y Azucena éramos bien unidos, ellas son como mis hermanas, aunque perdí a una de ella, no le veo nada de malo, la cercanía que tengo con una vieja amiga.—¿Quién era la chiquilla? —me pregunta Azucena al llegar al piso nuevamente, ella está recostada en la puerta.—Mi novia. —por no decirle mi mujer, no quiero malos entendidos con Julie, después.—Tú que… No puede ser, eso no te lo puedo creer, bueno, lo de Leticia es pasable, ¡¡pero esa niña!!, no, sinceramente tienes problemas, te llevaré al doctor, vas de mal en peor.—¡Que tiene de malo! Ella es linda y me quiere mucho, yo también la amo.—Todo, es que acaso no vez, esa es una chiquilla, no está a tu altura, no duraras con ella, ya verás porque te lo digo, eres un hombre de alto rango, tú necesitas una mujer