Julie se sentó en una de las sillas y me miró a los ojos, como si pensara mucho en lo que me dirá, presiento que no será nada bueno, así que me acomode en mi silla detrás del escritorio. No di mi brazo a torcer le mantuve mi mirada.—Tu enojo no te deja ver la realidad, no sé a qué estás acostumbrado, sin embargo, te diré que soy diferente a las mujeres que has tratado. Cometí el error de acostarme contigo antes del matrimonio, y eso no quiere decir que me faltes el respeto en cualquier sitio, tampoco quiere decir que no siento nada por ti, únicamente quiero que respetes mi decisión.—¿Y cuál es tu decisión? Y hasta ahora me entero de que fui un error.—No lo tomes a mal, —Julie se puso de pie, queriendo abrazarme, me puse de pie para evitarlo, estoy muy molesto con su niñería, me pare frente al ventanal, viendo hacia la calle— Únicamente quiero que pienses con cabeza fría.—Tengo trabajo, saldré toda la mañana. —me harto, esta conversación.Sin más tomé mi saco y las llaves del auto,
Harold quiere creer que no todo está perdido con su mujer, ella lo besa con pasión, eso le alegra mucho, porque creyó que ella lo estaba dejando. La ve a los ojos, sabe que ella está siendo sincera con él, además es la madre de su hijo.—Ven aquí preciosa, sabes que me fascinas, y tus palabras me hieren, soy muy temperamental, lo reconozco y me cuesta ser paciente, pero me pones mi mundo de cabeza.—Solo déjate ayudar, no estás solo, tienes que aprender a escuchar a los demás, no todo mundo está en tu contra.Julie lo jalo al dormitorio, sin antes ver primero hacia la habitación donde jugaba Joel, quien se había quedado dormido en la alfombra. Harold lo tomo en brazos y lo acostó en la cama, dándole un beso en la frente, hay cosas que están fuera del alcance de ciertas personas, pero algo que, si era real que ese hombre ama a ese niño, tomo de la mano a Julie, sacándola de sus pensamientos y la condujo hasta su dormitorio.—Me tienes loco, mujer. No sabes cómo la he pasado de mal sin
En eso tocan la puerta, haciendo que Vicky se asuste, él la abraza más fuerte, para que se calme, siente que los nervios los tiene de punta. Nelson se levanta y abre la puerta con toda normalidad, su mujer no quiere que nadie lo sepa, aun así, que guardara el secreto por los momentos.—¡¡Mamá, mamita como te sientes!! —entra Julie asustada y preocupada por su madre.—Hija, estoy bien, solo fue que no desayune bien. Tuve un leve desmayo.—Me asusté mucho, que te dijo el doctor que era.—Hasta mañana lo sabremos, hija, tu madre y yo iremos a la clínica. —interviene su padre en la plática.—¿Tan grave es? —indago, Julie, muy preocupada.—No cariño, son exámenes de rutina, el doctor sospecha que ha de ser anemia, no más. —le explico Vicky, para tranquilizarla.—¡¡Iré contigo, no estaré tranquila hasta que vea los resultados!!—¡¡No!! —gritaron sus padres al mismo tiempo, dejándola sorprendida por la coordinación que ambos tuvieron.—¿Qué pasa?—Es que queremos que te hagas cargo de la ofi
**JULIE**En el parqueo cuando vamos a tomar los respectivos autos mi padre le da un abrazo a mi madre, ahora estoy más confundida, los miro muy alegres, será que era falsa alarma, ojalá eso sea. No creo que sea lo que he estado meditando, eso espero, quiero que ella este sana.—Que te dijo mi padre en el hospital. —cuestiono a Harold, cuando enciende el auto.—Pronto lo sabrás, no seas tan curiosa, a ellos les toca dar la noticia.—¡Que noticia, no me asustes! Acaso es algo malo.—Mujer, eres muy intensa, tranquila, todo está bien, quien me preocupa, eres tú con esa gastritis, de ahora en adelante me encargaré que comas bien. Nunca más te saltarás una comida, te quiero, sana y a mi bebe también.—No es para tanto, lo importante que nuestro hijo está bien.—¡Qué bonito se escuchó eso!—¿El qué?—Como lo dijiste “nuestro hijo”—Es nuestro hijo, tontito. Me haces sonrojar con lo que dices.—Quiero que estemos juntos, amor. —otra vez con eso. —Ya lo hablamos, cariño, no quiero pelear co
*HAROLD*Salió del ascensor y se fue velozmente hacia su auto, me quede viéndola, no sé qué hice mal esta vez, me cuesta comprenderla, juraría que parecía celosa, pero ni que me hubiera estado besando con mi amiga. Con Leticia y Azucena éramos bien unidos, ellas son como mis hermanas, aunque perdí a una de ella, no le veo nada de malo, la cercanía que tengo con una vieja amiga.—¿Quién era la chiquilla? —me pregunta Azucena al llegar al piso nuevamente, ella está recostada en la puerta.—Mi novia. —por no decirle mi mujer, no quiero malos entendidos con Julie, después.—Tú que… No puede ser, eso no te lo puedo creer, bueno, lo de Leticia es pasable, ¡¡pero esa niña!!, no, sinceramente tienes problemas, te llevaré al doctor, vas de mal en peor.—¡Que tiene de malo! Ella es linda y me quiere mucho, yo también la amo.—Todo, es que acaso no vez, esa es una chiquilla, no está a tu altura, no duraras con ella, ya verás porque te lo digo, eres un hombre de alto rango, tú necesitas una mujer
Mi cabello en ondas cubre mi rostro, ellos entran sonriendo, miro que él es amable con ella y muy caballeroso, ella se guinda del brazo de él, eso me pone muy triste, hace que me imagine cosas y mi mente vuele, ella recuesta su cabeza en el hombro de él, ya que son casi del mismo tamaño. Me siento la mujer más tonta que puede haber, no sé por qué me estoy ocultando, me dan ganas de empujarlo para que se dé cuenta de mi presencia, pero en vez de hacer eso me quedo inmóvil.—En que piso nos toca trabajar, cariño. Te diré que estoy muy emocionada de estar contigo de nuevo. —escucho que le dice ella a él, yo casi soy invisible, los dos están en una especie de burbuja que ignoran mi presencia.—El tercer piso, Samy te enseñará tu oficina de trabajo. Siéntete cómo en tu casa, siempre cuenta conmigo para lo que sea.—No, no, no, yo me mudaré a tu oficina, ahí le pediré que me ponga mis cosas, sabes que mi trabajo es contigo y entre más cerca estamos es mejor, ¿no te parece?—En parte tienes
*HAROLD*Esta mañana estuve poniendo al día a Azucena, se nota que es muy inteligente para los negocios. Salgo de la oficina para traer unas tazas de café. Mi mirada la recorre toda. Se ve bien linda con ese vestido. Sin embargo, no pude. Bisbisándome al oído que había un gran problema, eso me preocupo, porque ahora que la señora Vicky no está en la empresa, no quiero tener que recurrir a ella y peor en su estado.—¿Cuál es la emergencia, que no podías esperar?—¡Es algo que tienes que ver con tus propios ojos! —agarré el folder que me entrega, en efecto es un grave problema.—¡Este es un inconveniente!, lo contactaré de inmediato.Inmediatamente, me comunico con el cliente quién se queja de ser estafado, ya que la propuesta decía un precio y al llegar el cobro fue uno diferente, ¡No sé qué demonios pasó! Me disculpé y le di mi palabra que investigaría el caso, él dijo que confiara en mi palabra, después de terminar la llamada, salgo al pasillo y miro la secretaria de Julie. Le pregun
*HAROLD*Soy un completo idiota, como pude hacer tantas pendejadas a la mujer que amo con todo mi corazón, la verdad que ella tiene toda la razón, no tengo ni palabras como defenderme. Pero ahora, si me toca rogarle, lo haré.—¡Lo siento! Te amo mucho, no me di cuenta de que te hacía daño, te juro por nuestro hijo que tú eres la única mujer que me complementa, jamás te dejaré ir de mi lado.—Ella me dijo que me apartara, al parecer está enamorada de ti.—Pero yo te amo a ti, ella únicamente es una amiga de infancia, nada más, mírame cariño, te digo la verdad, tú eres mi mundo, por ti soy capaz de todo.—¡Me lo juras! Es que tú me has ignorado desde que esa mujer llego.—Tienes toda la razón, amor, creo que todo esto es un malentendido, y tú que tienes con ese tipo que te trajo a casa.—Es hijo del cliente, nuestro nuevo cliente ¿lo recuerdas?, él fue amable conmigo, después de qué esa mujer me dijo esas cosas en el baño me sentí mal.—¡¿Qué cosas, te gusta él?!—Qué tonteras dices, ap