Entonces, veo que Dylan se aparece en la escena, como si quisiera de alguna manera tomar a Henry Clarkson, para salvar a su hermana, pero es cuando él empieza a retroceder con Chelsea tomada por el cuello y con los brazos bien agarrados, de tal manera que la tiene totalmente inmovilizada.―Créeme, Henry, que no vale la pena lo que estás haciendo, más bien, serénate, que nadie está conspirando en tu contra― le dice mi marido, pero tal parece que Clarkson está algo ebrio, y que su borrachera lo único que está haciendo es confundirlo todavía más.―Sé que todo este paseo y que Dylan anunciara tan abiertamente su intención de salir de viaje fue una provocación para que yo viniera y entonces ustedes presentaran a Chelsea―señala, desvariando como nunca pensé que un hombre tan centrado y de cabeza fría como él pudiera hacerlo.―Pues, a mi no me importa, Henry, porque eres un traidor a tu mejor amigo, uno que confió en ti a tal punto en que eran socios en ambas empresas―le indica esta vez Chel
Pero es Martínez quien se abalanza sobre él y lo mantiene en el suelo, inmovilizándolo de pies y manos.― ¡Quieto ahí! ―le dice, mientras lo levanta y entonces, mira a todos a su alrededor―pero ¿qué esperan? ―les indican a Dylan y a sus hermanos, quienes lo miran con el ceño fruncido―consigan una soga―les pide y ellos lo miran extrañado.―Pero, si eres policía y deberías tener unas esposas o algo así―le comenta Neil, que hasta ese momento estaba callado, como si no quisiera que nada de lo que ha visto y oído le afectara, sin embargo, ahora que todo ha pasado, creo que le volvió la valentía.―Sí, soy un policía, pero se suponía que me habían traído a pasar unas pequeñas vacaciones, ¿o no era así? ―le responde y pone los ojos en blanco― ¿y entonces, en dónde está la soga? ―les pide nuevamente y como ninguno de ellos está para reaccionar rápido por toda la impresión que deben tener, yo me apresuro a bajar de mi balcón y le llevo la manguera del jardín, que es lo único que asumo puede sup
Nos ha tomado un mes entero a Dylan y a mí preparar todo para este viaje, uno que me pondrá en paz con mi pasado, solamente para ver mi futuro con mejores ojos, al lado de mi recién encontrada familia.Es que Dylan ha estado ocupado atendiendo el tema de la compra de las acciones de los Clarkson, quienes pidieron que el nombre del consorcio fuera cambiado y, desde luego, los hermanos Pemberton estuvieron de acuerdo, así que ahora se llama simplemente, el consorcio Pemberton.Chelsea ha tomado un papel protagónico en todo lo referente a la administración de la villa, la cual ya no es tan exclusiva, sin embargo, sigue manejándose como una pequeña ciudad privada, pero se ha diversificado a un público exclusivo y hasta se ha planificado colocar varios hoteles de cadenas muy reconocidas a nivel mundial, además de algunas atracciones turísticas y parques de juegos.Pero, por supuesto, todo eso está en los planos y hay que esperar a que inicien las obras.En cuanto a Martínez y mi salida del
~~~ Un año después. Valery. ―A ver, como está la bebé―dice Maggie de manera juguetona, cuando carga entre sus brazos a mi pequeña Valery, quien tiene a penas dos meses de nacida. Puedo decir con mucho orgullo que ya llevo dos hijos, mi pequeño Curtis Dylan (el Dylan fue por mucha insistencia de su padre), y mi pequeña Valery Andrea (el Andrea es por un nombre que vi en una novela y se me quedó grabado), a los cuales amo con todo mi corazón. Tal parece que Dylan puso mucho empeño en nuestro siguiente hijo, justo antes de que se me ocurriera ir al ginecólogo, y es que creo que ella fue concebida en nuestro viaje a Guam, cuando estaba convencida de que no caería en sus brazos. ¡Ja! Pero, qué ilusa fui, porque si hay una cosa que nunca he podido negar es mi amor por él, a pesar de que me creía traicionada. Sin embargo, trataré de tomarme esto de tener hijos con más calma, así que estaré muy al pendiente de esa cita esta vez, y tomaré anticonceptivos al menos un par de años, cuando
ValerySerá mejor que no te encontremos, Valery, si es que aprecias tu vida.Me despierto muy asustada, todavía con la voz de Neil McCain en mi cabeza, y entonces, me doy cuenta de que hay un bebé llorando.― ¿Podrías ir a cubrir mi puesto en el hotel? ―me pide Maggie, angustiada, mientras trata de consolar a su pequeña hija―Eliana está enferma y no puedo ir y tuve que gastarme el dinero de la renta en medicinas, pero esta mañana vino el casero a cobrar y no han pagado―añade toda nerviosa―Amelie no me pagará si mi puesto no es cubierto hoy, así que, ve, ¿quieres?―Pero, es mi día libre―le digo, todavía pasándome la mano por los ojos y ahora la miro y me da pena por ella―está bien, iré―acepto su propuesta y veo el reloj― ¡qué tarde es! ―le digo y me levanto para arreglarme de inmediato.― ¡Apúrate, por favor, antes de que me eche por no ir! ―me suplica y tiene razón, porque nuestra jefa en el hotel, Amelie, es una mujer sin corazón.En cuanto llego al trabajo, voy directo a mi carrito
―Vaya, vaya, Dylan―se mofa del huésped―veo que no pudiste tomar el ferri a la isla.―Y yo pensé que ya estarías allá―le responde el tal Dylan―pero ya te puedes largar, que estoy ocupado―le dice molesto.― ¿Ocupado, como si estuvieras con una mucama en tu cuarto? ―le dice con burla―es que estoy viendo su carrito en el pasillo―añade y ahora sí que mi corazón se quiere salir de mi pecho.―Y eso a ti qué te importa―le espeta todo molesto y escucho sonreír a Neil.―Pues, lo que pasa es que me pareció conocida, eso es todo."Me reconoció", me digo y cierro la puerta aún más, para que no me vea.―Bueno, si vas a saludarla, ve y busca en la oficina de mucamas, no aquí en mi habitación―le sugiere y ahora se me cae el alma al piso, solo de pensar que Neil me vaya a buscar allá. ― ¿Estás seguro de que no está por aquí? ―inquiere todo burlesco―es que, como eres un mujeriego, a lo mejor la tienes en tu habitación y no quieres que lo sepa―le dice con sorna.―Sí, ya sé que has estado hablando acerc
― ¿Casarnos, señor Pemberton? ―le digo sorprendida― ¿no cree que esto es muy exagerado?―Exagerado, pero resuelve tu problema y el mío, de paso―dice con una sonrisa, lo cual me tiene consternada―y no va a ser por amor, que es mejor para ambos.— ¿Mi problema? —le digo, aunque no sé cómo esto va a resolver que Neil me siga buscando.—Cásate conmigo y te ayudaré a legalizar tu situación—indica y pone los ojos en blanco y ahora lo miro sacando una caja de su mesilla de noche.—Pero ¿qué hace? —le digo anonadada—no pretenderá que...—le digo, pero me interrumpe.―Ya tenía esto para hacer mejor el papel, y ahora lo podremos usar en serio―añade y me muestra dos alianzas y quedo pasmada, así que aprovecha el momento, para tratar de medirme un anillo de compromiso, pero lo detengo.—No, señor Pemberton, no haga eso—le digo y retiro mi mano de la suya—y ahora me retiro, porque no he terminado mi trabajo, y ya voy muy retrasada―añado y trato de irme, pero él se coloca delante de mí y casi me cho
Al día siguiente me levanto y me coloco mi mejor vestido, después de todo, una no se casa todos los días, aunque sea de mentira, así que me muevo a toda prisa para ir a la corte, donde debe estar esperándome mi futuro esposo falso. También hago una pequeña maleta con ropa suficiente para pasar el resto de la semana. ― ¿A dónde vas? ―me pregunta Maggie en cuanto me ve―no iras a trabajar así, ¿verdad? ―me dice y me señala de pie a cabeza mi traje, mi mejor vestido de coctel. ―No, hoy no trabajaré―le digo con una sonrisa―alguien me pidió que fuera hasta una isla hasta el domingo y eso es lo que haré. ― ¿A una isla? ¿sabes que eso puede ser peligroso? ―me dice preocupada―ahora siento miedo por ti, no vaya a ser que...―trata de decirme, pero la interrumpo. ―No es nada malo, iré a limpiar una gran mansión por allá, por eso me tomará todo ese tiempo―le aseguro y me voy, para que no me siga preguntando. Unos minutos después, estoy frente al señor Pemberton, quien me ve llegar al juzgado y