Minutos más tarde, de tanto pensar, se me ocurre algo, así que se lo propongo.—Amenázala.Mi hija es tan débil, que nunca aprendió nada con Alejandro, es muy tonta, por lo que sé que podría caer.—¿Cómo? —Muestra interés, en vez de creerme loca.—No sé, utiliza alguna debilidad de ella para que la obligues a hacerlo —me ingenio.—Pues por ahora su debilidad es su hijo —Se cruza de brazos—. No voy a secuestrar a mi sobrino, César ni dejaría acercarme porque sabe que maté a Alejandro y supone que fue adrede.Me impresiona, ¿En dónde carajos me metí? No importa, tal vez es buena imagen para causarle más terror a Isabel.—¿Cómo sabes?—César nunca dejaría de apoyar a su familia a menos que hagamos algo incorrecto —piensa en como actúa su hermano.Yo asiento comprendiendo, no sé si tenga razón, porque no conozco a César, aparte de que hacía llorar a mi hija con sus insultos.—Entonces úsame, llama a mi hija y amenázala con que tienes secuestrada a su madre —propongo.Douglas me mira y par
Isabel.—Todo está bien —me dice, pero yo ando inquieta, no quiero que mi madre quede con traumas.Me acerco a ella y me siento a su lado, ella parece estar incómoda.—¿Cómo fue que te secuestró? ¿Te buscó? ¿Cómo? —le pregunto a ver si puedo ayudarla en algo, aunque sea en desahogo.Ella agacha su rostro y da un suspiro, se toma su tiempo para hablar.—Como no respondías mis llamadas, lo busqué a él, creí que seguían siendo amigos, nunca pensé que iba a hacerme eso, pues se notaba que él te quería como para hacerte daño —me responde.Me siento mal por eso, la abrazo, debí responder alguna de sus llamadas, así podía mantenerla al tanto de lo que pasa.—No te respondí porque pensé que solo querías dinero —me sincero con ella.—Si necesito dinero, pero quería saber cómo estabas tú y mi nieto, no hay nada más importante que eso —me recibe el abraza.No sé porque no le creo, es que no suena sincero, pero bueno, es lo que ella me ha dicho, así que eso es lo que tiene que ser.—Descansa mamá
—César, por favor escúchame, Douglas secuestró a mi madre y me amenazó —digo sin importar que no quiera.Él se da la vuelta y es como dijo, parece que no va a creerme. Aún así, se queda callado por un rato largo, haciendo que su decisión me ponga ansiosa.—Tienes hasta mañana para irte. Duerme en dónde quieras. —dice y sale de la oficina.Yo empiezo a llorar, me siento una tonta, sé que lo hice no estuvo bien, pero estaba siendo amenazada por una pistola y por mi madre, aparte lo que me duele también es que César no me crea y su forma en la me trata, me hace sentir a como él pensaba de mí, que yo era una cualquiera.Ya basta Isabel, ¿Cuándo será el día que aprendas? Toda esta familia no merece nada de ti, César tal vez podría salvarse, lo amo, pero hay obstáculos entre nosotros y esa es su familia, ellos causan mucho dolor.Seco mis lágrimas y trato de tomarme esto de la forma mas fría posible, sujeto la bolsa y salgo de la oficina. Me voy está misma noche, no voy a esperar ningún has
Isabel.Me paralice en cuanto lo vi, creí que estaría dormido mientras me iba. Él solo me ve bajando las escaleras, como si hubiese visto un fantasma.—¿Ya te vas? —dice sin poder creerlo.—Pues querías que me fueras —dije obvia.—Pero puedes hacerlo mañana, Isabel, es tarde, piensa en tu hijo.—Estoy pensando en él, por eso me voy ahora —conteste fría.Duele, pero ya decidí subir ese interruptor y no deseo bajarlo, voy a proteger a mi corazón. Él suelta un suspiro, lo aceptará, no se esforzará para que me quede.—Déjame ayudarte por lo menos —se ofrece y me lo pienso.¿Hay algo de malo que lo haga? Puedo recibir ayuda, lo único que no debo recibir es más humillación y que me ayude con la maleta no es una humillación. Así que permito que lo haga.—César… —escucho una voz reconocida. Hannah sale de la sala y desorbito los ojos, ¿La llamó? Nada dura para siempre supongo, y aunque esto me derriba por dentro, no voy a demostrárselo. Me retracto de que me ayude a llevar mis cosas.—Estas
—Pues no me importa si me usas, César —me confiesa y la veo impresionado—. Así que hazlo, por primera vez en tu vida déjate llevar por la pasión en vez de hacer lo que creas correcto —me suplica aferrándose a mí.Y me lo pienso, creo que ya entiendo aunque fuéramos calenturientos, jamás hice algo por ella que no sea correcto, tal vez sabe que quiero más a Isabel porque me arriesgué a estar con ella, a pesar de que fuera mi cuñada, a pesar de que estaba comprometido, nada me importó de tan solo estar con ella.—Ahora parece que tú vas a abusar de mí —bromeo—. Déjame llevarte a casa Hannah, por favor —insisto y ella suspira, parece que lo aceptará.Ella asiente y busco mis llaves, mientras llevo a Hannah, el ambiente está en silencio, llegó a su casa y la dejo ahí, claro que nos despedimos, aunque fue muy incómodo.***Tomo la fuerza para buscar respuestas, necesito saber que carajos está pasando con mi familia y porque se hallan en tantos secretos, sea lo que estén planeando, me encarg
—¿Qué hiciste? —le pregunté.—Me metí con Nicolle y el bebé que espera es mío, no de Alejandro. Nicolle y yo estábamos despechados porque ella está enamorada de Alejandro y yo de Isabel y ambos estuvimos juntos.—¿Y por qué Alejandro pensó que estaba con Isabel?—Porque fue idea de Nicolle, para que así la dejará, yo sabía que le diría que estaba conmigo, porque Nicolle me lo propuso, al principio pensé… tuve esperanza de que la dejará, pero realmente Alejandro le pegaba.—Mierda, Douglas —me enojo con él.—No creí que la tomara en contra de ella, ¿Por qué no me pegaba a mi? Le dije a Nicolle que dejara de envenenar la mente de Alejandro, pero ya había logrado que Alejandro se fijará en ella solo porque él pensaba que Isabel estaba conmigo, así que Nicolle me ignoro y siguió diciéndole cosas a Alejandro, pero igual no dejaba a Isabel, sin embargo, logro que en el testamento lo dejará a nombre de ella.Niego detenidamente deaaprobando a mi hermano, la única que ganó ahí fue Nicolle, bu
—¿Quiénes van a volver a estar juntos? —escucho la voz de mi hermano.Giro mi rostro y apenas está saliendo de los pasillos que dirige a las habitaciones, él se estaba cerrando los pantalones al salir. Vuelvo a mirar a Nicolle y abro mi boca para contarle lo que me ha dicho, pero Nicolle se me adelanta.—Entre ustedes dos, César parece estar preocupado por la relación entre hermanos —dice ella.—Pues si no vas a cambiarte, nunca solucionaremos las cosas —Ale se cruza de brazos en modo serio.Nicolle se incómoda y se va dejándonos solos. —¿Qué pasa? ¿Viniste a follarte también a Nicolle? —me pregunta y lo veo impresionado.No sé porque eso me sorprende.—No seas idiota —ruedo mis ojos.—Pues te metiste con mi esposa, César, eso sí es ser un idiota —insiste con eso.—Y estas muy dolido con eso, ¿No?—Tengo mi método de como lidiar con ello. ¿A qué has venido? ¿A pedir perdón?—Tu fingiste tu muerte, ¿Por qué diablos iba a pedir perdón? Yo no soy de usar palabrotas, pero desde que cono
Guardo silencio, pensativo, cierro mis ojos, respiro hondo y me levanto.—Ok, pero te advierto que no voy a ser parte de esto —lo señalo con mi dedo.Él solo alza sus manos a la defensiva y me doy la vuelta.—¿No te vas a despedir de tu hermano?—Hasta luego…—Me tratas como si me hubiese follado a tu mujer —insinua.Me doy la vuelta y me lo encuentro en frente, me estaba siguiendo, lo veo muy serio.—Relajate, solo bromeo —se ríe y me palmera el hombro—, aunque si lo piensas bien, si me la follé, aunque fue antes de que fuera tu mujer, de hecho, tu te follaste a la mía —Ladea su rostro y me sonríe.—Respeta Alejandro —me irrito.—¿No puedes confesarlo?Alejandro alza una ceja esperando una respuesta de mi parte, ¿Qué es lo que quiere? Sin embargo, doy un suspiro antes de hablar.—Fue más que eso, creeme que Isabel es de estar con alguien si está muy enamorada, así como yo —le digo.—¿Así como estuvo con Douglas? —me dice enojado.—Douglas la amenazó, secuestró a su madre o eso fingie