Isabel.Me paralice en cuanto lo vi, creí que estaría dormido mientras me iba. Él solo me ve bajando las escaleras, como si hubiese visto un fantasma.—¿Ya te vas? —dice sin poder creerlo.—Pues querías que me fueras —dije obvia.—Pero puedes hacerlo mañana, Isabel, es tarde, piensa en tu hijo.—Estoy pensando en él, por eso me voy ahora —conteste fría.Duele, pero ya decidí subir ese interruptor y no deseo bajarlo, voy a proteger a mi corazón. Él suelta un suspiro, lo aceptará, no se esforzará para que me quede.—Déjame ayudarte por lo menos —se ofrece y me lo pienso.¿Hay algo de malo que lo haga? Puedo recibir ayuda, lo único que no debo recibir es más humillación y que me ayude con la maleta no es una humillación. Así que permito que lo haga.—César… —escucho una voz reconocida. Hannah sale de la sala y desorbito los ojos, ¿La llamó? Nada dura para siempre supongo, y aunque esto me derriba por dentro, no voy a demostrárselo. Me retracto de que me ayude a llevar mis cosas.—Estas
—Pues no me importa si me usas, César —me confiesa y la veo impresionado—. Así que hazlo, por primera vez en tu vida déjate llevar por la pasión en vez de hacer lo que creas correcto —me suplica aferrándose a mí.Y me lo pienso, creo que ya entiendo aunque fuéramos calenturientos, jamás hice algo por ella que no sea correcto, tal vez sabe que quiero más a Isabel porque me arriesgué a estar con ella, a pesar de que fuera mi cuñada, a pesar de que estaba comprometido, nada me importó de tan solo estar con ella.—Ahora parece que tú vas a abusar de mí —bromeo—. Déjame llevarte a casa Hannah, por favor —insisto y ella suspira, parece que lo aceptará.Ella asiente y busco mis llaves, mientras llevo a Hannah, el ambiente está en silencio, llegó a su casa y la dejo ahí, claro que nos despedimos, aunque fue muy incómodo.***Tomo la fuerza para buscar respuestas, necesito saber que carajos está pasando con mi familia y porque se hallan en tantos secretos, sea lo que estén planeando, me encarg
—¿Qué hiciste? —le pregunté.—Me metí con Nicolle y el bebé que espera es mío, no de Alejandro. Nicolle y yo estábamos despechados porque ella está enamorada de Alejandro y yo de Isabel y ambos estuvimos juntos.—¿Y por qué Alejandro pensó que estaba con Isabel?—Porque fue idea de Nicolle, para que así la dejará, yo sabía que le diría que estaba conmigo, porque Nicolle me lo propuso, al principio pensé… tuve esperanza de que la dejará, pero realmente Alejandro le pegaba.—Mierda, Douglas —me enojo con él.—No creí que la tomara en contra de ella, ¿Por qué no me pegaba a mi? Le dije a Nicolle que dejara de envenenar la mente de Alejandro, pero ya había logrado que Alejandro se fijará en ella solo porque él pensaba que Isabel estaba conmigo, así que Nicolle me ignoro y siguió diciéndole cosas a Alejandro, pero igual no dejaba a Isabel, sin embargo, logro que en el testamento lo dejará a nombre de ella.Niego detenidamente deaaprobando a mi hermano, la única que ganó ahí fue Nicolle, bu
—¿Quiénes van a volver a estar juntos? —escucho la voz de mi hermano.Giro mi rostro y apenas está saliendo de los pasillos que dirige a las habitaciones, él se estaba cerrando los pantalones al salir. Vuelvo a mirar a Nicolle y abro mi boca para contarle lo que me ha dicho, pero Nicolle se me adelanta.—Entre ustedes dos, César parece estar preocupado por la relación entre hermanos —dice ella.—Pues si no vas a cambiarte, nunca solucionaremos las cosas —Ale se cruza de brazos en modo serio.Nicolle se incómoda y se va dejándonos solos. —¿Qué pasa? ¿Viniste a follarte también a Nicolle? —me pregunta y lo veo impresionado.No sé porque eso me sorprende.—No seas idiota —ruedo mis ojos.—Pues te metiste con mi esposa, César, eso sí es ser un idiota —insiste con eso.—Y estas muy dolido con eso, ¿No?—Tengo mi método de como lidiar con ello. ¿A qué has venido? ¿A pedir perdón?—Tu fingiste tu muerte, ¿Por qué diablos iba a pedir perdón? Yo no soy de usar palabrotas, pero desde que cono
Guardo silencio, pensativo, cierro mis ojos, respiro hondo y me levanto.—Ok, pero te advierto que no voy a ser parte de esto —lo señalo con mi dedo.Él solo alza sus manos a la defensiva y me doy la vuelta.—¿No te vas a despedir de tu hermano?—Hasta luego…—Me tratas como si me hubiese follado a tu mujer —insinua.Me doy la vuelta y me lo encuentro en frente, me estaba siguiendo, lo veo muy serio.—Relajate, solo bromeo —se ríe y me palmera el hombro—, aunque si lo piensas bien, si me la follé, aunque fue antes de que fuera tu mujer, de hecho, tu te follaste a la mía —Ladea su rostro y me sonríe.—Respeta Alejandro —me irrito.—¿No puedes confesarlo?Alejandro alza una ceja esperando una respuesta de mi parte, ¿Qué es lo que quiere? Sin embargo, doy un suspiro antes de hablar.—Fue más que eso, creeme que Isabel es de estar con alguien si está muy enamorada, así como yo —le digo.—¿Así como estuvo con Douglas? —me dice enojado.—Douglas la amenazó, secuestró a su madre o eso fingie
Sin embargo, permito que me ayude y le entrego al bebé, ella lo mece en sus brazos y poco a poco se calma, ¿Mi bebé estará enojado conmigo o está acostumbrado a otros brazos?—¿Cuándo empiezas a trabajar? —me pregunta mi madre.—No lo sé mamá, sé que necesito el dinero, pero tampoco tengo con quien dejar al niño.—Pues te lo llevas, ¿Qué mas a hacer? —me dice obvia.—¿Y tú? ¿Qué vas a hacer? —le pregunto—. ¿Volverás con Hernán o pasó algo muy grave que sigues conmigo?Frunzo el ceño, pues no confío en ella del todo, es mi madre y aunque ahora se esté portando bien, voy a recordar lo malo que ha hecho, que ha sido la mayoría de cosas buenas.—Cuando estés estable con mi nieto regresaré con Hernán, no puedo dejarlos solos.Aprieto mis labios hacia un lado y asiento.—¿Tienes hambre? Pidamos servicio a la habitación —me ofrece cambiando de tema.—Es muy caro mamá, debo administrar para lo necesario, creo que es más barato comer afuera —le sugiero.—Yo invito —me sonríe para que esté tran
Así que no importa lo que tenga que hacer, esto será una guerra, al terminar de recoger mis cosas, me dirijo a la puerta y encuentro a mi madre en la salida.—Hija por favor, no hagas esto —me pide, pero no tengo alguna expresión hacia ella.—Espero que disfrutes el dinero. —digo en un tono seco.—No podré si no estás conmigo, eres mi hija y…—Pues cómprate una hija o haz lo que quieras que te haga feliz.—Yo soy feliz contigo y mi nieto.Sentí como la mandíbula me tembló, pero respiré hondo para no flaquear.—Si así fuera, no me hubieras hecho daño, ¿O es que te hace feliz que sufra por ti?—No hija, por favor…—¡QUÉ NO SOY TU HIJA!Grité y ella me mira con temor, mi grito logró hasta a asustar a mi hijo, por lo que enseguida empezó a llorar. Mi madre intenta quitármelo de los brazos y yo lo alejo.—Olvídanos, así como olvidaste que era tu hija cuando me vendiste.Como puedo, la hago a un lado, fue sencillo, creo que mis palabras la dejaron sin fuerzas, estoy actuando a base mis sent
—He estado resolviendo algunos asuntos para poder cumplir, aunque se me han ocurrido algunas ideas. —Continúo la conversación.—Perfecto, discutámoslo en mi oficina.Lleva su mano a mi espalda y con un ligero empujón, pero largo, me adentra a su oficina. Cierra la puerta detrás de él y caminamos hasta en el escritorio, él se sienta detrás de este y yo en frente.—Bien, ¿Cuáles son esas ideas? —indaga Samuel.—¿Cuánto anhelas volver a estar en la empresa?—Mucho, ¿por qué? —ladea su rostro, confundido.—Pues porqué ambos sabemos que no va a durar, con lo que sabemos, tarde o temprano la policía lo va a saber, así tengo dos propuestas, las cuales cumpliré por el simple hecho de estar tranquilo. La primera es que nos olvidemos de la empresa que fundaron nuestros abuelos y creemos una nueva, ya que esta está manchada y no pienso ir a prisión por algo que no hice, y la segunda es que te dé la parte mía, la que te compré y la de mi hermano Douglas. —le planteo.Samuel hace un gesto pensativ