—¿Quiénes van a volver a estar juntos? —escucho la voz de mi hermano.Giro mi rostro y apenas está saliendo de los pasillos que dirige a las habitaciones, él se estaba cerrando los pantalones al salir. Vuelvo a mirar a Nicolle y abro mi boca para contarle lo que me ha dicho, pero Nicolle se me adelanta.—Entre ustedes dos, César parece estar preocupado por la relación entre hermanos —dice ella.—Pues si no vas a cambiarte, nunca solucionaremos las cosas —Ale se cruza de brazos en modo serio.Nicolle se incómoda y se va dejándonos solos. —¿Qué pasa? ¿Viniste a follarte también a Nicolle? —me pregunta y lo veo impresionado.No sé porque eso me sorprende.—No seas idiota —ruedo mis ojos.—Pues te metiste con mi esposa, César, eso sí es ser un idiota —insiste con eso.—Y estas muy dolido con eso, ¿No?—Tengo mi método de como lidiar con ello. ¿A qué has venido? ¿A pedir perdón?—Tu fingiste tu muerte, ¿Por qué diablos iba a pedir perdón? Yo no soy de usar palabrotas, pero desde que cono
Guardo silencio, pensativo, cierro mis ojos, respiro hondo y me levanto.—Ok, pero te advierto que no voy a ser parte de esto —lo señalo con mi dedo.Él solo alza sus manos a la defensiva y me doy la vuelta.—¿No te vas a despedir de tu hermano?—Hasta luego…—Me tratas como si me hubiese follado a tu mujer —insinua.Me doy la vuelta y me lo encuentro en frente, me estaba siguiendo, lo veo muy serio.—Relajate, solo bromeo —se ríe y me palmera el hombro—, aunque si lo piensas bien, si me la follé, aunque fue antes de que fuera tu mujer, de hecho, tu te follaste a la mía —Ladea su rostro y me sonríe.—Respeta Alejandro —me irrito.—¿No puedes confesarlo?Alejandro alza una ceja esperando una respuesta de mi parte, ¿Qué es lo que quiere? Sin embargo, doy un suspiro antes de hablar.—Fue más que eso, creeme que Isabel es de estar con alguien si está muy enamorada, así como yo —le digo.—¿Así como estuvo con Douglas? —me dice enojado.—Douglas la amenazó, secuestró a su madre o eso fingie
Sin embargo, permito que me ayude y le entrego al bebé, ella lo mece en sus brazos y poco a poco se calma, ¿Mi bebé estará enojado conmigo o está acostumbrado a otros brazos?—¿Cuándo empiezas a trabajar? —me pregunta mi madre.—No lo sé mamá, sé que necesito el dinero, pero tampoco tengo con quien dejar al niño.—Pues te lo llevas, ¿Qué mas a hacer? —me dice obvia.—¿Y tú? ¿Qué vas a hacer? —le pregunto—. ¿Volverás con Hernán o pasó algo muy grave que sigues conmigo?Frunzo el ceño, pues no confío en ella del todo, es mi madre y aunque ahora se esté portando bien, voy a recordar lo malo que ha hecho, que ha sido la mayoría de cosas buenas.—Cuando estés estable con mi nieto regresaré con Hernán, no puedo dejarlos solos.Aprieto mis labios hacia un lado y asiento.—¿Tienes hambre? Pidamos servicio a la habitación —me ofrece cambiando de tema.—Es muy caro mamá, debo administrar para lo necesario, creo que es más barato comer afuera —le sugiero.—Yo invito —me sonríe para que esté tran
Así que no importa lo que tenga que hacer, esto será una guerra, al terminar de recoger mis cosas, me dirijo a la puerta y encuentro a mi madre en la salida.—Hija por favor, no hagas esto —me pide, pero no tengo alguna expresión hacia ella.—Espero que disfrutes el dinero. —digo en un tono seco.—No podré si no estás conmigo, eres mi hija y…—Pues cómprate una hija o haz lo que quieras que te haga feliz.—Yo soy feliz contigo y mi nieto.Sentí como la mandíbula me tembló, pero respiré hondo para no flaquear.—Si así fuera, no me hubieras hecho daño, ¿O es que te hace feliz que sufra por ti?—No hija, por favor…—¡QUÉ NO SOY TU HIJA!Grité y ella me mira con temor, mi grito logró hasta a asustar a mi hijo, por lo que enseguida empezó a llorar. Mi madre intenta quitármelo de los brazos y yo lo alejo.—Olvídanos, así como olvidaste que era tu hija cuando me vendiste.Como puedo, la hago a un lado, fue sencillo, creo que mis palabras la dejaron sin fuerzas, estoy actuando a base mis sent
—He estado resolviendo algunos asuntos para poder cumplir, aunque se me han ocurrido algunas ideas. —Continúo la conversación.—Perfecto, discutámoslo en mi oficina.Lleva su mano a mi espalda y con un ligero empujón, pero largo, me adentra a su oficina. Cierra la puerta detrás de él y caminamos hasta en el escritorio, él se sienta detrás de este y yo en frente.—Bien, ¿Cuáles son esas ideas? —indaga Samuel.—¿Cuánto anhelas volver a estar en la empresa?—Mucho, ¿por qué? —ladea su rostro, confundido.—Pues porqué ambos sabemos que no va a durar, con lo que sabemos, tarde o temprano la policía lo va a saber, así tengo dos propuestas, las cuales cumpliré por el simple hecho de estar tranquilo. La primera es que nos olvidemos de la empresa que fundaron nuestros abuelos y creemos una nueva, ya que esta está manchada y no pienso ir a prisión por algo que no hice, y la segunda es que te dé la parte mía, la que te compré y la de mi hermano Douglas. —le planteo.Samuel hace un gesto pensativ
—¿Y por eso dijiste lo de hace rato? ¿Dejarla mal para sacrificar?—No la dejé mal, eso fue la verdad y si, estaba sacrificando un secreto para que confíes en mí.—¿Y cómo revelar que me usaron para que obtengas información me hace confiar en ti?—Pues porque si quisiera traicionarte, te ocultará cosas.—¿Y es que acaso pensabas traicionar a Isabel? Porque ella no sabía que la entregaste como bandeja en plata.—No, es que sabía que no iba a hacerlo porque… te ama —se esfuerza en decir lo último y me quedo callado, tengo esperanzas—. Ahora lo que no entiendo que, si fui bastante obvio en decir que yo planeé todo, ¿Por qué le dijiste lo de Douglas? Estaba claro que ibas a herirla más que a mí.Trato de pensar rápido, ¿qué puedo decirle? Ni yo puedo comprender el porqué, sé que fue impulso, pero también tengo una razón.—No la quiero en estos negocios, por lo que es más fácil alejarla que hacer que ella se aleje…—Entendido, entonces como primera muestra para que confíes en mí, te asegur
Aun no sé lo que pueda pasar, prefiero prevenir que lamentar.—Y yo quiero divorciarme antes de tener una vida contigo…—De acuerdo, entonces resolvamos nuestros asuntos para estar juntos, ¿te parece? —le propongo y ella asiente.Nos separamos totalmente y nos aseguramos de que nos mantendremos al tanto. Cada quien toma por su lado y cuando entro a mi auto cubro mi rostro para evitar una sonrisa, esa mujer hace que me contradiga, se supone que iba a alejarla, pero también quiero estar con ella, al menos no estará involucrada en lo que haré o eso creo.Niego mi cabeza con una sonrisa, ella es mi meta, mi motivación, ya nos puedo imaginar tranquilos y juntos. Enciendo mi auto y acelero dirigiéndome a la empresa, estaciono el auto frente al edificio y dejo que un valet se lo lleve a mi puesto.Entro al edificio y camino hacia el ascensor, para comenzar, necesito revisar que mi firma no esté involucrada. Al entrar a mi oficina encuentro a mi padre esperándome en el escritorio, en mi silla
—Tal vez eso es lo que le faltan, mano dura, nadie nunca aprende hasta que llegue a fondo, por ejemplo, Alejandro dice que cambio cuando en sus ojos vio pasar la muerte.—De ser así, no hubiese planeado meter preso a tú hermano.Asiento, volviendo a darle la razón.—¿Alguna vez creíste en mí?—Lo importante es lo que tú creas de ti, César, porque si te pones a pensar lo que los demás piensen de ti, nunca crecerás como quieres hacerlo.—Qué bueno saber que estoy solo —Ruedo mis ojos.—No es eso, solo que no quiero que te frenes. Así que dime, ¿Qué lo que tienes planeado hacer?¿Debería contarle? Es mi padre y sé que tienes sus asuntos que no comparto, pero ¿Y si necesito su ayuda? ¿puedo confiar en él? Isabel no está de por medio.Camino hacia mi escritorio y me siento, como ha quedado a espaldas de mí, se da la vuelta y apoya sus manos en el escritorio para intimidarme, lo conozco, es el mismo gesto que hace siempre para conseguir lo que quiere.—No quiero estar en cosas ilegales.—¿Y