Aun no sé lo que pueda pasar, prefiero prevenir que lamentar.—Y yo quiero divorciarme antes de tener una vida contigo…—De acuerdo, entonces resolvamos nuestros asuntos para estar juntos, ¿te parece? —le propongo y ella asiente.Nos separamos totalmente y nos aseguramos de que nos mantendremos al tanto. Cada quien toma por su lado y cuando entro a mi auto cubro mi rostro para evitar una sonrisa, esa mujer hace que me contradiga, se supone que iba a alejarla, pero también quiero estar con ella, al menos no estará involucrada en lo que haré o eso creo.Niego mi cabeza con una sonrisa, ella es mi meta, mi motivación, ya nos puedo imaginar tranquilos y juntos. Enciendo mi auto y acelero dirigiéndome a la empresa, estaciono el auto frente al edificio y dejo que un valet se lo lleve a mi puesto.Entro al edificio y camino hacia el ascensor, para comenzar, necesito revisar que mi firma no esté involucrada. Al entrar a mi oficina encuentro a mi padre esperándome en el escritorio, en mi silla
—Tal vez eso es lo que le faltan, mano dura, nadie nunca aprende hasta que llegue a fondo, por ejemplo, Alejandro dice que cambio cuando en sus ojos vio pasar la muerte.—De ser así, no hubiese planeado meter preso a tú hermano.Asiento, volviendo a darle la razón.—¿Alguna vez creíste en mí?—Lo importante es lo que tú creas de ti, César, porque si te pones a pensar lo que los demás piensen de ti, nunca crecerás como quieres hacerlo.—Qué bueno saber que estoy solo —Ruedo mis ojos.—No es eso, solo que no quiero que te frenes. Así que dime, ¿Qué lo que tienes planeado hacer?¿Debería contarle? Es mi padre y sé que tienes sus asuntos que no comparto, pero ¿Y si necesito su ayuda? ¿puedo confiar en él? Isabel no está de por medio.Camino hacia mi escritorio y me siento, como ha quedado a espaldas de mí, se da la vuelta y apoya sus manos en el escritorio para intimidarme, lo conozco, es el mismo gesto que hace siempre para conseguir lo que quiere.—No quiero estar en cosas ilegales.—¿Y
Aseguro y corta la llamada, pero sigo en las mismas, ¿Qué me asegura que cumplirá? Pues más le vale. Guardo mi móvil y camino para salir de aquí, cada vez se presentan más situaciones por las que me hacen cambiar de plan, por más que intente proteger a Isabel, mi familia hará algo para sacarla de su camino, así que mientras yo cumpla con mi hermano, nada me asegura que él lo haga conmigo.Así que necesito que ella se vaya y se olvide de mí si es necesario. Que rehaga su vida, porque, aunque haga todo por ella, mi familia siempre estará de por medio… Eso es muy fácil pensarlo, pero no puedo hacerlo, lo intenté, pero no duré mucho cumpliéndolo. Y es que, si ella me atrae tanto, no tengo como alejarla, no quiero, pero siento que es necesario, sin embargo, lo daré todo porque sé que hay que ocuparse y no preocuparse.Necesito que Isabel tenga paz, seguridad y estabilidad, ¿Y cómo puedo hacerlo? Estaré en prisión y quién sabe por cuánto, pero estoy decidido por ella, no voy a desampararla.
Llego al comedor y ahí se encuentra Gertrudis, sentada en la cabecera de la mesa, se ha tomado en serio sobre la importancia.—Hola —saluda secamente—, déjanos solas por favor —le dice a la empleada.Esta asiente y se va, luego tiene toda su atención en mí.—Espero que sea muy importante. —tiene esa mirada fría y atemorizante.Yo cierro mis ojos y respiro profundamente, no estoy aquí para caer en provocaciones, vine a negociar mi felicidad en pocas palabras.—¿Si tienes algo bueno que decir? Porque no estoy para perder el tiempo con sanguijuelas.Abro mis ojos y sonrío, creo que sí va a funcionar, ni siquiera me hiere el intento de insulto, ya entendí que ninguno de ellos me define.—No sé preocupe, lo que le voy a decir no es una pérdida de tiempo, de hecho, le interesará mucho… trata de que yo ya no esté más en sus vidas, el sueño que usted tanto deseó —le aseguro.Gertrudis se queda callada, me mira a los ojos y con su mano, me muestra la silla de al lado, quiere que me siente con
La puerta se abre y soy reclamada por equivocación.—Papá, ya te dije que tienes que hablarlo con César… —Se interrumpe en cuanto me ve y queda sorprendido.—¿Qué debe hablar tu padre con César? —Arqueo una ceja fingiendo curiosidad, pero ya lo sé, ventajas de pensar que siempre me han ocultado todo.—Madre —se pone nervioso—, no, es algo sobre el trabajo, ¿Y eso que has venido? ¿Te ha enviado papá? —se extraña.—Sabes que me gusta venir a ver a mis hijos y más ahora que no estás con esa… —Me interrumpo en cuanto cambia su gesto en modo de advertencia.Alejandro ya no es manipulable como antes, nunca lo fue, bueno, si se me enojaba con Isabel cuando le mentía sobre que ella me trataba mal, pero nunca fue lo suficiente para dejarla.—Desde que estás con Nicolle, me gusta más visitarte —aclaro.—Pues no te acostumbres, porque pienso recuperar a Isabel —me dice en un tono serio.—¿Por qué? —no comprendo.—Porqué la amo mamá.Y por eso es más fácil mandar a su hermano a la cárcel que a Is
Él está enojado conmigo, porque cuando le dije lo que haría, me ofreció ayudarme a huir sin registros, él es muy justo y lo que haré no será nada justo para mí. Dijo que prefiere eso a qué yo siga lidiando con mi familia, solo así nadie me encontraría y sería feliz, pero este es mi modo de enfrentarlos.—Si —respondo con firmeza.—Pues Alejandro te engañó, el equipo está en la trampa e Isabel va hacia ella, te enviaré la dirección.Estoy sorprendido, pero lo temía.—Gracias.—No hay de que príncipe azul —bromea y me cuelga.Agradezco que me haya avisado, pero ambos sabemos que él no puede involucrarse, puede ayudarme con ciertas cosas y no puedo ponerlo en contra de su jefe para conseguir lo que quiero, así que trabajo un poco solo, además… lo que piensa su jefe se lo sembró mi familia y desconfía de nosotros, y como me encantaría volver a poner a Isabel inocente de las formas correctas, pero como dije antes, mi familia insistiría incluso si yo estoy preso.Sé que en estando en la cár
—Fue fácil, dije para que me ayudara.Nada de esto me cuadra, porque, aun así, William me dijo que viniera, o sea que Isabel debe creer que no le van a hacer nada porque está con Alejandro, pero ella está errada, porque eso no importa.—Tienes que irte —insisto.—No… ¿qué haces tú aquí? ¿cómo te enteraste de todo?—William me avisó, por lo que sea que esté a punto de pasar… —digo mirando a todos lados—. Los tres nos jodemos, así que tienes que irte, diré que harás algún mandado.—No me iré, yo los metí en esto, me haré responsable.—No amor. —Toco su mejilla y la acaricio—. Esto lo provoco mi familia y tú no tienes por qué pagarlo.—Ellos me odian y yo te arrastro, tienes que dejar de protegerme, solo así me odian más y me siguen haciendo cosas, quiero que sepan que yo también puedo defenderme.—No puedo evitarlo, te amo —sujeto su mentón y la beso—, por favor hazme caso y vete, yo me encargaré, piensa en tu hijo, no merece que sus padres estén en prisión.—Ay que lindos —dice el homb
—No, me dejarás para que seas feliz con Isabel, porque mientras yo viva, lo seguiré intentando, por más que te prometa que la dejaré en paz —me confiesa—, te iba a traicionar.Me quedo callado por un momento, pensando, aunque sabía, sabía que él iba a hacerlo.—No me importa, no me importa cuántas veces me hieras, yo te amo tanto que no puedo hacer eso contigo —lo sujeto de cualquier forma y lo alzo.Con un poco de su ayuda y la de Isabel, lo tenemos en pie, prácticamente lo sacamos con cuidado y arrastras de ahí, él conocía el taller, por lo que nos guío hacia una salida trasera.Logramos salir de ahí y nos llevo lejos como puedo, pero Ale se empieza a arrepentir con un con sus pasos.—César, el maletín con el dinero —me dice un poco ido.—Necesitas un doctor, eso no es lo importante ahora.—Pero es que ese maletín hará que Isabel vaya a la cárcel —me confiesa y nos detenemos detrás de unos autos, lo hago sentarse con cuidado y le presto atención—. Antes de que tú y yo hiciéramos el