Una tutora para el CEO
Una tutora para el CEO
Por: Justme1969
Prefacio:

April González:

                Es de noche solo puedo ver en el techo el reflejo de mi lampara. Otra vez estoy paralizada en el suelo mientras no puedo respirar y no paro de llorar. Estoy cansada de esto, no puedo seguir. Me doy por vencida… mis ojos se cierran poco a poco. No quiero seguir estudiando.

                A la mañana siguiente fui a dar una presentación en la universidad donde domino el material, pero siento mi cuerpo raro. Anoche no ha sido la primera noche que me ha dado ataques de pánico, se ha vuelto una costumbre desde que entre a estudiar medicina. ósea que llevo dos años sufriendo de esto ataques.

                —¿April? — me llama la doctora al yo parar de dar mi presentación, el corazón lo tengo a mil y sin más…

                —Deje la universidad y ahora estoy aquí con usted. — le respondo al psiquiatra que asiente mientras escribe.

                Es mi primera cita con el psiquiatra, la psicóloga me refirió para que me recetara pastillas para la depresión y la ansiedad. Conozco mi psiquiatra, estaba ahí cuando me fui en blanco en la presentación y salí corriendo para terminar teniendo un ataque de pánico en el carro. Mi cuerpo y pierna empieza a moverse con desesperación, odio que me vean vunerable.

                —Bueno April, lo que tienes es ansiedad social. Te mandare hacer una EKG, unos estudios de sangre y podre darte el tratamiento. — informar a lo que asiento. —¿Te sientes bien?

                —Si, solo lo normal. Los pensamientos que vienen y van que soy una queda por dejar la universidad, que no tengo un trabajo para mantenerme viva y esas cosas. — respondo a lo que Ezequiel se rie.

                —Date tiempo, tal vez conozcas el amor de tu vida. — comenta encogiéndose de hombros a lo que pongo cara de asco escuchando nuevamente su risa.

                —No necesito a un hombre o mujer en mi vida, puedo mantenerme sola. — aseguro cruzándome de brazos.

                —April, date la oportunidad de vivir. Has estado encerrada dos años estudiando, es una oportunidad para conocerte, conocer a otros…

                —No. — respondo interrumpiéndolo. —No tengo tiempo que perder, necesito un trabajo, pensar que quiero hacer con mi vida ahora que no tengo propósito.

                —De estas aprendes a la mala, April. Te conoces o la vida hará que te conozcas a la mala, como la situación de ahora. — explica. —Sabes que estoy dispuesto a aceptarte en mi hospedaje y ayudarte.

                —No necesito ayuda de nadie Ezequiel, puedo sola. — vuelvo a aclarar lo cual cierra su libreta y suspira.

                —Entonces se acabó esta sesión. — finaliza a lo que asiento y me voy sin decir más.

Nathan Domenech:

                Me vengo dentro de la maestra de español de mi hijo, ya cansa… ha renovado el contrato por dos años. Salgo de ella dejando ver como mi semen sale, esta da un respira satisfecha. Se sienta y me mira con ganas de más mientras mi polla esta hinchada de tanta acción este día. No ha sido la única a quien se lo he metido hoy.

                —¿No me renovarás el contrato? — cuestiona a lo que me sirvo un whisky.

                —No, recoge tu ropa y recuerda lo que dice el contrato. No divulgues nada, ni busques o uses a mi hijo. — tomando del whisky y vistiéndome.

                —Entonces le toca a otra maestra servirte, pero estoy feliz porque he sido la más que ha durado. — comenta feliz.

                Al terminar de vestirme abro la puerta de mi oficina sin esperar que la maestra este completamente vestida. Esta ajora su paso y sin más se va con sus tacos en sus manos. Miro a mi secretaria que me mira con deseo, pero muy bien sabe que ella es la de la noche para llegar a casa sin estrés.

                —Trae los documentos e informa a los abogados que nos vamos a reunir a las dos y media de la tarde. — pienso cerrar la puerta, pero recuerdo algo. —Ah y mi café, ahora. — mando con seriedad.

                Así lo he pasado durante que me active sexualmente, solo trate de tranquilizarme cuando me case, pero aun así hacia excepciones del marido fiel. El único año que solo se lo dedique a mi esposa fue cuando le diagnosticaron cáncer y murió. Dos años han pasado de eso, si… tarde seis meses en superar su muerte y ahora estoy como estoy… gozando cada mujer hermosa que cruza mi camino. Escucho como mi celular suena y me enfrento con el nombre de la nana de mi único hijo a lo que suspiro.

                —Rápido estoy ocupado. — respondo con sequedad.

                —Diagnosticaron a Noah con ansiedad social y depresión, por la pérdida de su madre. Han concluido que esa pérdida ha hecho que baje sus calificaciones en la escuela. — informa a lo que suspiro, salió a su madre de apegado.

                —Que le den los tratamientos necesarios. — ordeno y pienso colgar.

                —Pregunta por usted, si llegara a la casa hoy.

                —No. — y sin más cuelgo.

                No soy apegado a mi hijo, tiene los ojos de su madre y siento que lo he traicionado. Sus calificaciones han bajado, me volvió loco. Tiene un futuro prometedor como el futuro CEO de mi empresa y lo único que hace es llorar en el cuarto.

                Me acerco a la ventana completa de mi oficina y miro la gran ciudad. Soy el orgullo de esta ciudad, controlo mucha masa aquí y me siento bien al saber eso. Aunque también estoy siendo bastante reconocido fuera. Nada, ni nadie me puede controlar yo soy el que manejo mi vida y lo que me espera son muchos éxitos junto a mujeres hermosas.

                —Aquí su café, señor. — informa mi secretaria por el teléfono. 

               —Pasa. — mando mientras me siento en mi silla. 

              La rubia entra meneando sus caderas y deja el café sobre el escritorio con elegancia. Tomo de mi café observándola como desabotona su blusa. Miro mi escritorio que esta sucio por lo que hice anterior mente. 

            —Limpia eso. — mando a lo que detiene su acción y mira con asco el sucio. —Hazlo. — mando a lo que muerde su lengua y sale de la oficina dando grandes zancadas sin mi permiso. A los minutos vuelve y limpia con asco el desastre. Bota todo en mi baño público y empieza a retirarse sin decir nada nuevamente sin mi permiso. —Esta despedida. — observo como su gigante trasero plástico se detiene de mover para luego mirar sus ojos llenos de ira. 

            —¿Qué has dicho? — pregunta casi escupiendo fuego por la boca. 

           —Sabes que no repito lo que digo, recoge tus cosas y recuerda nuestro contrato. Dices algo y me deberás millones. — le recuerdo, la vena de su frente se hace presente se muerde los labios para luego hacer sacar un grito interno y retirarse totalmente encabronada. 

          —No te duran las secretarias tres meses. — comenta un amigo que es abogado en mi empresa entrando a mi oficina con varios papes y su laptop, hago una mueca. —Yo tu fornico con las secretarias, son algo importante para nosotros.

          —Entonces detente con la tuya. — escupo a lo cual rápido percibe que estoy enojado. 

         —Bien, vamos al trabajo. — cambia de tema. 

M****a, ahora necesito una secretaria nueva y aunque no quiera aceptarlo Drake tiene razón. Necesito una secretaria que no debo meter mi polla, que sea responsable, rápida, inteligente y que sepa de estadística. Me concentro en mi amigo que empieza hablar de algunos errores hechos en las estadísticas de mi exsecretaria.

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