April González:
Es de noche solo puedo ver en el techo el reflejo de mi lampara. Otra vez estoy paralizada en el suelo mientras no puedo respirar y no paro de llorar. Estoy cansada de esto, no puedo seguir. Me doy por vencida… mis ojos se cierran poco a poco. No quiero seguir estudiando.
A la mañana siguiente fui a dar una presentación en la universidad donde domino el material, pero siento mi cuerpo raro. Anoche no ha sido la primera noche que me ha dado ataques de pánico, se ha vuelto una costumbre desde que entre a estudiar medicina. ósea que llevo dos años sufriendo de esto ataques.
—¿April? — me llama la doctora al yo parar de dar mi presentación, el corazón lo tengo a mil y sin más…
—Deje la universidad y ahora estoy aquí con usted. — le respondo al psiquiatra que asiente mientras escribe.
Es mi primera cita con el psiquiatra, la psicóloga me refirió para que me recetara pastillas para la depresión y la ansiedad. Conozco mi psiquiatra, estaba ahí cuando me fui en blanco en la presentación y salí corriendo para terminar teniendo un ataque de pánico en el carro. Mi cuerpo y pierna empieza a moverse con desesperación, odio que me vean vunerable.
—Bueno April, lo que tienes es ansiedad social. Te mandare hacer una EKG, unos estudios de sangre y podre darte el tratamiento. — informar a lo que asiento. —¿Te sientes bien?
—Si, solo lo normal. Los pensamientos que vienen y van que soy una queda por dejar la universidad, que no tengo un trabajo para mantenerme viva y esas cosas. — respondo a lo que Ezequiel se rie.
—Date tiempo, tal vez conozcas el amor de tu vida. — comenta encogiéndose de hombros a lo que pongo cara de asco escuchando nuevamente su risa.
—No necesito a un hombre o mujer en mi vida, puedo mantenerme sola. — aseguro cruzándome de brazos.
—April, date la oportunidad de vivir. Has estado encerrada dos años estudiando, es una oportunidad para conocerte, conocer a otros…
—No. — respondo interrumpiéndolo. —No tengo tiempo que perder, necesito un trabajo, pensar que quiero hacer con mi vida ahora que no tengo propósito.
—De estas aprendes a la mala, April. Te conoces o la vida hará que te conozcas a la mala, como la situación de ahora. — explica. —Sabes que estoy dispuesto a aceptarte en mi hospedaje y ayudarte.
—No necesito ayuda de nadie Ezequiel, puedo sola. — vuelvo a aclarar lo cual cierra su libreta y suspira.
—Entonces se acabó esta sesión. — finaliza a lo que asiento y me voy sin decir más.
Nathan Domenech:
Me vengo dentro de la maestra de español de mi hijo, ya cansa… ha renovado el contrato por dos años. Salgo de ella dejando ver como mi semen sale, esta da un respira satisfecha. Se sienta y me mira con ganas de más mientras mi polla esta hinchada de tanta acción este día. No ha sido la única a quien se lo he metido hoy.
—¿No me renovarás el contrato? — cuestiona a lo que me sirvo un whisky.
—No, recoge tu ropa y recuerda lo que dice el contrato. No divulgues nada, ni busques o uses a mi hijo. — tomando del whisky y vistiéndome.
—Entonces le toca a otra maestra servirte, pero estoy feliz porque he sido la más que ha durado. — comenta feliz.
Al terminar de vestirme abro la puerta de mi oficina sin esperar que la maestra este completamente vestida. Esta ajora su paso y sin más se va con sus tacos en sus manos. Miro a mi secretaria que me mira con deseo, pero muy bien sabe que ella es la de la noche para llegar a casa sin estrés.
—Trae los documentos e informa a los abogados que nos vamos a reunir a las dos y media de la tarde. — pienso cerrar la puerta, pero recuerdo algo. —Ah y mi café, ahora. — mando con seriedad.
Así lo he pasado durante que me active sexualmente, solo trate de tranquilizarme cuando me case, pero aun así hacia excepciones del marido fiel. El único año que solo se lo dedique a mi esposa fue cuando le diagnosticaron cáncer y murió. Dos años han pasado de eso, si… tarde seis meses en superar su muerte y ahora estoy como estoy… gozando cada mujer hermosa que cruza mi camino. Escucho como mi celular suena y me enfrento con el nombre de la nana de mi único hijo a lo que suspiro.
—Rápido estoy ocupado. — respondo con sequedad.
—Diagnosticaron a Noah con ansiedad social y depresión, por la pérdida de su madre. Han concluido que esa pérdida ha hecho que baje sus calificaciones en la escuela. — informa a lo que suspiro, salió a su madre de apegado.
—Que le den los tratamientos necesarios. — ordeno y pienso colgar.
—Pregunta por usted, si llegara a la casa hoy.
—No. — y sin más cuelgo.
No soy apegado a mi hijo, tiene los ojos de su madre y siento que lo he traicionado. Sus calificaciones han bajado, me volvió loco. Tiene un futuro prometedor como el futuro CEO de mi empresa y lo único que hace es llorar en el cuarto.
Me acerco a la ventana completa de mi oficina y miro la gran ciudad. Soy el orgullo de esta ciudad, controlo mucha masa aquí y me siento bien al saber eso. Aunque también estoy siendo bastante reconocido fuera. Nada, ni nadie me puede controlar yo soy el que manejo mi vida y lo que me espera son muchos éxitos junto a mujeres hermosas.
—Aquí su café, señor. — informa mi secretaria por el teléfono.
—Pasa. — mando mientras me siento en mi silla.
La rubia entra meneando sus caderas y deja el café sobre el escritorio con elegancia. Tomo de mi café observándola como desabotona su blusa. Miro mi escritorio que esta sucio por lo que hice anterior mente.
—Limpia eso. — mando a lo que detiene su acción y mira con asco el sucio. —Hazlo. — mando a lo que muerde su lengua y sale de la oficina dando grandes zancadas sin mi permiso. A los minutos vuelve y limpia con asco el desastre. Bota todo en mi baño público y empieza a retirarse sin decir nada nuevamente sin mi permiso. —Esta despedida. — observo como su gigante trasero plástico se detiene de mover para luego mirar sus ojos llenos de ira.
—¿Qué has dicho? — pregunta casi escupiendo fuego por la boca.
—Sabes que no repito lo que digo, recoge tus cosas y recuerda nuestro contrato. Dices algo y me deberás millones. — le recuerdo, la vena de su frente se hace presente se muerde los labios para luego hacer sacar un grito interno y retirarse totalmente encabronada.
—No te duran las secretarias tres meses. — comenta un amigo que es abogado en mi empresa entrando a mi oficina con varios papes y su laptop, hago una mueca. —Yo tu fornico con las secretarias, son algo importante para nosotros.
—Entonces detente con la tuya. — escupo a lo cual rápido percibe que estoy enojado.
—Bien, vamos al trabajo. — cambia de tema.
M****a, ahora necesito una secretaria nueva y aunque no quiera aceptarlo Drake tiene razón. Necesito una secretaria que no debo meter mi polla, que sea responsable, rápida, inteligente y que sepa de estadística. Me concentro en mi amigo que empieza hablar de algunos errores hechos en las estadísticas de mi exsecretaria.
Darme de baja y dejar la universidad mientras estudiaba medicina con 26 años fue lo más fuerte que me ha sucedido en la vida en el aspecto académico. Mi meta era llegar a tener un doctorado. Dejar la universidad por la carga académica ya que mi cuerpo y ansiedad no podía más con la carga. Pensé que era una persona capaz… —Buenas, ¿tiene esta blusa de tamaño mediano? — cuestiona una señora con cariño mientras yo doblaba ropa. —Claro, ahora le verifico. — sin más dejo de hacer mi trabajo y me concentro en la clienta. Gracias a Dios conseguí trabajo bastante rápido. No me da mucho dinero como para pagar mi apartamento, pero me ayuda para no gastar rápidamente mis ahorros. Me quedan 8 meses de contrato con ese apartamento y volveré a vivir con mis padres. Si pudiera conseguir otro trabajo… —Aquí tiene. — le doy la blusa a la señora la cual responde con una sonrisa y un agradecimiento. Este es mi primer trabajo… fuera de los negocios familiares. Me acerco a mis com
—¿Yo? — cuestiono mirando a mi alrededor para luego señalarme. —No soy una heroína. — respondo a lo que al niño nuevamente se le empiezan a llenar los ojos de lágrimas y arruga su cara a punto de volver a llorar. Mierda, se me olvida no ser tan sincera, no tomar las cosas literalmente y tener filtro. —Lo siento, pero si quieres te puedo ayudar en lo que desee. — comento para que no estalle a llorar. —Citaron a mi papa por mis malas calificaciones, se va a matar. Tendré su trabajo en un futuro y no puedo sacar malas notas. — explica caminando lentamente hacia mí. —Este verano fui a estudiar por mis pasadas malas calificaciones, no puede jugar o salir. Ahora otra vez, es capaz de enviarme lejos y no quiero. — llora para después abrazarme hundiendo su cabeza en mi vientre. Aguanto las ganas de separarlo, mientras estudiaba me di cuenta de que no me gusta tocar a la gente o que ellos me toquen. Creí que era algo normal cuando mis compañeros me abrazan y yo solo me mantenía conge
—Nathan, he estado esperando por ti desde las siete de la mañana. — nos interrumpe un señor de tes trigueña y calvo algo molesto. —Lamento la tardanza, Cabrera. — el hombre se aleja de mi centrándose en el señor acomodando su ropa haciendo que vuelva a respirar. —¿Usted es? — pregunta Cabrera señalándome. —¡director Cabrera! — grita emocionada Joelian corriendo hacia nosotros con muchos papeles los cuales se les caen al suelo Me acerco a ella para ayudarla tomando los papeles y poniéndolos en orden, esquivo como toda una atleta la mirada del señor Domenech. El director gira sus ojos, como si Joelian fuera un peso para él haciendo que me moleste. Ya puedo ver la atmosfera toxica que rige en este instituto y yo soy una joven inocente que no tiene malicia aquí. Estaré entre víboras si me aceptan… —Le quiero presentar a April González, la maestra que le mencione ayer por teléfono. — señala. —Mucho gusto director Cabre
—Adelante Torres y acompañante. — escucho como nos llama el director Cabrera. Mierda, solo pude dividir los estudiantes por grados. Muevo mi pierna derecha de arriba abajo dejando ver la ansiedad. Siento nuevamente la mano de la señora sobre la mía teniendo mi trabajo. —No te preocupes, puedo terminarlo yo. — habla la secretaria, hago una mueca. —Le prometo que la ayudaré cuando salgo. — aseguro mirando sus ojos, esta niega. —Repito, no te preocupes. La secretaria soy yo, no tú, así que ve con el director estoy segura de que te vamos a aceptar en nuestra facultad. Y luego tendrás que ir a presentarte con tu equipo de trabajo y quien sabe conocer a tus futuros estudiantes. — expresa haciendo que me ponga nerviosa, si supera que soy más pesimista que optimista. —Eso espero. — trato de sonar emocionada y optimista a lo que me levanto de mi silla. Miro al señor calvo que espera que pase por la puerta. En sus ojos pue
—¿Otro contrato? — cuestiono curiosa, pero recuerdo lo que estaban hablando las maestras adolescentes. —No puede ser tan atrevido. — comento entrando a mi apartamento. Me siento en mi escritorio leyendo el contrato con detenimiento. Todo iba bien hasta ver le nuevo contrato. No veo el nombre del mete verga institucional por ninguna parte, pero este contrato… «1- La maestra tutora de matemáticas, April González, se dedicará a dar su servicio a la escuela superior y al quinto grado. 2- No tendrá una relación sentimental o sexual con personal de la escuela, estudiante o familiares de los estudiantes. 3- El estudiante, Noah Domenech, será el estudiante prioritario para darle tutorías, eso cabe en ofrecerle tutorías de todas las materias. 4- No firmar otro contrato hasta que se acabe su servicio como maestra tutora el 31 de mayo. 5- Si rompe una de estas reglas será despedida inmediatamente.» —¿
April González Leo me enseña donde queda mi salón, los maestros de superior me miran de una forma rara. Observo como mi compañero se empieza a molestar ante las miradas logrando que se detenga en el medio del pasillo. A lo que choco con él, odio ser el centro de atención. —Bueno, les presento a nuestra nueva integrante, April González. — casi grita mi presentación, trato de hacerme más chiquita. —Hola… — susurro alzando mi mano. —Sera la maestra de matemáticas. — noto como una señora se concentra más en mí, creo que será la maestra regular de matemáticas. —Ahora si nos disculpan, le enseñaré su salón, con permiso. — me inclino un poco y salgo detrás de Leo como una loca. —¿Por qué me miran así? — cuestiono incomoda. —Como Yarimar dijo, somos un equipo y a veces los preferidos de director. Pero los maestros de escuela superior son los preferidos de la trabajadora social, así que nos odian. — responde encogiéndose d
Nathan Domenech Hoy no me quedare durmiendo en la oficina, hablare con mi hijo como fue tratado hoy por la nueva maestra tutora e investigar como es. Así podre llamarla sabiendo un poco mas de ella. Escucho como tocan mi puerta. —Adelante. — mando con seriedad. —Hola, cariño. — saluda una mujer rubia con caderas hermosas, otro regalo de Drake. —Largo, no quiero nada. — mando centrándome en mis papeles. —Pero el señor… —¡Dije que te largaras! — exclamo haciendo que dé un gritito y se fuera corriendo con sus tacos altos. Marco la extensión de Drake que contesta tarde algo fatigado a lo que giro mis ojos. —No mandes más de tus estúpidos regalos, se buscarme una mujer. Y despide a tu puta secretaria si lo único que sabe hacer es fornicar. — cuelgo, pero lo vuelvo a llamar. —Me iré temprano, así que te dejo el trabajo. —Ay, por favor, Nathan, no me puedes regañar de tal manera… — le cuelgo mientras seguía q
April González —Buenas noches… — cuelgo de forma acelerada, tapo mis ojos tratando de tranquilizar mi corazón. Por alguna razón su voz… la escucho más varonil que otros hombres. Además, logra que yo hable demás cosa que no es normal. Miro la hora, se me olvidó avisarle que no puede dejar a Noah en el asiento del copiloto. Pienso si enviarle un mensaje o no, pero decido no hacerlo ya que sabrá que los estaba observando. Salgo del baño para seguir trabajando en recoger la tienda y dejarla presentable. Tengo que admitir que me gusta más este trabajo que estar escuchando bochinches todo el tiempo en la escuela y eso que fue mi primer día de trabajo. No quiero imaginarme como termine de loca en mayo. —Me han dicho que caíste bien en el grupo. — me sorprende Joelian saliendo de la nada entre la raqueta de ropa logrando que se me caigan algunas blusas. —Joelian, no soporto que hagan eso. — respondo tocando mi pecho para recoger la r