Hola, aquí su regalo de año nuevo. Espero que la pasen bien, que vengan grandes y psotivas cosas a nuestras vidas. Compartan la historia y califiquenla, los amo y nos leemos en un par de días ciao.
April González: —Bienvenidos desean están en el comedor o en un salón aparte. —Salón aparte. — responde rápido Nathan con un brillo especial. —Pasen por favor. — dice el muchacho donde lo seguimos. —Creí que era lo que yo quisiera Doménech. — la digo entre dientes. —No me pueden ver aquí, pensaran que vine para otras cosas. —Es claro que es un restaurante, pero con temática de underground. Subimos unas escaleras para cuando el mesero abre la puerta encontrar un lugar acogedor estilo japones que da vista a la cuidad y parte del restaurante de abajo donde se encuentra la barra. Le damos las gracias, Nathan es el primero en estudiar todo. Noto como está vestido como cuando le dije que se vistiera casual. Me siento en el piso junto a la mesa para seguir observando al empresario que a lo último asiente satisfecho logrando que yo sonría. Me siento tan cómoda con Nathan, puedo ser yo sin preocuparme d
April González: —Gracias. — agradece Nathan mientras subimos las escaleras para mi apartamento. —Por acompañarme y por todo. —Tranquilo, me gustó comprar los regalos y estar contigo otra… — me detengo al ver la estupidez que iba a decir, como siempre mi lengua se suelta demasiado cuando estoy a su lado, escucho come se ríe para halarme donde caigo entre sus brazos. —Tiene que verse lindo todo debajo del árbol de navidad. — trato de cambiar el tema escapándome de sus brazos. —¿Árbol? — me pregunta a lo que ni sé que pensar logrando que detenga mi paso. —Si… y las decoraciones. — digo más lento a lo que ni me mira. —No me digas que no has hecho nada de eso Nathan. —No se decora desde que murió la madre de Noah. — confiesa a lo que aguanto dar un gran suspiro. —Pues… ¿mañana están libre? — pregunto mientras trato de subir las escaleras bien, aún estoy sensible por la acción del restaurante. —Será una buena experiencia para Noah comprar luces, el árbol,
Nathan Doménech: —¿Cuánto tiempo lleva aquí? — pregunta un hombre que también está esperando a su familia, miro la hora a lo que suspiro. —Casi tres horas. — respondo. Fijo mi mirada en mi hijo y su tutora donde se ofrecen decoraciones para llegar a un acuerdo. A los minutos no puedo evitar sonreír al ver como discuten sobre los colores, nunca había hecho estas cosas con mis padres biológicos y pocas las veces con Jocelin. Los guardias hacen su trabajo, obviamente no pueden evitar todo. Hace un tiempo noto la presencia de paparazzi, cosa que ignoro. —Pero vale la pena esperar todo el tiempo, mire las caras de ellas. — comenta un hombre a lo que otro se ríe. —Luego nos joderan a nosotros para que montemos las cosas. — se queja el que se río. —Es raro ver a un gran empresario participando de estas cosas. — expresa logrando que yo fije mi mirada en el señor. —Tiene a la esposa indicada si es capas de venir a hacer estas cosa
April González: —¿Antes hacías esto con tu familia? — cuestiona Nathan rompiendo el silencio. —Si, mi madre me rogaba para poner el árbol y yo le decía a mi padre como poner las cosas afuera. — respondo mientras empiezo a darle vuelta al árbol observando que se no se haya queda un boquete inmenso hasta que choco con su cuerpo fuerte donde me pongo tensa. —No me gusta que te sientas incomoda. — expresa a lo que lo miro. —No estoy incomoda, vamos a poner las decoraciones, gracias a Dios este árbol tiene las luces incluidas. — miento dándole la espalda. Busco las inmensas bolsas llenas de decoraciones para el árbol, Nathan me ayuda. Saco los protagonistas de mi decoración, los reyes magos sonrío como una niña pequeña. Juego con todas las decoraciones, camellos, Reye Magos, las pascuas, entre otros, será el árbol de mis sueños. Escucho como Doménech no aguanta la risa logrando que lo mire molesta llenando mis cachetas las cuales
April González: —¿Cómo me veo? — le cuestiono a Adrián donde sus ojos brillan, es un buen actor. —Hermosa, como siempre. Me siento afortunado y eso que no somos nada. — responde con su sonrisa única. —Que pena que no pueda ir. No he hecho nada respecto a lo que descubrí en su apartamento, solo seguirle el juego para saber hasta donde llegara. He trato de sacarle el tema de la familia, pero la evade con elegancia. Escucho como suena mi teléfono, donde es Jocelin. —¿Vienes verdad? — pregunta a lo que giro mis ojos cansada, ya que no ha parado de insistirme. —Ya seria la millonésima vez que confirmo asistencia contigo Jocelin. — respondo. —¡Pues avanza y ven ya estamos aquí! — exclaman mis otros compañeros que también no han parado de insistir a que vaya, cuelgo la llamada. —Bueno tengo que irme, recuerda llevarte la comida solo tienes que calentarla. — me acerco a Adrián que me abraza, me he acos
April González: Observo los ojos apasionados de Nathan… me pregunto si esa tal Eva lo ha visto de esta manera. Fue tan tierno con ella, hablador… no me gusta cuando hay un lado de él que nunca he visto. Su rostro forma una sonrisa traviesa, su miembro esta posicionado en mi entrada mientras mis piernas tocan sus hombros. —¡Nathan…! — exclamo, pero es muy darme ya se entra a mi si cuidado alguno logrando que llegue al clímax con tan solo eso. Esta tan adentro… se siente fenomenal, esta me besa mientras mis temblores se tranquilizan. —Parece que ya no puedes más. — comenta divertido a lo que frunzo mis cejas, creo que nunca había visto esta faceta de él cuando estamos juntos. —¡Claro que no! — digo molesta a lo que sonríe de oreja a oreja dejándome sin aliento. —¿Oh? — cuestiona para lamer sus labios. —Por como te quejas creo que dices la verdad. — sonríe de oreja a oreja dejándome sin aliento. —¿Entonces ya no tengo que conte
April González: —¡Es injusto! — exclama Adrian cuando mi equipo y yo le ganamos al suyo, sonrió con satisfacción. —No se porque no me toca en tu equipo. — dice entre dientes, la alarma del celular suena indicando que la lasaña está lista. —Sigue jugando, verificaré que esté lista la cena. — indico mientras me levanto del suelo. Ayer Adrian y yo salimos a caminar un poco a un parque que queda cerca y en la noche fuimos al supermercado a hacer la compra para la comida de hoy. Además de eso vimos películas en mi apartamento para que luego se fuera a dormir en el suyo. No pude enfrentarme a él… Estaba tranquilo y la estaba pasando bien. Saco la lasaña del horno para cortarla, quisiera saber mas de Adrian… de su vida pasada antes de tomar una decisión de enfrentarme a él y delatarle que se su plan para hacer caer a Nathan. Una mano toma la mía haciendo que me sobresalte y la aleje rápidamente. Puedo ver sus ojos azules sorprendidos y como dice algo que no escucho. —Tienes que tener cu
April González: Es de noche solo puedo ver en el techo el reflejo de mi lampara. Otra vez estoy paralizada en el suelo mientras no puedo respirar y no paro de llorar. Estoy cansada de esto, no puedo seguir. Me doy por vencida… mis ojos se cierran poco a poco. No quiero seguir estudiando. A la mañana siguiente fui a dar una presentación en la universidad donde domino el material, pero siento mi cuerpo raro. Anoche no ha sido la primera noche que me ha dado ataques de pánico, se ha vuelto una costumbre desde que entre a estudiar medicina. ósea que llevo dos años sufriendo de esto ataques. —¿April? — me llama la doctora al yo parar de dar mi presentación, el corazón lo tengo a mil y sin más… —Deje la universidad y ahora estoy aquí con usted. — le respondo al psiquiatra que asiente mientras escribe. Es mi primera cita con el psiquiatra, la psicóloga me refirió para que me recetara pastillas para la depresió