Charles se había cansado de discutir con sus amigos, a veces, se preguntaba si realmente él era el jefe. Ese par nunca le obedecía, pero, después de todo, eran los únicos amigos sinceros que tenía.Julian prácticamente creció con él, y ahora era el Asesor Jurídico de su empresa, ya que manejaba su propio Bufete de abogados. Por otro lado, a Ryan lo conoció en la empresa, llegó hace casi veinte años como un joven pasante lleno de sueños y aspiraciones; congenió rápido con el joven Charles de esa época y se convirtieron en grandes amigos. Trabajaron hombro a hombro para hacer de la pequeña empresa de su familia, el gigante comercial que es hoy en día, razón suficiente para ser su mano derecha y tener su entera confianza. Siendo las cosas de esa manera, por más que quisiera, Charles no podía enojarse con ellos, y menos cuando el motivo de discusión era el plan que ellos tenían para celebrar su cumpleaños número cuarenta. Claro, Charles no podía reconocer frente a sus amigos que le abrum
Seis personas recorrían el aeropuerto esa fría mañana de noviembre; tres amigos iban escoltados hacia sus asientos de primera clase, sin la menor preocupación por su equipaje o los trámites requeridos, para eso estaban sus asistentes. Mientras tanto, otras tres amigas corrían registrando sus maletas y todo lo demás que debían hacer para su primer viaje internacional, tal vez el destino fuera el mismo, pero todo lo demás en ellos era un abismo de diferencia.Luego de dieciséis horas, por fin arribaron a su destino, y de la misma manera, mientras el grupo de ejecutivos era recibido por un chofer privado y una limusina, el otro grupo, el de las chicas, batallaba con sus valijas para conseguir un taxi.Ya en sus respectivos hoteles, un merecido baño y algo de descanso era lo más anhelado. Para las mujeres, tantas horas de vuelo en sillas de clase turista tenían sus cuerpos adoloridos, habían previsto eso, tenían programada esa noche de descanso, iniciarían su aventura al día siguiente.As
Ya era de día cuando la necesidad fisiológica de ir al baño despertó a Rebecca; sentía que su vejiga iba a explotar y se sentó de golpe en la cama, lo cual fue un gravísimo error, al mismo tiempo su cabeza y su estómago dieron vueltas, su parte baja también punzó en un terrible dolor que la dejó congelada.Muy lentamente se levantó de la cama y se tocó esa parte, realmente le dolía. ¿Se había caído? Debió hacerlo estando ebria porque era evidente que tenía una resaca terrible, entonces, se dio cuenta de que no reconocía el lugar donde estaba, observó detenidamente la lujosa habitación y se percató de la enorme figura bajo las sábanas de la cama que dormía a su lado, no se asustó, estaba preparada mentalmente para cualquier locura que pudiera cometer en ese lugar, así que se acercó lentamente para observar al hombre que yacía profundamente dormido y sonrió.Rebecca había tenido esta fantasía por mucho tiempo, así que no se arrepentía de nada, ahora entendía que ese extraño dolor locali
Un profundo silencio se extendió por la amplia oficina, parecía que ninguno de los presentes era capaz de respirar mientras procesaban las palabras dichas por Julian.—¡¿Qué dijiste?! —Ryan, que se había mantenido expectante, escupió su trago.—Pensé que era algo serio, Julian, esa broma es de muy mal gusto.—No es una broma, Charles. Cuando me enteré empecé a hacer las investigaciones del caso porque no lo podía entender, hasta que recordé nuestras vacaciones en las vegas de hace dos meses.Tanto Ryan como Charles palidecieron al ver el rumbo que tomaba la conversación. Julian mantenía su rostro angustiado, pero siguió con su explicación.—Resulta que ese matrimonio oficiado por Elvis en esa iglesia ficticia es completamente válido y legal; tanto que la misma Oficina de Registro de Las Vegas se encargó de enviar copia del Certificado de Matrimonio a la embajada de Corea, y ellos, a su vez, legalizaron el documento en el Registro Civil de aquí. Legalmente estás casado con esa chica, y
Ya estaba anocheciendo cuando Julian se acercó a la cafetería en la que trabajaba Rebecca, consideró que era un lugar más apropiado para hablar que en la universidad, pero tan pronto como ingresó, se encontró con su conquista de esa noche, no recordaba su nombre, pero sí tenía muy claro el recuerdo de su cuerpo desnudo y todo lo que habían hecho; así que tan pronto la vio, no pudo evitar sonreírle de manera coqueta.La pelinegra, por su parte, quedó congelada cuando lo vio y cuando pudo reaccionar corrió a esconderse en la cocina, buscando a sus amigas para que la cubrieran, lo reconoció de inmediato y la vergüenza la abrumó, no esperaba volver a verlo, no sabía si era algo bueno o malo, y la verdad, no quería averiguarlo. Pero, cuando estaba por contarles, su supervisor se acercó llamando a Rebecca, diciéndole que un cliente la solicitaba directamente a ella y que se tomara su tiempo, al parecer era algo importante.Julian le había ofrecido al jefe del lugar una suma equivalente a la
Charles estaba a punto de empezar a comerse las uñas, había estado llamando a Julian sin obtener respuesta y su mente se imaginaba los peores escenarios. El alma le volvió al cuerpo cuando su amigo se presentó.—Qué bueno que llegas, estaba preocupado. ¿Qué pasó? —exclamó tan pronto como Julian atravesó la puerta de su oficina.—Todo salió mejor de lo que esperaba, Rebecca firmó sin problemas. —respondió Julian con una gran sonrisa de satisfacción.—¿De verdad? ¡Eso es estupendo! Imagino que esa suma de dinero es más de lo que ha visto en su vida.—Tal vez, pero no lo aceptó. —Julian hizo mala cara, no le gustaba la actitud de Charles con la chica.—¿Qué quieres decir? ¿No dijiste que había firmado? —Charles se tensó y frunció el ceño, la idea de tener líos legales con esa mujer lo estresaba mucho.—Sí, ella firmó, pero no aceptó el dinero, incluso me pidió que te dijera que lo sentía mucho, que nunca fue su intención ocasionarte problemas, ella también estaba ebria; aunque sí recuerd
Mientras que Julian intentaba lidiar con un Charles furioso, Ryan llegó tras escuchar los gritos que lo inquietaron y se sorprendió al ver a su amigo caminar de un lado a otro como una fiera enjaulada. Julian le resumió el terrible panorama y él se sintió más culpable que nunca.—Tranquilo, Charlie —Ryan estaba realmente preocupado, pocas veces había visto a su amigo tan descontrolado y nada bueno quedaba de eso—. Buscaremos la forma de que funcione, tendremos que hablar con la chica y explicarle, por lo que ha dicho Julian, es alguien bastante razonable, tal vez puedan llegar a un acuerdo para fingir el matrimonio por un año, solo tienen que vivir bajo el mismo techo y superar las visitas, nadie los obliga a relacionarse de ninguna otra manera.—¡Esto es una mierda! ¿Cómo diablos voy a vivir con ella? Ni siquiera la conozco, me piden que lleve a una completa extraña a vivir en mi casa. ¡Mi casa! No quiero ni volverla a ver por el resto de mi vida, mucho menos quiero compartir mi espa
Todos los escenarios posibles aparecieron a toda velocidad en la cabeza de Charles. ¿Rebecca estaba enferma? ¿Le había pasado algo? O peor, ¿estaba embarazada? Esa última duda lo hizo palidecer y se clavó como una espina en su corazón, él sí quería un hijo, más que nada en el mundo, pero no así, no con ella, no en esas circunstancias.Mientras hacían el recorrido se dedicó a observarla, en esa condición parecía un ángel dormido, él veía su cabello desordenado, la perfecta forma de su cara, su blanca piel de porcelana, sus ojos cerrados adornados de esas largas y oscuras pestañas, su nariz pequeñita, su boca entreabierta con esos labios rosados tan jugosos que le provocaba besar en ese mismo instante.Ella era absolutamente perfecta y ese pensamiento lo asustó demasiado, la chica irradiaba inocencia, pureza y ternura, el último de los sentimientos que él debería experimentar hacia ella, era el deseo, pero ahí estaba, contemplándola y deleitándose con la idea de que esa preciosa mujer h