Capítulo 4

Un profundo silencio se extendió por la amplia oficina, parecía que ninguno de los presentes era capaz de respirar mientras procesaban las palabras dichas por Julian.

—¡¿Qué dijiste?! —Ryan, que se había mantenido expectante, escupió su trago.

—Pensé que era algo serio, Julian, esa broma es de muy mal gusto.

—No es una broma, Charles. Cuando me enteré empecé a hacer las investigaciones del caso porque no lo podía entender, hasta que recordé nuestras vacaciones en las vegas de hace dos meses.

Tanto Ryan como Charles palidecieron al ver el rumbo que tomaba la conversación. Julian mantenía su rostro angustiado, pero siguió con su explicación.

—Resulta que ese matrimonio oficiado por Elvis en esa iglesia ficticia es completamente válido y legal; tanto que la misma Oficina de Registro de Las Vegas se encargó de enviar copia del Certificado de Matrimonio a la embajada de Corea, y ellos, a su vez, legalizaron el documento en el Registro Civil de aquí. Legalmente estás casado con esa chica, y como no se registró ningún tipo de acuerdo prenupcial, en este momento, esa desconocida es dueña de la mitad de toda tu fortuna, no puedes realizar ninguna clase de movimiento de tus bienes o propiedades sin su firma de autorización.

—Esto no puede ser posible. —Charles estaba completamente en shock, hundió su rostro entre sus manos sin poder creerlo.

—No, no puede ser, Julian, tenemos que hacer algo, eso fue una estupidez de ebrios, todo era una actuación ridícula, eso no fue un matrimonio real. —Ryan estaba desesperado, esa noticia era terrible.

—Lo mismo pensaba yo, pero estábamos equivocados, te repito, yo revisé personalmente todos los registros buscando un error y no hay ninguno, están legalmente casados en Estados Unidos y en Corea del Sur.

—Esto no me puede pasar a mí, ni siquiera recuerdo lo que pasó esa noche —Charles miró a Ryan totalmente enojado y lo señaló acusador—. ¡Todo es tu m*****a culpa, Ryan! Si no hubieras tenido la genial idea de drogarme, nada de esto hubiera pasado, por más ebrio que estuviera no habría cometido semejante locura, y tú no te salvas, Julian, ¿cómo permitiste que esto pasara?

—Charlie, todos estábamos ebrios, nosotros y esas chicas también, yo no sabía que estabas drogado y pensé que solo te divertías, parecías muy a gusto con esa mujer y no le vi nada de malo, te juro que yo también creí que todo ese escenario montado dentro del hotel era una farsa, vamos, ¿quién puede casarse de esa manera?

—Aparentemente yo.

—Lo siento mucho, Charles, de verdad lo lamento, no pensé que nada de esto pudiera suceder, jamás haría algo que te perjudicara, yo solo quería que te divirtieras. —Ryan estaba en total angustia, la culpa lo carcomía por dentro.

—Y mira en lo que terminó la diversión, ni siquiera recuerdo a mi supuesta esposa, no sé quién es, cómo se llama, qué hace, dónde vive, nada, puede ser una delincuente y yo no lo sé.

—Era una chica joven y muy hermosa, pero no hablé casi nada con ella, aunque recuerdo que su amiga, con la que pasé la noche, se llama Johanna.

—Se llama Rebecca Evans, en el certificado de matrimonio solo aparece su nombre pero no sé dónde empezar a buscarla, necesitamos que acepte firmar el divorcio y encontrar la manera de que no se entere de que tiene derecho a la mitad de todo lo tuyo, si es ambiciosa no dejará pasar una oportunidad tan grande, se convertiría en millonaria de la noche a la mañana.

—Dios, esto es un desastre. ¿Qué voy a hacer?

Los amigos se miraban entre ellos llenos de angustia y culpabilidad, la situación era realmente grave, no sabían con qué clase de persona se había unido Charles y tampoco dónde encontrarla, solo sabían que todos sus planes y proyectos estaban frenados hasta que solucionaran este lío.

Lo bueno de tener tanto dinero e influencia, era que Charles podía hacer posible lo imposible, Ryan se encargó de contratar los mejores investigadores privados para dar con el paradero de la chica misteriosa. Habían sobornado a la seguridad del hotel en Las Vegas y consiguieron, de manera clandestina, los videos de esa noche. Ahora tenían las imágenes claras de lo que ellos habían hecho mientras estaban en el casino y el bar del hotel. 

Charles vio como una película todo lo sucedido, no recordaba nada, al parecer era un efecto secundario de la droga que le habían suministrado, estaba completamente en blanco, pero pudo ver en los videos cómo bailaba con la chica y Julian tenía razón, aparentemente, él disfrutó mucho de la velada. Las seis personas bebían, se reían, bailaban y gozaban de la fiesta sin reparos.

Charles se vio a sí mismo siendo bastante osado con la chica, que no podía negar que era muy linda, le resultaba sumamente extraño ver cómo él la buscaba, la abrazaba, la besaba, prácticamente no se despegaba ni un centímetro de ella mientras estaban en el bar; también aparecieron juntos en el casino jugando varias cosas, Charles estaba sentado con la chica sobre sus piernas mientras jugaba las cartas como un jefe mafioso, la imagen era completamente irreal, no se lo podía creer.

De igual manera, estaba registrado el dichoso matrimonio, oficiado en una de las capillas del hotel, la de temática de Elvis, con los otros cuatro como testigos y ellos dos tomados de la mano, sonriéndose, aparentemente muy felices, besándose con pasión, incluso después de terminada la ceremonia, Charles la levantaba en sus brazos como una princesa para salir de la capilla y dirigirse a su suite, donde, seguramente, "consumaron" el matrimonio.

Todo era una completa locura y si él no estuviera viéndose a sí mismo en los videos, no creería que eso realmente sucedió, si alguien se lo dijera, no le creería nada.

De todas maneras, no consiguieron más información de la chica, no era huésped del hotel, simplemente había llegado al bar como muchos otros clientes, pero ahora tenían su nombre y su rostro, así que los expertos pudieron rastrearla. Antes de que transcurriera una semana, las investigaciones dieron frutos y los expertos le entregaron a Charles un expediente completo con toda información disponible de Rebecca.

Charles se dedicó a revisar en detalle todos los datos que recopilaron para él. Ahora ya sabía que Rebecca estudiaba Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Seúl, que estaba becada y era en verdad brillante, que su familia era de bajos recursos y vivía en una pequeña ciudad costera, que trabajaba de mesera en una conocida pastelería junto con sus amigas, al parecer, las tres hacían todo juntas ya que también compartían su residencia.

El dato más impactante de todos fue que ella solamente tenía veintiún años, eso fue completamente desconcertante para Charles.

—¡Soy un pedófilo! —Un abatido Charles dejó caer los documentos sobre el escritorio y se desplomó rendido hacia atrás en su silla.

—Charles, no seas exagerado, ella tiene veintiún años, no once, es completamente legal en cualquier lugar del mundo.

—Es demasiado joven.

—Lo es, pero eso no parecía molestarte esa noche.

—Ni siquiera te atrevas a mencionar esa noche, Ryan, todavía no te lo perdono.

—Está bien, lo siento, solo digo que no exageres el tema, sí es verdad que casi le doblas la edad, pero ahora, ese es el menor de nuestros problemas, por lo que veo es un buena chica, es bastante lista y trabajadora, aunque no sé si eso influya en que quiera sacarte dinero, se ve que lo necesita.

—Julian está preparando los papeles del divorcio, estoy dispuesto a darle una suma bastante considerable para que los firme sin hacer reclamaciones, de todas maneras, si quiere pasarse de lista y pelear por más, iremos a juicio, y ahí tengo maneras de aplastarla, no creo que ni siquiera pueda pagar un buen abogado.

—Es una chica universitaria, Charles, no es un rival de negocios para que vayas con tu arsenal contra ella, es una jovencita que vivió una aventura en Las Vegas y nada más, si tuviera algún tipo de interés económico seguramente ya te hubiera buscado, a mí no me parece una mala persona, la verdad.

—¡Porque no eres tú el que está casado con ella, Ryan! Si estuvieras en mis zapatos estarías buscando la manera de enviudar.

—En serio que estás exagerado hoy.

Ryan se reía ante la actitud de su amigo, pero sabía que el asunto era muy serio, muchas cosas estaban en juego en ese momento y si no solucionaban eso antes de dos semanas, perderían el trato con la empresa china que estuvieron buscando por más de un año, sin mencionar el escándalo que estallaría si la prensa se enteraba

—¿Vas a hablar directamente con ella?

—No, Julian se va a encargar de todo como mi abogado, me dijo que pasaría a buscarla a su trabajo esta tarde, yo no quiero tener nada que ver con ella, es mejor si no hay contacto entre nosotros.

—¿De verdad no te gusta?

—¿Estas bromeando, Ryan? Es una chica realmente hermosa, no lo voy a negar, con solo verla puedo entender porqué perdí la cabeza esa noche, es demasiado atractiva, pero no es la clase de persona con la que yo tendría una relación; le doblo la edad, somos de diferentes clases sociales y, ciertamente, no es con quien esperaba casarme. Lo mejor para los dos es que este trago amargo quede atrás y sigamos con nuestras vidas como si nunca nos hubiéramos cruzado.

—No voy a opinar al respecto, Charlie, solo digo que al menos deberías darle la cara, al final de cuentas, la chica no tuvo la culpa de nada, como bien dices, aquí el mayor eres tú, quien debe comportarse como un adulto maduro y sensato eres tú.

—No voy a verla, Ryan, no quiero estar cerca de esa mujer.

—Bien, como tú digas.

El rubio podía ver a través de la coraza de su amigo y sabía que él tenía miedo, las implicaciones de una relación de ese tipo, con tanta diferencia de edad, eran muchas en una sociedad como la suya; pero la forma en que revisaba esos videos una y otra vez, luchando por recordar, y el brillo en sus ojos al quedarse observando a la chica, le decían a Ryan que algo más estaba pasando ahí, algo que Charles pretendía ocultar sin mucho éxito.

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