—Claro que lo harás, te casarás con Edward Fuller, tú nos vas a sacar de esta situación de quiebra, ellos inyectaran lo que haga falta para salir de este mal pase en las empresas.
—Pero papá…—Pero nada, aquí se hace lo que yo diga, no quiero lamentaciones en los pasillos, mucho menos negativas de tu parte Helena, eres la hermana mayor y debes cumplir con tu labor. Casarte y tener una buena vida con ese hombre, mientras salimos de este mal momento.—¿Tu mamá?… has que mi padre entre en razón, como le vas a dar a tu hija en matrimonio a un hombre tan feo, solo me harás la mujer más infeliz del planeta, yo no lo amo, ni siquiera me gusta, entiende.—No importa lo que quieras o lo que te guste, si eres feliz o no, aquí lo que es realmente relevante, es el futuro de la familia, nada más que eso, espero lo comprendas porque no lo volveré a repetir.—Ya escuchaste a tu padre, y no será diferente, así hagas berrinches, de esos que estás acostumbrada todo el tiempo, o lo que sea.Te casarás con Edward Fuller y no hay más nada que decir.El señor y la señora, Wonderwall salen de la habitación de su hija, y la dejan en un momento de tristeza y angustia, bueno y quién no, si será obligada a casarse con un hombre que para ella es horrible, y ni siquiera lo ha visto en persona, solo en fotos de la prensa que tampoco le gusta o le atrae, debe ser difícil, no se la puede culpar, pero Edward, Edward tiene un gran corazón y eso debería ser lo importante, pero no, porque Helena es una mujer, sin un ápice de bondad, egoísta, caprichosa, malcriada, consentida.Nunca lo entenderá. Jamás será una buena esposa para un hombre como Edward que merece amor, mucho amor.—Lo siento Helena, pero tienes que obedecer a mis padres, quizás el hombre no sea tan feo como tú dices.—Claro que lo es Leonor, ya no sé dónde puse ese periódico para que lo veas y me entiendas, tú deberías verlo, ni siquiera en las películas de terror sale alguien tan horrible como él. Sobrepasa mis tripas, mi estómago, siento que vomitaré cuando esté cerca de él.—No digas eso, he escuchado que es amable, caballeroso, perspicaz, eso debería valer más que la belleza física.—Para ti que te conformas con cualquier cosa, yo no puedo, no sé cómo voy a lidiar con ese hombre tan horrendo, deberías casarte tú con él.—Lo haría, pero tú eres la hermana mayor y debes hacerlo, por orden de mis padres, eres la que está lista.—¿Lista?, ¿¡¡lista para qué!!? Jamás estaré lista para casarme con un hombre tan horripilante. —Míralo por el lado amable Helena, vas a poder salir de aquí, yo anhelo irme lejos, no quiero vivir toda mi vida bajo las órdenes de nuestros padres, ellos son demasiado autoritarios, quisiera huir.—No, no es un lado amable tener que pasar toda mi vida al lado de un hombre que no amo, que no quiero, que me molesta, que me perturba, que me da asco, no es algo bueno y deberíamos huir las dos.—Quizás tengas razón, pero es preferible eso a seguir aquí y no, solo lo dije en un momento de desesperación, pero no, no podemos irnos de aquí, tú tienes que cumplir a mis padres para que ellos salgan de la quiebra y yo debo quedarme con ellos para cuidarlos.—Hermana siempre has sido una cobarde, pensé que lo decías en serio, por favor ayúdame a escapar, yo sí lo haré.—No, por favor no lo hagas, no podemos abandonar a nuestros padres en estos momentos, de verdad nos necesitan.—Eso lo dices porque tú no eres la que va a tener que ver a ese hombre todos los días, que me bese, que me toque, siento mucha repulsión. Que tal si aparte de horrible está loco.—No es así, se sabe que él es ingenioso y bueno, hasta en los periódicos he leído lo brillante que es aunque no he podido verlo, pero… dime, ¿de verdad es tan feo?—Obvio si hermana, mi padre salió en una foto con él y su padre, los tres en una revista, estaba un poco borroso, pero es peor de lo que te imaginas y para colmo mañana será la pedida de mano, odio mi vida, odio a ese hombre horrendo, los odio a todos, quiero morirme.—Trata de calmarte Helena, es mejor que intentes entender la situación y verlo por el lado bueno, no creo que tengas que besarlo, muchos menos estar con él, él no te va a obligar, lo dudo.—¿Y si lo hace?, y si me toma a la fuerza y me hace daño, noooo ayuda, no lo quiero, por favor sálvame. Ya sé qué haré, tengo una idea increíble. —¿Que harás hermana?, ¿qué locura se te ha ocurrido ahora?—Le haré la vida imposible, lo trataré como a mi sirviente, haré que se arrepienta de haber hecho que me obliguen a casarme con él, ya lo verá.Con lo horrendo que es no tendrá de otra que acceder a mis caprichos.—¡¡Nooo!!, no puedes hacer eso.—¿Por qué no?, solo seré yo misma combatiendo a ese monstruo.—Hermana, ¿qué te ha hecho él?, no puedes ser tan despiadada con alguien a quien seguramente lo están obligando a casarte contigo también, Por favor recapacita.—No hay nada más que decir, nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión, él va a conocer a Helena Wonderwall y se va a arrepentir de haberse casado conmigo.—A veces me das miedo Helena, espero recapacites y cambies de parecer.—No, no lo haré, haré que todos se arrepientan de haberme obligado a casarme con ese hombre, hasta mis padres, ya lo verás.—Estás mal Helena. Una mujer como Helena Wonderwall, es muy capaz de acabar con todo a su paso, siempre ha conseguido lo que ha querido al precio que sea, pero como todos, tiene un punto frágil, ella está enamorada de un hombre que no tiene nada que ver con una acaudalada familia, es un tipo vago, pero guapísimo, como un modelo, el sueño de un timador lo era helena para él.Él quiere esa fortuna Wonderwall, y al igual que ella, piensan que el físico y el dinero son lo más importante, se sabe a veces el amor es ciego.Ella y su sueño de casarse con su playboy, el novio secreto que esconde por ser pobre, y él que quiere todo lo que la rodea para estar con la mujer que él realmente ama y que no era Helena precisamente.La llevarán quizás a su perdición...Al día siguiente.—Madre, estás muy hermosa hoy, resplandeciente.Tu sonrisa está más bonita que en otros días.—Ya basta, hijo, que vas a hacer que me sonroje.—Pero es la verdad, te pones cada día más linda.—Gracias, todo fue desde la última vez que me iba a ir contigo y tus hermanos, cuando me dijiste que hablara con Henry, sobre nuestro matrimonio y todo se arregló desde ese momento, él cambió mucho.Hasta contigo.—Bueno, no del todo madre, pero sí, me ha aceptado un poco más, gracias por cuidarme siempre, por no abandonarme, tu amor me ha hecho más fuerte, he tenido que lidiar con gente superficial y variable, que piensan que por qué como me veo así pueden pasar por encima de mí.—Lo sé hijo, sé que has pasado por momentos complejos, sobre todo aquí con tu padre, que eso nunca debió ser así, él tiene que protegerte y solo te ha humillado…—Sí madre, pero es mejor que olvidemos todo eso, y pensemos en ese matrimonio que mi padre ha impuesto, madre, no quiero casarme con ninguna
—Exactamente, hermana, vas a conseguir todo lo que siempre has deseado.—Lo sé, pero a qué costo, además no quiero perder a mi gran amor.—¿Quién?—Russell.—Ese mantenido, abre los ojos Helena, ese hombre solo te está usando, no te quiere.—Ya cállate Leonor, yo sé que él me ama, eres una envidiosa, claro como a ti nadie te quiere, al menos yo tengo a Russell y ahora voy a casarme con este adefesio que afortunadamente es millonario y tú… ¿Qué has conseguido?, nada cierto.—Estás muy equivocada, jamás te tendría envidia, eres mi hermana, te quiero mucho, y solo quiero que abras los ojos, y que veas que ese hombre…—No más, no me interesa escucharte, hablar mal de Russell, él me ama, me lo ha demostrado de mil maneras.Me regaló este collar y este anillo, sin duda son bellos.—Son baratijas hermana y lo sabes, nada de lo que estás acostumbrada en esta familia, él solo juega contigo o dime, si realmente estuviera interesado hubiera venido aquí a pedir tu mano a mis padres como tú lo mer
—Cálmate Betty, no hice nada malo, pero no puedes decirle a Edward que es precioso, se oye ridículo, porque no es verdad y lo sabes.—Para mí lo es, y lo es por todo lo que trae en su interior y en su corazón, él es un hombre de admirar, merece todo el respeto del mundo.—Disculpe la interrupción, señora Betty, acaban de llegar los invitados.—Háganlos pasar y traigan a los mellizos, gracias.Betty acomoda la corbata de Edward y mira a su esposo enojada y con sus mejillas coloradas de la ira.—Buenas noches, Henry.—Buenas noches, Abraham.—Se saludan los cerebros de la familia Fuller y Wonderwall, y las señoras también.—Miren Betty, Henri y Edward les presento a mis hijas, ella es Leonor.—Mi princesa, ella es la menor.— Hace mención Abraham.—Y ella es la única y bella Helena, tu futura esposa Edward.—Mucho gusto Helena.—El desagrado no lo puede ocultar, por más que ella lo intenta, su actuación no funciona, apenas lo mira, lo aborrece, mientras Leonor le pasó su mano mostrando una
Helena ha descubierto que no va a poder lograr actuar frente a Edward, su cara de desagrado lo dice todo.El ha podido notarlo y se ha puesto a la defensiva, no esta muy complacido con ella, pero al ver a Leonor sus ojos se han iluminado y eso es algo sorprendente.Leonor lo ha dejado suspirando, tal parece que Edwuar se siente atraido por ella.—Bueno, bueno, ya que se conocieron los prometidos pasemos a la sala este será el acontecimiento del año, nuestros hijos van a casarse, no es acaso esto lo mejor qué ha podido suceder.— Habla el señor Wonderwall alardeando en que ha logrado su cometido y pensando que conseguirá los fondos para sus empresas.—Así es Abraham, vamos a tener una maravillosa boda, nuestros hijos se casarán y nos darán muchos nietos.—Creo que es muy pronto para hablar de nietos. ¿No crees Henry?— Aclara Betty.Y en ese preciso momento se escucha un... ¡No!, ¡no! Un grito desesperado y como era de esperarse, es Helena que cada vez puede soportar menos esta decisión
Mansión Wonderwall.—Hija debes fingir un poco más, Edward noto tus caras, todos nos dimos cuenta de tu desagrado hacia él, no podemos permitir que cambie de opinión hacia ti, eso sería nuestro final. —No puedo, es difícil, tú no entiendes, claro como no eres la que se va a tener que casar con el feo ese, ya lo viste, todos los vieron.No es nada agradable.—Habla Helena mientras solloza entre lágrimas.— No me obliguen a casarme con ese hombre por favor padre, madre.—Ya esto todo arreglado para el matrimonio, tú no vas a cambiarlo, así llores ríos de lágrimas, entiende Helena está en juego la riqueza, las empresas, ¿quieres que nos quedemos sin nada?, ¿no quieres que sigamos siendo poderosos?—Yo no quiero que eso pase padre, pero que haré yo todos los días viéndole la cara a ese hombre, y su madre que lo cuida como si fuera un niño pequeño. Me fastidia su presencia.—Solo tienes que casarte hija mía, y enamorarlo para que puedas quitarle la mayoría de su fortuna.—¿Enamorarlo?, ¡¡No
♬♪𝄞𓏢Eres el amor de mi vida, el hombre de mis locuras… tara tara♬♪𝄞♭…Se escucha tararear una melodía inesperada en la habitación de Helena, ahora porque tanta felicidad, ella todos los días se despierta enojada y pidiendo todo a gritos, pero hoy todo ha cambiado.—Buenos días, Helena, ¿puedo pasar?.— Leonor toca la puerta con sutileza, ya que ha escuchado a Helena cantar y le ha generado bastante curiosidad.Pues la mayor parte del tiempo está de mal humor y nunca complacida, ahora menos con su futuro matrimonio.—Pasa Leonor, hoy estoy demasiado alegre para que algo pueda hacerme sentir mal.—Habla regocijada.—Puedo saber por qué mi hermanita está tan contenta, ¿qué bichito te pico?.—Pregunta curiosa y sorprendida.—¿Bichito?, eso fue un bichote.— Responde sonriendo mostrando su perfecta dentadura.—¿De qué hablas Helena?, estoy confundida con tus palabras.— Leonor pregunta cada vez más desconcertada y pérdida, no entiende nada.Se acerca a la ventana y rodea la habitación buscan
—Acaba de llamar mi socio y tu futuro suegro, me ha expresado que Edward ha arreglado una cena para los dos esta misma noche, tienen que tener una charla antes del matrimonio, no tenemos más tiempo, debe hacerse, es importante que congenien. —Exclamo con la voz risueña que lo caracteriza.¿Pero qué pasa?, ¿por qué esas caras de ustedes tres?, las veo pálidas, y con expresión de acontecimiento, y ninguna ha dicho una sola palabra desde que entre a la habitación.—Pregunta él buscando una respuesta.Y tu Kristel te ves espantada… ¿Qué está ocurriendo?, necesito saber ahora mismo que está sucediendo…— Sentenció Abraham preocupado.¿Se les ha comido la lengua el ratón?Leonor …—Nada padre, es solo que mi madre ha estado toda la mañana en los preparativos para la boda y está agotada, le hemos traído un vaso de agua para que se reponga.— Responde Leonor apretando los labios y bajando la cabeza.—Así es Abraham, ha sido demasiado para mí, ya no estoy tan joven como antes.—No lo sé Kristel,
—Me sorprende verlas, no supuse que Leonor nos acompañaría esta noche.—Sonríe inconscientemente.—Pues que raro que no hayas estado enterado, puesto que fue decisión de mis padres, ellos lo sabían y no te lo dijeron, ahora tendrás que soportar.— Hace una sonrisa cínica.—En realidad no me molesta, estoy fas… quiero decir complacido de tenerlas a las dos aquí, más a Leonor, quien ha demostrado ser una mujer inteligente y respetuosa.— Aseguro con su voz ronca y gruesa.—Sí, si claro, la perfecta Leonor, por favor, ya entramos al restaurante, no almorcé bien y tengo mucha hambre.—Discúlpala Edward, hoy no fue un buen día para ella.— Dijo intentando buscar una excusa.—Al parecer ningún día es bueno para Helena, ja, ja, ja.— Edward se lo está tomando con humor.Los dos se ríen y caminan hacia la mesa del restaurante.—Me gusta mucho este sitio, es elegante, al menos tienes buen gusto en eso, ¿Edward?Él corre las sillas para que ellas se sienten.—Bueno, yo no lo escogí, fue mi secretar