Mansión Wonderwall.—Hija debes fingir un poco más, Edward noto tus caras, todos nos dimos cuenta de tu desagrado hacia él, no podemos permitir que cambie de opinión hacia ti, eso sería nuestro final. —No puedo, es difícil, tú no entiendes, claro como no eres la que se va a tener que casar con el feo ese, ya lo viste, todos los vieron.No es nada agradable.—Habla Helena mientras solloza entre lágrimas.— No me obliguen a casarme con ese hombre por favor padre, madre.—Ya esto todo arreglado para el matrimonio, tú no vas a cambiarlo, así llores ríos de lágrimas, entiende Helena está en juego la riqueza, las empresas, ¿quieres que nos quedemos sin nada?, ¿no quieres que sigamos siendo poderosos?—Yo no quiero que eso pase padre, pero que haré yo todos los días viéndole la cara a ese hombre, y su madre que lo cuida como si fuera un niño pequeño. Me fastidia su presencia.—Solo tienes que casarte hija mía, y enamorarlo para que puedas quitarle la mayoría de su fortuna.—¿Enamorarlo?, ¡¡No
♬♪𝄞𓏢Eres el amor de mi vida, el hombre de mis locuras… tara tara♬♪𝄞♭…Se escucha tararear una melodía inesperada en la habitación de Helena, ahora porque tanta felicidad, ella todos los días se despierta enojada y pidiendo todo a gritos, pero hoy todo ha cambiado.—Buenos días, Helena, ¿puedo pasar?.— Leonor toca la puerta con sutileza, ya que ha escuchado a Helena cantar y le ha generado bastante curiosidad.Pues la mayor parte del tiempo está de mal humor y nunca complacida, ahora menos con su futuro matrimonio.—Pasa Leonor, hoy estoy demasiado alegre para que algo pueda hacerme sentir mal.—Habla regocijada.—Puedo saber por qué mi hermanita está tan contenta, ¿qué bichito te pico?.—Pregunta curiosa y sorprendida.—¿Bichito?, eso fue un bichote.— Responde sonriendo mostrando su perfecta dentadura.—¿De qué hablas Helena?, estoy confundida con tus palabras.— Leonor pregunta cada vez más desconcertada y pérdida, no entiende nada.Se acerca a la ventana y rodea la habitación buscan
—Acaba de llamar mi socio y tu futuro suegro, me ha expresado que Edward ha arreglado una cena para los dos esta misma noche, tienen que tener una charla antes del matrimonio, no tenemos más tiempo, debe hacerse, es importante que congenien. —Exclamo con la voz risueña que lo caracteriza.¿Pero qué pasa?, ¿por qué esas caras de ustedes tres?, las veo pálidas, y con expresión de acontecimiento, y ninguna ha dicho una sola palabra desde que entre a la habitación.—Pregunta él buscando una respuesta.Y tu Kristel te ves espantada… ¿Qué está ocurriendo?, necesito saber ahora mismo que está sucediendo…— Sentenció Abraham preocupado.¿Se les ha comido la lengua el ratón?Leonor …—Nada padre, es solo que mi madre ha estado toda la mañana en los preparativos para la boda y está agotada, le hemos traído un vaso de agua para que se reponga.— Responde Leonor apretando los labios y bajando la cabeza.—Así es Abraham, ha sido demasiado para mí, ya no estoy tan joven como antes.—No lo sé Kristel,
—Me sorprende verlas, no supuse que Leonor nos acompañaría esta noche.—Sonríe inconscientemente.—Pues que raro que no hayas estado enterado, puesto que fue decisión de mis padres, ellos lo sabían y no te lo dijeron, ahora tendrás que soportar.— Hace una sonrisa cínica.—En realidad no me molesta, estoy fas… quiero decir complacido de tenerlas a las dos aquí, más a Leonor, quien ha demostrado ser una mujer inteligente y respetuosa.— Aseguro con su voz ronca y gruesa.—Sí, si claro, la perfecta Leonor, por favor, ya entramos al restaurante, no almorcé bien y tengo mucha hambre.—Discúlpala Edward, hoy no fue un buen día para ella.— Dijo intentando buscar una excusa.—Al parecer ningún día es bueno para Helena, ja, ja, ja.— Edward se lo está tomando con humor.Los dos se ríen y caminan hacia la mesa del restaurante.—Me gusta mucho este sitio, es elegante, al menos tienes buen gusto en eso, ¿Edward?Él corre las sillas para que ellas se sienten.—Bueno, yo no lo escogí, fue mi secretar
—Ya estamos aquí, disculpa la tardanza Edward.— Habla ella sin mirarlo.—No pasa nada, lo importante es que estés bien.— Responde Edward sonriendo con gentileza.—Te agradezco, ya estoy mejor, tal parece que no he aprendido a comer bien, me he atorado de la nada. —Se sonroja de vergüenza.—Pierde cuidado a todos nos pasa alguna vez, por favor tomen asiento.—Gracias.—Respecto a lo que preguntas Helena, nuestra familia, los Fuller, tenemos propiedades en casi todo el mundo...—No tienes que responder Edward.—Quiero hacerlo Leonor, está bien para mí.—Te escuchó Edward.—En Europa tenemos multinacionales de exportaciones e importaciones al igual que acá en estados unidos.—¿Y eso es mucho dinero?—¡Helena!—Déjame Leonor, solo tengo curiosidad, Edward será mi futuro esposo y debo estar enterada de sus negocios y el poder que eso conlleva.—Por supuesto, Helena tienes razón, ella debe estar al tanto de todo lo que mi futura esposa tendrá después del matrimonio.—Está bien, si para ti n
—Y estás caritas mis niñas, tal parece que pasaron muy buena anoche, cuéntame Leonor cómo les fue en la cena con Edward.— Dice curiosa.—Mami la pasamos muy bien, fue divertido, él se portó muy bien con las dos, realmente Helena se casará con un hombre maravilloso. — Sonríe alegré.—¿Maravilloso?, definitivamente estás loca Leonor, ese feo no es nada especial, al contrario, cada instante que lo tengo cerca menos me gusta, no sé cómo le voy a hacer cuando tenga que verlo todos los días, voy a necesitar más que tripas para soportarlo. — Habla alterada.—Hija ya deberías comportarte como una adulta y entender la situación, acoger a Edward como tu futuro esposo y no pensar como una niña tonta e inmadura.—Sentecia con seriedad, cruzando sus brazos se acomoda en su fino sillón.—Madre para ti es muy fácil hablar de como debo comportarme siendo que no vas a salir afectada en nada, ya estoy harta de esto, no quiero fingir más, no voy a casarme con ese hombre. — Helena niega al instante.—Tú n
Mansión Fuller.—¿Hijo mío como dormiste?, ¿lograste descansar?, note que llegaste un poco tarde anoche, cuéntame, ¿cómo te fue en la cena con Helena?, ¿pudiste descubrir algo mas acerca de ella?...— Pregunta entusiasmada y curiosa.—Ya calma madre, son muchas preguntas, despacio.— Habla llevando un poco de jugo de naranja a su boca.—Lo sé hijo, pero me mata la curiosidad, quiero saberlo todo, estoy completamente intrigada, por favor cuéntame todo ya.—A nosotros también, cuéntanos hermano, que paso con la bruja Helena. —Si dinos, te hechizo con su varita mágica y ahora estás enamorado.—¿O mejor aún ya no te casarás con ella? ,— Pregunta esperanzado.—Tranquilos todos, no estoy hechizado, ja, ja, já esas ocurrencias hermanito, quizás esta sea una mala noticia para ustedes, lastimosamente si me casaré con ella.—¿De verdad, hermano?—Te lo dije Felipe nuestro plan no iba a funcionar.— Se miran desanimados.—Tú fuiste el de la idea, ahora no me culpes.—No logramos librar a nuestro h
—Esto parece ser el final de todo lo que habiamos planeado, nuestros propósitos se están destruyendo. — Se lleva una mano al pecho con desesperación.—La carta dice claramente que tienen en su poder más fotos y videos de Helena como estas mismas con ese hombre en situaciones comprometedoras y que si no les pagamos dos millones de dólares en una semana se las enviarán a los Fuller.— Leonor lee con temblor en sus palabras.—¿Escuchaste Helena?, el problema en el que nos has metido ahora, ¿cómo solucionaremos algo tan grave?, ¿de dónde sacaremos tanto dinero?, ahora si estaremos completamente arruinados.— Pregunta con incertidumbre.—¿Quién es ese hombre del cual hablan?, ¿a dónde lo conociste Helena?, habla niña por el amor de Dios, debo solucionar todo esto lo más pronto posible, no podemos dejar que arruinen nuestros planes.— Él se altera y cuestiona airado.—Es Russell, papá, estoy enamorada de él.— Responde sin una gota de vergüenza.—No digas tonterías Helena, eres una inmadura, q