—Exactamente, hermana, vas a conseguir todo lo que siempre has deseado.
—Lo sé, pero a qué costo, además no quiero perder a mi gran amor.—¿Quién?—Russell.—Ese mantenido, abre los ojos Helena, ese hombre solo te está usando, no te quiere.—Ya cállate Leonor, yo sé que él me ama, eres una envidiosa, claro como a ti nadie te quiere, al menos yo tengo a Russell y ahora voy a casarme con este adefesio que afortunadamente es millonario y tú… ¿Qué has conseguido?, nada cierto.—Estás muy equivocada, jamás te tendría envidia, eres mi hermana, te quiero mucho, y solo quiero que abras los ojos, y que veas que ese hombre…—No más, no me interesa escucharte, hablar mal de Russell, él me ama, me lo ha demostrado de mil maneras.Me regaló este collar y este anillo, sin duda son bellos.—Son baratijas hermana y lo sabes, nada de lo que estás acostumbrada en esta familia, él solo juega contigo o dime, si realmente estuviera interesado hubiera venido aquí a pedir tu mano a mis padres como tú lo mereces, como lo hará Edward.—Seguro, las joyas no son tan finas, pero su amor es real, yo lo sé, ahora déjame que voy a prepararme para esta noche.Tengo que rasurarme las piernas y por todas partes, arreglarme el cabello, los zapatos, sal pronto de mi habitación, ya me amargaste el día.—Está bien, te dejo para que te acicales.No olvides que te adoro hermanita.—Sí, si chao, cierra fuerte al salir.Leonor es todo lo contrario a su hermana Helena, muy paciente, bondadosa, demasiado bonita, a pesar de nacer en la riqueza es muy humilde, tan solo tiene diecinueve años, el mes siguiente cumpliría los veinte y su hermana los veintitrés.Para ella el dinero no es lo más importante, pero sabe perfectamente que las comodidades son mejor que vivir en la calle, y eso no la trasnocha, le gusta mucho escribir y leer, es su pasatiempo preferido, aunque sueña con ser una escritora reconocida en todo el mundo, piensa que esa sea una manera de independizarse de su familia.El romance es de su preferencia, el drama aún más.En sus sueños siempre está encontrar al amor de su vida, un hombre atento, caballeroso, amable, guapo, muy alto, que haga que su cara y su corazón estén siempre llenos con una sonrisa.Está pensativa por qué su hermana se tiene que casar con ese hombre, pero no puede hacer nada, está en juego las riquezas y la estabilidad de su familia, ya que por esa razón sus padres tienen muchos problemas y discusiones.¿Qué podría hacer ella?Mientras escribía lo que sucedía a su familia en su diario, pensaba en como salvar a su hermana de ese muchacho, pero por más que le daba vueltas al asunto no podía hacer absolutamente nada, ese matrimonio era un hecho, no había poder humano en la naturaleza que lo pudieran cambiar.Tocan la puerta de Leonor.—Puedo pasar hija.—Si madre, solo escribo un poco.—Hija, vengo aquí porque necesito de tu ayuda, debes convencer a tu hermana de que lo es mejor para ella y la familia es que le ponga su mejor cara a su matrimonio, no puede dejarnos mal, mira, ahora mismo está haciendo un berrinche ruidoso en la alcoba.—Pero madre, ella está muy necia a entender que debe hacerlo por el bienestar de la familia, ya le he dicho de mil maneras que lo acepte y no quiere.—Pero debe ir allá y presentarse como si ella estuviera de acuerdo y que el novio piense que es su mejor elección, qué tal que él vea que ella lo detesta, la rechace y no quiera casarse con tu hermana por esa actitud.Imagina hija, sería nuestra perdición, quedaríamos en la ruina total, por favor dile que recapacite y ponga su mejor rostro.Ve con ella…—Iré madre, pero no te aseguro que ella cambie de opinión.—Haz lo que puedas, hija mía.Leonor pasa a la habitación de Helena, aun sabiendo que seguramente su intervención no servirá de mucho.—¿Cómo estás?, Helena, ¿ya más calmada?, mi madre dijo que estás muy enojada y haciendo berrinches de adulto.—Si solo viniste a molestar, te puedes ir, o quédate, la verdad me da igual.—Ahora, ¿por qué estás tan feliz?, lo noto en tu voz y tu mirada, ¿qué te ha puesto así?—Hable con Russell, le comenté lo que está pasando y me dijo que lo mejor que podía hacer era casarme con el Feito ese, lo ves tú que dices que es malo.Él me apoya en todo.—Ay Helena, si te quisiera de verdad no te dejaría que te cases con otro hombre, no te parece raro, que sea tan permisivo, un hombre enamorado no hace eso.—Tú no sabes que es que te quieran de verdad, ¿no lo ves?, acaso estás ciega, él está poniendo nuestro amor aun lado para que yo pueda ayudar a todos aquí, para que no vayamos a la quiebra, un hombre enamorado si lo entendería.Así que me casaré con el hombre más horrendo, pondré mi mejor actitud, esta será mi mejor actuación, digna de un Óscar…—De verdad que ese tal Russell, si sabe muy bien como lavarte la cabeza, me deja realmente sorprendida.—Dejame hablar, no he terminado, por cierto, debo hacer todo lo que Russell diga, para hacerlo feliz.Desde esta tarde seré una nueva mujer, me convertiré en una mosca muerta como tú, así lograré todo lo que me proponga y más ya lo verás Leonor.—Entonces tal parece que todo está muy normal aquí, yo venía a hacerte pensar mejor las cosas respecto a tu matrimonio, pero veo que Russell está de nuestro lado.—Sí, si todo está bajo control, ahora vete que voy a terminar de arreglarme y tú también deberías vestirte.Helena es una mujer muy hermosa al igual que Leonor, pero su forma de ser acabaría con la paciencia de cualquiera, Edward tendrá muchos inconvenientes con ella, un hombre de buen corazón con una mujer llena de avaricia y caprichos, mala combinación.En la noche.—Bueno, ya está todo listo, y ¿los mellizos?—Aún no terminan de vestirlos, no querían estar en la cena, están muy enojados.—Ya se les pasará, pero no pueden faltar a esta cena, es importante crear estos lazos familiares.—¿Hablaste con la maestra Henry?—Sí, la verdad, estoy muy sorprendido del mal comportamiento de los gemelos, no sé qué debería hacer, la maestra está a punto de expulsarlos, pedí una oportunidad para ellos, pero no creo que lo logren.—Te dije que no los consintieras…—Ya mujer, no necesito reproches, con que me ayudes a que se porten bien es suficiente.—Lo he intentado, pero siempre me dicen que tú los dejas hacer lo que ellos deseen, me quitaste la autoridad y debemos actuar antes de que sea tarde.—Está bien, tienes razón, les diré que deben obedecerte en todo, ya no quiero más quejas de esos niños, no puedo tolerar sus malcriadeces.—Gracias Henry, al fin lo entendiste, siempre tardas un poco, pero lo haces al fin.—Señor, Señora, los gemelos están listos.—Gracias Mati, deja que estén en sus habitaciones hasta que lleguen los invitados.—Si señora.—Se retira a la cocina.—Edward hijo, ese traje te queda perfecto, mi hijo precioso.— En ese instante Henry suelta una carcajada.—Pensé que ya habías madurado Henry, que apoyabas a tu hijo, ¿cuál es tu problema?—Ya déjalo mamá.—No, Edward, no voy a permitir que él siga siendo el mismo imbécil de siempre.—Cálmate Betty, no hice nada malo, pero no puedes decirle a Edward que es precioso, se oye ridículo, porque no es verdad y lo sabes.—Para mí lo es, y lo es por todo lo que trae en su interior y en su corazón, él es un hombre de admirar, merece todo el respeto del mundo.—Disculpe la interrupción, señora Betty, acaban de llegar los invitados.—Háganlos pasar y traigan a los mellizos, gracias.Betty acomoda la corbata de Edward y mira a su esposo enojada y con sus mejillas coloradas de la ira.—Buenas noches, Henry.—Buenas noches, Abraham.—Se saludan los cerebros de la familia Fuller y Wonderwall, y las señoras también.—Miren Betty, Henri y Edward les presento a mis hijas, ella es Leonor.—Mi princesa, ella es la menor.— Hace mención Abraham.—Y ella es la única y bella Helena, tu futura esposa Edward.—Mucho gusto Helena.—El desagrado no lo puede ocultar, por más que ella lo intenta, su actuación no funciona, apenas lo mira, lo aborrece, mientras Leonor le pasó su mano mostrando una
Helena ha descubierto que no va a poder lograr actuar frente a Edward, su cara de desagrado lo dice todo.El ha podido notarlo y se ha puesto a la defensiva, no esta muy complacido con ella, pero al ver a Leonor sus ojos se han iluminado y eso es algo sorprendente.Leonor lo ha dejado suspirando, tal parece que Edwuar se siente atraido por ella.—Bueno, bueno, ya que se conocieron los prometidos pasemos a la sala este será el acontecimiento del año, nuestros hijos van a casarse, no es acaso esto lo mejor qué ha podido suceder.— Habla el señor Wonderwall alardeando en que ha logrado su cometido y pensando que conseguirá los fondos para sus empresas.—Así es Abraham, vamos a tener una maravillosa boda, nuestros hijos se casarán y nos darán muchos nietos.—Creo que es muy pronto para hablar de nietos. ¿No crees Henry?— Aclara Betty.Y en ese preciso momento se escucha un... ¡No!, ¡no! Un grito desesperado y como era de esperarse, es Helena que cada vez puede soportar menos esta decisión
Mansión Wonderwall.—Hija debes fingir un poco más, Edward noto tus caras, todos nos dimos cuenta de tu desagrado hacia él, no podemos permitir que cambie de opinión hacia ti, eso sería nuestro final. —No puedo, es difícil, tú no entiendes, claro como no eres la que se va a tener que casar con el feo ese, ya lo viste, todos los vieron.No es nada agradable.—Habla Helena mientras solloza entre lágrimas.— No me obliguen a casarme con ese hombre por favor padre, madre.—Ya esto todo arreglado para el matrimonio, tú no vas a cambiarlo, así llores ríos de lágrimas, entiende Helena está en juego la riqueza, las empresas, ¿quieres que nos quedemos sin nada?, ¿no quieres que sigamos siendo poderosos?—Yo no quiero que eso pase padre, pero que haré yo todos los días viéndole la cara a ese hombre, y su madre que lo cuida como si fuera un niño pequeño. Me fastidia su presencia.—Solo tienes que casarte hija mía, y enamorarlo para que puedas quitarle la mayoría de su fortuna.—¿Enamorarlo?, ¡¡No
♬♪𝄞𓏢Eres el amor de mi vida, el hombre de mis locuras… tara tara♬♪𝄞♭…Se escucha tararear una melodía inesperada en la habitación de Helena, ahora porque tanta felicidad, ella todos los días se despierta enojada y pidiendo todo a gritos, pero hoy todo ha cambiado.—Buenos días, Helena, ¿puedo pasar?.— Leonor toca la puerta con sutileza, ya que ha escuchado a Helena cantar y le ha generado bastante curiosidad.Pues la mayor parte del tiempo está de mal humor y nunca complacida, ahora menos con su futuro matrimonio.—Pasa Leonor, hoy estoy demasiado alegre para que algo pueda hacerme sentir mal.—Habla regocijada.—Puedo saber por qué mi hermanita está tan contenta, ¿qué bichito te pico?.—Pregunta curiosa y sorprendida.—¿Bichito?, eso fue un bichote.— Responde sonriendo mostrando su perfecta dentadura.—¿De qué hablas Helena?, estoy confundida con tus palabras.— Leonor pregunta cada vez más desconcertada y pérdida, no entiende nada.Se acerca a la ventana y rodea la habitación buscan
—Acaba de llamar mi socio y tu futuro suegro, me ha expresado que Edward ha arreglado una cena para los dos esta misma noche, tienen que tener una charla antes del matrimonio, no tenemos más tiempo, debe hacerse, es importante que congenien. —Exclamo con la voz risueña que lo caracteriza.¿Pero qué pasa?, ¿por qué esas caras de ustedes tres?, las veo pálidas, y con expresión de acontecimiento, y ninguna ha dicho una sola palabra desde que entre a la habitación.—Pregunta él buscando una respuesta.Y tu Kristel te ves espantada… ¿Qué está ocurriendo?, necesito saber ahora mismo que está sucediendo…— Sentenció Abraham preocupado.¿Se les ha comido la lengua el ratón?Leonor …—Nada padre, es solo que mi madre ha estado toda la mañana en los preparativos para la boda y está agotada, le hemos traído un vaso de agua para que se reponga.— Responde Leonor apretando los labios y bajando la cabeza.—Así es Abraham, ha sido demasiado para mí, ya no estoy tan joven como antes.—No lo sé Kristel,
—Me sorprende verlas, no supuse que Leonor nos acompañaría esta noche.—Sonríe inconscientemente.—Pues que raro que no hayas estado enterado, puesto que fue decisión de mis padres, ellos lo sabían y no te lo dijeron, ahora tendrás que soportar.— Hace una sonrisa cínica.—En realidad no me molesta, estoy fas… quiero decir complacido de tenerlas a las dos aquí, más a Leonor, quien ha demostrado ser una mujer inteligente y respetuosa.— Aseguro con su voz ronca y gruesa.—Sí, si claro, la perfecta Leonor, por favor, ya entramos al restaurante, no almorcé bien y tengo mucha hambre.—Discúlpala Edward, hoy no fue un buen día para ella.— Dijo intentando buscar una excusa.—Al parecer ningún día es bueno para Helena, ja, ja, ja.— Edward se lo está tomando con humor.Los dos se ríen y caminan hacia la mesa del restaurante.—Me gusta mucho este sitio, es elegante, al menos tienes buen gusto en eso, ¿Edward?Él corre las sillas para que ellas se sienten.—Bueno, yo no lo escogí, fue mi secretar
—Ya estamos aquí, disculpa la tardanza Edward.— Habla ella sin mirarlo.—No pasa nada, lo importante es que estés bien.— Responde Edward sonriendo con gentileza.—Te agradezco, ya estoy mejor, tal parece que no he aprendido a comer bien, me he atorado de la nada. —Se sonroja de vergüenza.—Pierde cuidado a todos nos pasa alguna vez, por favor tomen asiento.—Gracias.—Respecto a lo que preguntas Helena, nuestra familia, los Fuller, tenemos propiedades en casi todo el mundo...—No tienes que responder Edward.—Quiero hacerlo Leonor, está bien para mí.—Te escuchó Edward.—En Europa tenemos multinacionales de exportaciones e importaciones al igual que acá en estados unidos.—¿Y eso es mucho dinero?—¡Helena!—Déjame Leonor, solo tengo curiosidad, Edward será mi futuro esposo y debo estar enterada de sus negocios y el poder que eso conlleva.—Por supuesto, Helena tienes razón, ella debe estar al tanto de todo lo que mi futura esposa tendrá después del matrimonio.—Está bien, si para ti n
—Y estás caritas mis niñas, tal parece que pasaron muy buena anoche, cuéntame Leonor cómo les fue en la cena con Edward.— Dice curiosa.—Mami la pasamos muy bien, fue divertido, él se portó muy bien con las dos, realmente Helena se casará con un hombre maravilloso. — Sonríe alegré.—¿Maravilloso?, definitivamente estás loca Leonor, ese feo no es nada especial, al contrario, cada instante que lo tengo cerca menos me gusta, no sé cómo le voy a hacer cuando tenga que verlo todos los días, voy a necesitar más que tripas para soportarlo. — Habla alterada.—Hija ya deberías comportarte como una adulta y entender la situación, acoger a Edward como tu futuro esposo y no pensar como una niña tonta e inmadura.—Sentecia con seriedad, cruzando sus brazos se acomoda en su fino sillón.—Madre para ti es muy fácil hablar de como debo comportarme siendo que no vas a salir afectada en nada, ya estoy harta de esto, no quiero fingir más, no voy a casarme con ese hombre. — Helena niega al instante.—Tú n