— Supongo que debes estar contento ¿No? — digo entrando como un huracán en la oficina de mi padre. Por supuesto que, aunque él no tenga un trabajo fijo en el instituto o siquiera sea tan relevante aquí, el gran Hans Wagner tenía que pedir una oficina grande y lujosa. Ridículo.
—Señores... nos vemos más tarde— decía mi padre colocando la sonrisa más falsa que tenía. Me podría importar muy poco si estuviera solo o no, es más, casi que creía que era mejor si yo tenía audiencia de lo que iba a decir. Finalmente, los otros doctores se van dándome una mirada de sorpresa. Supongo que todos pensarán que somos la familia feliz o nunca me habían visto a mí esta actitud. Pero créanme que hasta me estaba conteniendo.
Había dejado a mi esposa aún en el hospital internada. Todos simplemente queríamos
—Sé que no te agrada que te diga esto… y que parece ser un tema difícil para ti, pero... yo realmente puedo caminar— le digo entre risas. Oliver me lleva cargada al departamento, durante todo el camino desde que me bajé del auto, y antes de eso. Desde hace algunos días se ha comportado simplemente... lo más opuesto al Oliver Wagner que conocía. Ha sido el hombre más atento, protector y considerado del mundo. Él ha hablado con el hospital y con el director Edward, para que me dieran un reposo por unos días, y luego me enteré de que él también había perdido un tiempo libre. Yo por supuesto le dije que no era necesario y que sus pacientes lo necesitaban, pero parecía que después de todo lo que había sucedido conmigo y con la señora Espinoza él realmente necesitaba un descanso. Nuestra vida realmente había sido extremadamente movida desde que nos casamos. Bueno, la mía viene siendo complicada desde hace un tiempo. Pareciera que habíamos llegado a un punto en el que no podíamos más, y é
Por lo poco que le empieza a decir intuyo que no es una historia feliz, ni un matrimonio de cuentos de hadas, ni una historia de amor. Puedo entender un poco las razones de Hans de querer un poco más. Yo misma no venía de una familia reconocida ni adinerada, tampoco tuve muchas oportunidades.Vine de una familia rota y gracias a mi abuela pude hacer todo lo que logré, trabajé, luché por estudiar, nada me fue dado gratis. Pero supongo que algunas personas son como son y solo podemos conocer sus intereses y trasfondos.—Antes, lo mejor era ser alguien de buena familia. Mi padre se plantó ese objetivo, así de simple y crudo: Él tenía que conseguir conexiones y que mejor forma que de la manera más antigua... teniendo un matrimonio ventajoso. Así que conoció a mi madre, Charlotte en una fiesta de ricos que se metió como pudo, la enamoró, la buscó, prácticame
—Entonces... lo que me quieren decir es que no podemos hacer… ¿nada? ¿absolutamente nada? ¿ni siquiera con la declaración que ha hecho mi esposa con todo el valor del mundo? ¿acaso creen que ha sido fácil para ella venir hasta acá hablar de todo lo que ha sucedido? — digo yo intentando no levantar mi voz para que Lisa no se estrese, pero la realidad es que la cuestión se me está haciendo muy difícil. Ella aprieta mi mano con cuidado mientras está sentada a mi lado.—Lo siento doctor Wagner... si bien ha sido testigo de todo lo que ha sucedido... la realidad es que no tenemos a su hermanastro para confrontarlo, tampoco tenemos los nombres de los hombres quienes la secuestraron ni más pruebas que nos ayuden a identificarlos— responde capitán de esta oficina de la policía mientras el oficial Alem, está parado detrás cruzado de brazos. Pue
Oliver tiene hace ya varios días que se ven tan nervioso que me estoy empezando a preocupar. Sigue siendo gentil, agradable y amoroso, pero tiene momentos en que lo veo como si tuviese una duda, algo dando vueltas en su cabeza que no lo deja tranquilo. Sé que hay tantas cosas sucediendo en este momento que lo que menos debería preocuparme es esto, pero lo hago. ¿Por qué pareciera que las mujeres no solo ya tenemos suficientes preocupaciones cuando empezamos a tomar unas nuevas? Mi esposo se quedaba hasta altas horas de la noche hablando por teléfono, contestando correos electrónicos o discutiendo desde su celular. A veces escuchaba que era sobre pacientes, otras veces por temas de seguridad, Jonah, su padre y otros… pero las veces en que más me preocupaba era cuando hablaba en alemán. Evidentemente no sé qué decía, pero me ponía nerviosa. ¿De qué se trataría? Cuando yo le preguntaba solía insistirme en que eran cosas del Hospital o del Instituto y que no debería preocuparme por eso. C
—¡Realmente eras un niño extremadamente adorable! Y tu mamá era increíblemente hermosa. Sin duda la belleza de los Rosenthal ha bendecido a tu familia— dice ella con dulzura. Estoy realmente asombrado del tiempo que ella ha tomado, simplemente sentándose aquí conmigo a ver las fotos de mi infancia. Es evidente que tengo buenos recuerdos como todos, quizás aunque algunos no sean tan memorables o felices. Sin embargo, a los ojos de mi esposa, ella no parece ver nada más... ella simplemente me ve a mí, observa mis posturas y supone mis intenciones y mis ánimos. Aprecia la sonrisa de mi madre y pequeños detalles como la forma en que me sujetaba o cómo me observaba cuando caminaba cerca de ella. A los ojos de Lisa mi historia parece tan diferente y yo estoy francamente deleitado. Si, sin duda, mi madre hubiese adorado mi elección de esposa, aunque… las razones no hubiesen sido las correctas. ¿Qué posibilidades tenía de salir yo tan favorecido en un matrimonio por contrato? Terminamos
Poco a poco Oliver me está mostrando no solamente el maravilloso hombre que era, sino lo fantástico que nuestro matrimonio podría ser. Un matrimonio de verdad, no una farsa entre dos personas que parecen frías y solo estaban unidas por un objetivo. Yo ya sabía que él era un hombre realmente fantástico, me lo había demostrado, casi sin querer, casi sin proponérselo, casi sin poder evitarlo. Ya había empezado a caer poco a poco. Cada vez más quería estar con él, y mis dudas se disipaban. Mara me decía que me escuchaba maravillosamente bien cada vez que hablaba con ella por teléfono, y que en las fotos me veía tremendamente feliz. Pues sí, mi vida era como una luna de miel.Viajaba y conocía Alemania intentando alejar todas mis preocupaciones, tenía un hombre absolutamente devoto a mí, que inclusive había dejado su importante trabajo simplemente para intentar calmarme y distraerme. Me había enseñado su mundo, su pasado y quería que yo fuese el futuro. Mi única duda restaba en sí él re
Esta vez particularmente me había gustado mucho estar en mi país, en mi ciudad. Por primera vez no me había sentido extraño y ajeno, sino que creo que había logrado estar un poco más en paz con mi pasado y conmigo mismo. Sin embargo, también estaba feliz de irme y continuar nuestro paseo por Europa. Especialmente porque Lisa estaba empezando a hacer preguntas queriendo averiguar más sobre el pasado de mi familia... y había cosas que yo todavía no estaba preparado para contarle. De casualidad las había superado yo. Así que realmente me sentí muy contento cuando nos dirigimos a París. Lisa se veía muy risueña, entusiasmada y contenta de visitar la ciudad del amor. Yo francamente no había escatimado en lujos y detalles, así que había alquilado un departamento en la mejor zona del Barrio de Le Marais, que estaba cerca a los mejores lugares turísticos, así como rodeados de café y calles animadas. Mi intención era llevarla a conocer la ciudad y hacerla casi una parisina en pocos días. Y
Europa había sido más de lo que podía haber imaginado, y era gracias a él. Nunca había soñado ni siquiera algo así, era como la mejor luna de miel posible. Oliver me paseaba por los lugares más hermosos, se empeñaba en comprarme joyas y ropa, y nuestras maletas iban en aumento. Solo quería complacerme y hacerme feliz.Cuando lo único que yo necesitaba era caminar con él de la mano, hablar en un pequeño café cerca de un puente y abrazarlos por las noches, mientras hacíamos el amor de forma apasionada. Si yo pudiera quedar embarazada, créanme que ya lo estuviera hace tiempo. Habíamos paseado por España, Inglaterra, Bélgica y Francia… y yo desearía que mi vida fuera siempre esto. Igualmente, yo sabía que los días de estas maravillosas vacaciones se iban a ir acabando poco a poco, y ya faltaba cada vez menos para nuestro regreso. Era consciente de que nos iban a esperar muchas cosas: Jonah y su búsqueda aun sin frutos, un suegro que me odiaba, un ex que me perseguía, una excompañera de t