—Amiga... yo juro que sentía que me moría. Cada momento qué pasaba pensábamos dónde estabas y qué sería de ti. Sé qué es lo que pasaste ha sido horrible... pero yo estoy feliz de que estés de nuevo conmigo... me parece casi un milagro— decía Mara abrazándome entre llantos.

—Yo sabía que tú me ibas a buscar, que no me ibas a dejar nunca…— decía yo mientras le daba besos en la mejilla.

—¡Jamás! ¡Jamás! Nunca había tenido días tan intensos, ni siquiera en uno de mis casos. Pero para ser justa ya no era la única, mi Eliot creo que se ha peleado con la mitad del equipo de la policía, habló con jueces y con todos los contactos que tenía. No hemos dormido en días, inclusive estuvimos ahí cuando te sacaron. Ohhh mi Lisa... Gracias a Dios que estabas de vuel