2. La propuesta

GABRIEL

Habia quedado impresionado por la belleza de la dueña de la tienda, ' ojos claros, cabello oscuro, largas piernas', pero mucho más por su actitud al no querer aceptar dinero por entregar la joya de mi madre, sé juzgar a las personas rápidamente y ella me habia parecido diferente, alguien que no temía decir lo que pensaba.

'Samantha' me pareció un lindo nombre.

De pronto recordé lo que mi madre me dijo, de llevar una acompañante a la fiesta y tuve una brillante idea, solo faltaba que aceptara.

Investigué todo lo que pude respecto a ella, parecía alguien honesta que se abría camino por sí sola, y había estudiado solo con el apoyo de su madre.

La buscaria mañana, ya que no tenia que tratar con nada urgente.

AL DIA SIGUIENTE

Llegué temprano a la oficina, y revisé algunos documentos, después sali, y dije a mi chófer que me llevara a la pequeña tienda de Samantha.

Cuando me vió, se congeló.

- ¿Hubo algún problema con la joya? - preguntó nerviosa.

- Ninguno, solo quiero hablar con usted, en privado si es posible.

Su amiga asintió.

- No te preocupes, Sam, yo atenderé si hay algo.

Entramos a una diminuta oficina, habia bosquejos pegados en un pizarrón y algunos diseños terminados, reconocí que tenía talento.

- Bien, ya estamos aqui, ahora hable- me apresuró.

- Quiero hacerle una propuesta de negocios, sé que está pasando por problemas financieros, y le ofrezco apoyo.

Ella me miró, dudosa.

- ¿A cambio de qué? hombres como usted no dan algo solo porque si, debe querer algo de mi.

Sonrei, obviamente tenia razón.

- Por supuesto que quiero algo de usted, aunque no es lo que piensa. . . quiero que sea mi pareja, para unos cuantos eventos, como una cita, sin ningún compromiso entre nosotros, solo me acompañaría y a cambio le daré el dinero que necesite para levantar su negocio.

- ¿Quiere una acompañante? ¡yo no me acostaré con usted por dinero! - exclamó ofendida.

- No estoy diciendo eso, Samantha - dije tranquilo, debia decirle - se lo explicaré, mi ex novia, Susana, estará en un evento de la empresa, que es en pocos dias, y no quiero que me vea solo, porque intentará acercarse y honestamente, ya no quiero tener nada que ver con ella.

Ella abrió mucho los ojos, sorprendida.

-¿ En verdad no tiene a alguien dispuesta a estar con usted? eso no lo creo.

- Hay demasiadas, pero solo por interés, por eso usted seria perfecta, solo intenta salvar su negocio, y probablemente va a olvidarse de mí después, le doy un día para pensarlo, llámeme, ya tiene mi número.

Salí de ahí, y me fui hacia mi oficina, tendría que esperar por su respuesta.

SAMANTHA

- ¿Cómo? ¿así nadamás? - exclamó Julia-¿ te daria el dinero solo por ser su cita? eso es muy loco, no crees, y nada confiable, digo es muy rico, debe tener muchas mujeres a sus pies, ¿porque tú?

- Pues dijo que por esa razón, porque solo les interesan sus millones, ¿que crees que debo hacer? la oferta es muy tentadora, dijo que solo sería para algunas ocasiones.

- Es empresario y tú también, hazlo por escrito, como un contrato.

- Mmmm, ¿un contrato, para una cita?, no es mala idea, asi no se arrepiente, lo llamaré mañana, el gana, yo gano, solo espero que esté de acuerdo.

Al dia siguiente estaba dispuesta a hacerlo, con teléfono en mano, marqué el número pero inmediatamente me arrepentí y colgué.

Sonó repentinamente y casi tiré el teléfono al piso.

-¿ Di. . .diga? - obviamente él me estaba llamando.

- Señorita Santos, esperaba su llamada, dígame ¿que ha decidido? ¿acepta?.

- Si, pero tengo unas condiciones y quiero que quede por escrito.

- Muy inteligente de su parte, por supuesto, no esperaba menos,¿que le parece verla aquí en la empresa y afinamos detalles? a las 10 y así mis empleados la verian por primera vez, vista algo acorde al lugar, nada demasiado casual, recuerde que será la cita del CEO.

- Bien señor Ferrer, ahí lo vere.

- Llámeme Gabriel, hay que ser convincentes.

- Gracias - colgué, habia sido la llamada más tensa de mi vida ¿ Cómo podria yo aparecer como pareja de uno de los hombre más importantes del país? eso me aterraba, busqué entre los vestidos uno acorde a una cita informal, no demasiado elegante, tampoco demasiado casual, me cambié y me maquillé discreta.

- Sam, ¡te ves hermosa! - me dijo Julia- ese vestido definitivamente es para tí - opté por un atuendo a la rodilla, ajustado, azul marino y zapatos de media altura, me veia formal, pero no tanto.

- Creo que ya debes irte, dudo que le guste la impuntualdad - dijo viendo el reloj.

- Si igual que yo.

Salí de la tienda, tomé un taxi, y le dije a dónde quería ir.

Llegue unos 10 minutos antes, estaba tan nerviosa, me anuncié en la entrada y sin ningún obstáculo, me guiaron hasta el ascensor privado.

- Señorita Santos, soy Lorelei, la asistente del señor Ferrer, permítame anunciarla.

Entró un momento a la oficina y salió rápidamente.

- El señor Ferrer la espera.

Su oficina no tenía nada que ver con la mía, era tan grande como una casa, él estaba sentado detrás de su escritorio con su actitud arrogante, vio su reloj.

- Bien, me gusta la puntualidad - me miró de arriba a abajo, con agrado - ¿cuáles son sus condiciones?- dijo, esperando.

- Directo al grano, por eso es mi CEO favorito - ¡lo habia dicho en voz alta! que vergüenza.

- Lo siento, señor. . .

- Recuerde que debe llamarme Gabriel, ¿y, a que se refiere?

Bajé la cabeza, apenada, tome aire y lo vi a los ojos - es que es mi modelo a seguir en los negocios, su forma de hacer las cosas, quiero hacer crecer mi negocio de la misma forma que usted lo hizo con su empresa.

El sonrió, aunque no sabía porqué.

- Sus condiciones Samantha.

- Si, ahhh, nada de besos en la boca, nada de insinuaciones sexuales, nada de toqueteos innecesarios, debe respetarme por el tiempo que se supone que saldremos, y tiene que poner por escrito lo que me pagará por esto.

- ¿Y si tengo que besarla por que la situación así lo exige?¿se negará? - dijo cruzándose de brazos.

- Supongo que no, pero debe ser breve - suspiré.

- Entonces, Samantha, tenemos un acuerdo - me dió una tarjeta de acceso con mi nombre en ella y una tarjeta de crédito.

- No se emocione, solo es para que compre atuendos apropiados para la ocasión, y la tarjeta es para cuando tenga que venir aquí, este sábado es el primer evento, es formal, llevaré un traje azul, enviaré un auto por usted las 8, debe estar lista.

Y así, comenzó mi contrato para ser la cita del CEO.

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