GABRIEL Por fin llegó el día de la cena de la empresa, Samantha no me habia enseñado el traje y estaba algo nervioso, solo esperaba que quedara bien, y que no fuera tan informal, sabia que debia confiar en ella. - Hola, lo siento- me besó brevemente- la tintoreria se retrasó, - vi algo de ansiedad en sus ojos- si no te gusta, no tienes que usarlo, estaré en la otra habitación, preparándome, mamá ya casi está lista.Su madre habia llegado hace unos dias, y se instaló en una de las habitaciones de abajo, también iria con nosotros y con mi pequeño Diego, la verdad es que no podia pedir más, me consideraba muy afortunado de tener Sam y a mi hijo en mi vida.*Quedé impresionado, un traje azul marino, hecho a medida, de tres piezas, un saco novedoso, sin perder la formalidad, ella habia escogido todo mi atuendo, desde la camisa hasta los zapatos, vaya que era buena, tenia mucho talento y lo mejor es que era toda mía.- ¿Sam, ya están listas? - exclamé al bajar la escalera- me miró con un
GABRIEL UNAS SEMANAS DESPUÉS - Señor Ferrer, Carlos necesita verlo- dijo Adrián, entrando a mi oficina.Él llegó, con un semblante serio, pero decidido.- Señor, quiero presentarle formalmente mi renuncia, ya no puedo estar a su servicio como guardaespaldas.Lo miré extrañado, él era uno de los mejores escoltas que había tenido.- ¿Motivo? - pregunté serio.- Es personal, señor.Me rei levemente, podia adivinar sus motivos, y debo decir que lo conocia muy bien. - ¿Es por Julia? El no contestó inmediatamente, pero sabía que tenía razón, no crei que él estuviera enamorado de ella, como para renunciar a su puesto.-Es que yo. . . soy profesional, no puedo involucrar sentimientos, debo alejarme.- Tengo que hablar con Adrián, espera un momento afuera.- Eres mi jefe de seguridad, dame una solución - dije cuando salió. - Mi solución señor, coloque a Enzo con la señora, junto con uno de los nuevos, y a Carlos en mi equipo.Lo pensé un momento, no queria descuidar la seguridad de Sam.-
CINCO AÑOS DESPUES Dos niños traviesos corrian por el gran jardín de su casa, su padre los perseguía tratando de alcanzarlos, era un juego que a ellos les encantaba, a Gabriel no le importaba ensuciar su traje de diseñador al correr tras ellos y luego rodar por el pasto, entre risas. SAMANTHA - ¿Crees que esto se quitará facilmente?- dije señalando una gran mancha de pasto en el pantalón de vestir de Gabriel. - No lo sé, siempre puedes hacerme otro traje- dijo besándome en la mejilla. - Bueno, recuerda que Julia es la encargada de la sección de caballeros, tendré que decirle. También puedes cambiarte de ropa antes de jugar con ellos. - No quiero perderme nada que tenga que ver con mis hijos. Diego ya tenia 5 años y Mario, llamado así en honor a su abuela Marie, ese dia cumplia 3, y eran los tesoros de su padre. - Recuerda que vendrán más tarde sus amigos del colegio, para su fiesta, no llegues tarde. - No lo haré, solo tengo una reunión y volveré- vio su reloj- ya de
SAMANTHA- Samantha, ¡hay una clienta, y es bastante elegante! - señaló Julia, entrando apresurada a mi pequeña oficina/ taller de costura.- Pues atiéndela, por favor, ya sabes que últimamente hemos tenido pocas ventas, si sigue así tendré que cerrar- dije afligida tratando de cuadrar unas cuentas, simplemente no había para más. Tenía un pequeño negocio de alta costura, pero no iba tan bien como yo quisiera, ya había invertido todos mis ahorros, pero ahora, necesitaba un ingreso de capital o terminaría perdiéndolo todo.Siempre habia sido mi sueño, ser diseñadora, tener mi propio negocio, solo diseños exclusivos, habia ganado todos los concursos mientras estaba en la escuela de diseño, pero debia suponer que eso no garantizaba que al graduarme, todo sería viento en popa. *JULIA- Son los diseños que tenemos por el momento, lamento que no tengamos algo más, honestamente no estamos muy bien con el negocio - dije sin medir mis palabras.- Es una lástima, esta tienda siempre tiene dis
GABRIELHabia quedado impresionado por la belleza de la dueña de la tienda, ' ojos claros, cabello oscuro, largas piernas', pero mucho más por su actitud al no querer aceptar dinero por entregar la joya de mi madre, sé juzgar a las personas rápidamente y ella me habia parecido diferente, alguien que no temía decir lo que pensaba.'Samantha' me pareció un lindo nombre.De pronto recordé lo que mi madre me dijo, de llevar una acompañante a la fiesta y tuve una brillante idea, solo faltaba que aceptara. Investigué todo lo que pude respecto a ella, parecía alguien honesta que se abría camino por sí sola, y había estudiado solo con el apoyo de su madre.La buscaria mañana, ya que no tenia que tratar con nada urgente.AL DIA SIGUIENTE Llegué temprano a la oficina, y revisé algunos documentos, después sali, y dije a mi chófer que me llevara a la pequeña tienda de Samantha.Cuando me vió, se congeló. - ¿Hubo algún problema con la joya? - preguntó nerviosa.- Ninguno, solo quiero hablar con
GABRIELEsperaba a Samantha, no podía entrar a la fiesta sin ella, porque entonces se perdería el objetivo de la cita, odiaba la impuntualidad, debia estar 8:30 como muy tarde, porque yo era el anfitrión del evento, de pronto vi llegar el auto que envié por ella, bajé del mío, y el chofer le abrió la puerta, sostuvo su mano para que pudiera salir, realmente era una visión, había recogido su cabello, llevaba un vestido gris azulado con una discreta abertura que mostraba un poco su torneada pierna, y una hermosa sonrisa instalada en su rostro.- Samantha, se ve muy hermosa - me acerqué y le di un discreto beso en la mejilla, ella se tensó un momento, y después volvió a sonreir.- Espero no haber llegado tarde, odio la impuntualidad.-Llegó justo a tiempo - le ofrecí mi brazo y caminamos hacia el sitio donde seria la fiesta, teniamos que conversar un poco sobre cómo se supone que nos conocimos para que no hubiera ningún problema. - Tal vez tenga que alejarme un momento de usted, no perm
GABRIEL Me sentía algo cansado, asi que me di una ducha y me recosté en mi cama, tomé mi teléfono y observé nuevamente las publicaciones en donde aparecía mi bella acompañante, me sorprendí mucho cuando ví una del momento en que la besé en el jardín, realmente habia ojos por todas partes.Recordé que aún no habia hecho el contrato, me levanté, tomé mi portatil y lo escribí con los cambios, los tiempos y el pago, aunque ella no me habia dado una cifra, solo la calculé, necesitaba verla al dia siguiente para poder concretarlo. POR LA MAÑANALlegué a mi oficina y llamé a Samantha, nunca me han gustado los mensajes de texto. -Buen dia Samantha, te necesito en mi oficina a las 11, está listo el contrato.- Disculpe, señor Ferrer, pero no tengo todo mi tiempo disponible para poder correr con usted a la hora que quiera, también tengo obligaciones -Ninguna mujer me habia respondido de esa manera tan irrespetuosa, pero no estaba molesto.- Entonces, ¿a qué hora, puede venir su majestad a f
SUSANA No podía creer que Gabriel, mi Gabriel, haya preferido a una insignificante mujer, eso no podía permitirlo, tenía que averiguar quien era, para poder actuar, la fiesta habia sido mi oportunidad para convencerlo y regresar con él, pero no contaba con que tuviera novia.¡Una novia!, habia una fotografía tomada a lo lejos, de ellos, besándose y me llené de rabia, Gabriel y sus millones, tenían que ser solo míos.*-¿Qué pasa muñeca? ¿Te fue bien en la fiesta con Gabriel?- dijo mi padre el optimista al verme. - No papá, dice que tiene novia, y que lo deje en paz -respondí con voz llorosa - ahora no sé si lograré reconquistarlo.- Tú eres más hermosa que las demás mujeres, preciosa, no pierdas la esperanza - besó mi frente, como cuando era niña - te veré más tarde.Mi padre me amaba, también era socio en la empresa Ferrer, sabía que podía darme lo que yo quisiera si se lo pedia, pero esto tenia que hacerlo por mí misma.- Esta humillación me la vas a pagar, Gabriel Ferrer.NOCHE,