Ser empresario es fácil, tener acciones a tu nombre también lo es. ¿Ganar millones y millones? Pan comido. ¿Codearse con ineptos malcriados? Más fácil que la tabla del 1. ¿Qué es lo difícil? Aguantar a tu maldita familia. Es la familia, obviamente que la amas y darías lo que sea por ellos, pero a veces, solo a veces, no puedes soportarlos ni en pintura. Y ahora mismo, es el caso.—Hijo, no te lo voy a repetir dos veces. ¿Qué estás esperando para darme un nieto?—Madre, por favor, sabes que no es simplemente tener un hijo y ya. Es tener mucha responsabilidad…—¿Crees que no lo sé? He criado a tres preciosos hijos y los tres me han salido hechos y derechos.—Entonces…—Entonces sé que puedes hacerme este regalo. Ya estoy vieja.—Tonterías, madre. Eres aún muy jóven.—Y si sigues así, me haré vieja y no tendré a mi primer nieto en los brazos.La madre de Easen subió obstinadamente el mentón. Easen suspiró. La cena se estaba yendo al caño.—Padre. ¿No tienes alguna opinión aquí?Tenía la
Kathy tenía un don para la pintura, ya sea paisajes, retratos o cualquier cosa que se quiera pintar, Kathy podía hacerlo. Por ese motivo se ganaba la vida siendo pintora. Y tenía un encargo de una mujer muy bonita con una corona de Reina. Muy estrafalario para su gusto, pero al cliente lo que pida.Sus amigas no la dejaban concentrarse en su pintura y la tenía que entregar por la mañana. —¿Pueden cerrar el pico un segundo? ¡Necesito entregar a esta chica mañana!Vick se acercó con una sonrisa mirando el taburete y a Kathy completamente llena de pintura. —¿Has pensado en casarte, amor?Anny se atragantó con su bebida y comenzó a reír como loca.Kathy siguió pintando y respondió: —Nope. Aunque un poco de sexo no me vendría mal.—¡Eso es chica! ¡Te falta hacer el amor para quitarte el estrés!Anny aplaudió a su propia idea, seguida de una Vick que la levantó de su asiento.—No no, esperen. Todavía me falta terminarle la corona…—Puedes hacerlo mañana, pelirroja. Sólo es la corona y ya
Easen caminó a paso apresurado hasta su oficina. La mayoría temblaba en su presencia normalmente, pero cuando lo veían llegar como un tornado a la empresa nadie se atrevía a interponerse en su camino. Su mal humor se veía hasta en China.Azotó con fuerza la puerta y tumbó un cuadro en el proceso. ¿Se podía saber qué pasó por su mente para hacer semejante estupidez?La cabeza le daba vueltas y aunque ya tomó 3 pastillas, no le surtían efecto.Se sentó en su silla reclinable y marcó el número de su mejor amigo. El único que podía solucionar sus problemas.(.....)—¿Y el milagro de que el "ojos de perra" me busque?Dyson asomó su cabeza por la puerta y la inclinó a un lado cuando el jarrón se estrelló a pocos centímetros de él.—No estoy de humor, Dyson.—Nada nuevo al parecer—tomó asiento frente al escritorio de su mejor amigo y masticó la manzana verde que traía—. ¿Quién ha hecho un trato sucio esta vez?—¿Qué sabes sobre los casamientos en el Bar WB?Dyson dejó de masticar para mirarl
Kathy no sabía como sentirse al respecto. Cuando llegó a la empresa y preguntó a la secretaria por el señor Easen, la secretaria la miró con los ojos desorbitados. No tuvo tiempo de preguntarle qué hizo mal, ya que Easen ya la estaba esperando y la llevó a una oficina. Easen ofreció asientos a sus invitados y se sentó detrás de su escritorio. —¿Cómo estás, Kathy?Kathy bufó.—Llegué tarde por tu culpa y perdí a un cliente. Easen definitivamente no esperaba esa respuesta y sus cejas se elevaron. ¿Su culpa? ¿Cómo que su culpa?—Fuiste tú quien no encontraba el zapato. Yo no tuve nada que ver.Kathy que estaba mirando apreciando la tan hermosa decoración, giró la cabeza hacia su esposo. —¿No tuviste que ver? Si no fuera por ti, no hubiera estado tan cansada y me hubiera levantado temprano.—¿Insinúas que…?Cuando abría la boca para discutir, Dyson se aclaró la garganta, incómodo. —Sé que son esposos y toda la cosa pero, ¿podrían tal vez llevar su tensión sexual a otro momento? Aunq
El trayecto al bar fue tranquilo, a pesar de que Kathy sentía su mente derretirse.Recordaba subirse encima de Easen, seducirlo, salir del bar…Y todo luego se vuelve negro.—¿Recuerdas que yo me acerqué primero?Easen respondió con un sonido afirmativo.—¿Porqué te tenía en mis piernas antes que nada?—La verdadera pregunta es ¿Porqué no?Kathy sonrió cuando su única respuesta fue una ceja arqueada en su dirección.—¿Estabas sola ese día?Kathy no podía creer que no se le ocurriera antes. ¡Sus amigas! Quizás ellas sepan algo.—No. ¡Lo olvidé por completo! Estaba con mis amigas. —Tal vez sepan más de lo que sabemos nosotros —asintió satisfecho —. Porque yo tengo muchas lagunas mentales e imágenes que no puedo unir en secuencia. Bebidas, música, luego una irreverente pelirroja…Kathy abrió la boca para defenderse pero ya habían llegado frente al bar. Se bajó rápidamente sin embargo su esposo quedó estático en el asiento del conductor.—¿No vas a bajar?Miró extrañada a su nuevo esposo.
La sala quedó en silencio momentáneamente. Ni Vick ni Anna se atrevieron a romper la quietud.—¿Tengo que preocuparme por dejarlas sin palabras? Es raro que un domingo estén tan calladas.Obviamente la broma de Kathy no ayudó ni por asomo a aligerar el ambiente.Vick comenzó a hiperventilar y rápidamente buscó entre sus bolsillos su medicina. Después de respirar varias bocanadas de su inhalador se calmó y contestó:—Te casaste ebria, festejaste en un bar y no puedes divorciarte durante 5 años ¿Correcto?Kathy asintió.—¿Quién es?Kathy, incapaz de quedarse sentada, comenzó a mover sus pequeñas decoraciones a otros lugares más específicos.—¿Quién es qué?—¡El presidente de Paraguay!—Vick saltó —. ¡No te hagas la tonta! ¿Quién es tu esposo?—No es nadie, sólo un hombre cualquiera que conocí en el bar…—Kathya…—¡Bien, bien! Es ese hombre que nos llamó la atención y a quien seducí por un día completo en el shopping.Anna quién se mantuvo todo el tiempo, arqueó la ceja derecha. Esa infor
Terminaron la cena en un muy tenso silencio.—¿Y bien Amanda?Amanda suprimió una sonrisa tomando un sorbo de su bourbon. La señora Merph nunca la había tratado como la hija de su amiga y menos como la amiga de infancia de su hijo, sin embargo, ¿Ahora venía a decir ésto? Que gracioso es el karma.—Señora Merph, ¿Se da cuenta de lo que está diciendo? ¿De lo que me está pidiendo?La señora Merph, una mujer muy orgullosa, levantó la barbilla.—No es la gran cosa. Sólo te estoy pidiendo que des a luz a mi primer nieto.Una corriente de satisfacción pasó rápidamente por su espalda. Si Amanda jugaba bien sus cartas y elegía con cuidado sus palabras, pronto se convertiría en la persona más poderosa del país, invencible, imperturbable.—No puedo hacerlo si no tengo un anillo en mi dedo, lo sabe perfectamente ¿Verdad?Una mueca apareció en su rostro. Eso no lo había pensado.Ante su silencio, continuó.—Debo casarme con su hijo si quiere que traiga un heredero al mundo. Tan sólo imagínese el
Se obligó a cerrar la boca cuando vió la mueca extraña en el perfecto rostro de la desconocida.—Si, soy Kathy, un placer—Kathy se mordió el labio con fuerza. ¡Era totalmente hermosa! Si no fuera porque ya estaba casada definitivamente le tiraría los tejos—. He oído mucho de ti.—Espero que solo cosas buenas—le guiñó.La pelirroja tembló, imperceptiblemente. Es totalmente su tipo, caderas moldeadas, mejillas rosadas, cuello esbelto y cuerpo con piernas largas. —Lo siento, Easen, pero mirar no es pecado—susurró—¿Dijiste algo?—el corte de cabello le quedaba exquisito. Un corte recto a la altura del mentón. Cabello totalmente lacio. Se sentó a lado de su hija—. No puedo creer que seas tú quien trajo a tantas personas a mi local.—Eh, si, me esfuerzo para que mi arte sea el mejor—Kathy miró sus labios, rojo cereza—. ¿Pero por qué no puedes creer?La mujer de cabello castaño sonrió.—Eres muy joven y hermosa. Cuando Ara me habló de ti, imaginé a una mujer mayor y no tan atractiva.—¿Cree