Capítulo 26. La espera agobiante

Emma Uzcátegui

Los días se arrastraban como si cada hora fuera un año, y mi mente no podía detenerse. Cada pequeño síntoma, cada cambio en mi cuerpo se sentía como una pista, una promesa o una advertencia. Las mañanas eran las peores. Abría los ojos con la sensación de un peso enorme aplastando mi pecho, una mezcla de esperanza y miedo que no me dejaba respirar con normalidad.

Pasaba mucho tiempo tumbada en el sofá, mirando el techo o pasando los canales de televisión sin prestar atención a nada. Gabriel insistía en que debía descansar, en que no me estresara. ¿Cómo podía no hacerlo? Mi mente repetía en un bucle incesante la misma pregunta “¿Y si esta vez funciona? ¿Y si no?”

La casa estaba silenciosa, demasiado silenciosa. Gabriel se esforzaba por estar conmigo, por distraerme, pero incluso sus esfuerzos eran como un eco en el vacío. Una y otra vez, intentaba convencerme de que todo estaría bien, que no importaba el resultado porque nos teníamos el uno al otro. Pero yo sabía que, en
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo