135

Débora dudó un momento, pero devolvió el saludo y aceptó sujetar al brioso animal de Margaret. Nunca había tenido miedo de los animales y desde que llegó al rancho compartió enseguida el gusto de su esposo por los caballos. El animal que montaba Margaret era magnífico, no dudó en acariciarlo mientras lo miraba fijamente a los grandes ojos oscuros que reflejaban serenidad, eso era precisamente lo que necesitaba ella. Aprovechó esos segundos para meditar ahora que parecía que la relación con su esposo iba bien no deseaba enturbiarla con rivalidades femeninas. Quizá le haría bien estar a buenas con Margaret, a lo mejor la vecina la ayudaba a comprender porque Lisbeth la trataba tan mal y entre las dos quizás podrían influir en su cuñada para que variara su actitud para con ella… Seguía enfrascada en esos pensamientos que la impulsaban a aceptar la invitación de la vecina, pero aún sin decidirse del todo cuando Lisbeth con sus palabras terminó por decantar la balanza:

-Va anímate cuña
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo