Capítulo 917
A María se le dilataron al instante las pupilas cuando le vio a punto de apretar el gatillo y entonces sintió el verdadero terror que emanaba de ese feroz hombre.

—No... no puedes matarme, José... ¡No puedes matarme!

Ni leopardos, tigres ni chacales podrían salir con vida si entraban en aquella prisión.

Entonces, alguien en ese momento tocó a la puerta.

—Señor, ocurrió algo horrible, la señorita Vázquez no está bien.

José le dio unas suaves palmaditas en la cara y le dijo con una sonrisa malvada y una mirada fría:

—Si vuelves a hacerlo, sabrás lo que es que realmente te monten miles de hombres.

Nadia estaba acurrucada en el sofá adolorida y empapando el cojín con sus lágrimas.

—Doctor, ¿mi bebé se va a morir? ¡Me duele muchísimo!

José bajó rápidamente de la planta de arriba con el sonido de sus botas militares resonando en el suelo bajo sus apresurados pasos. Ni él mismo reconocía la preocupación que reflejaba su mirada.

—¿Qué está pasando aquí? —Preguntó—. ¿Qué bebé?

Nadia abrazaba e
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP