¿Esos hombres los trajo él?¿Por qué?¿Fue su plan de venganza... y por eso decidieron actuar en su contra antes de tiempo?En su vida anterior, al menos habían llegado al punto de casarse.Pero ahora... Andrés nunca ha tenido la intención de darle una salida.¿Fue él quien... la lastimó en Atenguillo?Si fue él, ¿por qué la ayudó?¿Hoy quiere verla humillada hasta la muerte?Entonces, ¿por qué no la dejó morir en el mar la última vez en lugar de salvarla?Andrés, ¿qué le hizo Miguel a ti?¿Por qué él tiene que descargar todo su odio contra mí?Cuando sus manos comenzaron a rasgar su ropa, la blanca chaqueta de plumas ya había sido retirada.La resistencia de Luna contra ellos era totalmente inútil.—Dos hombres adultos la iban a abusar. Andrés... ¿no tienes ninguna reacción en absoluto?La mirada de Leonardo se posó en su entrepierna, y una sonrisa lasciva apareció en su rostro.—Qué desperdicio... después de esta noche, esta niña se convertirá en una verdadera mujer.—Pero lo hiciste
La noche cayó, y la luz de la luna se alternaba entre brillante y tenue bajo las densas nubes. El cielo nublado reflejaba el estado de ánimo de Luna: opresivo, asfixiante, y sin aliento. Se sentía como un gato abandonado y vil maltratado, perdido en las calles sin saber a dónde ir en un lugar tan grande y tenebroso. Luna nunca había sabido cuál era su casa en este mundo.Él apareció de entre las sombras, pero Luna no esperó a su respuesta. Solo escuchó el sonido del viento en su teléfono.Cuando escuchó los pasos firmes y seguros acercarse, miró en la dirección del sonido con profundas lágrimas en los ojos. A través de las lágrimas, su figura oscura parecía algo irreal.El teléfono estaba pegado a su oído, y cuando él se acercó, Luna cayó sin fuerzas al suelo. La sangre de su brazo ya casi se había secado por completo, y la pérdida de sangre la había dejado con una sensación de desesperación total.Luna agarró el pantalón de su traje y respiró con gran dificultad.—¿Por qué? Andrés, ¿q
En el momento en que la sostuvo en sus brazos, algo blanco cayó sobre la nariz de Andrés, que se derritió inmediatamente en su tibia piel. Al mirar hacia arriba, se dio cuenta de que, en algún momento empezó a nevar intensamente; con copos de nieve cayendo.Cuando Luna tenía ocho años, era su primer año en la familia García. Luna dijo:—¡Hermano, mira, está nevando!A los once años, Luna exclamó:—Hermano, ¿vamos afuera a hacer un muñeco de nieve? Luna te ama demasiado hermano.A los dieciocho años, Luna dijo:—Hermano, este año, si todavía nieva en la capital, te confesaré mi profundo y total amor. ¿Quieres estar conmigo?Luna, no hiciste nada malo. Lo que está mal es haber nacido en la familia García. Y lo que estás sufriendo ahora es solo el comienzo...Luna caminó sin rumbo en la oscuridad durante mucho tiempo. Se sentía como una marioneta sin alma, sin pensamiento propio, controlada tan solo por la carne, hasta que vio una luz al frente y se dirigió hacia ella.Poco a poco, su con
—¡Pero la herida es tan grande…! Si no fuera porque Andrés se dio cuenta de que no habías regresado a casa temprano y fue a recogerte preocupado, ¿qué habría pasado si te hubieras metido en problemas? —exclamó Liora.Luna solo sonrió y respondió:—Es que me caí sin querer.—¿Qué? ¿Te caíste? ¡Esta herida es tan grande que no parece ser causada por una caída!—Me caí mientras practicaba baile, sin darme cuenta y con algo me corté.Liora frunció fuertemente el ceño y dijo de inmediato:—No, no. Tengo que decírselo al señor para que te cambie a otro lugar. ¡La profesora es definitivamente una irresponsable! ¡Te lastimaste y ni siquiera se preocupó por ti!Las palabras de Liora le dieron a Luna una sensación cálida en su corazón. Ella siempre era la primera en preocuparse por ella cuando estaba lastimada.—Liora, de verdad estoy bien y no te preocupes. Llama a Paco para que me recoja aquí —pidió Luna.En ese momento, Isabel propuso:—Luna, ya es muy tarde. Quédate aquí a descansar una noch
En su vida pasada, solía ser una persona bastante arrogante y caprichosa, pero ahora había cambiado por completo. Incluso las personalidades más fuertes podrían cambiar con el tiempo. En comparación, con las intimidaciones excesivas que ella había aplicado a Isabel en su vida anterior, lo que estaba experimentando ahora era muchísimo mejor. Por lo tanto, tenía que soportarlo todo. El destino era como un ciclo de causa y efecto, era un total y verdadero karma…Luna cerró la ventana. A partir de ahora, no volvería a contemplar ni disfrutar de la nieve…Se acurrucó en el pequeño sofá, mirando fijamente la esquina del armario hasta que el reloj marcó las doce en punto. De repente, sonó su móvil y recibió un mensaje.—Feliz cumpleaños, pequeña princesa mía.Era un mensaje de Gabriel, también la primera vez en recibir un mensaje de felicitación en su cumpleaños. . Se sorprendió mucho. ¿Cómo sabía Gabriel cuál era su verdadero día de cumpleaños? Muy pocas personas lo conocían, ni siquiera se
—¿La persona que acaba de salir era Luna?Luna cerró la puerta y escuchó la voz de Liora. A esta hora en el edificio ya no había absolutamente nadie, aprovechando de la oportunidad, tomó el ascensor y bajó rápidamente, temiendo que Liora la siguiera y tratara de convencerla para que regresara.El carácter de Luna era muy suave y dócil, así que no podía resistirse por mucho tiempo a las súplicas de Liora. Con solo unas frases, perdería la capacidad de negarse y regresaría al apartamento donde estaba Andrés.Esa noche, Andrés casi había revelado todas sus verdaderas intenciones frente a ella: buscaría venganza contra la familia García, hasta que estuviera completamente destruida, y así el estaría satisfecho... Su objetivo nunca había sido solo arrebatarle todo a la familia García…Luna repasó todo el proceso detenidamente, parecía que nunca había llegado a "conocer" realmente a Andrés. Este hombre era como un agujero negro, capaz de absorber y destruir todo lo que estuviera cerca de él.
El coche arrancó y salió del distrito.Luna miraba por la ventana sin hablar con Andrés. Tal vez a propósito, él abrió la ventana y el viento frío entraba constantemente, casi congelando a Luna en esta noche de invierno. A pesar de ello, ella se negaba firmemente a decir una sola palabra a la persona a su lado.Esa era la rebeldía que Luna tenía en su carácter. En su vida anterior, aunque sabía que Andrés se había casado con ella por sus propias intenciones, ella continuaba haciéndolo sin dudarlo. En esta vida era lo mismo: aunque sabía que oponerse a este hombre no era la opción más sabia, se negaba a dar marcha atrás. Andrés tampoco estaba de buen genio, la mitad de su abrigo ya estaba mojado por la nieve. Durante los veinte minutos del viaje, ambos permanecieron en un sofocante silencio, sin mencionar una sola palabra. Luna casi perdía el control debido al tremendo frío.Finalmente llegaron a la mansión y Luna salió rápidamente del auto. Sin embargo, se percató de una luz brillante
—Ahora que estoy despierta y no tengo sueño, ¿qué te parece si paliqueamos un poco? —propuso Emma.—Pero ¿qué significa “paliquear”? —preguntó Luna con gran curiosidad.—Ay, ¿no sabes ni paliquear? Te explico, “paliquear” significa simplemente charlar o hablar.Luna afirmó muy pensativa y respondió:—Entonces, ¿qué quieres charlar?Emma se acercó y susurró al oído de Luna:—Cuando salí de la sala, escuché algunas frases de los dos. Te aseguro que tu papá definitivamente no solo tiene una amante, sino que pronto tendrás un hermanito.Emma tenía un acento de algún dialecto desconocido, pero a Luna le parecía muy interesante. Lo dijo directa y sinceramente, como si las cosas vergonzosas no le importaran en absoluto.En realidad, Luna sabía que Miguel había varias tenido relaciones con cantidad de mujeres, pero nunca permitiría que quedaran embarazadas. Incluso si eso llegara a suceder, siempre lo resolvería de manera "práctica y directa".Una vez, una mujer de unos veinte y tantos años vi