[DANNA]
En estos instantes, mi flamante esposo está parado sobre el elegante escenario preparado para esta ocasión. Las imágenes de los hoteles y resorts Carballares pasan una detrás de otra en la enorme pantalla que hay detrás suyo haciendo que él se vea y sea el centro de atención de está velada. Sus intensos ojos grises se central en mi y con su manera de mírame lo dice todo, finalmente hemos cumplido la primera parte de nuestro objetivo. Los dos sabemos muy bien que, sin este casamiento, su padre no le hubiera cedido la presidencia de la empresa, y sin eso, todo el resto se iría a la basura. Su porte en estos momentos es el de un hombre muy seguro, su esmoquin oscuro de las mejores marcas del mundo acentúa su atlético y trabajado cuerpo de casi un metro noventa y ancha espalda. Rápidamente recorro mi alrededor con mi mirada y me doy cuenta de la manera que lo miran todos. Los hombres de negocios lo observan con respeto, mientras que por otra parte las mujeres lo miran con interés y derritiéndose ante su masculinidad y ese porte que ahora va acompañado de un prestigioso titulo que le puede abrir las puertas de muchísimas cosas.
Mis suegros están justo al lado mío y aplauden al igual que lo hacen el resto de los invitados cuando el tan solo dice “buenas noches y bienvenidos.” Este mundo funciona así, cuanto más dinero tengas y mayor sea tu posición en una empresa como lo es Carballares Hotels & Resorts, mucho más respeto obtendrás de la gente que te rodea, y eso era algo que Mauro y yo teníamos muy claro. Disimuladamente miro a su padre y puedo notar en él esa cara de orgullo por ver a su hijo tomando las riendas de una empresa con más de tres generaciones de historia. Soy consciente de que Francisco jamás pensó que este momento ocurriría, después de todo Mauro era el más reacio a prestarse a estar sobre escenario, pero las cosas cambian, y los motivos que lo han llevado a tomar tal decisión son mucho más fuertes de lo que muchos en este salón pueden imaginarse.
Bebo otro sorbo de mi copa de champagne mientras escucho el discurso de mi esposo y sonrió por dentro al ver lo bien que está cumpliendo con su papel. Sé que está leyendo el discurso que alguien más preparo para él, pero también tengo claro que él está dando su propio mensaje entre líneas; uno del que nadie sospecha y nos une. Las palabras honestidad, claridad, y justo se repiten en diferentes ocasiones pasando de ser percibidas en un mundo tan oscuro como el que los dos sabemos que hace parte de todo esto.
—Siento llegar tarde— Escucho murmurar a Martín mientras que se acomoda junto a su padre quien rápidamente lo mira como reprobando el haber llegado tarde a la fiesta de su hermano.
—Tú y yo hablaremos— Le advierte entre dientes mi suegro y Martín tan solo mira hacia el suelo dándose cuenta de que está en problemas algo que realmente me da pena ya que es muy joven para vivir rodeado de toda está porquería y obligaciones que no le corresponde con tan solo 18 años.
Intento no centrarme en está escena y seguir observando a Mauro para así continuar interpretando el papel de esposa orgullosa hasta que él va concluyendo su discurso, pero antes de hacerlo, él se acerca a la pequeña escalinata que hay en el escenario, y extiende su mano mientras me mira —Mi vida, ¿me acompañas un momento? — Me pregunta y juego a hacerme la sorprendida para luego acercarme a él en medio de sonrisas cómplices y tomar su mano para de está manera subir al escenario junto a él.
—Felicidades amor— Murmuro en mi papel de mujer enamorada y Mauro cumpliendo con su rol, me da ese casto, pero para los ojos de los demás amoroso beso, que hace que los murmullos de los invitados se hagan presentes para luego tomados de la mano caminar hasta el centro del escenario.
—Sin ella nada de todo esto sería igual, Danna Santacruz ha llegado a mi vida para transformarlo todo, para darle sentido, y sobre todo para que este desafío se convierta en algo hermoso para los dos. Tengo claro que ella nunca dejara que equivoque mi camino— Expresa en su mejor rol de esposo enamorado y luego me mira —Todo esto también es tuyo mi amor— Me asegura mirándome fijamente.
—Yo también te amo— Le respondo con nuestras palabras convirtiéndose en el cierre perfecto de un discurso que muchos recordaran cuando todo salga a la luz y luego me vuelve a besar mientras que escuchamos el sonido de los aplausos de todos los presentes.
Ambos sabemos que mi presencia sobre este escenario tiene el único objetivo de que me respeten al igual que él. No es que necesitara del respeto de está gente para sentirme importante, de hecho, ya lo soy, soy la hija y única heredera de la empresa más grande de distribución de bebidas alcohólicas en el país, mi padre es un hombre muy respetado en este ambiente y ni hace falta mencionar que la mayoría de los que están aquí presentes saben que mi padre y mi suegro hacen muchos negocios juntos, es más, me atrevería a decir que son casi socios.
Lentamente Mauro y yo nos separamos y al hacerlo nos miramos a los ojos entendiendo todo lo que tenemos para decirnos y de está manera tomo su mano para después salir por una puerta lateral que hay en el escenario escondiéndonos de la gente que está allí afuera. —¿Qué tal estuve? — Me pregunta apoyando su espalda sobre la pared y mirándome fijamente.
—Muy bien, has sido muy convincente— Le respondo sonriéndole y acomodo el cuello de su camisa.
—Tú también has sido muy convincente— Replica y encojo mis hombros.
—Era necesario, aunque siento que a Natalia le habrá dolido mucho— Comento un poco preocupada.
Él niega y se acerca a mi para sujetarme de la cara y hacer que lo mire —Danna, no podemos dudar ahora, no es tiempo de pensar en otra cosa que no sea nuestro objetivo, ¿de acuerdo? Cuando acordamos esto quedamos en poner nuestras vidas en pausa hasta llegar a la verdad y eso incluye a Natalia—
—Y a Cruz— Añado.
—Es por Isla y Tiziano, lo sabes…—
—Lo sé, todo por ellos— Afirmo en un susurro y de repente el ruido de una puerta no hace disimular de que estamos teniendo una conversación acerca del discurso.
—Entremos mejor— Sugiere al ver al gerente de finanzas caminando por los pasillos.
—Vamos— Respondo y tomo su mano para así regresar a ese territorio que para nosotros es como entrar a una de las tantas batallas que nos quedan por delante.
[MAURO]—Hijo, has estado increíble— Me felicita mi padre y yo tan solo sonrió fingiendo que sus palabras son exactamente el motivo por el cual he aceptado todo esto 《después de todo, busco ser el hijo que siempre quiso, ¿no?》—Gracias papá, me alegra mucho que este cumpliendo con tus expectativas, además, tengo al mejor maestro, ¿no? — Respondo y mis palabras están llenas de sarcasmo, uno que él no puede percibir.Él me da un leve golpe en la espalda y se sonríe —Esto era lo que quería de ti, que finalmente fueras un Carballares con todas sus letras y te hicieras cargo de lo que significa serlo— Me dice con ese tono de arrogancia que muchas veces se apodera de él y yo tan solo finjo una sonrisa.—Me alegra ser el hijo que querías que fuera— Comenta y acomodo mi reloj dándole la señal a Danna que m
[MAURO]Estamos sentados lado a lado en el borde de está cama sabiendo perfectamente que está noche nos toca compartir habitación, algo que es la segunda vez que nos toca hacer. La primera vez, fue cuando nos casamos y nos fuimos de “luna de miel” a Paris, aunque en realidad, allí fue donde todo este plan se termino de armar, cada vez que entrabamos a aquel spa no era para relajarnos precisamente… los recuerdos de aquella semana no se me irán nunca de mi mente. Frente a los empleados del hotel de mi familia debíamos fingir ser el matrimonio recién casadoy feliz que se encerraba en la habitación por largas horas, pero en realidad tan solo nos encerrábamos a leer todo el material que necesitábamos e instruirnos para estar preparados.—¿Te estás acordando de Paris? — Me interrumpe su voz y al levantar mi cabeza giro a verla para encontrarme con
[DANNA]Tal vez cualquier otra mujer se hubiera escandalizado por lo que ocurrió hace un momento, pero la verdad es que hasta lo comprendo, todo esto nos ha hecho sacrificar muchísimas cosas, entre ellas nuestros instintos básicos, sobre todo él… no es que crea en eso típico de los instintos de los hombres y demás cosas, pero Mauro tenía una vida antes de todo esto, y era una junto a su novia; supongo que debe extrañarla demasiado.Termino de secarme un poco el cabello y ya con mi pijama puesto, salgo del baño para encontrarme con él acostado en el sofá mirando hacia el techo —¿Apago la luz? — Pregunto y él me mira.—Si— Responde y de inmediato apago la luz principal de la habitación dejando que solo la lámpara que esta en la mesita de noche alumbre el lugar, y me acuesto en la cama. Me cubro con la sabanas y al igual que &eacut
[MAURO]Al día siguiente: 16 de mayoAbrir mis ojos y verla a ella abrazada a mi no es algo que esperaba. Los recuerdos de todo lo que conversamos ayer regresa a mi mente y recuerdo el ataque de pánico y la manera que ella me tranquilizo. Definitivamente Danna es la mujer más fuerte que he conocido, y es que no cualquiera podría resistir todo esto ni mucho menos haberse preparado como ella lo hizo. Intento no moverme para no despertarla, se ve tan tranquila… Casi como un acto reflejo, mi mano comienza a acariciar su cabello suavemente hasta que sus ojos azules me sorprenden y me detengo —Perdón— Me disculpo alejando mi mano y ella al darse cuenta de que está abrazada a mi, se separa de inmediato.—Perdóname tú a mi, no sé en que momento termine de este lado de la cama— Se excusa y se sienta cruzada de piernas en la cama y mira al reloj que hay sobre la mesita de noche &
[MAURO]Observo sus pasos elegantes delante de mi mientras que me lleva a la sala de reuniones donde esta esperándome el periodista, y no puedo dejar de pensar en las muchas veces que esos mismos pasos me guiaron hasta nuestra habitación para amarnos como unos locos. Me duele más a mi que a ella todo lo que esta ocurriendo, y es que yo no soy un cabrón con las mujeres, nunca me ha gustado hacerlas sufrir ni mucho menos humillarlas, pero con ella no me quedo otra opción más que hacerlo…—Si hay algo que no quieres responder, no debes hacerlo, ¿de acuerdo? — Me advierte antes de entrar y asiento.—Es mejor que tú estés presente, no quiero hacer o decir algo que perjudique a la empresa— Sugiero y ella asiente.—Vamos entonces— Me responde y abro la puerta para que entremos.No hago más que poner un pie dentro de la sala de reuniones, y &eac
[MAURO]Cuando Danna y yo nos casamos seis meses atrás, nuestros padres nos regalaron una casa, en realidad, es una exuberante mansión de dos pisos ubicada en una de las zonas más exclusivas de Miami. La mansión costo 34 millones de dólares, y su arquitectura ultramoderna de cristal y sus ocho cuartos y baños parecieran valer eso en esta isla. No nos quedo más opción que aceptar ese regalo y por una parte nos ha servido de mucho ya que el tiempo que debemos pasar en casa pareciera no ser tan tedioso, después de todo tenemos gimnasio, sala de cine, piscina, jacuzzi, sauna, y hasta una casa de visitas, eso sin contar que esta frente al mar y el yate esta amarrado en el muelle privado.—De nuevo en casa— Murmura ella cuando abre la puerta.—Supuestamente esto es una casa— Respondo con este poco animo que tengo dado todo lo que me he enterado el día de hoy.—Ir
[MAURO]La manera que mi boca se apropia de la suya podría describirse como vehemente no me cohíbo ni ella tampoco. Sus manos están en mi nuca mientras que las mías ya aprisionan su cintura provocando que su cuerpo y el mío entren en contacto de tal manera que las ganas queden en evidencia. Hago una leve pausa con la única intención de morder su lóbulo y un leve quejido se escapa de su garganta cuando su espalda choca con la pared de está habitación —Mauro… lo tenemos prohibido…— Murmura entre dientes obligando a que la mire.Sé perfectamente de lo que habla, es uno de los puntos del acuerdo al que ambos hemos accedido cuando iniciamos con toda está situación, eso sin contar que involucrar los sentimientos podría representar el fracaso de todo esto —No tienen porque enterarse… te mueres de ganas de cruzar la línea y yo tambi&ea
[DANNA]Estoy sentada entre sus piernas en esta bañera donde el agua caliente nos cubre junto a la espuma y él no deja de pasear sus manos por mis brazos y piernas —¿En que piensas? — Me pregunta rompiendo el silencio.—En que las consecuencias de lo que acaba de ocurrir pueden ser muy graves— Confieso y siento sus dedos moviendo mi cabello a un lado para después besar mi cuello con ternura.—Solo tenemos que mantenerlo en silencio, si ellos no se enteran no habrá problemas— Expresa con esa calma que a veces contradice todo lo que él es.—Vamos a tener que tener cuidado, hay sitios donde cualquier gesto queda prohibido, ya sabes que tienen acceso a todas las cámaras que ellos quieran——Danna— Me interrumpe y sujeta mi rostro para que gire un poco y lo mire —Ya armaremos un plan, pero dime, ¿Qué ha significado esto para ti