Punto de vista de BillMe encuentro mirando fijamente la puerta, esperando que Serena entre a nuestra habitación.La verdad es que no necesitaba trabajar en la propuesta de Johnson y Haines. Solo buscaba una excusa para que Serena dejara de hablar del divorcio, así que acá estoy, golpeando las teclas de mi laptop, repitiendo las mismas palabras una y otra vez para fingir que estoy ocupado.No entiendo por qué Serena está siendo tan irracional. Primero, montó tremendo espectáculo durante la cena, quedando en ridículo frente a todos. Luego, me acusó de ignorarla solo porque estaba charlando con Doris. Y ahora, para colmo, sale con que quiere divorciarse. Me parece que algo no cuadra.Serena no era así antes de casarnos. Una de las cosas que siempre admiré de ella era su capacidad de mantener la calma y la cordura, incluso bajo presión. Sin embargo, es como si algo se le hubiera cruzado en la cabeza y de repente, se hubiera convertido en otra persona.¿Será porque no le dedico suficiente
Punto de vista de BillAhora entiendo por qué Calvin quiso salir de la casa de mamá. La tía Claire y Doris están aquí.Calvin siempre ha sido introvertido, no soporta los chismes, y menos cuando se trata de conversaciones entre mujeres. Yo, en cambio, me las arreglo mejor que él en esas situaciones.Al entrar, me encuentro con las mujeres disfrutando de un desayuno espléndido. La mesa es todo un festín para la vista: en un extremo descansa una tabla de fiambres exquisitamente dispuesta, con una variedad de quesos artesanales, embutidos curados y frutas de temporada, como pieza central se impone una torre de mariscos, rebosante de colas de langosta, camarones gigantes y ostras que destellan bajo la luz del sol.Tan pronto como Doris me ve, su rostro se ilumina con una cálida sonrisa. Luce una chaqueta de mezclilla de diseñador que combina a la perfección con una playera blanca y una falda de jean. Ella tiene el don de transformar cualquier atuendo casual en algo elegante. Se desplaza co
Punto de vista de Serena¿Por qué Elena siempre me ve como una villana, haga lo que haga?Cegada por la rabia, estrello el teléfono contra el colchón tras cortar la llamada con Bill. El aparato rebota un par de veces sobre el edredón mullido antes de quedar inmóvil. Por suerte, no llega al suelo ni se rompe.Que la madre de Bill hable mal de mí me hace detestar aún más este matrimonio. ¿Cree que soy una indecente porque no soy tan rica como Doris? ¿Y su hijito precioso qué? Él no es ningún santo, es todo lo contrario.Durante los últimos tres años de matrimonio con Bill, me he tragado toda clase de humillaciones por parte de su familia. Y lo que más me duele es que él no es inocente en todo eso, puesto que se queda ahí, paralizado como el cobarde que es, mientras me insultan una y otra vez, sin defenderme.En cuanto a Doris, es otro nivel de hipocresía. Anda por ahí con su aire de mujer educada y elegante, pero todo es pura fachada. Cuando se le cae la máscara, inmediatamente se revela
Punto de vista de SerenaTres días después de la consulta con el abogado Márquez, me sobresalta el timbre del celular mientras preparo el café. Al ver su nombre en la pantalla, abro el correo lentamente."Procedimiento de divorcio: Documentos iniciales". Leo para mis adentros, parece que Bill finalmente entiende que voy en serio con el divorcio.Con las hojas recién impresas en mano, llamo un taxi casi por instinto. Los dedos me tiemblan al cerrar la puerta y me siento rígida en el asiento trasero, aferrando los documentos, mientras mi mirada se pierde en el paisaje urbano que desfila por la ventana. En mi mente, repaso una y otra vez las palabras que le diré a Bill.Apenas cruzo el umbral del edificio corporativo de Bill, el lujo del vestíbulo me deja sin aliento. El piso de mármol reluce bajo la tenue luz que se derrama desde las modernas lámparas empotradas en el techo. Un majestuoso mostrador de caoba y cristal domina el espacio, custodiado por recepcionistas impecablemente vestido
Punto de vista de SerenaMe sorprende lo amable que Doris está siendo conmigo de repente. Pero entonces me doy cuenta: seguramente solo está fingiendo ser amable porque todos nos están mirando.En la sala de descanso, la observo rebuscando entre sus cosas. Saca una camisa limpia de diseñador con un estampado elegante y me la extiende. Acepto la prenda y le digo: "Gracias, pero ya puedes dejar de fingir. Todavía se te notan los cuernos desde aquí".Mientras me pongo la camisa, noto que la expresión de Doris cambia de una falsa preocupación a una sonrisa maliciosa. Justo cuando estoy acomodándome la camisa, me lanza un comentario punzante: "Hasta con ropa de marca te ves corriente".Sin titubear, contraataco: "Doris, puedes usar toda la ropa elegante del mundo y hacerte la víctima tanto como quieras, pero al final del día, Bill sigue siendo mi esposo". Luego, mientras finjo olfatear el aire, añado con desdén: "Vaya, tu perfume huele... peculiar. ¿Acaso se llama 'Desesperación'?"Ella co
Punto de vista de BillNo tengo ni idea de dónde se está quedando Serena estos días.Hace tres días, llegué a mi casa habitualmente impecable, después de cerrar una negociación exitosa con Johnson y Haines. Los pisos de mármol brillaban mientras los elegantes muebles y obras de arte resaltaban en cada rincón. Sin embargo, algo desentonaba: Serena, quien solía recibirme con entusiasmo, había desaparecido sin dejar rastro.Revisé la cocina y el comedor, pero no pude encontrarla. Ni siquiera las mujeres de servicio sabían sobre su paradero. Mientras me dirigía hacia nuestro cuarto, mis pisadas quebraban el inquietante silencio que envolvía la casa, y al llegar a la puerta, mi mano vaciló sobre el pomo mientras mi corazón se aceleraba ligeramente, ya que esperaba encontrarla adentro, quizás solo estaba descansando.Pero tampoco estaba allí. El espacio parecía más desolado que nunca y enseguida me percaté de que faltaban varias de sus pertenencias, una sensación de vértigo me invadió al ace
Punto de vista de Serena"Sra. Richardson, soy Sarah. El Sr. Richardson me pidió que la llamara". Dice Sarah cuando contesto su llamada."¿Ah sí? ¿Qué quiere?" Respondo con un tono indiferente.Sarah titubea al otro lado de la línea, antes de responder: "No estoy segura. Quizás sea mejor que usted hable con él directamente. Se ve muy preocupado".Lo pienso por un momento. ¿De verdad quiero hablar con Bill después de que Doris seguramente le lavó el cerebro otra vez? La respuesta es un rotundo no, pero necesito que firme los papeles de divorcio, así que exhalo con resignación y cedo: "Está bien, por favor comunícame con él".Espero unos instantes antes de volver a escuchar la voz de Sarah. "Bueno, voy a colgar para que ustedes conversen a solas".Un suave pitido anuncia que Sarah ha colgado y entonces, la voz de Bill ruge a través del celular."¿Dónde diablos estás, Serena?" Su tono mezcla frustración, enojo y preocupación.Me burlo, convencida de que está perdiendo la cabeza en un ataq
Punto de vista de SerenaJadeo desesperadamente mientras yazco desplomada sobre el frío concreto. Mis párpados se aprietan con fuerza y tiemblan ante cada oleada de dolor que recorre mi cuerpo, pues el impacto me ha dejado hecha trizas. Conforme la conmoción de lo sucedido se disipa, abro los ojos con cuidado.La escena borrosa va cobrando nitidez a medida que mi vista se ajusta. Ahí está Bill, quien yace tendido boca abajo e inmóvil. Su ropa, empapada en sangre, hace que mi corazón golpee con tanta violencia contra mi pecho que temo que va a estallar en cualquier momento. Un escalofrío me recorre entera al contemplar su cuerpo inerte."¡Bill!" Mi grito desgarra el silencio, pero él permanece sin responder. Lo sacudo con suavidad, esperando que despierte, aunque solo me recibe el silencio. Las lágrimas brotan y se deslizan por mis mejillas a la vez que una parte de mí ruega desesperadamente que todo esto no sea más que una horrible pesadilla de la cual despertaré pronto.Rebuscando en