Un par de días después.
La secretaria de Ariadna ingresó a la oficina de la joven y le recordó de la invitación de un Congreso a realizarse en Los Ángeles – California. Ary se llevó la mano a la frente, lo había olvidado por completo, de inmediato, llamó a su novio.
—Alonzo, buenos días para recordarte el congreso de Los Ángeles. — Al escuchar el tono de voz de él, se le hizo notorio que su novio recién despertaba.
—Ariadna hazte cargo tú, estoy con muchas ocupaciones aquí.
Ella arrugó su frente con molestia.
—Al congreso deben asistir el presidente y el vicepresidente comercial, y somos nosotros.
Alonzo suspiró por el teléfono.
—Mi amor te re
Ariadna llegó a la suite alterada y sollozando, se lanzó a la cama y resopló al saber que tenía que compartir con Nick, llamó a la exportadora en New York esperando que le hubieran conseguido otro hotel, pero no fue posible.La chica daba vueltas en la habitación, los sentimientos de amor y odio rondaban por su mente y se apoderaban de su corazón. Intentaba razonar con claridad, ella siempre fue una mujer centrada, pero recordar el desplante de Nicholas dolía, desde ese día había jurado no volver a enamorarse.Pensó entonces que necesitaban charlar, pero él no apareció en toda la tarde así que ella aprovechó para descansar y sacar las cosas de él a la sala de la suite.Minutos después Nicholas llegó. Ary se había quedado dormida en la habitación, entonces se detuvo a contemplar a la
Instantes después Ariadna salió del baño. Nick se había quedado dormido y ella no pudo evitar contemplarlo. Era una verdadera tentación: sus hermosos labios en forma de corazón, el color de su piel, sus fuertes brazos, enseguida sacudió su cabeza, se empezó a arreglarse para la fiesta que organizaba Mike Sanders el anfitrión del Congreso.Ariadna escogió un vestido elegante en tono azul, que se ajustaba a la perfección a su figura, y que le llegaba más arriba de sus rodillas. Recogió su melena en un moño alto, se calzó unas sandalias de delicadas tiras en color plata, y su maquillaje como siempre sobrio y natural, luego tomó su bolso, las llaves de la suite y sin hacer ruido salió de ella. La fiesta era en el mismo hotel, en el salón vip.«Zombie by The Cranberries» se escuchaba en la habita
Un gran sentimiento de felicidad volvió a transitar por cada poro de la piel de Ariadna, se colgó del cuello de Nick, y lo abrazó con fuerza. Esa noche anduvieron por la bahía tomados de la mano, cobijados bajo el cielo estrellado y esa hermosa luna que brillaba en lo alto del firmamento.Nicholas se sacó su chaqueta, cubrió a Ariadna con ella para protegerla del frío. Entre besos, abrazos y risas llegaron a la suite del hotel. Apenas entraron se comieron los labios.Nicholas tenía a Ary pegada a la puerta de la habitación, su lengua le acariciaba el cuello.— ¡ Nick! —gemía Ariadna, en un hábil movimiento él deslizó la cremallera de su vestido, y enseguida la prenda cayó en la alfombra. Él se inclinó ante ella y le quitó las sandalias, entonces depositó un suave beso sobre
Ariadna llegó a su departamento y abrió la puerta enseguida arrastró su maleta hacia su alcoba, una vez ahí sonrió llena de dicha después de que el destino volviera a poner a Nick en su vida. Se lanzó a su cama y pensó que quizás ese era el milagro que estaba esperando para salvarse de ese absurdo contrato que debía firmar, entonces aquella felicidad se vio desvanecida por esa nube gris de incertidumbre. No sabía que le deparaba el destino, ni que pudiera hacer para librarse de esa condena.Se llevó las manos al pecho sintiendo una punzada en él. Un fuerte escalofrío recorrió su columna, a manera de un mal presentimiento, entonces se puso de pie y caminó por la reluciente baldosa de su elegante apartamento hacia la cocina. Tomó la jarra de la cafetera y la llenó de agua intentando no pensar en nada malo, enseguida colocó dos
Nick al despertar lo primero que hizo, fue ir a la habitación de su madre, su novia Jessica quien se había quedado a cuidarla le estaba sirviendo el desayuno.—Buenos días, mamá. —Nick le dio un beso en la mejilla, saludo a Jessica de la misma manera—. Hijo, ¿Cuándo llegaste? —Consuelo no recordaba que lo vio la noche anterior.—Mamá... ¿Por qué no me avisaron?, yo debía estar a tu lado en esos momentos.—Mi niño, no quería preocuparte, bastante tienes con el trabajo de la exportadora, además Jessica estuvo al pendiente, ella es como la hija que nunca tuve. Si llego a morir, me iré tranquila de saber que te quedas al lado de una buena mujer como ella.Nick guardó silencio, no dijo nada, ni siquiera encaró a su madre por la mentira de la carta.&nbs
—Creo que haber regresado contigo fue un error —mencionó Ary soltando el aire contenido en sus pulmones—, estás comprometido con ella, es lógico que quieras formar una familia —pronunció con la voz entrecortada al imaginar que él cediera a la voluntad de Consuelo, eso le causaba mucho dolor. —Con la única persona que yo formaría una familia es contigo Ariadna, no digas que lo que nos une es un error, nosotros nos amamos. —Sí, pero de nada sirve amarnos, tenemos compromisos con nuestros padres, tú cumplir el último deseo de tu madre y yo sacar a mi papá de la cárcel y eso significa que tú debes seguir con Jessica y yo casarme con Alonzo. Nick se puso en cuclillas, tomó de las manos a Ariadna. —Por favor, amor no hagas eso, te lo ruego Ary, yo me moriría de tristeza, yo no soporto verte en brazos de otro. Nick se arrodillo ante ella suplicante, el tono de su voz era lasti
El gran salón en donde se iba a anunciar el compromiso de Ariadna Rinaldi y Alonzo Grimaldi, era uno de los más lujosos de New York, las mesas estaban decoradas con elegantes manteles en tono blanco con dorado. En la fina cristalería los invitados bebían varios tipos de licores. Muchos empresarios y gente importante amigos de la familia Grimaldi y Rinaldi se dieron cita a tan magno evento.Alonzo y sus padres se encontraban en el salón a espera de Ariadna, quien iba a llegar acompañada de Fabricio Rinaldi, y de su mejor amiga.Los miembros de la familia Grimaldi empezaron a arribar, la abuela Fiorella, Nick acompañado de Jessica, y Consuelo, todos muy elegantes.Alonzo llamaba al móvil de Ariadna desesperado por la demora de su prometida, pero no tenía respuesta.—¿Qué pasa con esa mujer que no llega? —inquiri&oa
Minutos después. En el apartamento de Alonzo el joven besaba con avidez la boca de su prometida, mientras sus manos recorrían la silueta de ella. Ariadna hacía un gran esfuerzo, pero ese era el plan y no podía dar marcha atrás. —Debemos celebrar —mencionó logrando retirar el cuerpo de Alonzo del de ella, para así caminar al bar y sacar una botella de vino y dos copas. El joven Grimaldi se aflojó la corbata mientras su novia preparaba las bebidas, entonces apenas Ary se la entregó, le dio varios sorbos. Ariadna para no hacerlo, deslizó sus manos por los firmes pectorales de él, y luego se armó de valor y llegó hasta la virilidad de él. Alonzo gruñó y cerró sus ojos disfrutando de aquellas caricias que nublaban sus pensamientos, enseguida tomó de las caderas a Ary y se apoderó de sus labios, introduciendo su lengua una y otra vez en la boca de su chica, así entre besos