Dante la miró por unos segundos antes de vociferar.—Sabes que mereces un castigo, Ava —Dante se quitó el cinturón—. Como tu esposo solo debes mirarme a mí, por tu osadía vas a pagar con tu cuerpo.—¿Qué vas a hacer? —preguntó temblorosa.—Algo que te va a gustar mucho, pero que también te recordará que soy el único hombre en tu vida —susurró con voz ronca y cargada de deseo.Se acercó a ella con firmeza y tomó sus manos, guiándola al centro de la cama. Con una mirada intensa, las levantó sobre su cabeza y le ato las muñecas a la cabecera de la cama con el cinturón.—Eres solo mía, Ava —murmuró contra sus labios antes de besarlos con hambre.—Dan, por favor, suéltame. —balbuceó ella separándose de su boca.—No sabes lo furioso que estaba cuando tu primo me contó dónde estaban. Me molestó que me hayas tomado por tonto y que pensaras que no nos íbamos a enterar —su voz era grave, cargada de tensión. —Se quitó la ropa delante de ella, quedándose completamente desnudo. Su mirada ardía con
Un mes después, Ava se encontraba en su mansión junto a su hermana, la tensión en el aire era palpable. Ambas esperaban la llegada de su padre. Sergio había salido de la cárcel gracias a Ava, quien retiró los cargos en su contra. Con el tiempo, comprendió que guardar rencor no era el ejemplo que quería dar a sus hijos. Al final, lo único que realmente importaba era que su padre no había sido el culpable de la muerte de su madre.—No puedo creer que estes haciendo esto —dijo Olivia, rompiendo el silencio mientras se pasaba nerviosamente una mano por el cabello.—Yo tampoco —respondió Ava, mirando por la ventana con los brazos cruzados—. Pero creo que es lo correcto. Mis hijos merecen conocer a su abuelo, y yo necesito darle un cierre al pasado y que mi corazón se mantenga en paz.Olivia asintió, aunque su corazón no lo perdona.—Yo solo estoy aquí para ver que tiene que decirme. ¿Y si él no ha cambiado? ¿Qué pasará si vuelve a ser el mismo de antes? ¿Qué harías si te vuelve a utilizar?
Ava se volvió a sentar y suspiró varias veces, tratando de encontrar las palabras adecuadas para liberarse del peso que había cargado durante años.— Sé la historia de cómo llegaste a la vida de mi madre, pero solo fuiste un pobre hombre que quería ser mantenido. Lástima que mi madre era una ilusa y débil mujer que se enamoró de quien no debía —Hizo una pausa. Reflexionó. Ahora que era madre, entendía más de lo que antes podía —. Te perdono, porque no tuviste nada que ver en la muerte de mi madre. Pero mi confianza, esa tendrás que ganártela.Sergio se limpió las lágrimas con torpeza, su mirada mostraba una cargada de gratitud y resignación. Con voz quebrada murmuró.—Olivia tiene razón, no merezco ser su padre. Nunca lo fui. Y a ti, Ava…—pronuncio soltando un largo suspiro—. Gracias por retirar la denuncia. Eres un alma noble, demasiado para alguien como yo. Me has perdonado sin que lo merezca. —Sus ojos vidriosos recorrieron el rostro de su hija—. —Mi corazón está orgulloso de cada
—Hola, Ángela —contestó Ava perezosa, recostada en su cama, estaba a punto de conciliar el sueño cuando escuchó su teléfono móvil.—Hija, perdóname por ser tan débil. Si algo me llegará a pasar, cuida de tu hermana. Tú eres fuerte y encontrarás la felicidad al lado de alguien que realmente te demuestre amor.—¡Mamá! ¿Qué dices? ¿Sabes que no creo en el amor? ¿Dónde estás? ¿Dime ahora mismo que voy por ti? —se levantó asustada, escuchando la voz quebrada de su madre como si estuviera llorando.—¡Soy masoquista! Como continuamente me lo recriminas. Dejé mi comodidad y abandoné a mi familia por Sergio —hizo una pausa para tomar aire—-. Siempre creyendo en el amor de tu padre, he aguantado engaños y malos tratos. Pero él siempre me convence de que va a cambiar y como una ilusa vuelvo a caer. No me justifico, pero tu papá fue el único hombre al que he amado y amaré hasta la muerte.—¡Mamá! ¿Por qué dices eso ahora? ¿Viste a papá con otra mujer? —expresó con el teléfono en la oreja mientras
Un día después, fue el funeral. En el cementerio, había pocas personas acompañándolos debido a que, por su padre, su madre había perdido muchas amistades. Olivia estaba llorando amargamente aferrada con fuerza a los brazos de su hermana. Ava se hacía la fuerte para no desmoronarse delante de ella.Los llantos de Olivia eran desgarradores, y Ava solo podía abrazarla para que no se cayera.Su mirada se oscureció al ver a un hombre mayor, no muy lejos de ellas. Se preguntaba por qué no se acercaba. Aunque lo odiaba por haber abandonado a su hija y haber cortado todo lazo con ella, no entendía por qué, en ese momento, no mostraba un mínimo de humanidad y se despedía de Ángela.Desvió la mirada hacia el frente, donde su padre caminaba con paso lento hacia el ataúd de su madre, interpretando el papel de viudo dolido. Lo fulminó con la mirada mientras, en silencio, le pedía a Dios fortaleza para no perder el control, Murmuró para sí misma «Como quisiera acercarme y empujarte con todas mis fu
Un mes después, en la facultad de medicina, el director le informó a Ava que no podía entrar a clases porque no había pagado la matrícula de ese semestre.Ella regresó a su casa furiosa y se encontró con su padre, quien estaba tirado en el sofá con una botella de cerveza en la mano.—¿Dónde está el dinero que mamá dispuso para nuestros estudios? —preguntó Ava parada frente a su padre.—Lo siento, hija, hay muchos gastos y ese dinero se utilizó para cosas más importantes —respondió Sergio con indiferencia mientras se rascaba la barriga y veía un partido de fútbol.—¡Me imagino! Para andar de borracho, jugando y con mujerzuelas —respondió Ava, perdiendo el control de sus palabras. El hombre frente a ella lograba sacar lo peor de su carácter—. Recuerda que mamá estipuló que con ese dinero también se deben pagar los estudios de Olivia y míos.Sergio enfureció inmediatamente, se levantó como un resorte y sin darle tiempo a Ava a reaccionar le dio una fuerte bofetada. No entendía por qué su
Greta reflexionaba en silencio, buscando la manera adecuada de decirle a su hijo que había encontrado la esposa perfecta para él. Una joven hermosa, diferente a aquella mujer que, le había causado tanto daño y destruido su imagen ante la sociedad.—¡Dante! Como tu madre, sabes que siempre hago las cosas por tu bien.—¿Qué está pasando por esa cabecita? —expresó él, volviendo a su expresión fría.—Quiero que te cases con la hija de mi difunta amiga Ángela —dijo Greta, con tono serio, buscando captar la atención de su hijo—. Ava, tiene 20 años, sé que es joven para ti, pero vive con un padre desalmado y borracho, que no tiene el más mínimo interés en el sufrimiento de ella ni de su hermana. —Hizo una pausa, observando la reacción de Dante antes de continuar—. Para acceder a los bienes de su madre, debe estar casada durante un año. Ese hombre ha espantado a todos sus pretendientes, y la situación es insoportable, las está dejando sin nada. Tú podrías ayudarla, Dante.—¿Qué crees que soy,
Ava no sabía qué hacer. No podía creer que se habían quedado sin casa. Se estremeció al escuchar una voz suave detrás de ella.—Ava, desde que mamá murió y veo a papá llegar borracho cada noche, me siento como una extraña en esta casa. —Hizo una pausa, mirando al suelo como si buscara fuerzas para continuar—. Después de la escuela, prefería vagar sin rumbo antes que regresar aquí. Al no ver a mamá, siento un dolor tan fuerte en el alma que apenas puedo soportarlo. Ahora Zoe me invita a su casa, y su madre me trata con respeto y cariño, algo que aquí ya no siento —Respiró hondo, como si las palabras que estaban por salir le costaran demasiado—. Después de múltiples conversaciones con Cecilia, he decidido irme a vivir con ellas hasta que termine la preparatoria. Ya pronto seré mayor de edad. Con esto, Ava, quiero decirte que no iré con ustedes.Ava estaba impactada por las palabras de su hermana. Volteó lentamente y, sin pensarlo, la tomó de los hombros y la abrazó con fuerza.—Oli, per