Capítulo 60: Epílogo.
Dos semanas después.

En el jardín de la casa, en una alfombra hecha de pétalos, caminaba Leonor del brazo de su hijo, mientras la pequeña Andrea abría el cortejo nupcial lanzando pétalos de flore de un lado a otro, seguidas de los pequeños Óscar y Alanis, quienes llevaban los anillos, sin dejar de sonreír felices.

En el altar, Claudia esperaba con Angus, quien miraba a Leonor como si ella fuera una diosa y él un simple adorador de su belleza. La mujer lucía resplandeciente, a sus cuarenta y nueve representaba mucho menos y la maternidad le había sentado de maravilla, tanto que su rostro resplandecía con un brillo especial. Lucía un vestido sencillo, pero elegante, que acentuaba su esbelta figura.

Llegó al altar y Andrew, la entregó con orgullo a Angus. Los ojos del hombre brillaban con una ternura que solo incrementaba el amor que Leonor sentía por él.

Con una sonrisa llena de amor en su rostro, Angus tomó las manos de Leonor en las suyas. Las palabras del sacerdote apenas llegaban a
Jeda Clavo

Muchas gracias a todos por acompañarme en esta historia. Por razones ajenas a mi voluntad, no podré continuar con la historia, Culpable de nada, pero en mis redes sociales, podrás buscarme como novelas románticas Jeda Clavo para decirle donde se publicará, o ver si convenzo a mi editora, para subirla aquí. Ya les diré. La continuación de Destruir a un Ángel, saldrá esta semana de abril, y les informaré en mi Fan página Novelas Jeda Clavo, el sitio de publicación. Muchas gracias y las espero por allá. Bendiciones. Jeda Clavo. Pd. Pueden leer Casada con el suegro de mi ex, y de Prisionera a reina, Mi pequeña incoente esposa, es la serie de la familia Hall aunque pueden leer de manera independiente.

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