SantosEscucharla decir que le hiciera el amor fue estar en tierras inexploradas, pero también fue música instantánea. No me puse a pensar en, sí era correcto o no, solo sé que María Constanza se metió en mi pensamiento. No lograba sacarla, en la oficina solo miro su portarretrato y sonrió como tonto al saber que, al regresar del ajetreado día, mi Pequeña me recibirá en casa. La puse debajo de mí y mis manos se deslizaron cuesta arriba para sacar su bata, me alejé de su deliciosa boca, para observar una vez más sus preciosos senos, al tocarlos y comprobar de nuevo lo firmes que eran… en ese instante comprendí, he sido el único, mis manos eran las primeras en grabarse en su piel y eso me llenó de satisfacción. Introduje uno de sus pezones en mi boca para saborear esa deliciosa sensación y el sabor dulce de su piel. Desde que dormimos juntos solo me acostaba con el bóxer puesto, ahora lo único que me separa de mi objetivo era nuestra ropa interior. Comencé a bajar lo más despacio posi
NataliaNo podía evitar los nervios, y gracias a los ángeles Nadina estaba en mi casa, la gran belleza de ella no era solo su físico, sino su linda alma. Lo calmada y por qué no decirlo, su madurez. Sin duda tenía un alto manejo de las emociones. Gracias a ella me había calmado, porque yo sentía que en cualquier momento mi burbuja de felicidad se explotaría.—¿Cómo lo logras?—Lograr ¿qué?—Mantenerte calmada.—No creas, suelo tener mis arrebatos de pérdida de control y son fuertes, supongo que el tratar de entender a una persona me ha llevado a entender a todo el mundo menos a ese ser. Por qué te juro, es el único que logra sacarme de mis casillas y ante él quedo como insensata.—¿Puedo preguntar?Terminaba de maquillarme, todo será muy sencillo, pero no por eso estaré con mi rostro lavado en mi boda civil.—Preferiría que no.—Nadina, no lo tomes a mal, pero hoy llegaba Eros y muy seguro te lo encontrarás en la notaría, de ahí nos vamos a unas cabañas ya alquiladas a tres horas de a
GuillermoEl juez por fin pronunció lo que mi alma por años anhelaba, desde el mismo día en que le compré el anillo de compromiso en nuestro aniversario, cuando solo éramos unos jóvenes. Ahora, al mirarla en su madurez, a puertas de convertirse en la madre de mis hijos y por fin… Siendo mi esposa.—Los declaro marido y mujer. —Nos casamos en un país diferente, pero estamos casados después de todo—, puede besar a la novia.¿Cuál novia? ¡Es mi esposa! Ocho años después… la besé con hambre, con deseo, con fervor y anhelo.— ¡Dejen algo para la noche! —gritó Santos.— ¡Esto es una notaría! —Era la voz de Julián.—Adara, serás un mal tercio en el carro de los recién casados.Eros dio su aporte para esa relación que en cualquier momento se dirán las verdades que jamás se dijeron. No quisiera presenciar eso, pero ellos deben aclarar y por lo delicado de la situación deben ser solo ellos. En eso Eros tenía razón.» Ven con nosotros, así dejamos a los casados en uno y a los que serán los próxi
María ConstanzaLas nuevas sensaciones y experiencias me tenían a punto de gritar en el carro de Santos, —menos mal íbamos por una autopista a una velocidad considerable, me había acomodado para que le fuera más fácil acariciar mis pliegues y yo poder tocarlo, aunque por la experiencia de él, logró en menos tiempo hacerme gritar y convulsionar. Una vez logró satisfacerme, sacó los dedos y los lamió.—Eres deliciosa,Mis mejillas se sonrojaron más de lo que ya estaban por el orgasmo recibido. Me encontraba completamente mojada y el vestido recibió los estragos de la liberación. Sentí que mis mejillas se calentaron mucho más.» ¿Puedo saber la razón de tu nuevo sonrojo?—El sexo sin duda es increíble.—Es delicioso, —era mi turno, acaricié sobre su pantalón de lino su erecto pene—. Estoy conduciendo jovencita… —soltó un gemido cuando le apreté un poco su grueso falo.—Me dijiste que cuando deseara algo lo hiciera.—Aprendes demasiado rápido y… —volvió a gemir y sonreí con deleite—. Algo
María ConstanzaMe dolía la entrepierna, no hemos tenido tregua, Santos y yo, desde que nos entregaron las llaves de la cabaña, hemos hecho el amor en varios lugares, tomaremos el bañarnos juntos como un hábito, me gustaba mucho sentir sus manos enjabonándome y parece que a él también. Al llegar tanto mi hermano como Adara querían cambiar de cabaña; las querían individuales, pero por la temporada estaban agotadas. Por esa razón se quedaron con la que era doble habitación, así ellos tendrían privacidad, y la que iba a ocuparse con las chicas era de una sola habitación con dos camas individuales, las cuales pagaron para que fueran cambiadas las camas y dejaran una matrimonial para Eros y Nadina.Ese fue el primer paso de parte de ellos ante nosotros, confirmaron ante otros su relación, la cual la mantenían en secreto. Las veces que le pregunté a Eros siempre me dio como respuesta; no se debe preguntar lo que es obvio. No quiero adelantarme a los hechos, iba a analizarlos este largo fin
María ConstanzaMe escabullí, los baños no estaban tan concurridos, ingresaron cada una a un cubículo y yo aproveché para también desocupar la vejiga, pero no imaginé que tuviera tanto líquido para evacuar, ellas salieron y escuché cuando Adara le preguntó a Nadina.—¿Entonces eso de jamás volveré con Eros?... —suspiró.—Nunca he tenido voluntad con él, o tengo demasiada madurez, una de dos. En todo caso hablé con él. Está en periodo de prueba.—Nadina, los dos tienen razón y sin duda uno debe cambiar. Pero sé firme con tus decisiones. El nivel intelectual de tu novio es altísimo, con lo que para él es evidente, no se desgasta ni pierde tiempo.—¿Es perder el tiempo el que le exija darle un nombre a nuestra relación? ¿Qué me diga cuanto me ama?, Adara, lo único que medio lo incomoda a ese hombre es que otro me mire, pero jamás me dice nada a mí. Nunca ha dicho te amo, no te pongas eso, no hagas eso, no vayas a ese lugar… Nada. ¿Es mucho pedir eso o estoy enferma?—Ambos tienen razón,
SantosLo que dijo lo escuché, pero jamás lo creeré. ¿Adara? Dios, pero en que mente cabía esa atrocidad, y no por el tema de si era correcto o no. Cada ser humano era libre de hacer lo que se le dé la regalada gana. Me refiero a que al ser criado en un núcleo donde ese tipo de concepto era tan importante y donde les enseñaron el valor de una vida y para todos ellos era sagrado, no hay cabida para un aborto.Ni yo con lo hijo de puta que he sido, si por alguna razón, hubiera dejado embarazada a una mujer muy a mi pesar la apoyaría para que lo tuviera sin tener que casarme. Eran dos temas diferentes. Pero Adara era un almidón de azúcar. ¿De dónde saca Julián el que ella asesinó a su propio hijo?—Julián… Perdona, pero no creo que Adara tenga corazón para acabar con la vida de su hijo cuando tú eres el padre, hasta si fuera una violación cabría una mínima posibilidad, y, aun así, lo pongo en duda. Quién te llenó la cabeza de cucarachas para que la culpes, ¿le preguntaste directamente?—
NataliaSalí de la cama desnuda, hasta hace unas tres horas fue que nos dormimos Guille y yo, a pesar de que el imbécil de Pablo quiso dañar mi boda, no se lo concedí. Vi a mi esposo, por fin mi esposo dormido profundo en la cama después de tremenda consumación matrimonial, nos cercioramos anoche en que se consumara todo.De solo recordarlo me vuelven a dar muchas ganas de subirme sobre su delicioso pene y cabalgarlo de nuevo. Pero mi bebé tenía hambre, mucha hambre diría yo. Me di un baño rápido, tomé el vestido de baño y un vestido playero para salir con las chicas a la playa como habíamos quedado.Le puse una nota en la mesa de noche a Guille, informándole donde a donde iba, porque su hijo tenía mucha hambre. Al pasar por la cabaña de mis compañeros, todos seguían dormidos o eso parecía. —acaricié mi vientre—. Mi bebé no dio tregua. De reojo vi a Adara sentada a un lado de la cabaña llorando. Me apresuré a ir a su encuentro.—¿Adara?—Se fue, anoche no me dejó decirle la verdad, y