SantosLo que dijo lo escuché, pero jamás lo creeré. ¿Adara? Dios, pero en que mente cabía esa atrocidad, y no por el tema de si era correcto o no. Cada ser humano era libre de hacer lo que se le dé la regalada gana. Me refiero a que al ser criado en un núcleo donde ese tipo de concepto era tan importante y donde les enseñaron el valor de una vida y para todos ellos era sagrado, no hay cabida para un aborto.Ni yo con lo hijo de puta que he sido, si por alguna razón, hubiera dejado embarazada a una mujer muy a mi pesar la apoyaría para que lo tuviera sin tener que casarme. Eran dos temas diferentes. Pero Adara era un almidón de azúcar. ¿De dónde saca Julián el que ella asesinó a su propio hijo?—Julián… Perdona, pero no creo que Adara tenga corazón para acabar con la vida de su hijo cuando tú eres el padre, hasta si fuera una violación cabría una mínima posibilidad, y, aun así, lo pongo en duda. Quién te llenó la cabeza de cucarachas para que la culpes, ¿le preguntaste directamente?—
NataliaSalí de la cama desnuda, hasta hace unas tres horas fue que nos dormimos Guille y yo, a pesar de que el imbécil de Pablo quiso dañar mi boda, no se lo concedí. Vi a mi esposo, por fin mi esposo dormido profundo en la cama después de tremenda consumación matrimonial, nos cercioramos anoche en que se consumara todo.De solo recordarlo me vuelven a dar muchas ganas de subirme sobre su delicioso pene y cabalgarlo de nuevo. Pero mi bebé tenía hambre, mucha hambre diría yo. Me di un baño rápido, tomé el vestido de baño y un vestido playero para salir con las chicas a la playa como habíamos quedado.Le puse una nota en la mesa de noche a Guille, informándole donde a donde iba, porque su hijo tenía mucha hambre. Al pasar por la cabaña de mis compañeros, todos seguían dormidos o eso parecía. —acaricié mi vientre—. Mi bebé no dio tregua. De reojo vi a Adara sentada a un lado de la cabaña llorando. Me apresuré a ir a su encuentro.—¿Adara?—Se fue, anoche no me dejó decirle la verdad, y
SantosUn mes, había vivido un mes con mi novia y me parecía increíble, miré la foto de María Constanza en el escritorio y cada día me gustaba mucho verla ahí. No iba a negarlo, ella me gustaba mucho. Además, era muy receptiva en la cama; el sexo era alucinante, esa pequeña tenía resistencia y había aguantado mis faenas.Sé lo mucho que disfrutaba, le gusta mucho y para ser honesto sentía lo mismo. Abrazarla después de haberme fundido en su cálido vientre, dormir con su culo pegado a mi verga sin duda alguna era la cereza del pastel. El teléfono de la oficina me sacó de mis pensamientos.—Señor, la gerente de mercadeo necesita hablar con usted.Doña Lolita en las últimas semanas me cuidaba mucho, cree que no me doy cuenta, pero Naty su asistente, la tenía al tanto de mi noviazgo, estaba feliz de la vida, por eso me cuidaba y para variar, mi Pulga le mandaba almuerzo también.—Que pase. ¡Ah!, se me olvidaba, mi novia quedó de venir, cuando llegue que ingrese sin ser anunciada.Mi Peque
SantosAcaricié su mejilla, luego mis dedos comenzaron a delinear su silueta perfecta, la cual parecía un guitalele por lo pequeña, pero con un perfecto cuerpo, en conjunto me gustaba mucho. No era lo que acostumbraba a ver en las mujeres, no era un requisito que fueran altas, esbeltas, de una belleza increíble, no.Mi Pequeña era linda, pero yo la veo de adentro hacia afuera. Primero vi en ella lo radical que era, lo justa y en ocasiones terca, lo mandona, regañona, pero también lo dulce, lo dedicada, lo delicioso que cocinaba y lo receptiva en cuanto a intimidad me refiero.Pellizqué sus pezones y su cuerpo se estremeció, levanté su vestido del piso y caminé con ella de la mano hasta dejarlo en uno de los muebles. Luego procedí a quitarme mi traje, todo ante una hambrienta mirada de unos ojos grises.Me encontraba excitado con la idea de hacerle el amor en la oficina. Se subió al mueble y así quedó en el mismo nivel, mis manos se apoderaron de esa jugosa porción de carne que tiene e
GuillermoDos meses habían pasado, mi hijo ya tenía diez semanas, estábamos a un mes para casarme por la iglesia con el amor de mi vida. Hoy quedamos de hablar con el padre Castro para acordar las fechas en las que podemos conectarnos para iniciar el curso matrimonial, lo empezaremos virtual y terminará presencial. A las tres de la tarde, y será aquí en la oficina.Todo este tiempo hemos creado en un cuento de hadas, he de suponer que el amor era así, y sobre todo porque experimentamos el vivir lejos el uno del otro. Caminamos por rumbos diferentes y nada reconfortantes. En cambio, ahora, cuando nos preparamos para dar el paso ante Dios, con la seguridad de nuestros sentimientos es gratificante.Estos dos meses de matrimonio han sido maravillosos. Cuando uno se casa con amor y se tiene la convicción de que funciona con el compromiso; ese es el enlace, el amor en sí no es suficiente, se requiere el estar comprometidos a sacar este barco a como dé lugar y no hacernos a un lado ante un p
NataliaEstos tres meses de estar viviendo con Guille y dos y medio de ser su esposa me tiene volando por las nubes, aún me costaba aceptar el ser tratada de manera decente, sin tener miedo a que me golpearan, que, en vez de ofensas, recibo halagos. Todo eso lo sigo asimilando.He intensificado mi relación con mis padres, aunque a distancia. Pero ver a mamá tan feliz me llena de alegrías y al regresar a Colombia volveré a estar con ellos, ya no los evitaré para que no se dieran cuenta de mis falencias y mis hermanos no bajan a Guille del pedestal.Necesitaba tanto el poder estar en contacto con mis padres. Ahora era consciente de todo lo que perdí por una mala decisión. Mi hermano es el único enterado de los conflictos que enfrento con Pedro. Fue Guillermo quien en una charla por videollamada lo puso al tanto. A mamá la hemos dejado a un lado. Porque papá hace dos días llamó a mi marido para decirle que ya estaba al tanto de mi problema legal.Su llamado de atención fue más una retahí
María ConstanzaMe removí entre los brazos de Santos, tenía molestia menstrual, no demorará en llegarme el periodo y con ello el fin de mi acuerdo con el hombre que me tenía en sus brazos o el inicio de una relación formal y duradera. —fueron tres meses de ensueño, por momentos pensaba que no había trato entre nosotros, ha sido una relación preciosa.Hoy decidimos quedarnos en casa una vez más, sin salir a ninguna parte. De hecho, tenemos tres semanas pasando los fines de semana en casa, él trabajando en las empresas de Colombia, y yo encargándome de la casa, parecemos una pareja de esposos. Y no lo iba a negar que eso me tenía encantada.No había un lugar del apartamento que no tuviera el recuerdo de nuestros cuerpos sudorosos y jadeantes. Me encantaba verlo con sus lentes para el computador y sentado frente a su portátil, vestido con ropa deportiva mientras analizaba los balances de las empresas de marroquinería, las acciones que tenía, como las ganancias de la finca que tenía.Mien
SantosDesde que inició el fin de semana la tensión se fue formando entre nosotros y era sin duda el fin de nuestro convenio. Y lo quería proponerle a mi pulga algo, pero no sé si le agrade. Sin embargo, era de la manera en como yo me sentía cómodo. Le había dado vueltas y vueltas a la situación y no podía animarme a decirle a María Constanza mi sentir.—Vaya, te veo peor que yo, y eso que tienes a tu mujer a tu lado.—No es mi mujer, hasta ayer fue mi novia.Le respondí a Guillermo, quien cerró la puerta de la oficina. Puso a un lado su portacomidas, al no estar Natalia mi pulga le envió el almuerzo hoy.—Dile a Maco que cocina como los dioses.Al mediodía me había escrito para decirme que su amigo la había dejado en el apartamento, ya terminó clases y eso solo significa que se quedará en Colombia ahora que viajemos para la boda de Guille.—Se lo diré. ¿Cómo se encuentra Naty? —Su sonrisa fue genuina—. Natalia siempre fue para ti.—Como Maco lo es para ti, Santos, ten cuidado con lo