SantosAcaricié su mejilla, luego mis dedos comenzaron a delinear su silueta perfecta, la cual parecía un guitalele por lo pequeña, pero con un perfecto cuerpo, en conjunto me gustaba mucho. No era lo que acostumbraba a ver en las mujeres, no era un requisito que fueran altas, esbeltas, de una belleza increíble, no.Mi Pequeña era linda, pero yo la veo de adentro hacia afuera. Primero vi en ella lo radical que era, lo justa y en ocasiones terca, lo mandona, regañona, pero también lo dulce, lo dedicada, lo delicioso que cocinaba y lo receptiva en cuanto a intimidad me refiero.Pellizqué sus pezones y su cuerpo se estremeció, levanté su vestido del piso y caminé con ella de la mano hasta dejarlo en uno de los muebles. Luego procedí a quitarme mi traje, todo ante una hambrienta mirada de unos ojos grises.Me encontraba excitado con la idea de hacerle el amor en la oficina. Se subió al mueble y así quedó en el mismo nivel, mis manos se apoderaron de esa jugosa porción de carne que tiene e
GuillermoDos meses habían pasado, mi hijo ya tenía diez semanas, estábamos a un mes para casarme por la iglesia con el amor de mi vida. Hoy quedamos de hablar con el padre Castro para acordar las fechas en las que podemos conectarnos para iniciar el curso matrimonial, lo empezaremos virtual y terminará presencial. A las tres de la tarde, y será aquí en la oficina.Todo este tiempo hemos creado en un cuento de hadas, he de suponer que el amor era así, y sobre todo porque experimentamos el vivir lejos el uno del otro. Caminamos por rumbos diferentes y nada reconfortantes. En cambio, ahora, cuando nos preparamos para dar el paso ante Dios, con la seguridad de nuestros sentimientos es gratificante.Estos dos meses de matrimonio han sido maravillosos. Cuando uno se casa con amor y se tiene la convicción de que funciona con el compromiso; ese es el enlace, el amor en sí no es suficiente, se requiere el estar comprometidos a sacar este barco a como dé lugar y no hacernos a un lado ante un p
NataliaEstos tres meses de estar viviendo con Guille y dos y medio de ser su esposa me tiene volando por las nubes, aún me costaba aceptar el ser tratada de manera decente, sin tener miedo a que me golpearan, que, en vez de ofensas, recibo halagos. Todo eso lo sigo asimilando.He intensificado mi relación con mis padres, aunque a distancia. Pero ver a mamá tan feliz me llena de alegrías y al regresar a Colombia volveré a estar con ellos, ya no los evitaré para que no se dieran cuenta de mis falencias y mis hermanos no bajan a Guille del pedestal.Necesitaba tanto el poder estar en contacto con mis padres. Ahora era consciente de todo lo que perdí por una mala decisión. Mi hermano es el único enterado de los conflictos que enfrento con Pedro. Fue Guillermo quien en una charla por videollamada lo puso al tanto. A mamá la hemos dejado a un lado. Porque papá hace dos días llamó a mi marido para decirle que ya estaba al tanto de mi problema legal.Su llamado de atención fue más una retahí
SantosEstaban acribillando el puto timbre del apartamento, y ese debía de ser Guillermo, que solo venía a joder, ¡hoy sábado y eran las cuatro de la mañana!, pero ¿este se la fumó verde? Además, él tenía llaves. Con mi cara de puño le abrí la puerta.—Sabía que no te habías arreglado. Tenemos que estar en el aeropuerto a las ocho.—¿Y cómo para qué? ¡Se te perdieron mis putas llaves!—Te dije que no tomaras tanto anoche.—Guille, tengo un par de horas de haber llegado y quiero dormir.—¡No podemos! ¿Se te olvidó? —Me le quedé mirando…¿De qué carajo debía acordar? Si vino con un bolso de viaje y arreglado para salir era porque algo pasé por alto, peor no recuerdo si tenía un compromiso. Él siempre me ayuda con los recordatorios, parecía el secretario, en ocasiones dejando a un lado su puesto de jefe de ingeniero en la multinacional en donde trabajamos.—¿Qué compromiso tenemos?—Y eso que dices amar a Maju con tu alma. —me puse serio.Ante el nombre de una de las mujeres que más quie
SantosLlegamos al gran patio de la casa de los Abdala. La reunión se llevaría a cabo de manera familiar, pero la gran familia de Maju y César daba para que en total fueran más de cien personas. Ya había saludado a todos los invitados, quien no me agradó mucho fue la actual novia de Julián.¿Qué habrá pasado entre él y Adara? Juraría que iban a casarse, esa jovencita si era una buena mujer. En fin, cada uno se labra su propio camino. Los padres que me otorgó la vida me abrazaron con fuerza, tenía diez años por fuera. —aunque ellos me han visitado cada vez que podían desde hace mucho, no lo hacían en familia.—Sin falta mañana almuerzo en mi casa. —dijo Vladímir, ni modo de decirle, no—. Ya todos están invitados. Queremos darte la bienvenida.—Ni que no nos hubiéramos visto.—No es lo mismo las videollamadas Santos, ¿qué parte de esta es tu familia, no comprendes?—Nos vimos hace tres años en México. —Me excusé, ante Vladímir.Tenía muchos años de no estar en Colombia y a falta de unos
GuillermoSu esposo le puso su mano en los hombros, acaparó su atención, le dio un beso en los labios… Bebí otro trago de licor. ¿Qué carajos me pasaba? La gente aplaudió, nos levantamos, la quinceañera ingresaba de la mano de su padre y comenzó a sonar el vals.—Hagan la fila. —llegó Fernanda—. En orden, primero los integrantes de la familia directa, luego los tíos. Tu Santos ve a hacer la fila como uno más de sus hermanos.—¿Yo? —sonreí, Santos detestaba toda esta parafernalia.—Sí, tú. —Lo encaró Fernanda, Alejo y David se reían—. A ti te criaron como un hijo, César y Maju te ven como tal. —alzó la ceja, se encaminó dónde se encontraba Julián y Samuel esperando para bailar, a ese primer grupo se unieron los abuelos. Los dos hermanos le cedieron el turno a él como si fuera el hermano mayor.—¿Y en qué puesto quedo yo? —dije.—Con el resto de los primos, tú inicias por ser el mayor.Ni modo de refutarle a la quien apodaban Chuky. Santos se acercó a la cumplimentada y solo pude notar
María ConstanzaSeguía al pie de las escaleras, debatiéndome en sí, armar un escándalo en mi propia fiesta. Una vez se terminó el vals le dije a mamá que necesitaba ir al baño, vine corriendo y al subir las escaleras vi lo que no tenía que ver, luego se encerraron en su habitación y corrí a mi recámara a pasar el enojo con la arpía de novia que ahora tenía Julián.Pero como… ¿Santos como hizo eso? Tan lindo que me pareció ese hombre… Jamás me imaginé verlo y menos con la asquerosa esa, pero en que momento se le ocurrió a Julián terminar con Adara. A mi madre tampoco le agradaba la novia de hace unos cuatro meses. Lo cierto era lo que vi, ¿estarán aún en su habitación?Me da tanta rabia que Julián sea tan terco y… tampoco sé lo que ocurrió entre ellos. Pero meterse con sabandijas interesadas. Si supiera lo mucho que Adara lo amaba. No puedo permitirlo. —al asomarme por la puerta de mi habitación salió Guille, Eros y Julián… ¡Carajos! Me perdí el chisme y tengo que ir al baño.No demoré
SantosEl celular me despertó con la alarma, la puse a las cuatro de la mañana antes de acostarme, para levantarme a las nueve, no podía olvidar el almuerzo en casa de Vladímir. Amaba dormir, pero este fin de semana no podré hacerlo como era de mi agrado, y en el avión no era cómodo descansar. Me levanté cuál sonámbulo con la erección matutina.Después de hacer mis necesidades humanas y regresar a la vida por medio del baño y verme al espejo despierto, ya preparado para un nuevo día. Arreglé la habitación, recogí mis pertenencias y salí con la maleta, ya no regresaba por el resto del día, en la noche me regresaba a Canadá y quién sabe hasta cuando vuelva a la casa de Maju. Espero despedirme de todos.La casa estaba siendo arreglada por varias personas, el evento se prolongó hasta las cuatro, la parranda vallenata a la que nos tienen acostumbrado Alejandro es infaltable. Ahora eran las diez. La señora Carmen supervisaba el trabajo.—Buenos días, joven, ¿ya quiere desayunar?—Se lo agra