Stephanie Miller.
Dos semanas después…Volví a mi hogar, luego de tener un turno largo y agotador en el hospital. Fue un día muy duro, en el cual ni siquiera tuve tiempo para almorzar.Mi último paciente murió durante la operación, debido a un paro cardiorrespiratorio. Para el tiempo en que Amelia llegó a la sala de operaciones, era demasiado tarde.Por lo tanto, de verdad que necesito un baño tibio en la bañera, una copa de vino y a dormir por el resto de la noche.Cuando entro al departamento, me esperan las luces apagadas y muchas velas iluminan el lugar. De pie, junto al pasillo, Matt me espera con un gran ramo de rosas blancas, mis favoritas.“¿Qué es esto amor? ¿Tú lo preparaste?”“Pues, sí, aunque debo reconocer que recibí un poco de ayuda. Recuérdame decirle gracias a Emily.”“¡Ah! Por eso no estuvo en el hospital a eso de las tres.”Matt me sonríe felizmente, mientras se acerca a mí. Me toma de la cintura mientras me dice con su ronca y seductora voz “Felices veinte años de conocernos querida.”Mi sonrisa se congela al darme cuenta de que acabo de cagarla. Olvidé por completo que hoy se cumplen veinte años, desde aquella vez en el parque.Solo manejo decir muy torpemente “G – gracias, amor. I- igual para ti.”Matt me mira divertido, levanta una ceja diciendo “¡Lo olvidaste!”“¿Qué? ¡No! ¡Cómo crees!”“A-ja… Es algo bueno que te conozca como la palma de mi mano. Sabía que lo olvidarías.”Mi cara se sonroja con máximas proporciones, mientras él se ríe más divertido al mirarme.“Y es algo excelente que, a pesar de estar juntos veinte años, sigas sin poder mentirme.”Me cubro el rostro con ambas manos, intentando ocultar mi vergüenza, mientras me rio nerviosamente.“Me atrapaste. Lo olvidé. Perdóname, mi amor, pero es que estuve muy ocupada en el hospital y en la última operación del día, perdí a mi paciente.”Le hago una mueca de pena, mientras coloco mis ojos de cachorro.“Tienes suerte de que esté completamente enamorado de ti. Sabes bien que a ti te perdono todo y más.”Me lo dice estrechándome con sus fuertes brazos. Yo coloco los míos alrededor de su cuello, mientras acaricio su cabello.Observo atentamente su bello rostro y sus increíbles ojos azules. Suspiro a la realización de cuanto amo a este hombre. Matt me mira y dice “¿Y ese suspiro? ¿Es para mí?”“Pues sí. Al igual que tú, también estoy enamorada de ti. Y te sigo amando con la misma intensidad de hace veinte años.”“Pues, qué suerte la mía entonces.”“¡Sí! ¡Qué suertudo eres!”Matt me mira como si fuera la persona más importante de su vida. Admiración y devoción se lee en su rostro. Yo le sonrío mientras lo beso tiernamente.Matt me aprieta más contra él, buscando intensificar el beso. Siento como su lengua pide acceso a lo que yo consiento.Siento como sus manos, que están en mi cintura, comienzan a subir y bajar por mi espalda, enviando múltiples escalofríos por mi espina.Estamos disfrutando de la compañía del uno con el otro, cuando su teléfono suena.Ring ring ringYo me separo diciéndole, “debes contestar, quizás es importante.”Matt me dice, “no le hagas caso, seguramente se detendrá”.Mientras sigue besándome. El celular no se detiene y sigue sonando intensamente.“Matt, contesta.”“¡Demonios!, está bien. Pero ni creas que he terminado contigo. Esta noche está recién comenzando.”Yo le sonrío a su comentario y asiento a sus palabras, mientras me siento en el sofá. Matt me toma de la mano, mientras contesta “¿Aló?”“¿Señor Anderson?”“Sí, él habla. ¿Quién es?”“Mi nombre no importa. Lo relevante de este llamado es para decirle que su futura esposa, le está mintiendo.”Matt tensa su agarre en mi mano y me mira preocupado.“¿Oh?, ¿y en qué se supone que me miente?”“En su fidelidad. Ella, le ha sido infiel conmigo. Es una mujer desvergonzada, aparentando algo que no es. ¡No debería desposar a semejante mujer! Ella no se merece estar con alguien como usted.”Matt me vuelve a observar mientras dice calmada y fríamente “Hum… y supongo que, ¿tienes pruebas de estas acusaciones? Digo, como estás denunciándola tan convencido.”“¿Acaso mi palabra no es evidencia suficiente?”Matt sonríe sarcásticamente a lo que responde “Hum… No. Ahora, me vas a escuchar atentamente.”Su tono se vuelve de sarcástico a uno frío, amenazador y francamente da miedo. “Seas quien seas, te voy a encontrar. Y cuando lo haga, créeme que te arrepentirás de haber nacido. Nadie habla así de mi mujer. ¡Nadie! Ni queda impune. Los malos actos deben ser castigados, al igual que las calumnias, y créeme cuando te digo, hombrecito. ¡Te haré pagar!”Luego la llamada se corta de forma inmediata.“¿Qué ha pasado? Me estás asustando”, le digo.“Espera aquí”, me dice. Observo que llama a Liam.Liam Stevens es un hacker. Usualmente, es muy difícil poder ubicarlo, pero Matt es un buen amigo de él, luego de que ayudara a su madre a recuperar sus inversiones, luego de ser estafada.“¡Hola, viejo! ¿A qué se debe el honor de tu llamada?”“Necesito que rastrees la última llamada recibida en mi celular.”“Está bien, puedo preguntar ¿por qué?”“Si puedes. Es un maldito infeliz inventando que Steph me fue infiel con él. Quiero saber quién es para ¡reventarle la cara!”“¡Diablos! Recuérdeme de nunca hacerte enojar, Matt.”Yo lo miro boquiabierta. Así que por eso su humor cambió tan drásticamente. ¿Será buena idea mencionarle que a mí también me llamaron hace dos semanas, antes de nuestra gran pelea? Creo que sí. Bueno, mejor le digo ahora.“Amor, hay algo que debo decirte.”“Espera, querida”, me replica.“Matt, tiene que ver con esto”, le digo.“¿A qué te refieres?” Me pregunta con el ceño fruncido.“A que a mí también me llamaron hace dos semanas. Me dijeron que tú eras un mentiroso y que me habías sido infiel con ella.”“¿Ella? ¿Quién es ella?” Veo como Matt luce notoriamente confundido.“Eso no lo sé. Solo sé que era una voz de mujer quien habló conmigo. Luego, cortó.”Matt me mira pensativo, mientras replica “Hum… Está bien, querida. Le diré a Liam que rastree la llamada también.”Luego, Matt coloca el altavoz de su celular."¿Aló viejo? ¿Sigues ahí?" —pregunta Liam.“Sí, sigo aquí.”“Bien, de acuerdo con los registros, la llamada se hizo desde el hotel Capriccio, habitación 3E. Está a nombre de un tal John Doe.”“¡Eso es de mucha ayuda!” Le dice Matt sarcásticamente.“Bien, déjame revisar los registros de la tarjeta de crédito que se usó.”Escuchamos como teclea desde su computador y luego añade: “¡Ja! ¡Te encontré mal nacido!”“¿Qué encontraste?” —pregunta Matt.“¡Rayos! Matt, no estarás contento.”Matt tensa el agarre del celular, mientras veo como su mandíbula también se tensa y comienza a respirar pesadamente.“¡Quién es!”“La tarjeta de crédito pertenece a Stella Miller, quien creo que es la…”Matt lo interrumpe diciendo, “La media hermana de Steph.”Matthew Anderson. Luego de que Liam me dijera que Stella está de alguna forma involucrada en las llamadas misteriosas recibidas, tanto por Steph como por mí, sentí mi sangre hervir. ¡Me puse lívido! Pero debo reconocer que no me sorprende en lo absoluto. Siempre ha envidiado a Stephanie, tanto por su familia, por sus calificaciones y por mí. Después de incidente del beso, Steph me tuvo vetado por una semana. Habló con Stella y al final escogió no creerle. Steph la amenazó y le advirtió que, si se volvía a meter en nuestra vida, hablaría con su padre. Es cierto que jamás he engañado a Steph, menos con ella, excepto por el incidente de hace dos años cuando Stella se metió a mi cama. Al final decidí no decirle nada a Steph, ya que no quería lastimarla. A pesar de haber hecho cosas con Stella yo no sabía que era ella a quien estaba tocando. Creo que la advertencia dada en esa oportunidad no surtió efecto. Eso quiere decir, que yo deberé ser más drástico, y ahora, está el lío de la tar
Stephanie Miller.Salí a toda velocidad desde el departamento, dejando a Matt enfurecido. Lo terrible de nuestra pelea, es que sé que él tiene razón.Mi hermana siempre intenta arruinar todo lo bueno que puede ocurrir en mi vida. A menudo busca excusas para que nosotros peleemos.Todas las discusiones que hemos tenido han sido por ella. No sé porque sigo cayendo por sus escusas cada vez que algo pasa y mi confianza hacia Matt se merma aún más.Siempre quise tener una hermanita. Mi niñez fue muy solitaria. Matt ha sido mi amigo, mi compañero, mi todo. Sé que no debí pelearme con él por ella, ¡lo sé!Pero una vez que entramos en modo pelea, ya no había vuelta atrás. Ambos somos demasiado testarudos, como para dar nuestro brazo a torcer. Son cosas que amamos el uno del otro.Camino sin rumbo, inmersa en mis pensamientos, decidiendo que es lo que haré. Podría ir y encarar ahora mismo a Stella, pero me siento muy afectada por mi discusión.Si la enfrentara ahora, solo permitiría herirme au
Stephanie Miller.Luego de que Matt me encontrara en el parque, volvimos al departamento a consumar la reconciliación y debo decir, que estuvo más apasionado que de costumbre. Me hizo acabar cinco veces seguidas y aún él tenía ganas de más.Es algo tan maravilloso saber de qué a pesar del tiempo, aún nos podemos amar de diferentes formas y Matt… es un amante espectacular.Cada vez que me hace el amor, me hace acabar de mil formas posibles, intentando siempre de que yo quede satisfecha antes que él.Abro mis ojos perezosamente y veo la luz tenue que se cuela entre las cortinas. Desconozco la hora que es, pero solo me alegra saber que es fin de semana y no estoy de guardia.Gimo a la realización de tener que levantarme, porque mi estomago suena y comienzo a estirarme en la cama, protestando.Cuando de repente, siento que un par de manos cálidas, comienzan a acariciar mi cadera y continúan viajando hasta llegar a mi centro, en donde es tocado furtivamente.Sonrío a la sensación que me pr
Stephanie Miller.Llegamos al hospital y nos bajamos rápidamente del auto. De inmediato se despliega el operativo de seguridad que siempre nos invade, cuando salimos juntos.Caminamos y nos subimos al ascensor hasta el octavo piso, en donde se encuentra el ala VIP. Mi padre siempre reserva esa zona del hospital, cuando alguien de la familia necesita atención médica.Entramos al ala y veo a papá escribiendo rabiosamente en su celular. Su mirada es fría, la cual hace resaltar las arrugas de su frente. Me aclaro la garganta y digo, “hola, papá.”Él levanta la mirada, nos mira a los dos y dice, “¡finalmente llegaste! ¿Por qué demoraste tanto cariño?” Se levanta de su asiento y nos saluda a ambos.Yo le contesto, “porque mi teléfono estaba en silencio dado que no estoy de guardia durante este fin de semana papá. Solo miré el teléfono cuando fui a la cocina. Pero ya estoy aquí. Iré a examinar a Stella.”“Sí, ve por favor y avísame si algo sucede.” Una voz de preocupación inunda nuestra conv
Stephanie Miller.Corro lo más rápido que puedo en dirección a la habitación de Stella. Cuando llego allí, el equipo de resucitación está haciendo sus labores para traerla de vuelta.Luce pálida, como si fuera una muñeca de trapo, sin vida. Observo a Johnson. Él me mira de vuelta diciendo, “haré todo lo que pueda para traerla de vuelta Steph.”Mi ira se apodera de mí y le grito, “¡quita tus manos de mi hermana Johnson! ¡Por tu culpa esto está pasando esto! ¡Olivia, revisa sus pupilas!”El abre mucho los ojos, mira a su lado y le dice yo lo hago, mientras exclama, “carajo. ¡Tiene una pupila dilatada no reactiva!“Llévala al quirófano, ¡¡PERO YA!!”De repente vemos como a Stella retornan sus signos vitales. Abre los ojos y comienza a vomitar. Olivia la levanta para que no se ahogue. Un segundo después comienza a tener grandes convulsiones en la camilla.Cubro mi cabeza con ambas manos mientras grito, “¡aplica 2 mg de Lorazepam! Olivia, llama al Dr. Brown para que opere a Stella. Que Joh
Stella Miller.Me despierto con un fuerte dolor de cabeza. ¿Qué demonios ocurrió? Abro los ojos lentamente y veo una cara muy familiar que me observa a solo un par de centímetros de mi rostro.Intento hablar, pero me corta en seco. “Jamás me vuelvas a involucrar en algo así de nuevo. ¿Me oíste? Casi pierdo mi trabajo y mi licencia.”Suspiro y digo, “antes de responder a tu pregunta, dime. ¿Qué demonios pasó?”Johnson se rasca la cabeza, exasperado y dice, “cuando idiotamente se te ocurrió golpearte en la cabeza con esa pistola, le diste a un aneurisma. Si, sorpresa. Tenías un aneurisma.”“Con el golpe, explotó y tu cerebro estaba sangrando. Tú me dijiste que solo eran los golpes en el cuerpo y que no necesitarías nada serio y yo como soy un completo imbécil, te creí. ¿Casi mueres, lo entiendes, cierto?Yo me limito a escúchalo, sin demostrar ninguna emoción. Luego le digo, “deja de lloriquear Johnson. ¡Compórtate como un hombre! Sí, sabía que tenía un aneurisma, y no, no quería me hic
Stephanie Miller.Luego de que el Dr. Brown nos dijera que Stella estaba bien y que su sangrado fue producto de un aneurisma cerebral, no pude evitar sentirme mal.Como neurocirujana entiendo los síntomas que provoca la condición. Sin embargo, Stella jamás nos dijo nada. Mantuvo en completo silencio sus síntomas.Matt me dice que su condición, no quita lo que ha hecho antes y que, aunque no se pudo comprobar si estuvo involucrada en el conflicto de la tarjeta de crédito y las llamadas amenazadoras, él si piensa que estaba involucrada.Honestamente, no sé qué hacer. Mi lado racional quiere hablar con papá y dejar que él lidie con toda la situación, pero, por otro lado, mi hermana me da lástima.Luego de verla, con Matt salimos de la habitación, dejándola sola. Cuando estábamos retirándonos del octavo piso, olvidé que dejé mi celular en su habitación.“¡Matt! Debo regresar. Olvidé mi celular en la habitación de Stella. Espérame aquí, no me demoro nada.”“¿Estás segura? Tú sabes que no m
Stephanie Miller.Dos meses después.Después de un largo día de operaciones y procedimientos, solo quiero llegar a dormir. Llego a casa y me dejo caer en la cama, totalmente aturdida por el cansancio.De repente, el sonido incipiente de mi celular molesta mi estado perezoso. A regañadientes miro el teléfono y veo en la pantalla el nombre de Amelia.Cierro los ojos, suspiro y le contesto. “¿Qué pasa? No es como si no me hubieras visto hoy.”“No te atrevas a dormirte Steph. Hoy es ¡Noche de chicas!”“¡Oh no!”“Oh sí, como tu dama de honor es mi deber, darte tu última noche de soltera y tu me obedecerás en todo. ¿Está claro?”“¿Puedo cancelar? No quiero salir hoy Amelia.”“¡Diablos no! Con Emily preparamos todo. La pandilla ya está avisada y nos estarán esperando. La limosina pasará a buscarte a las 21:00. Debes estar lista Steph.”“Está bien. Iré a cambiarme entonces.”“Perfecto. Nos vemos en un rato, reina.”Ambas cortamos, cuando siento la puerta abrirse. Me asomo y veo a Matt entrar