Matthew Anderson.Fiel a su palabra, Enzo arribó veinte minutos después de que yo lo hice. Esperé en mi auto, hasta que mi equipo de seguridad apareció en el lugar. Todo esto para no tener que lidiar con empujones o golpes desagradables. Los periodistas pueden llegar a ser verdaderos hijos de puta cuando se lo proponen, todo por captar primeros la noticia.Una vez dentro, saludé cortésmente a Enzo y Steph. Cada día me siento más orgulloso de mí, dado que he aprendido a manejar mis celos y mi posesividad. En estos momentos, sé que Enzo la cuida y la ama al igual que yo, y ella, aunque no lo reconozca, sé que nos ama a los dos. ¡Dios! No creí que fuera capaz de compartir, pero por estar cerca de Steph, acepto cualquier pedazo que quiera darme.Los tres nos dirigimos al despacho de la jueza Barrett, la cual nos estaba esperando. El fiscal golpea la puerta y rápidamente nos recibe. Se nos instruyó que solo él y Steph pueden hablar. Marie le hizo llegar un certificado diciendo que no puede
Stephanie Toussaint.Luego de la conversación con la jueza en su oficina, salimos por el pasillo. Vi como Matt siguió caminando hacia la sala del juicio y Enzo me detuvo tomando mi mano. Me dijo, “Nena, tienes que regresar a casa.”Fruncí el ceño y le dije, “Pero no quiero dejarte solo, Enzo. No después de lo que pasó en esa oficina. Tendrás que enfrentarte a ese horrible abogado. Es un verdadero imbécil.”Enzo me regaló una sonrisa tierna mientras me dijo, “no te preocupes, nena. Ahora, lo más importante eres tú y los bebés. Todo esto lo hicimos para evitar que estuvieras aquí. No tiene sentido que te quedes y lo sabes.”Suspiré profundo porque sé que Enzo tiene razón, como siempre la suele tener. A regañadientes acepté, besó mis labios suavemente y se dirigió a la sala del juicio, detrás de Matt. Vi cómo se alejaron de mí los dos hombres más importantes de mi vida.Giré mi cabeza y vi que estaba Taylor esperándome. Me acerqué y le dije, “déjame adivinar. Matt te pidió que me llevaras
Stephanie Miller conoció a un chico cuando él tenía ocho años. Era el primer día de primavera, aquel en que los rayos del sol están acompañados por una suave brisa fresca y es posible observar los primeros brotes florales. Los colores son vivos y te invitan a disfrutar del entorno.Estaba de visita con su madre en el parque estatal que queda ubicado en el centro de la ciudad de Manhattan.Mientras ella jugaba con su barquito de madera en la laguna, este chico se sienta a su lado y coloca su barco en el agua.Luego él se gira y la observa divertido con sus grandes ojos azules brillando intensamente. Le dice confiadamente: “En verdad me gustan mucho los barcos. ¿Qué hay de ti?”Ella, sin poder articular una sola palabra a sus tiernos seis años, lo miró boquiabierta y solo le sonrió tímidamente, sonrojándose totalmente, mientras asentía a sus palabras en completo silencio.Él le devuelve la sonrisa, siendo aún más grande que la anterior, mientras le dice: “Me llamo Matthew, pero todos me
Stephanie Miller. En la actualidad. Abro los ojos y la luz golpea mi vista. Miro la hora y me siento de golpe en la cama, sabiendo que llegaré atrasada, debido a que me quedé con Matt hasta tarde. Queremos convertirnos en padres, ya que hemos estado juntos casi veinte años. Lo bueno, es que, a pesar del tiempo, nos seguimos amando y deseando con la misma intensidad. Primero, habíamos acordado terminar nuestras carreras. Después, poder establecernos y prosperar en nuestros puestos. Y así ha sido. Así que hace un tiempo atrás, dejé de tomar la píldora, y practicamos como fabricar bebés, todas las noches. “Vamos querida, quédate conmigo un poco más.” “No, Matt, debo levantarme. No puedo llegar tarde hoy. Tengo una importante operación ahora temprano.” “Agh! El tumor cerebral de tu paciente seguirá ahí aún si llegas un poco tarde.” Abro mucho los ojos, me giro y le digo. “Wow, eso sí que fue oscuro. ¡Ya! Deja de ser holgazán. Tú también tienes reuniones importantes temprano. ¿No q
Stephanie Miller.Salí a toda velocidad de ahí. Me escondí detrás de la casa, de modo que nadie me viera, para poder calmar todas las emociones que me abrumaban. ¿Qué mierda ha sido eso?¿Con mi hermana? ¿Me está engañando con mi hermana? ¿No se supone que la odiaba o era toda una mentira?Suspiro al millón de preguntas que se forman en mi cabeza. Respiro profundamente e intento guardar mi compostura. No haré una escena.Aunque mi corazón se está quebrando en mil pedazos, me niego a darles la satisfacción.Trago el nudo en mi garganta, me arreglo la ropa y camino lentamente, erguida, como siempre lo hecho, orgullosa de mí, pero mi cara denota ninguna emoción. Llego donde están todos y me dirijo hacia papá.“Papá, me tengo que ir. Estoy muy cansada. Fue un día muy largo y tuve muchas operaciones.”"Querida, no deberías trabajar tanto. ¡No lo necesitas!" —dice mi padre con preocupación en sus ojos.Sonrío tenuemente, mientras lo tomo de las manos. “Papá, has criado a una hija profesiona
Stephanie Miller. Dos semanas después… Volví a mi hogar, luego de tener un turno largo y agotador en el hospital. Fue un día muy duro, en el cual ni siquiera tuve tiempo para almorzar. Mi último paciente murió durante la operación, debido a un paro cardiorrespiratorio. Para el tiempo en que Amelia llegó a la sala de operaciones, era demasiado tarde. Por lo tanto, de verdad que necesito un baño tibio en la bañera, una copa de vino y a dormir por el resto de la noche. Cuando entro al departamento, me esperan las luces apagadas y muchas velas iluminan el lugar. De pie, junto al pasillo, Matt me espera con un gran ramo de rosas blancas, mis favoritas. “¿Qué es esto amor? ¿Tú lo preparaste?” “Pues, sí, aunque debo reconocer que recibí un poco de ayuda. Recuérdame decirle gracias a Emily.” “¡Ah! Por eso no estuvo en el hospital a eso de las tres.” Matt me sonríe felizmente, mientras se acerca a mí. Me toma de la cintura mientras me dice con su ronca y seductora voz “Felices veinte
Matthew Anderson. Luego de que Liam me dijera que Stella está de alguna forma involucrada en las llamadas misteriosas recibidas, tanto por Steph como por mí, sentí mi sangre hervir. ¡Me puse lívido! Pero debo reconocer que no me sorprende en lo absoluto. Siempre ha envidiado a Stephanie, tanto por su familia, por sus calificaciones y por mí. Después de incidente del beso, Steph me tuvo vetado por una semana. Habló con Stella y al final escogió no creerle. Steph la amenazó y le advirtió que, si se volvía a meter en nuestra vida, hablaría con su padre. Es cierto que jamás he engañado a Steph, menos con ella, excepto por el incidente de hace dos años cuando Stella se metió a mi cama. Al final decidí no decirle nada a Steph, ya que no quería lastimarla. A pesar de haber hecho cosas con Stella yo no sabía que era ella a quien estaba tocando. Creo que la advertencia dada en esa oportunidad no surtió efecto. Eso quiere decir, que yo deberé ser más drástico, y ahora, está el lío de la tar
Stephanie Miller.Salí a toda velocidad desde el departamento, dejando a Matt enfurecido. Lo terrible de nuestra pelea, es que sé que él tiene razón.Mi hermana siempre intenta arruinar todo lo bueno que puede ocurrir en mi vida. A menudo busca excusas para que nosotros peleemos.Todas las discusiones que hemos tenido han sido por ella. No sé porque sigo cayendo por sus escusas cada vez que algo pasa y mi confianza hacia Matt se merma aún más.Siempre quise tener una hermanita. Mi niñez fue muy solitaria. Matt ha sido mi amigo, mi compañero, mi todo. Sé que no debí pelearme con él por ella, ¡lo sé!Pero una vez que entramos en modo pelea, ya no había vuelta atrás. Ambos somos demasiado testarudos, como para dar nuestro brazo a torcer. Son cosas que amamos el uno del otro.Camino sin rumbo, inmersa en mis pensamientos, decidiendo que es lo que haré. Podría ir y encarar ahora mismo a Stella, pero me siento muy afectada por mi discusión.Si la enfrentara ahora, solo permitiría herirme au