Sia Demasiadas horas de viaje, solo pude dormir como 10, al despertar me levante, salí de aquella pequeña habitación y regrese al frente en donde seguramente encontraría a Lloyd. Y no, no estaba trabajando, él prefirió reclinar su asiento y dormir aquí antes que ir a hacerme compañía. Entre él y yo no existe otro tipo de comunicación que no fuera pertinente o relacionada con asuntos de la oficina, así se venían dando las cosas, en un principio creí que el me mostraba diferentes lados de su persona. Solo que yo era la que estaba conociéndolo a él, cuando me di cuenta él sabía de mis manías, mis gustos, caprichos y detalles vergonzosos. Detestaba tanto la idea de casarme, últimamente ya no era tanto por Lloyd, sino por el hecho en sí mismo de no dejarme decidir mi propio camino. Realmente no había tenido una charla decente sobre qué pasaría luego de la boda, si, el acuerdo que firmamos, estipulaba la convivencia y Angus quería que para el mundo exterior fuéramos una pareja común y
Sia Necesitaba tanto refrescarme, abrí la maleta y encontré una desagradable sorpresa, conjuntos diminutos de lencería, fue mi error, al dejar que el personal hiciera mi equipaje, pero nadie me decía el destino al que iría, y si ellos sabían solo fue algo rutinario. Pero ahora me arrepiento..., abrí la siguiente maleta y por lo menos vi trajes de baño y algunas otras prendas, tome uno sin mucho pensamiento y me dispuse a ir a divertirme, quería probar ese tobogán. Lloyd estaba en la sala en una llamada, no lo moleste, pase a la cocina en busca de una botella de agua. —¿Y eso...? ¡Es diminuto! —me le quede viendo con cara de no entender. —¡Ay!, ni te asustes, espera a que veas lo demás... —me quería burlar, luego recapacite y la verdad que sonaba a que le quería mostrar la lencería, no, no, eso no. —Estamos en un lugar que requiere estos atuendos. Me fui a asomar a donde llegaba el tobogán y verificar si era profundo, cuando me asegure que no se veía peligroso, fui corriendo de
Ethan No suelo dormir acompañado, incluso con alguna novia siempre me iba a casa, por alguna razón me parecía más íntimo dormir con alguien que el sexo en sí. Y hoy fue diferente, al abrir los ojos, recordé en dónde estaba, voltee a mi derecha para encontrarme a Sia, dándome la espalda, y con medio cuerpo descubierto, solo se quedó con la ropa interior. La imagen en sí ya era demasiado tentadora para mí, como evitarlo, me obligue a levantarme y darme un baño, corrí lentamente la puerta para que no la despertara el sonido del agua cayendo. Baje para pedir que trajeran el desayuno y un jugo para su resaca, en ese momento creí conveniente despertarla para que se duchara. Al volver a la recámara, no la vi acostada, ya estaba en el baño, así que lo mejor sería darle espacio para que se aseara y cambiara, por lo que me fui a la plana baja a esperarla. Por lo menos hoy no tenía ganas de huir, su vestido no me altero, después de todo ayer por la noche tenerla con poca ropa aferrada a mí
Sia La ilusión que perseguí estos días, yo creí..., me llevo a cometer uno de los episodios más desafortunados de mi existencia. Mi estupidez me llevo a pensar, que la forma en que Lloyd me estaba tratando significaba que podíamos llegar a ser una pareja, no de mentiras, porque mi cuerpo, mi mente, así me lo percibían. Atrás había quedado mi desprecio por él, sola me convencí de que él solo había sido receptor de mi odio, uno mal dirigido y que con los acontecimientos recientes mi corazón latía por él. El último descubrimiento fue al besar a alguien. Darme cuenta de que no me hacían sentir lo que él con sus besos y su cercanía. No estaba en mis planes, pero los mensajes de mis amigas me alentaron a usar la lencería que había viajado conmigo, con el propósito de acercarme más a él. Nunca olvidaré la forma en que me miro, era como si después de la sorpresa sintiera repulsión, despreció por mi acción, mi corazón brinco emocionado cuando de unas largas zancadas llegó hasta mí, tomo m
Sia Me levanté muy temprano, porque no tuve tiempo de trazar mi nueva ruta, benditas aplicaciones que nos resuelven esos inconvenientes. Ahora, nadie prepararía el desayuno, por lo menos en lo que buscábamos personal o eso supuse, ya que ayer vi lo que había de alimentos no estaba de humor para preparar algo y la verdad nunca lo he hecho. Mi opción fue un vaso de leche y una manzana, la cual me lleve para comérmela en el trayecto, al ser temprano tenía tiempo, ahora debía utilizar el metro y caminar cerca de tres cuadras para llegar a las oficinas. La eficiencia del metro me asombro, lo que no me agrado es que desde estas horas ya había mucha gente. Una hora antes llegué a la oficina, solo prendí las luces y me prepararía un té, en lo que hervía el agua, comí con tranquilidad mi manzana. Con toda la calma del mundo, hice cada una de las tareas que venía realizando, me lleve mi té a mi escritorio y me puse a curiosear el mail y los archivos que tenía Loren en el área de pendiente
Ethan Mi inteligencia y buen juicio se vio nublado por Sia, no me puedo lavar las manos, pero definitivamente un corto circuito se generó en mi cerebro. Esa era la explicación más loable que le pude encontrar al penoso suceso que protagonizamos. La peor de las formas en que pudo empezar nuestra nueva vida, aunque fuera de mentira, la convivencia, eso era genuino, comprendía que hasta cierto punto ella no quisiera mi cercanía. Dormir sabiendo que ella estaba al otro lado de ese pasillo, era una distancia tan corta, aquella idea jugaba con mi cerebro, qué pasaría si me meto a su dormitorio y le confieso todo este enredo que siento. ¿En qué ayudaría?, solo volvería más tomentoso este tiempo, porque, Angus no me quiere cerca de ella, de esa forma, solo pretende que le enseñe la realidad de la vida. No escuche cuando ella se levantó y se fue de casa, todo por la noche de insomnio, despertar y no encontrarla hacía de esto una ilusión, que si no fuera por los rastros de su presencia dud
Ethan ¡Soy masoquista!, sin lugar a dudas lo he descubierto y aceptado; extraño nuestras peleas y argumentos, prefiero eso mil veces a que no me hable, sentir su indiferencia, es un castigo cruel más para mí que me contento con su sola presencia. Pensando en cómo acercarme de nuevo a ella y que se olvidará de mantenerme a distancia, se me ocurrió darle más responsabilidades, unas que tendría que consultar conmigo para poder llevarlas a cabo. —Loren, necesito hablar con Sia, que traiga el resumen de la presentación para la junta mensual. Cuando entro a mi oficina llevaba el resumen, lo deposito en mi escritorio y no dijo nada. —¿Estás al tanto de lo que se hablara en esta siguiente reunión? —Solo lo que está escrito en el reporte, no conozco los detalles. —Bien, necesito que tú te encargues de la presentación, no solo de prepararla, deberás ser tú quien se pare enfrente y nos hables de los avances —se sorprendió por la tarea que llevaría a cabo. —Yo no creo... poder hacerlo,
Sia Quiero detestarlo, en verdad que lo intento, guardo mi distancia lo mejor que puedo. En la oficina; si Lloyd pensó que dependería de él para poder culminar con éxito la tarea que me dio, estaba equivocado, quiero respirar y hacerlo por mis propios medios, qué chiste tendría si él me da las respuestas. En donde si me he rendido, no por completo aún; es en la casa, él sabe muchas cosas que yo no, y no puede ser atribuido a nada más que a mi falta de interés por aprender. Los dos crecimos en el mismo ambiente, solo que yo desperdicie valioso tiempo, enojada y protagonizando rabietas y escándalos. Loren estaba emocionada y yo no sabía que la había puesto de tan buen humor. —Mira, es una invitación, la mandan de la oficina de tu padre, aquí dice que él no puede asistir, pero que los envía a ustedes en su representación. Al leerla, era una recaudación para la beneficencia, lo más probable es que Lloyd supiera de qué se trataba, porque él solía acudir a este tipo de eventos con An