Maximiliano se sintió aliviado después de hablar con su madre. Ahora, tenía que buscar a otra persona con quien tenía esa conversación pendiente antes de que su relación también terminara por su culpa. Justo en ese momento, entraba al bar donde había quedado con su amigo Frank.— Max, ¿cómo estás? Me dejaste preocupado con esa llamada. ¿Qué vas a tomar? — Frank no era rencoroso; a pesar de sus diferencias, Max era como un hermano para él, y siempre iban a existir problemas.— Gracias por aceptar verme. Sé que estás enojado conmigo, y con justa razón. — Pidiendo su trago, se acomodó en su silla. — ¿Cómo estás con Megan? — Le preguntó.— Ya casi no estamos. Nos hemos distanciado un poco. — Le comentó Frank.— ¿Es por mí? — Frank bajó la cabeza para jugar con su trago.— Sabes que odio las mentiras. No decirle lo que está pasando es prácticamente lo mismo. — Comentó afligido.— Ya puedes hablar con ella, Juliet sabe toda la verdad. — Frank lo miraba incrédulo.— ¿Cómo se enteró? — Pregun
En el interior de su habitación, Maximiliano escogía una impecable camisa blanca de su clóset, la cual combinaría con un exquisito pantalón azul, unos ilustrados zapatos negros y un cinturón del mismo color. Se alistaba para asistir a la majestuosa bienvenida de la hija del hombre que había sido responsable de la muerte de su padre, un evento que se celebraba en la gran mansión de los Montesinos. Mientras se observaba en el espejo, torció los labios con amargura y desagrado. Finalmente había llegado el momento de poner en marcha su plan. Estaba decidido a destruir a aquella familia, tal como ellos habían destruido la suya años atrás. — ¡Hijo, por favor, deja de lado esas ideas! Han pasado muchos años — La voz de su madre lo saco de letargo, la mujer haca un último esfuerzo para disuadirlo de su obstinada venganza. — Madre, sabes que haré que ellos paguen por todo el daño que nos hicieron. Les daré donde más les duele: su gran tesoro. — Respondió Maximiliano con ojos encendidos por
Cuando Maximiliano llegó a casa, su madre ya estaba dormida, así que se sentó en el sofá, reflexionando sobre todo lo que había ocurrido. Todo había salido a la perfección y había logrado entrar en la vida de esa mujer que había notado que era un poco confiada, pensando que todo el mundo la mimaría.Por otro lado Juliet aquella celebración la dejo realmente agotada. Se dirigió a su habitación, se duchó y se metió en la cama. Todo lo que había pasado en la fiesta le parecía muy extraño. Conocer a Maximiliano y sentir esa química entre ellos la inquietaba. Nunca le había pasado algo así. A sus 25 años, había tenido novios, pero nunca había sentido esa atracción tan fuerte.Quizás no pasaría nada. Ni siquiera sabía si le había gustado. No debía apresurarse y dejaría que todo fluyera. Había luchado mucho para no ser lastimada nuevamente y no iba a perder de vista esa perspectiva.Amaneció muy rápido y Juliet, a pesar de estar muy cansada, tuvo que levantarse. Tenía que hablar con su padre
Maximiliano sabía que se enfrentaba a un gran problema. La toxicidad de Karen era muy abrumadora y si se lo proponía podía llegar hasta Juliet y dañarle todos sus planes y eso no lo iba a permitir jamás. En tan poco tiempo ya sabía cómo se manejaba Juliet, era caprichosa, obstinada, terca y orgullosa, nunca le perdonaría algo así. En ese momento, recordó que no le había enviado un mensaje para confirmar cómo habían quedado, así que tomó su móvil y escribió el número de Juliet."Hola linda, ya estoy en casa. Feliz noche. Gracias por esta magnífica velada. Soñaré con tus labios. Maximiliano"Juliet, al ver su teléfono, notó que no le había escrito. Bueno, tampoco tenía que hacerlo, era ella quien debía meter freno y no ilusionarse más de la cuenta por un par de besos. Dejó el teléfono en la mesa de noche y se volteó.En ese instante, su celular se iluminó. Juliet lo tomó de inmediato. Era un número desconocido.Leyó el mensaje, sonrió y respondió."Hola Max, está bien. Me alegra que hay
Si bien no la conocía a la perfección, Maximiliano sabía que Juliet no se dejaría ver así por nadie. Decidió buscarla en la parte superior de la casa y, con suerte, escuchó su llanto sutilmente al abrir la primera puerta. La encontró tirada en un rincón, como una niña castigada y asustada. No quería acorralarla, sabiendo que ella había dicho que no la tocara, así que decidió sentarse en la orilla de la cama frente a ella.— No sé qué ocurrió en el pasado, pero nada nos une a eso. Conozco a Valeria, ciertamente, pero nunca la relacioné contigo, no sabía que se conocían y tampoco soy su amante. — Maximiliano intentaba hablar calmadamente, aunque lo único que quería era levantarla del suelo, abrazarla y evitar que llorara de nuevo. Pasó un rato hasta que Juliet decidió hablar.— Ella fue mi mejor amiga en la secundaria, o eso pensaba yo. Estuvo con mi novio todos los años que estuvimos juntos desde el tercer año. Me dolió mucho enterarme de la verdad. Ella se vio acorralada cuando supo q
Después del incidente devastador en la habitación, Juliet se encontraba en un estado de turbación y desilusión. La traición de Maximiliano había sido un golpe a su confianza y autoestima, y se preguntaba si realmente había hecho lo correcto al casarse tan rápido. Mientras tanto, Maximiliano se encontraba en una encrucijada entre sus deseos de venganza y los sentimientos que habían surgido hacia Juliet. El silencio entre Juliet y Maximiliano era abrumador. Ambos se encontraban sumidos en sus propios pensamientos, tratando de procesar lo que acababa de suceder. Juliet, con la mirada fija en la ventana, rompió el silencio con voz temblorosa. — ¿Cómo pudiste hacerme esto, Max? ¿Cómo pudiste traicionarme de esta manera? — Susurro tratando de comprender. — Lo siento, Juliet. No tengo excusas para mis acciones. Fui un idiota, y te lastimé más de lo que puedo expresar con palabras. — Maximiliano se sintió abrumado por la culpa y la vergüenza. — No sé si puedo seguir adelante después de e
La claridad se metió entre las cortinas de la habitación, despertando a Maximiliano, quien tenía en sus brazos a Juliet aún en un profundo sueño. Mirando el techo, Maximiliano recapitula lo sucedido en las últimas horas; estuvo a punto de dañar sus planes por no saber controlar su ira. Su mujer había resultado ser bastante orgullosa y nada sumisa. Estaba seguro de que podía controlarla y manipularla a su antojo, pero le había quedo claro que eso no iba a ocurrir y tenía que ir con cautela con su mujer. Por otra parte, debía asegurarse de haber recuperado la confianza de la mujer, así que tenía que cambiar sus planes. De un principio había planificado no tener luna de miel, rechazarla después de la noche de boda, pero no hubo tal noche y todo había sido complicado. Se la quitó de encima con mucho cuidado para no despertarla, tomó su móvil para ejecutar el plan B y se dispuso a revisar sus maletas, iba a tomar las de ella cuando la escuchó hablar. Juliet se despertó con el ruido de l
Por la noche, Maximiliano se aseguraba que todo lo que había organizado estuviera a la perfección, una cena privada en la playa, iluminada por velas y rodeada de antorchas que creaban una atmósfera mágica. Le había dejado una nota a Juliet diciéndole que se preparara para una sorpresa, así que era hora de volver a la habitación. Cuando entró, se quedó observando desde la puerta como ella se observaba en el espejo, susurrando entre sus dientes. Estaba tan concentrada que no se había percatado de su presencia. — ¡Estás muy hermosa! — Juliet se sobresalta al escuchar la voz de Max. — ¡Max, me asustaste! — El hombre camina hacia ella sonriendo, también se le veía muy guapo. — ¿Ya estás lista, querida esposa? — Pregunto en un susurro. — Sí, pero... ¿Dónde vamos? — Juliet estaba ansiosa por saber dónde la llevaría. — Es una sorpresa. Sígueme. — Ofreciendo su brazo para guiarla al lugar. El lugar quedo realmente hermoso, ahora que le veía en su rostro la sorpresa reflejada, la emoción,